Conmemoración

Heberbiovac HB: principal logro de la biotecnología cubana contra la hepatitis

A propósito de celebrarse hoy el Día Mundial contra la Hepatitis, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) dio a conocer que cada año ocurren en la región 10 mil nuevas infecciones por el virus de la hepatitis B y 23 mil muertes; solo el 18 por ciento de las personas llega a diagnosticarse y de ellas, apenas el tres por ciento recibe tratamiento.

De igual forma, las estimaciones más recientes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que en las Américas se producen cada año 67 mil nuevas infecciones por el virus de la hepatitis C y 84 mil muertes; solo el  22 por ciento de las personas con hepatitis C crónica llega a diagnosticarse y de ellas, solo el 18 por ciento reciben tratamiento.

Esta realidad dista mucho del escenario cubano, donde se cuenta con un Plan Estratégico Nacional para la prevención y control de las Infecciones de Transmisión Sexual, el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) y las hepatitis, y se trabaja para eliminar las causadas por los virus B y C en consonancia con la iniciativa lanzada por la OPS de poner fin a más de 30 enfermedades infecciosas en la región para 2030.

No obstante, uno de los mayores logros en este empeño resultó Heberbiovac HB, vacuna cubana recombinante contra la hepatitis B obtenida en 1989 por un grupo de científicos del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB). Está precalificada por la OMS, integra el Programa Nacional de Inmunización desde 1992 y protege a toda la población menor de 40 años de edad.

Heberbiovac HB posibilitó  que en fecha tan temprana como el año 2000 no hubiese reportes de la enfermedad en los niños de entre 0 a 5 años de edad y para 2005 se había eliminado en los infantes y adolescentes hasta 15 años. Resultados que hoy se mantienen, a la vez que se trabaja de conjunto con la OPS para certificar que la Isla erradicó la transmisión de la hepatitis B de la madre al hijo. Sin embargo, cuatro décadas atrás la realidad era muy diferente.

Hepatitis B y la necesidad de una vacuna propia

En los años 80 la hepatitis era un problema de salud en Cuba como en otros países de la región. Existía alta prevalencia de la hepatitis tipo B y anualmente se diagnosticaban miles de casos, rememoró el Doctor en Ciencias Biológicas Eduardo Pentón Arias, uno de los artífices de la vacuna cubana.

La enfermedad empieza de forma aguda similar a otras formas de las hepatitis virales, a partir de los seis meses se hace crónica, puede durar toda la vida o derivar en cirrosis, insuficiencia hepática, carcinoma hepatocelular o incluso en la muerte, advirtió el también Investigador Titular del CIGB y Profesor Titular de la Escuela Latinoamericana de Medicina.

La hepatitis B se transmite a través de la sangre contaminada, siendo frecuente durante las relaciones sexuales y de la madre al hijo en el momento del parto, por lo que muchos niños al salir de la maternidad ya estaban contagiados.

Para aquel momento, señaló el especialista de II grado en Bioquímica Clínica,  se utilizaba la vacuna producida a partir de la sangre de individuos contaminados. El virus se procesaba para que no resultara infectivo y se empleaba como antígeno para prevenir el padecimiento.

Debido a los inconvenientes que provocaba la sangre, en 1986 la compañía estadounidense Merck Sharp and Dohme obtuvo la aprobación para uso en humanos de Recombivax HB, primera vacuna desarrollada por medio de ingeniería genética en el mundo, lograda a partir de la modificación de células de levadura de pan.

A su vez, SmithKline Beecham, perteneciente al grupo británico GlaxoSmithKline, también desarrolló en ese año Engerix B, pero la producción y comercialización de los fármacos no estaba accesible a muchas personas y naciones por sus altos precios; de ahí que los científicos cubanos buscaron su propia vía para lograr la vacuna, que se convirtió en el segundo logro del CIGB, luego de la obtención del Interferón.

Durante los años 80 un pequeño grupo de investigadores dirigido por el doctor Luis Herrera –al cual pertenecía la doctora Verena Muzio hoy directora de Investigaciones Clínicas de la institución– se encargó de la ingeniería genética y otro equipo bajo el mando del propio Pentón Arias estuvo al frente de la obtención y producción del antígeno de superficie de la hepatitis B.

Por vía recombinante se produjo este antígeno, la información genética del virus se transfirió a la levadura Pichia Pastori, que hasta ese momento solo se había utilizado para la experimentación en laboratorios, pero demostró un rendimiento más rápido y superior a la Saccharomyces cerevisiae empleada por las compañías extranjeras, detalló el especialista.

