La influenza es una causa importante de morbilidad y mortalidad en pacientes con enfermedades cardiovasculares (ECV). La relación entre enfermedad cardÃaca e influenza es compleja: puede ocurrir por la vÃa inflamación-trombosis, efectos directos del virus sobre el miocardio, o por exacerbación de ECV existente.
En cuanto a los eventos vasculares, los mecanismos que se han postulado para explicar este aumento del riesgo incluyen la precipitación de la ruptura de la placa, la disfunción endotelial, la reactivación de otras infecciones latentes que conducen a la ruptura de la placa, el estÃmulo procoagulante, la taquicardia y la vasodilatación asociadas a la fiebre y los trastornos metabólicos relacionados con la infección, incluida la elevación de los niveles de triglicéridos y glucemia.
La vacunación contra la influenza (VI) es una estrategia bien establecida para reducir la enfermedad y la mortalidad relacionada con esta infección en pacientes con ECV. Con base en gran parte en estudios observacionales y ensayos clÃnicos aleatorizados, se ha encontrado que la vacunación está asociada con reducciones significativas de la mortalidad por todas las causas y eventos cardÃacos adversos mayores.
El sitio web Influenza de nuestra red nos propone esta revisión sistemática actualizada con metaanálisis cuyo objetivo fue evaluar los efectos de la vacunación contra la influenza (VI) sobre la mortalidad y morbilidad en pacientes adultos con ECV.
Se realizó una revisión sistemática y un metaanálisis en PubMed, Cochrane Library, International Clinical Trials Registry Platform, y una búsqueda manual en presentaciones en congresos de la especialidad, en búsqueda de ensayos clÃnicos aleatorizados publicados hasta abril de 2022 que investigaron si la VI reduce la mortalidad por todas las causas en pacientes adultos con ECV, incluyendo insuficiencia cardÃaca (IC) y enfermedad de las arterias coronarias (EAC), en comparación con pacientes que no fueron vacunados.
Se analizaron un total de seis ensayos clÃnicos, que incluyeron 9316 pacientes. Cinco ensayos incluyeron pacientes con EAC, y uno con IC. El seguimiento medio fue de 16 ± 9,7 meses. La VI se asoció con una reducción de la mortalidad en comparación con el control, cociente de riesgos (RR) 0,67, intervalo de confianza del 95 % (IC 95 %) 0,47-0,95; p = 0,03; I2 = 53 %; y con una reducción de la mortalidad cardiovascular en comparación con el control, RR 0,64, IC 95 % 0,44-0,94; p = 0,02; I2 = 54 %.
El uso de la VI se asoció con una reducción no estadÃsticamente significativa de infarto de miocardio en comparación con el control, RR 0,82, IC 95 % 0,60-1,12; p = 0,57; I2 = 0 %.
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