
Durante la gestación ocurren cambios morfológicos, hemodinámicos y metabólicos que provocan la sobrecarga de los riñones. En gestantes con daño renal previo, estos cambios pueden agudizar la enfermedad renal o descompensarla y provocar que progrese hacia estadios que pongan en peligro la vida materna y fetal.
El embarazo es de especial interés en pacientes con enfermedad renal crónica (ERC), pero también reúne importancia el desarrollo de ERC en aquellas gestantes con enfermedades preexistentes, que puedan desencadenarla.
Asà lo expresan los autores de esta carta al editor publicada en la Revista Cubana de Medicina Militar (Vol. 50, No. 4, 2021) y añaden que el daño renal puede ser detectado mediante las cifras de filtrado glomerular y albuminuria, asà como otros exámenes paraclÃnicos, que se realizan de forma rutinaria en toda mujer en estado de gravidez.
Plantean entonces, que toda mujer con ERC previa o algún tipo de daño renal, debe recibir asesoramiento médico que le permita decidir, una vez conocido su estado de salud, el momento oportuno en el que debe ocurrir el embarazo y sobre los cuidados que debe tener.
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