Tratamiento antihipertensivo precoz versus tardío en pacientes con ictus isquémico agudo: ensayo multicéntrico, abierto, aleatorizado y controlado

Responsable: Patricia Alonso Galbán

Dpto. Servicios Especiales de Información

En este estudio se compara el efecto del tratamiento antihipertensivo precoz iniciado dentro de las 24-48 h del inicio del ictus frente al retraso del tratamiento hasta el octavo día en la reducción de la dependencia o la muerte. Para ello se realizó un ensayo multicéntrico, aleatorizado, abierto, en el ámbito de 106 hospitales de China entre el 13 de junio de 2018 y el 10 de julio de 2022.

Se inscribieron 4810 pacientes (≥40 años) con ictus isquémico agudo dentro de las 24-48 h del inicio de los síntomas y presión arterial sistólica elevada entre 140 mm Hg y <220 mm Hg.

Los pacientes fueron asignados aleatoriamente a recibir tratamiento antihipertensivo inmediatamente después de la aleatorización (con el objetivo de reducir la presión arterial sistólica en un 10%-20% en las primeras 24 h y una presión arterial media <140/90 mm Hg en siete días) o a interrumpir la medicación antihipertensiva durante siete días si la estaban tomando, y luego recibir tratamiento el día 8 (con el objetivo de alcanzar una presión arterial media <140/90 mm Hg).

La medida de resultado primaria fue la combinación de dependencia funcional o muerte (puntuación de la escala de Rankin modificada ≥3) a los 90 días. Se realizaron análisis por intención de tratar.

Se asignaron 2.413 pacientes al grupo de tratamiento precoz y 2.397 al grupo de tratamiento tardío. La presión arterial sistólica media se redujo en un 9,7% (de 162,9 mm Hg a 146,4 mm Hg) en el grupo de tratamiento precoz y en un 4,9% (de 162,8 mm Hg a 154,3 mm Hg) en el grupo de tratamiento diferido en las 24 h siguientes a la aleatorización (p para la diferencia de grupos <0,001). La presión arterial sistólica media fue de 139,1 mm Hg en el grupo de tratamiento precoz y de 150,9 mm Hg en el grupo de tratamiento tardío el séptimo día (p para la diferencia de grupos <0,001). Además, el 54,6% de los pacientes del grupo de tratamiento precoz y el 22,4% del grupo de tratamiento tardío tenían una presión arterial inferior a 140/90 mm Hg (p <0,001 para la diferencia de grupos) el séptimo día. En el día 90, 289 participantes en el ensayo (12,0%) en el grupo de tratamiento precoz, en comparación con 250 (10,5%) en el grupo de tratamiento tardío, habían fallecido o experimentado una dependencia (odds ratio 1,18 [intervalo de confianza del 95%: 0,98 a 1,41], P=0,08). No se registraron diferencias significativas en cuanto a ictus recurrente o acontecimientos adversos entre los dos grupos.

Entre los pacientes con ictus isquémico agudo de leve a moderado y presión arterial sistólica entre 140 mm Hg y <220 mm Hg que no recibieron tratamiento trombolítico intravenoso, el tratamiento antihipertensivo precoz no redujo las probabilidades de dependencia o muerte a los 90 días.

Vea el artículo completo en: BMJ 2023;383:e076448

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