Los niveles elevados de bilirrubina plasmática son un hallazgo clÃnico frecuente. Puede ser secundario a alteraciones en cualquier etapa de su metabolismo: (a) producción excesiva de bilirrubina (es decir, hemólisis patológica); (b) alteración de la captación hepática, con elevación de la bilirrubina indirecta; (c) conjugación alterada, provocada por un defecto en la UDP-glucuronosiltransferasa; y (d) defecto de aclaramiento biliar, con elevación de la bilirrubina directa secundaria a defectos en las proteÃnas de aclaramiento, o incapacidad de la bilis para llegar al intestino delgado a través de los conductos biliares. Una lesión hepática de cualquier causa reduce el número de hepatocitos y puede alterar la captación de bilirrubina indirecta del plasma y disminuir el transporte directo de bilirrubina y el aclaramiento a través de los conductos biliares.
Actualmente se encuentran disponibles varios métodos analÃticos para medir la bilirrubina y sus metabolitos en suero, orina y heces. La bilirrubina sérica se determina mediante (1) reacción de transferencia de diazo, actualmente, el estándar de oro; (2) cromatografÃa lÃquida de alta resolución (HPLC); (3) métodos oxidativos, enzimáticos y quÃmicos; (4) espectrofotometrÃa directa; y (5) métodos transcutáneos. Aunque la bilirrubina es un marcador bien establecido de la función hepática, no siempre identifica una lesión en este órgano. Por lo tanto, para un diagnóstico preciso, las alteraciones en las concentraciones de bilirrubina deben evaluarse en relación con la anamnesis del paciente, el grado de alteración y el patrón de alteraciones bioquÃmicas concurrentes.
Vea el artÃculo completo: Guerra Ruiz A, Crespo J, López MartÃnez R, Iruzubieta P, Casals Mercadal G, Lalana Garcés M, Lavin B, Morales Ruiz M. Measurement and clinical usefulness of bilirubin in liver disease. Advances in Laboratory Medicine / Avances en Medicina de Laboratorio. 2021;(): 000010151520210047. https://doi.org/10.1515/almed-2021-0047