Archivos Anuales 2023

La tuberculosis pediátrica en Latinoamérica sigue siendo un desafío para la salud pública

Datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) revelan que en 2019 se registraron 26.402 casos de tuberculosis en menores de 15 años en las Américas, lo que representa una tasa de incidencia de 9,5 casos por cada 100.000 habitantes y el fallecimiento de más de 230.000 niños.

Cada año, el 24 de marzo, se conmemora el Día Mundial de la Tuberculosis, fecha en la que el bacteriólogo Robert Koch anunció el descubrimiento de la bacteria causante de la enfermedad en 1882, que sigue siendo endémica, pero prevenible y curable. Su causa es la infección por Mycobacterium tuberculosis, bacteria que se propaga por el aire de persona a persona; quienes la padecen pueden tener compromiso pulmonar o extrapulmonar. El diagnóstico se hace a través de pruebas como la tuberculina (PPT), en la cual se inocula un derivado proteico purificado en el antebrazo para verificar la reacción a este y también mediante la baciloscopia, prueba en la que se solicita por dos días consecutivos la recolección de las secreciones que se expulsan al toser para identificar bacilos al microscopio.

El objetivo propuesto por la Organización Mundial de la Salud (OMS) al establecer el Día Mundial de la Tuberculosis es lograr la concientización sobre la carga global de la enfermedad y los esfuerzos necesarios para eliminarla como problema de salud pública en todo el mundo.

La prevalencia de tuberculosis pediátrica en Latinoamérica es un problema sanitario, social y económico, además varía según el país y la región. La OPS informó que Bolivia, Ecuador, Perú, Colombia y México tienen tasas de incidencia más alta que el promedio regional. Asimismo, el Ministerio de Salud de Colombia señaló que en 2019 se reportaron 3.564 casos de tuberculosis en menores de 15 años, lo que representa 11 % del total de casos notificados en el país y su tasa de incidencia de 15,6 casos por cada 100.000 habitantes.

El ministerio resaltó que los menores de 5 años tienen una mayor tasa de tuberculosis. La Dra. Kelly Márquez Herrera, infectóloga pediátrica de la Clínica Infantil de Santamaría del Lago, en Bogotá, Colombia, destacó que el problema radica en que el diagnóstico de la enfermedad es un reto en esas edades, puesto que los signos y síntomas son inespecíficos, sumado a que en ellos no es fácil tomar la muestra de esputo, ya que muchas veces degluten las expectoraciones y cuando se pueden hacer pruebas estas resultan paucibacilares (niveles bajos de bacilos).

Una alta sospecha diagnóstica

La especialista indicó que para sospechar que un paciente pediátrico tiene tuberculosis activa se deben cumplir al menos 3 de los 5 criterios aprobados para el diagnóstico, que incluyen:

  1. Evaluación clínica (fiebre, tos por más de 2 a 3 semanas, disminución en las actividades diarias, compromiso ganglionar).
  2. Estudio radiológico que implica la toma de radiografía de tórax, la cual generalmente tiene cambios sutiles, como aumento del tamaño de los ganglios en región parahiliar y en ocasiones neumonía o derrames e incluso pueden encontrarse cambios poco representativos,
  3. PPT tuberculínico > 10 mm. No obstante, si el niño tiene alta sospecha o contacto con adulto bacilífero se considera positiva la prueba con 5 mm.
  4. Análisis epidemiológico. El diagnóstico de tuberculosis pulmonar en un adulto que vive con el menor requiere de una evaluación detallada de todos los contactos posibles de este foco de contagio.
  5. Hallazgo microbiológico con cultivo que se hace con evaluación del aspirado gástrico, por la dificultad de toma de muestra de esputo en los niños e incluso en ocasiones se solicita biopsia si se sospecha compromiso ganglionar u óseo.

Aunque no se sospeche tuberculosis por la clínica del paciente y el hallazgo se haga difícil, una vez se contempla como diagnóstico, los niños son considerados casos centinela, pues permiten identificar la fuente de contagio, lo que ayuda a controlar la enfermedad, agregó la especialista.

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22 de marzo: Día Mundial del Agua

Póster con motivo del Día Mundial del AguaEl Día Mundial del Agua se celebra anualmente el 22 de marzo como un medio para centrar la atención en la importancia del agua dulce y abogar por la gestión sostenible de los recursos de agua dulce. Se trata de tomar medidas para hacer frente a la crisis mundial del agua, en apoyo del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 6: agua y saneamiento para todos para 2030.

