Aproximaciones sociodemográficas a las poblaciones de Cuba y de España

Responsable: Patricia Alonso Galbán

Dpto. Servicios Especiales de Información

Este trabajo, publicado en la revista Novedades en Población del Centro de Estudios Demográficos (CEDEM) adscrito a la Universidad de La Habana, Cuba, constituye un acercamiento a las dinámicas demográficas de España y de Cuba, países que presentan indicadores de las naciones desarrolladas. Sin embargo, Cuba, una nación en vías de desarrollo, realiza su mayor esfuerzo por mantenerlos y mejorarlos en la medida de sus posibilidades.

El proceso de transición demográfica, que consiste en el paso de altas tasas de fecundidad y de mortalidad a bajas tasas, en ambos países se ha producido de manera distinta. En el país caribeño este proceso ocurrió más rápido que en el ibérico, pero ambos miran con detenimiento el resultante de este proceso: el envejecimiento demográfico.

Esta transformación de la dinámica demográfica impacta en el desarrollo y en el funcionamiento de la sociedad, lo que permite a los investigadores y a los decisores incidir en las dificultades diagnosticadas y atender a las personas en situación de vulnerabilidad.

La pirámide de población de Cuba del año 2018, con datos desagregados de su estructura por edades y sexo, evidencia el decrecimiento sostenido de la población, entre otros factores, por el bajo número de nacimientos acumulado durante varias décadas.

Las migraciones en España contribuyen positivamente a que su población vaya en aumento. No es el caso de Cuba, que es un país emisor de población desde la década de los años 30, comportamiento que se mantiene en la actualidad. La tendencia estimada es que la salida de personas siga siendo mayor que el ingreso de foráneas a residir en el territorio nacional, e incluso superior a una hipotética migración de retorno. A nivel nacional todavía nacen más personas que las que fallecen, con lo cual se hace evidente el peso de la emigración en el crecimiento total de la población cubana.

En el caso de los movimientos internos cubanos, a partir de la información censal y ratificada por las estadísticas continuas, las principales corrientes migratorias tienen como destino principal a la capital, La Habana. Las mismas se originan desde el oriente del país. O sea, las provincias del este cubano son emisoras de población y las del oeste receptoras, excepto Pinar del Río que, a pesar de ser la más occidental, es emisora de población.

La tasa global de fecundidad (TGF) de Cuba, es decir el número medio de hijos por mujer, alcanza un valor 1.65, monto que no garantiza el reemplazo de la población, por encontrarse por debajo de 2.1, una cifra que no se consigue en el país desde el año 1978. La tasa bruta de reproducción (TBR, cantidad de hijas que en promedio tuvieran las mujeres de una cohorte ficticia al terminar su edad fértil) de 0.79 hijas por mujer evidencia que no se consigue la fémina necesaria para garantizar el rol reproductivo.

Un elemento de interés que vale la pena investigar es la fecundidad de las adolescentes. La tasa específica para este grupo, en Cuba, es de 54.6 nacimientos por cada 1 000 mujeres de 15 a 19 años. Respecto a la tasa global de fecundidad que presenta el país, estos valores se encuentran elevados, pues representa el 16.6 % del total de la fecundidad.

Cuba es un país con una transición demográfica avanzada, con indicadores muy bajos de mortalidad y fecundidad, descenso que ocurrió en menor tiempo que en los países europeos, y de manera similar a otros países latinoamericanos. Si se suma el impacto de una migración de saldo negativo, es evidente una aceleración del ritmo del envejecimiento de la estructura por edades de su población. Con un nivel de fecundidad por debajo del reemplazo poblacional por más de 40 años y una elevada esperanza de vida al nacer, el envejecimiento demográfico ha pasado a formar parte de la sociedad y de la familia cubana.

El envejecimiento demográfico incide en la relación de dependencia según la edad, la cual está determinada por la relación existente entre la población menor de 15 años y la mayor de 60 años, respecto a la de 15 a 59 años. Es decir, indica cuántas personas (de 15 a 59 años) trabajan para satisfacer las necesidades de la población dependiente (0-14 y 60 y más). En más de 130 municipios de Cuba el peso mayor de la población dependiente está representado por los mayores de 60 años.

Al realizar un recuento por variables se puede apreciar que la mortalidad en ambas naciones, Cuba y España, es baja, concentrada en las personas mayores de 60 años. La principal causa de muerte en estos países está relacionada con las enfermedades del sistema circulatorio, seguida por los tumores. Ambos tienen una elevada esperanza de vida, aunque los diferenciales del sexo femenino son mayores en la población española que en la cubana. La mortalidad infantil en Cuba es baja.

En materia de fecundidad, ambos países presentan poblaciones con bajos indicadores reproductivos y no alcanzan el nivel de reemplazo. Sin embargo, la estructura de la fecundidad es diferente: Cuba posee un patrón de fecundidad temprana y España, tardía. Una desarticulación de la fecundidad para el caso específico de Cuba lo constituye la alta fecundidad adolescente, si bien en España esta variable no realiza un aporte significativo a la estructura de la población.

La migración resulta un elemento distintivo en el rol que juega dentro de la estructura y crecimiento de la población, pues en el país europeo aporta efectivos, al ser positivo su saldo, mientras en el país antillano impacta en el crecimiento absoluto de la población, al tener saldo negativo.

Además, en cuanto a la estructura por edades, ambos países presentan un elevado grado de envejecimiento demográfico, que debe acentuarse en las próximas décadas hasta posicionarlos entre los países con las cifras más altas en el mundo, lo que complejiza los escenarios nacionales y territoriales.

En ese sentido, apoyar el trabajo de las instituciones que pueden aportar a la interpretación de las estadísticas demográficas en ambos países resulta vital.

Los elementos mostrados fortalecen la idea de realizar investigaciones en las que se incluyan otros diferenciales de las variables demográficas; como son la zona de residencia, el color de la piel, la situación conyugal; pues contribuirían a un conocimiento más acertado de las características demográficas de ambas poblaciones, apostando siempre por una integralidad en las ciencias sociales.

Vea el artículo completo en: Mora AR, Martín MC, González E. Aproximaciones sociodemográficas a las poblaciones de Cuba y España. Novedades en Población [Internet]. 2020 [citado 7 Jun 2021];(Especial, mayo de 2020):1-17. Disponible en: http://www.novpob.uh.cu/index.php/NovPob/article/download/438/466

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