Tres años después de la primera vacuna recombinante del mundo, Cuba también tenía la suya. Actualmente se aplica en los primeros días de nacidos y todos los infantes cubanos están inmunizados contra esa dolencia.

El miembro de Mérito de la Academia de Ciencias de Cuba explicó que se trata de que las madres estén vacunadas para que no adquiera la enfermedad y se la transmitan al bebé, pero si ya el virus está circulando se realiza, igualmente, la inmunización neonatal para evitar que los niños salgan de la maternidad infectados y así ganarle la carrera.

Hay personas que no realizan la seroconversión, es decir, que no despiertan anticuerpos y son susceptibles a enfermarse, pero debido a la inmunidad poblacional generada a partir de las altas coberturas de vacunación están protegidas, subrayó.

El CIGB también posee HeberNasvac, vacuna terapéutica recombinante contra la infección crónica por el virus de la hepatitis B, una vez establecida, y para la prevención de sus consecuencias potenciales como la cirrosis hepática, insuficiencia hepática crónica y hepatocarcinoma primario.

La vacuna en 2015 obtuvo el registro sanitario por el Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos (CECMED). Se administra por vía nasal, combinando algunas dosis por vía subcutánea a partir de una mezcla del antígeno de superficie con el antígeno de la nucleocápsida del virus de la hepatitis B.

Años atrás, en 2009, el CECMED registró, además, el PEG-Heberon, fármaco dirigido al tratamiento de pacientes con hepatitis C o B crónica, coinfectados con VIH, así como quienes recibieron un trasplante hepático.

PEG-Heberon en combinación con ribavirina se considera una de las opciones más ventajosas para cualquier paciente diagnosticado con hepatitis C crónica. Aproximadamente entre 70 y 85 por ciento de los infectados con genotipos 2 o 3 del virus logran respuesta virológica sostenida con 24 semanas de tratamiento. En cambio, solo se alcanza en el 50 por ciento de los infectados con genotipos 1 o 4 tratados durante 48 semanas.

Hepatitis: una enfermedad en contexto

Cuando se habla de hepatitis se alude a la inflamación del hígado causada por varios factores y los más frecuentes están asociados a infecciones con los virus A, B, C, D y E, además pueden ser provocadas por fármacos y alcohol, enfermedades autoinmunes, trastornos metabólicos e infecciones por otros virus y bacterias.

La Doctora en Ciencias Médicas Mirtha Infante Velázquez, presidenta de la Sociedad Cubana de Gastroenterología, explicó que los virus A y E son los responsables de las hepatitis agudas epidémicas, transmitidas a través del agua o alimentos contaminados, y en la mayoría de los casos los pacientes se recuperan sin presentar secuelas y en un pequeño porcentaje desarrollan formas graves.

Expresó que el virus A se transmite en el momento de la incubación y cuando aparecen los síntomas la persona ya no es capaz de enfermar a otras, de ahí la importancia de mantener las medidas higiénicas en todo momento, principalmente el lavado de manos, la higiene de los alimentos y no compartir artículos personales.

Mientras que los virus B, C y D provocan tanto hepatitis agudas como crónicas, por lo que algunos pacientes evolucionan hacia una cirrosis o un cáncer de hígado, siendo la cirrosis la novena causa de muerte en el país y según reportes internacionales las complicaciones asociadas a este padecimiento han elevado la mortalidad durante la pandemia de la COVID-19, señaló.

La también Investigadora Titular y especialista del Instituto de Gastroenterología dijo que los virus B, C y D se transmiten fundamentalmente a través de transfusiones de sangre, instrumental médico y artículos de uso personal contaminados, de la madre al hijo y por relaciones sexuales no protegidas, aunque estas últimas vías son más eficientes para el virus B. Aunque en Cuba desde hace varios años se analizan las transfusiones para que la sangre sea segura y evitar posibles infecciones.

Con respecto a la hepatitis por el virus D, Infante Velázquez detalló que es la menos frecuente en el país, y en relación con la enfermedad provocada por el B explicó que el 10 por ciento de los infectados desarrollan una hepatitis crónica y en cuanto al C es el 90 por ciento; de ahí que estos pacientes son los que necesitan tratamiento con antivirales.