En 2023, el Día Mundial del Agua se centra en acelerar el cambio para resolver la crisis del agua y el saneamiento, y la UNESCO es la agencia líder de la ONU.

Los problemas que se encuentran a lo largo del ciclo del agua están socavando el progreso en los principales conflictos planetarios: desde la salud hasta el hambre, desde la igualdad de género a los trabajos, pasando por la educación, la industria, los desastres naturales y la falta de paz.

En 2015, el mundo se comprometió con el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 6, como parte de la Agenda 2030. A día de hoy, nos encontramos muy lejos de conseguirlo.

Miles de millones de personas e innumerables escuelas, empresas, centros de salud, granjas y fábricas se ven restringidas porque aún no se han cumplido sus derechos humanos al agua y al saneamiento.

Existe una necesidad urgente de acelerar el cambio, de ir más allá del “sigamos como hasta ahora”.

Los últimos datos muestran que los gobiernos deben trabajar un promedio de cuatro veces más rápido para cumplir con el ODS 6 a tiempo, pero esta no es una situación que pueda resolverse con solo un actor o grupo.

El agua afecta a todos, por lo que se necesita que todos tomemos medidas.

Tú puedes aportar tu granito de arena

La campaña global «Sé el cambio» alienta a las personas a tomar medidas en sus propias vidas para cambiar la forma en que usan, consumen y gestionan el agua. Estas promesas de individuos y comunidades contribuirán a una Agenda de Acción del Agua que contará también con los compromisos a mayor escala de gobiernos, empresas, organizaciones, instituciones y coaliciones.

Conferencia de la ONU sobre el Agua 2023, el año de los compromisos

Sin duda, este 2023 es el año de adquirir compromisos con respecto al uso del agua y su saneamiento.

Y es que la celebración de este día mundial coincide con el arranque de la Conferencia de la ONU sobre el Agua 2023 (22-24 de marzo, Nueva York).

La conferencia será una oportunidad única para buscar soluciones a la crisis actual del agua y el saneamiento.

Los gobiernos y toda la sociedad interesada en el tema se unirán en este evento para asumir compromisos voluntarios que aceleren el progreso en el ODS 6 (Agua limpia y saneamiento) y otras metas relacionadas con el agua acordadas internacionalmente.

Serán precisamente estos compromisos los que formen la llamada Agenda de Acción del Agua, un plan rápido y transformador en el que también puede estar reflejada tu acción individual.

Día Mundial del Síndrome de Down 2023: Con nosotros, no para nosotros

El síndrome de Down siempre ha formado parte de la condición humana, existe en todas las regiones del mundo y habitualmente tiene efectos variables en los estilos de aprendizaje, las características físicas o la salud.

El acceso adecuado a la atención de la salud, a los programas de intervención temprana y a la enseñanza inclusiva, así como la investigación adecuada, son vitales para el crecimiento y el desarrollo de la persona.

En diciembre de 2011, la Asamblea General designó el 21 de marzo, Día Mundial del Síndrome de Down. La celebración tiene como propósito generar una mayor conciencia pública sobre la cuestión y recordar la dignidad inherente, la valía y las valiosas contribuciones de las personas con discapacidad intelectual como promotores del bienestar y de la diversidad de sus comunidades. Asimismo, quiere resaltar la importancia de su autonomía e independencia individual, en particular la libertad de tomar sus propias decisiones.

Antecedentes: entender el Síndrome de Down

El síndrome de Down es una alteración genética causada por la existencia de material genético extra en el cromosoma 21 que se traduce en discapacidad intelectual.

La incidencia estimada del síndrome de Down a nivel mundial se sitúa entre 1 de cada 1.000 y 1 de cada 1.100 recién nacidos.

Las personas con síndrome de Down suelen presentar más problemas de salud en general. Sin embargo, los avances sociales y médicos han conseguido mejorar la calidad de vida de las personas con el síndrome. A principios del siglo XX, se esperaba que los afectados vivieran menos de 10 años. Ahora, cerca del 80% de los adultos que lo padecen superan la edad de los 50 años. Un trabajo médico y parental en edades tempranas favorece la calidad de  vida y la salud de quienes sufren este trastorno genético al satisfacer sus necesidades sanitarias, entre las cuales se incluyen chequeos regulares para vigilar su desarrollo físico y mental, además de una intervención oportuna, ya sea con fisioterapia, educación especial inclusiva u otros sistemas de apoyo basados en comunidades.

