El Día Internacional de la Talasemia se conmemora el 8 de mayo. Cada año, la Federación Internacional de la Talasemia (TIF, por sus siglas en inglés) se centra en un tema diferente, siempre relacionado con la calidad de vida y el adecuado tratamiento a quienes padecen este problema de salud.
La talasemia es un trastorno hereditario que afecta la producción de hemoglobina normal. El déficit de ciertas cadenas de hemoglobina (alfa, ßeta…) causan la destrucción precoz de los glóbulos rojos antes de alcanzar la maduración completa, ello conlleva a un estado de anemia. Este trastorno es común en las poblaciones de la costa del Mediterráneo, África y Sudeste asiático.
Se clasifica en tres grupos:
Talasemia menor: anemia muy discreta o inexistente. La presencia de tipocromía hace que este trastorno sea confundido con una anemia ferropénica, con el consiguiente peligro de someter al paciente (si no se realiza el diagnóstico diferencial) a un tratamiento prolongado con hierro llegando a causar una nociva sobrecarga. Es la forma más frecuente de talasemias.
Talasemia intermedia: anemia moderada o intensa, esplenomegalia (aumento del bazo) y sobrecarga de hierro. Ocasionalmente puede cursar con cardiomegalia, osteoporosis y artritis.
Talasemia mayor o anemia de Cooley: anemia grave crónica con esplenomegalia, sobrecarga de hierro, retraso del crecimiento, hepatomegalia, trastornos hormonales, cardiomegalia, osteoporosis.
Por ser un problema de salud hereditario, la prevención y el diagnóstico precoz son clave. Una vez diagnosticada la enfermedad, el tratamiento se establece en función del grado de la misma. Si se logra un equilibrio entre la enfermedad y su tratamiento, la calidad y esperanza de vida de los pacientes puede equipararse a la de una persona que no padece talasemia.
A propósito de la efeméride, la Biblioteca Virtual en Salud (BVS-Cuba) le propone revisar el artículo «CAREST (Asociación caribeña para investigadores en drepanocitosis y talasemia): un logro caribeño que abre mayores oportunidades de cooperación».
CAREST es el fruto de la colaboración de investigadores y clínicos en el área caribeña con el objetivo de profundizar en el conocimiento de la drepanocitosis y la talasemia y el fortalecimiento de su accionar y la incorporación de nuevos países, que redunda en beneficio de miles de pacientes.