A pesar de que muchos pacientes transitan la enfermedad de manera asintomática, la gastroenteróloga enumeró que pueden manifestar cansancio, malestar general, náuseas, pigmentación amarilla de la piel, orinas oscuras y deposiciones blancas o amarillentas.

En algunos casos, mencionó, se identifica la hepatitis a partir de la realización de ultrasonidos, a través de pruebas del hígado elevadas o análisis por causas ajenas a este padecimiento.

Asimismo, en todas las regiones del territorio nacional existen laboratorios para confirmar la enfermedad a través de pruebas de PCR (Reacción en Cadena de la Polimerasa) por vía sanguínea y estuches de diagnóstico desarrollados por el Centro de InmunoEnsayo con la tecnología SUMA.

En medio del complejo escenario ante la pandemia de la COVID-19, erradicar las hepatitis de cara al 2030 sigue siendo una de las apuestas del sistema de salud cubano, para lo cual se estudian las embarazadas, se garantiza la vacunación de los infantes al nacer y se brinda asistencia médica a los pacientes infectados.

Felicita el Ministro de Salud Pública a los especialistas de las bibliotecas médicas de Cuba

El Ministro de Salud Pública, Dr. José Angel Portal Miranda, felicitó hoy a los especialistas de las bibliotecas médicas de Cuba, con motivo de celebrarse este 7 de junio el Día del Bibliotecario Cubano.

En su página oficial de Facebook y a través de su cuenta oficial en Twitter el titular destacó que «En tiempos de emergencias sanitarias, las bibliotecas juegan un papel fundamental en cuanto a proporcionar información veraz y confiable, frente a la desinformación y las noticias falsas».

(…) desde el Ministerio de Salud Pública de Cuba reconocemos y felicitamos a los especialistas de las 680 instituciones que integran la red nacional de bibliotecas y centros de información en #salud, quienes no sólo preservan el patrimonio bibliográfico, difunden y conservan la ciencia médica cubana, sino que desempeñan una labor esencial en la gestión de la información y el conocimiento», concluyó.

El Día Mundial del Medio Ambiente 2021 lanza una campaña para restaurar la naturaleza

En un momento en que el mundo comienza a emerger de la pandemia de COVID-19, existe un creciente reconocimiento de que la curación de la pandemia está relacionada con la curación del planeta.

Restablecer la relación de la humanidad con la naturaleza será el tema central del Día Mundial del Medio Ambiente el 5 de junio, que también marca el lanzamiento del Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de los Ecosistemas, un impulso mundial de diez años para prevenir, detener y revertir la degradación de los ecosistemas.

“Es fácil perder la esperanza cuando pensamos en la magnitud de los desafíos que enfrentamos y la avalancha de malas noticias con las que nos despertamos cada mañana», dijo Inger Andersen, directora ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

«Pero así como causamos la crisis climática, la crisis de la biodiversidad y la crisis de la contaminación, podemos revertir el daño que hemos hecho; podemos ser la primera generación en reinventar, recrear y restaurar la naturaleza para impulsar la acción hacia un mundo mejor», recalcó Andersen.

Este año, Pakistán es el país anfitrión del Día Mundial del Medio Ambiente y ha presentado sus propias iniciativas de restauración, como el Tsunami de 10.000 millones de árboles, que cumplirá con este objetivo de reforestación para 2023. Pakistán, que es uno de los países con mayor riesgo por los efectos del cambio climático, también ha lanzado un Fondo para la Restauración de Ecosistemas con el fin de apoyar soluciones al cambio climático basadas en la naturaleza.

La naturaleza puede y debe ser parte de la solución a medida que crece el impulso internacional para descarbonizar todos los sectores de nuestras economías. La restauración de los ecosistemas puede ayudar a proteger y mejorar los medios de vida, regular las enfermedades, reducir el riesgo de desastres naturales y contribuir al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030.

Un informe reciente del PNUMA encontró que los beneficios económicos de la restauración de los ecosistemas son prometedores. Entre ahora y 2030, la restauración de 350 millones de hectáreas de ecosistemas terrestres y acuáticos degradados podría generar US$ 9 billones de dólares en servicios ecosistémicos y eliminar hasta 26 gigatoneladas de gases de efecto invernadero de la atmósfera. Los beneficios económicos son diez veces mayores que el costo de la inversión, mientras que la inacción es al menos tres veces más costosa que la restauración de los ecosistemas.

Los planes de recuperación de la pandemia ofrecen una oportunidad única para trazar un nuevo camino si las inversiones se reorientan hacia una «economía de restauración» capaz de generar millones de empleos verdes.