Con nosotros, no para nosotros

El mensaje de Con nosotros, no para nosotros, es clave para un enfoque de la discapacidad basado en los derechos humanos.

Nos hemos comprometido a dejar atrás el obsoleto modelo caritativo de la discapacidad, que trataba las personas con discapacidad como objetos de la beneficiencia, merecedoras de lástima y dependientes de la ayuda de los demás.

Un enfoque basado en los derechos humanos considera que las personas con discapacidad tienen derecho a ser tratadas con justicia y a tener las mismas oportunidades que todas las personas, trabajando con los demás para mejorar sus vidas.

Más información:

– Resolución del Día Mundial del Síndrome de Down
– Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad
– La protección de los enfermos mentales y el mejoramiento de la atención de la salud mental

Declaración sobre la actualización de las definiciones de trabajo y del sistema de seguimiento de las variantes preocupantes y las variantes de interés del SARS-CoV-2

La OMS ha actualizado su sistema de seguimiento y las definiciones de trabajo de las variantes del SARS-CoV-2, el virus causante de la COVID-19, para reflejar mejor la situación actual de las variantes a nivel mundial, evaluar de forma independiente los sublinajes de la variante ómicron en circulación y clasificar con mayor claridad las nuevas variantes cuando sea necesario.

El SARS-CoV-2 sigue evolucionando. Desde el inicio de la pandemia de COVID-19, la OMS ha designado múltiples variantes preocupantes y variantes de interés en función de la evaluación de su potencial para propagarse, sustituir las variantes anteriores y provocar nuevas oleadas de infecciones con una mayor circulación, así como de la necesidad de ajustar las medidas de salud pública.

Basándose en comparaciones de la reactividad cruzada antigénica utilizando sueros animales, estudios de replicación en modelos experimentales de las vías respiratorias humanas y pruebas de estudios clínicos y epidemiológicos en humanos, existe consenso entre los expertos del Grupo Consultivo Técnico sobre la Evolución del Virus SARS-CoV-2 en que, en comparación con las variantes anteriores, la variante ómicron representa la variante preocupante más divergente vista hasta la fecha. Desde su aparición, los virus ómicron han seguido evolucionando en los planos genético y antigénico y han dado lugar a una gama cada vez mayor de sublinajes, todos los cuales se han caracterizado hasta ahora por su capacidad de evadir la inmunidad existente de la población y por infectar preferentemente las vías respiratorias superiores (frente a las inferiores), en comparación con las variantes preocupantes anteriores a la ómicron.

Más del 98% de las secuencias genéticas públicamente disponibles desde febrero de 2022 corresponden a virus ómicron, y estos virus constituyen el fondo genético a partir del cual es más probable que surjan nuevas variantes del SARS-CoV-2, aunque sigue siendo posible la aparición de variantes derivadas de variantes preocupantes anteriormente en circulación o de variantes completamente nuevas. En el sistema anterior, todos los sublinajes ómicron se clasificaban en la categoría de variantes preocupantes ómicron, lo que no ofrecía la granularidad necesaria para comparar los nuevos linajes descendientes con fenotipos alterados con los linajes parentales de ómicron (BA.1, BA.2, BA.4/BA.5). Por tanto, a partir del 15 de marzo de 2023, los sublinajes ómicron serán clasificados de manera independiente en el sistema OMS de seguimiento de variantes como variantes bajo vigilancia, variantes de interés o variantes preocupantes.

La OMS también está actualizando las definiciones de trabajo de variante preocupante y variante de interés. La principal actualización consiste en hacer más específica la definición de variante preocupante para incluir los principales pasos evolutivos del SARS-CoV-2 que requieren importantes intervenciones de salud pública. Las definiciones actualizadas se pueden consultar en el sitio web de seguimiento de variantes de la OMS.

Además, a partir de ahora, la OMS seguirá nombrando las variantes preocupantes con letras del alfabeto griego, pero ya no lo hará con las variantes de interés.

