Mientras los países de las Américas experimentan un aumento en el número de casos de COVID-19 por sexta semana consecutiva, la Directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa F. Etienne, ha pedido una mayor vigilancia frente al comienzo de la temporada de influenza y de huracanes.
En la última semana, los países de la región han notificado un aumento del 10,4% en los casos de COVID-19, y un incremento del 14% en las muertes, lo que presagia la «doble amenaza de un posible aumento de la influenza, junto con un aumento de los casos de COVID-19», dijo la Directora.
Los casos de influenza han sido excepcionalmente bajos desde el inicio de la pandemia hace más de dos años, pero las cosas han empezado a cambiar, dijo la Dra. Etienne en una rueda de prensa hoy. «El virus de la influenza está circulando de nuevo y no solo durante la temporada de influenza tradicional», añadió.
En México y Perú se ha registrado un número de casos de influenza mayor de lo esperado y en Argentina, Chile y Uruguay se han registrado más hospitalizaciones de lo habitual por esta enfermedad.
Los casos del virus respiratorio en Chile, Paraguay, Brasil, Ecuador y la República Dominicana también han aumentado entre los niños pequeños.
Si bien la mayoría de los países han integrado la vigilancia del virus que causa la COVID-19 con los esfuerzos para rastrear el virus de la influenza, la Dra. Etienne destacó que deben aprovechar esa capacidad «para identificar rápidamente los diferentes virus respiratorios que circulan en las Américas».
La Directora de la OPS también instó a la población a asegurarse de estar al día con la vacuna contra la influenza, ya que esto puede proporcionar una mejor protección frente a las cepas que circulan actualmente.
Las campañas de vacunación contra la influenza son importantes todos los años, pero aún más ahora «ya que nos enfrentamos a múltiples riesgos simultáneos», dijo.
La Dra. Etienne también destacó que la próxima temporada de influenza afectará principalmente a los países del hemisferio sur y que los países de Centroamérica y el Caribe deben prepararse para la temporada de huracanes.
«Solo hace falta una tormenta masiva para destruir los medios de vida de las personas, paralizar nuestros sistemas de salud y provocar la pérdida de innumerables vidas», dijo.
Dado que el cambio climático está provocando un aumento de la frecuencia y el impacto de los fenómenos meteorológicos extremos, como los huracanes y las inundaciones, «debemos prepararnos con antelación para que no nos sorprendan desprevenidos», añadió.
Aunque muchos países ya cuentan con planes nacionales para los fenómenos meteorológicos extremos, la Dra. Etienne instó a los dirigentes a asegurarse de que estos programas están actualizados.
«Los países deben tener un conocimiento detallado de sus zonas de riesgo, y de las poblaciones e instalaciones de salud probablemente afectadas», dijo.
La OPS seguirá apoyando a los países para que evalúen los riesgos y aborden las vulnerabilidades con antelación. El programa de hospitales SMART de la OPS, que se centra en la renovación de los centros de salud en zonas vulnerables a los desastres naturales, también se ha empleado en toda la región, ayudando a los países a resistir las erupciones volcánicas, los huracanes y la pandemia.
«Nuestro bienestar y el de nuestras sociedades dependen de la resiliencia de nuestros sistemas de salud», dijo la Directora de la OPS. «Esta es una importante lección de la pandemia de COVID-19 que no podemos ignorar», y que será abordada por los Jefes de Estado durante la próxima Cumbre de las Américas en Los Ángeles la semana que viene, añadió.
Los sistemas de salud de la región, que aún se están recuperando de los trastornos provocados por la pandemia, no solo se enfrentan a un aumento de los casos de COVID-19, sino que están siendo puestos a prueba por otros eventos de salud pública, como el posible aumento en los casos de la viruela símica, la hepatitis aguda de origen desconocido en niños y otras infecciones respiratorias, dijo la Dra. Etienne.
Por lo tanto, la inversión urgente en salud es «esencial para asegurar todo lo que esperamos para el futuro de nuestra región: la resiliencia y la seguridad, la prosperidad económica y el bienestar de nuestra gente», añadió.
En cuanto a la situación del COVID-19 en la región, la Directora informó de que, en todas las subregiones, excepto en el Caribe y las islas del Océano Atlántico, se ha producido un aumento tanto de los casos como de las muertes, con un incremento del 43,1% de los casos de COVID-19 en Sudamérica y del 21,3% de las muertes en Centroamérica.