Este 5 de junio, personas de todo el mundo mostrarán sus esfuerzos para restaurar el mundo natural, desde la plantación de árboles en India hasta la limpieza de playas en Hong Kong o la limpieza comunitaria en Kenia. Muchos más se están uniendo en las redes sociales, participando en el Snap Challenge para mostrar cómo cambiarán sus hábitos para ser parte de la #GeneraciónRestauración.

No podemos volver el tiempo atrás. Pero podemos cultivar árboles, reverdecer nuestras ciudades, repoblar nuestros jardines con especies silvestres, cambiar nuestras dietas y limpiar ríos y costas. Somos la generación que puede hacer las paces con la naturaleza.

Es nuestra última oportunidad para corregir el rumbo: prevenir la catástrofe climática, detener la creciente ola de contaminación y desechos, y frenar la pérdida de biodiversidad.

Tú también puedes proteger lo que queda y reparar lo que ha sido dañado. Seamos activos, no ansiosos. Seamos audaces, no tímidos.

Es nuestro momento. Es tu momento.
Únete a la #GeneraciónRestauración.

 

Cumple el Hospital Docente Ginecobstétrico Ramón González Coro 50 años de fundado como centro de salud para la atención ginecobstétrica

El Hospital Ramón González Coro, enclavado en el municipio Plaza de la Revolución, en La Habana, cumple este 3 de junio de 2021 medio siglo de su instauración como centro de salud para la atención ginecobstétrica.

Es un orgullo para sus trabajadores formar parte del colectivo de esta institución que, en sus 50 años de vida, ha alcanzado incontables logros asistenciales, docentes y científicos que le han merecido el reconocimiento social y de las autoridades de salud.

En sencilla pero solemne ceremonia, fue reconocido como Miembro de Honor en el 50 aniversario, el Dr. C. Lemay Valdés Amador, ilustre personalidad de la Obstetricia cubana y latinoamericana.

Además, fueron entregados diplomas de fundadores a cinco profesionales y técnicos de la salud que se mantienen en activo o acogidos al merecido plan de jubilación.

Son ellos: el Dr. C. Ubaldo Farnot Cardoso, la Dra. Laura Haza Zamora, la Dra. C. Stalina Santisteban Alba, el Téc. Daniel Gelpi González, la Téc. Enf. Marilena Carnet Guevara, la Téc. Ana Julia Fernández Rodríguez y la Dra. Georgina Areces Delgado.

El Dpto. de Docencia e investigaciones, junto a los  Comités Académico y Científico de la Institución, con el beneplácito de la Dirección del Hospital, decidieron nombrar a la promoción de los especialistas en Ginecología y Obstetricia y Neonatología, graduados en este año 2021, como PROMOCIÓN 50 ANIVERSARIO.

Especialistas de 1er grado en Ginecología y Obstetricia

  • Elsa López Torres. De México
  • Daniela Leticia Maldonado Ibarra. De México
  • Thania Flores Ávila. De República Dominicana
  • Leandro López Carro. De Cuba

Especialistas de 1er grado en Neonatología

  • Chandra Kumar. De Guyana
  • Yuleimis Montero Vizcaíno. De Cuba

Dos personas fallecen cada hora por tabaquismo activo en Cuba

Apenas 20 minutos después de haber dejado de fumar, el ritmo cardíaco y la presión arterial disminuyen. En las doce 12 horas siguientes se reduce el monóxido de carbono en sangre hasta valores normales. Luego de dos a 12 semanas, mejora la circulación sanguínea y aumenta la función pulmonar. Entre el primer mes y el noveno, la tos y la dificultad para respirar también se reducen; y en tan solo un año, el riesgo de cardiopatía coronaria es un 50 % inferior al de un fumador.

Entre cinco y 15 años después de dejar de fumar, el riesgo de accidente cerebrovascular se corresponde con el de un no fumador, mientras que en una década las posibilidades de desarrollar cáncer de pulmón disminuyen hasta valores cercanos al 50 % del riesgo que tendría un no fumador. El riesgo de padecer de cáncer de boca, garganta, esófago, vejiga y páncreas también decrece.