Teniendo en cuenta estos cambios, las variantes alfa, beta, gamma y delta, así como el linaje parental de la variante ómicron (B.1.1.529), se consideran variantes preocupantes anteriormente en circulación. La OMS ha clasificado ahora la variante XBB.1.5 como una variante de interés.

La OMS también seguirá publicando periódicamente evaluaciones de riesgos con respecto tanto a las variantes de interés como a las variantes preocupantes (véase la última evaluación de riesgos respecto de la variante XBB.1.5).

La OMS hace hincapié en que estos cambios no implican que la circulación de los virus ómicron ya no suponga una amenaza para la salud pública. Más bien, los cambios se han introducido para identificar mejor las amenazas adicionales o nuevas, además de las que plantean los virus ómicron actualmente en circulación.

Inhibidor oral de PCSK9 consigue una reducción alentadora del colesterol de lipoproteínas de baja densidad

Una nueva formulación oral de un fármaco inhibidor de la proproteína convertasa subtilisina/kexina tipo 9 (PCSK9) y reductor del colesterol que está desarrollando Merck ha mostrado resultados alentadores en un estudio de fase 2.

El estudio fue presentado por el Dr. Christie Ballantyne, del Baylor College of Medicine, en Houston, Estados Unidos, en el último Congreso Anual del American College of Cardiology (ACC) de 2023.

También se publicó simultáneamente en versión electrónica en Journal of the American College of Cardiology el 6 de marzo.

«En esta población diversa de pacientes con hipercolesterolemia, todas las dosis de MK-0616 consiguieron una reducción superior de colesterol de lipoproteínas de baja densidad, en comparación con el placebo: hasta 60,9% de reducción ajustada por placebo desde el inicio hasta la semana 8, lo cual fue consistente en todos los subgrupos», informó el Dr. Ballantyne.

«La reducción de la apolipoproteína B y del colesterol no unido a lipoproteína de alta densidad fue consistente con la del colesterol de lipoproteínas de baja densidad, con una reducción de hasta 51,8 % en apolipoproteína B y una reducción de 55,8 % del colesterol no unido a lipoproteína de alta densidad», anotó.

Agregó que el fármaco fue bien tolerado sin diferencias en los eventos adversos entre los grupos de tratamiento, en comparación con el placebo.

«Estos datos respaldan el desarrollo adicional de MK-0616, un inhibidor oral de PCSK9 que puede mejorar el acceso a terapias efectivas para reducir el colesterol de lipoproteínas de baja densidad y mejorar el logro de los objetivos relacionados con este y recomendados por las pautas, destinados a reducir el riesgo cardiovascular», concluyó el Dr. Ballantyne. «Los resultados son alentadores para un programa de fase 3 que ahora se está diseñando».

Explicó que el colesterol de lipoproteínas de baja densidad elevado es un factor causal primario de la enfermedad cardiovascular aterosclerótica y, a pesar de los tratamientos efectivos (estatinas), una gran proporción de pacientes no logra alcanzar los niveles de colesterol de lipoproteínas de baja densidad recomendados por las guías. Los tratamientos inyectables dirigidos a PCSK9 han demostrado grandes reducciones en colesterol de lipoproteínas de baja densidad y un menor riesgo de eventos de enfermedad cardiovascular aterosclerótica, pero las barreras de acceso y la necesidad de repetir las inyecciones han llevado a una adopción deficiente. Un inhibidor oral de PCSK9 puede ampliar el acceso y mejorar el logro de los objetivos de tratamiento recomendados por las guías.

El Dr. Ballantyne describió el nuevo fármaco, MK-0616, como un «péptido macrocíclico que puede unirse a PCSK9 con una afinidad similar a la de un anticuerpo monoclonal a 1/100 del peso molecular».

El estudio de fase 2 actual contó con 381 pacientes adultos (49% mujeres; mediana de edad: 62 años) con un amplio rango de riesgo de enfermedad cardiovascular aterosclerótica. El nivel promedio de colesterol de lipoproteínas de baja densidad fue de 119,5 mg/dl al inicio del estudio. Alrededor de 40% de los pacientes no se encontraba en tratamiento con estatinas, 35% recibía tratamiento con estatinas de intensidad baja a moderada y 26% recibía tratamiento con estatinas de intensidad alta.

Vea la noticia completa en Medscape (debe estar registrado en el sitio web).

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