La llamada «brecha inmunitaria», una pérdida de aptitud del sistema inmunitario por la exposición disminuida a patógenos respiratorios comunes debido a los confinamientos y otras medidas de salud pública en las fases más álgidas de la pandemia de la COVID-19, podrÃa ser un factor que explica la presentación atÃpica de contagios de influenza y virus sincitial respiratorio (VSR) en varias regiones de las Américas, admitió este miércoles 16 la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
«Una brecha inmunitaria puede desarrollarse cuando el sistema inmunitario obtiene un descanso de estar expuesto a mezclas de patógenos comunes como bacterias o virus. Por ejemplo, cuando se está fuera de la casa, yendo a un restaurante, al gimnasio o al trabajo, entramos en contacto con todo tipo de patógenos que generalmente nos ayudan a mantener en gran alerta el sistema inmunitario y lo preparan para protegernos de enfermedades infecciosas», señaló ante una pregunta de Medscape en español el Dr. Marcos Espinal, subdirector interino del organismo, durante una rueda de prensa.
«Pero durante el apogeo de la pandemia, en los últimos dos o tres años, los paÃses tomaron precauciones de salud pública para frenar la evolución del virus SARS-CoV-2, como el distanciamiento social, el uso de mascarillas o el trabajo remoto. Entonces, tiene sentido que esa brecha inmunitaria exista, porque nuestro sistema inmunitario ya no estaba expuesto o estaba menos expuestos a otros patógenos respiratorios. Y esa es una posible razón por la cual muchos virus respiratorios, como el virus sincitial respiratorio y la influenza, están surgiendo atÃpicamente en este momento», añadió el funcionario.
El Dr. Espinal comparó la situación con la llamada «hipótesis de la higiene«, inicialmente postulada para explicar el aumento de incidencia en paÃses occidentales de enfermedades como asma, rinitis alérgica y eccemas, y que supone que «los ambientes súper limpios no ayudan a proporcionar la exposición necesaria para educar al sistema inmunitario», dijo.
Por otra parte, el Dr. Espinal expresó que hay muchos niños conocidos como «inmuno-ingenuos» a las enfermedades tÃpicas del invierno y la vulnerabilidad podrÃa originarse desde antes de nacer. «Las madres embarazadas pasan anticuerpos protectores a sus fetos en el útero. Pero, si esas madres que dan a luz no estuvieron expuestas a esa variedad de patógenos porque estuvieron enclaustradas o trabajando en sus hogares, esos anticuerpos no fueron pasados a los niños y no habrÃan desarrollado una respuesta inmune a ellos. Por eso los niños enfrentarÃan un mayor riesgo y se está viendo aumentos de hospitalizaciones (por virus sincitial respiratorio e influenza)», manifestó.
«Tenemos que ayudar a mantener nuestro sistema inmunitario. Seguir una buena dieta, hacer ejercicios y, sobre todo, recibir las vacunas contra el SARS-CoV-2 e influenza. No hay nada más efectivo que las vacunas, es uno de los inventos más grandiosos de la ciencia y de la salud pública», aseguró.
Debate y preocupación
Otros expertos ya habÃan llamado la atención sobre el fenómeno. En una publicación de julio de 2022 en The Lancet, el Dr. Kevin Messacar, Ph.D., profesor asociado de la University of Colorado School of Medicine, en Denver, Estados Unidos y colegas, declararon que «la disminución de la exposición a virus endémicos creó una brecha inmunitaria: un grupo de individuos susceptibles que evitaron la infección y, por lo tanto, carecen de inmunidad especÃfica al patógeno para protegerse contra futuras infecciones.[1] Las disminuciones en las vacunaciones infantiles por interrupciones en la prestación de atención médica durante la pandemia contribuyen a esta brecha inmunitaria para enfermedades prevenibles por vacunación, como la influenza, el sarampión y la poliomielitis».
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