En contraste, la exposición por corto tiempo al humo de tabaco o cigarrillos tiene un efecto cuan­tificable en el corazón de los no fumadores: 30 minutos de exposición son suficientes para reducir el flujo sanguíneo del corazón. Una hora respirando el aire contaminado por tabaco equivale a fumarse tres cigarrillos; mientras los no fumadores que están expuestos al humo de tabaco en el hogar tienen un 25 % más de probabilidades de sufrir una cardiopatía.

Asimismo, las investigaciones realizadas muestran que esta exposición incrementa has­ta en un 300 % las posibilidades de que un menor padezca de neumonía y en un 35 % la de desarrollar asma.

Todos los datos anteriores son evidencia científica de múltiples estudios, y cada uno de ellos debería ser una razón de peso para que la cifra de 8 millones de muertes que cada año causa el tabaquismo, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, no siguiera aumentando.

“No es un detalle menor que siete millones de esas muertes anuales, se deben al consumo directo del tabaco y aproximadamente 1.2 millones a la exposición de los fumadores pasivos al humo de tabaco consumido por los fumadores cercanos», señaló a Cubadebate el psicólogo Giovani Leal Luque, especialista que atiende adicciones y salud mental en la Unidad de Promoción de Salud y Prevención de Enfermedades.

Pero, ¿cómo se comporta dicha adicción en Cuba? Sobre el consumo de esta droga legal nos arroja luces la doctora Patricia Varona Pérez, epidemióloga e investigadora de Instituto Nacional de Higiene Epidemiología y Microbiología (INHEM) y miembro de la Comisión Nacional Técnica Asesora para la Prevención y Control del Tabaquismo, del Ministerio de Salud Pública.

Uno de cada cinco cubanos de 15 años y más fuma actualmente en el país

 

 

Uno de cada cinco cubanos de 15 años y más fuma actualmente en el país. Ello equivale al 21,6 % de la población, lo cual representa 2 014 460 cubanos, según resultados de la Encuesta Nacional de Salud que concluyó en diciembre del año 2019.

La encuesta, que se desarrolló en todas las provincias y municipios seleccionados (incluido el municipio especial Isla de la Juventud), en la población de 15 años y más, de zonas urbanas y rurales, constituye un estudio representativo a nivel nacional por zonas geográficas, sexo y grupos de edad.

“Se trata de la información más actualizada a escala de país antes del comienzo de la pandemia de COVID-19», precisó Varona Pérez.

De acuerdo con la epidemióloga, esta investigación tuvo un amplio alcance temático y “por supuesto el tabaquismo fue uno de los elementos entre los de mayor prioridad, al tratarse de una enfermedad crónica adictiva sistémica, en atención a su relación con las principales causas de mortalidad y morbilidad en el país: las enfermedades no trasmisibles son responsables del 80% del total de muertes anuales y la tercera parte de la mortalidad prematura», enfatizó la entrevistada.

“No es poco lo que se conoce sobre  la relación general tabaquismo- salud, aunque considero que hay que insistir sobre aspectos específicos como los componentes del humo de tabaco y su nocividad, los beneficios de no fumar sobre todo para adolescentes y jóvenes y de no iniciarse en la adicción. Asimismo, los beneficios de la no exposición al humo de tabaco ajeno y la necesidad de defender espacios libres de humo como un derecho a la salud, en todos los escenarios posibles, con énfasis en el hogar y lugares de trabajo, en los que se consume gran parte del tiempo de vida y en los que grupos muy vulnerables como niños y ancianos tienen mayor probabilidad de enfermar», opinó la experta.

Las estadísticas son lo suficientemente claras, expuso la doctora Patricia Varona Pérez. Más de 13 000 muertes por año en Cuba se producen por tabaquismo, 36 cubanos fallecen cada día y dos cubanos mueren cada hora por tabaquismo activo. Como consecuencia del tabaquismo pasivo, cada 24 horas fallecen cuatro personas en el país, no fumadoras de 35 años y más, solo por enfermedades asociadas, como cardiopatía isquémica y cáncer de pulmón.

A juicio de la investigadora “nuestro mayor problema es la iniciación en la adicción, que crece más temprano en nuestros adolescentes y jóvenes, grupos que constituyen el remplazo seguro de los fumadores adultos futuros.  En esta etapa clave, (y también en otras, claro) la influencia del entorno social es vital para la no iniciación», dijo.

Según datos de la Encuesta Nacional de Salud del 2019, la media de inicio en el consumo del tabaco fue de 17.4 años, similar en las zonas urbana y rural y mayor en las mujeres que en hombres, comportamiento similar a lo observado en  el año 2010.

