El 24 de abril se celebra el DÃa Internacional de la ToxicologÃa en honor al nacimiento de Mateo Buenaventura Orfila (Mahón, España, 24 de abril de 1787 – ParÃs, Francia, 12 de marzo de 1853), considerado el padre de la ToxicologÃa moderna.
Orfila desarrolló toda su vida profesional en Francia donde enseñó en la Universidad de Paris y fue el médico personal de Luis XVIII. Escribió en 1815 el primer libro de toxicologÃa general sobre los efectos adversos de los productos animales, vegetales y minerales.
Antes de esta publicación, la toxicologÃa habÃa sido fundamentalmente descriptiva, dejando grandes huecos de información abiertos a interpretaciones con frecuencia erróneas, sirviendo a menudo corazonadas intuitivas como única base sólida para determinar la causa del incidente tóxico. Orfila estableció la importancia del análisis quÃmico en el establecimiento de la causa definitiva de la intoxicación, e incluso elaboró o modificó procedimientos analÃticos, algunos aún en uso, para detectar sustancias quÃmicas especificas en fluidos biológicos.
Sus trabajos nos llevan a valorar uno de los aspectos que son diferenciales en la ToxicologÃa Moderna respecto a otras disciplinas, la multidisciplinariedad, al actuar el mismo Orfila indistintamente como quÃmico o como biólogo, y en definitiva, como un experimentador interesado en estudiar y resolver las causas y los efectos de los productos tóxicos en el organismo humano, ya que como perfectamente define en la introducción de su obra, la toxicologÃa es la ciencia que se ocupa de los venenos y de su búsqueda en el cuerpo humano.
Hoy, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la ToxicologÃa es «la disciplina que estudia los efectos nocivos de los agentes quÃmicos y de los agentes fÃsicos (agentes tóxicos) en los sistemas biológicos y que establece, además, la magnitud del daño en función de la exposición de los organismos vivos a dichos agentes».
La toxicologÃa clÃnica estudia los cambios fisiopatológicos especÃficos causados por agentes tóxicos de cualquier procedencia, el manejo de estos eventos y todos los aspectos relacionados con la interacción entre los productos tóxicos y los humanos. Estas exposiciones a los tóxicos varÃan desde la sobredosis aguda, accidental o deliberada, hasta exposiciones crónicas, tanto ambientales como ocupacionales, lo que le da la caracterÃstica de ser una ciencia integral, que no aborda solo la emergencia, sino va más allá, involucra hasta la rehabilitación y la integración de la vÃctima a su vida cotidiana.
En Cuba se le da especial importancia a esta disciplina. El 15 de noviembre de 1986 se inauguró el Centro Nacional de ToxicologÃa (CENATOX), institución rectora de todas las actividades relacionadas con la especialidad de ToxicologÃa en Cuba y su objetivo principal es brindar información médica especializada a profesionales de la salud y población en general, en relación con el diagnóstico y tratamiento de las intoxicaciones.
Entre sus principales lÃneas de trabajo se encuentran: Información Toxicológica de Urgencia, ToxicologÃa ClÃnica, ToxicologÃa AnalÃtica, Toxicovigilancia, Ensayos ClÃnicos y Estudios de Bioequivalencia, Respuesta Médica ante Desastres QuÃmicos, AntÃdotos y EcotoxicologÃa. Es, además, el centro formador de los médicos especialistas en nuestro paÃs.
Nuestras felicitaciones a los toxicólogos cubanos y de todo el mundo en este dÃa especial.
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