
El lupus eritematoso generalizado es una enfermedad autoinmune que se caracteriza por la pérdida de tolerancia inmunitaria que resulta en la producción de autoanticuerpos y respuesta inflamatoria desregulada contra múltiples órganos.
Un factor patogénico descrito en el lupus eritematoso generalizado es la función alterada de la interleucina-2 debida a variaciones tanto en su sÃntesis como en sus vÃas de señalización. Esto a su vez causa una disfunción de las células T reguladoras, resultando en aumento en la actividad de la enfermedad y en la producción de tÃtulos elevados de autoanticuerpos.
De manera fisiológica, la interleucina-2 también bloquea la diferenciación de linfocitos CD4+ naïve hacia células T cooperadoras proinflamatorias 17 o foliculares, lo cual contribuye a una menor inflamación y menor producción de autoanticuerpos. La estimulación de las células Treg ha mostrado mejora in vitro y en modelos murinos de lupus eritematoso generalizado, sin embargo, su papel en la clÃnica todavÃa no ha sido totalmente esclarecido.
El primer reporte del uso de inteleucina-2 en el tratamiento del lupus eritematoso generalizado fue publicado en 2015. En este estudio se describió a una paciente con lupus eritematoso generalizado activo resistente a múltiples lÃneas de tratamiento. Después de la administración de interleucina-2 recombinante (aldesleukin), esta paciente presentó mejora clÃnica y laboratorial importante con efectos adversos leves y transitorios.
Posteriormente se han llevado a cabo estudios abiertos donde se reportó tanto la corrección de alteraciones en poblaciones de células Treg como una disminución de la actividad de la enfermedad. Sin embargo, no fue hasta 2020 que se publicó el primer ensayo clÃnico aleatorizado sobre el uso de interleucina-2 en pacientes con lupus eritematoso generalizado.
Aunque los estudios actuales no permiten realizar afirmaciones contundentes sobre el efecto de las dosis bajas de interleucina-2 en el lupus eritematoso generalizado, sirven como base importante sobre la cual próximos ensayos clÃnicos de fase 3 podrán ser diseñados. Interleucina-2 parece ser una opción bien tolerada, con bajo riesgo de infecciones, que puede ser útil en el tratamiento de cierto grupo de pacientes con la enfermedad.
Estudios futuros nos permitirán determinar si existe un grupo especÃfico de pacientes que respondan mejor a esta terapia y si tiene algún efecto sinérgico con los tratamientos inmunosupresores, asà como su papel en el tratamiento de manifestaciones órgano-especÃficas.
Vea el análisis completo en: Dosis bajas de interleucina-2 para el tratamiento de lupus eritematoso generalizado – Medscape – 29 de sep de 2022 (debe registrarse en el sitio web)