Hace cinco años, el 31 de diciembre de 2019, la Oficina de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en China recogió en su sitio web una declaración de prensa de la Comisión Municipal de Salud de Wuhan sobre casos de “neumonía viral” en Wuhan (China). En las semanas, meses y años que siguieron, la COVID-19 llegó a marcar nuestras vidas y nuestro mundo.
La OMS se volcó a trabajar de inmediato al comenzar el nuevo año. Los empleados de la organización activaron los sistemas de emergencia el 1 de enero de 2020 e informaron al mundo el 4 de enero. Entre el 9 y el 12 de enero, la OMS había publicado su primer conjunto de orientaciones integrales para los países y, el 13 de enero, reunió a los asociados para publicar el plan de la primera prueba de laboratorio para el SARS-CoV-2.
Durante todo el proceso, se convocó a expertos y ministerios de salud de todo el mundo, se reunieron y analizaron datos, y se compartió toda la información obtenida, todo lo aprendido y lo que significó para las personas.
Lea sobre las acciones de la OMS en esta cronología interactiva (en inglés).
Al conmemorar este hito, tomemos un momento para honrar las vidas cambiadas y perdidas, reconocer a quienes están sufriendo aún COVID-19 y COVID prolongado, expresar gratitud a los trabajadores de la salud que sacrificaron tanto para cuidarnos, y comprometernos a aprender sobre esta enfermedad, para construir un mañana más saludable.
La OMS continúa solicitando a China que comparta datos y acceso a información para que podamos todos entender los orígenes de COVID-19. Este es un imperativo moral y científico. Sin transparencia, intercambio y cooperación entre países, el mundo no puede prevenir y prepararse adecuadamente para futuras epidemias y pandemias.
En una reciente conferencia de prensa, el Director General de la OMS, Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, da su opinión sobre si hoy está el mundo mejor preparado para la próxima pandemia de lo que estuvimos para COVID-19. Vea la entrevista aquí.
Vea también: A year without precedent: WHO’s COVID-19 response.
El mundo a tenido una experiencia única, que involucró a todos los países, profesionales de la salud, gobiernos y población en general, cada uno tuvo su cuota de responsabilidad en su manera de hacer, por lo que tuvieron la oportunidad de hacer y hacerlo bien adquiriendo con ello una experiencia y preparación para próximas epidemias.