Uno de cada 10 fumadores se inició antes de los 12 años, aproximadamente cinco de cada 10 entre los 12 y 16 años y dos de cada 10 entre los 17 y 19 años. Al comparar con el año 2010, los fumadores se iniciaron más tempranamente. El mayor incremento se observó en los grupos de 10-11 años (21,4 %); de 12-.14 años (10,8 %), seguido del de menos de 10 años (7,8 %) Se destacó que en los que se iniciaron antes de los 10 años hubo una tendencia al predominio en las mujeres en la actual encuesta.

Los resultados de la encuesta muestran que por sexo la prevalencia de tabaquismo en hombres fue de 28,0% y en mujeres de un 15,4% . Se redujo en ambos sexos al comparar con la III Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (2010): de 31.0 %  a 28,0 % y de 16.4 % a 15,4 % respectivamente.

Explicó la especialista que por grupos etarios, globalmente se observó un incremento hasta los 64 años, para luego disminuir  a partir de esta edad, tanto en las zonas urbana como rural. La prevalencia en los grupos más jóvenes se incrementó en ambos sexos con predominio en las mujeres, explicó.

Sobre las razones por las cuales los adolescentes se inician en el consumo del tabaco, la especialista subrayó la reafirmación de independencia, búsqueda de aceptación en el grupo, adelantar la adultez y la imitación de modelos que admiran, entre las fundamentales. “Es por eso que se necesita una política protectora intencionada, articulada con las decisiones de país y coherente, que desdestimule el inicio de fumar. Nosotros carecemos de esa política, que de forma sistemática evalúe con toda prioridad los resultados de las acciones y permita avanzar con la participación de los propios adolescentes, hacia mayores logros en el control del tabaquismo. Nuestra fortaleza es la voluntad estatal en este empeño, pero nuestra debilidad es que no concretamos y sistematizamos las  acciones para alcanzarlo», consideró.

Y es que disminuir el consumo de cigarrillos y tabaco no es meramente una cuestión de sensibilización desde la promoción de salud, sino que ello debe ir articulado con una política educativa, legislativa e incluso económica.

“Se trata de asumir que si no controlamos el tabaquismo no podremos controlar las principales causas de mortalidad y morbilidad en los cubanos», sostuvo.

Treinta años fumando como promedio

Sin diferencias apreciables por sexo, la Encuesta Nacional de Salud-2019 arrojó que la media de años fumando, en fumadores diarios fue de 30,6 años.

La media de consumo de cigarrillos en fumadores diarios fue 15.5, mayor en hombres que en mujeres: 16,3 vs. 14,0 respectivamente, con tendencia a ser mayor en la zona urbana (15.7) que en la rural (14.6),  y superior globalmente y por sexo a la observada en el año 2010: 14.8 cigarrillos diarios (15.4 y 13.0 en hombres y mujeres, respetivamente).

El 60 % de los fumadores consumía más de 10 cigarrillos, con predominio en los hombres. La tercera parte (34.2 %) de los fumadores declaró consumir entre 16 y 20 cigarrillos, sin diferencias por zonas de residencia. Al comparar con el año 2010, la prevalencia de consumo en ese grupo se incrementó en 5 unidades porcentuales. Los menores consumos: 1-5 y 6-10 cigarrillos, fueron más frecuentes en las mujeres.

Por otra parte, según el estudio, el promedio de paquetes años (número de cigarrillos que la persona fuma al día, multiplicado por el número de años que lleva fumando, y dividido entre 20, lo cual expresa intensidad de consumo) consumidos por fumadores diarios fue de 34, superior en 13 unidades a lo consumido en el año 2010. Por sexo, este indicador fue mayor en  hombres: 38.0 que en mujeres: 28.0 y superior en la zona urbana que en la rural.

Al analizar el consumo por color de la piel se observó una mayor prevalencia de fumadores en personas negras (30.1) vs. no negras  (18.9);  la cual se reprodujo en ambas zonas con diferencias estadísticamente significativas. Este hecho, observado en las anteriores encuestas, pudiera estar expresando diferencias socioculturales que deberán ser estudiadas en profundidad, explicó la doctora Varona Pérez.

La entrevistada apuntó que declararon deseos de dejar de fumar en los siguientes 30 días al momento de la encuesta, tres de cada 10 fumadores y de abandono en los 12 meses siguientes,  dos de cada 10. Las mujeres refirieron mayor disposición al abandono que los hombres.

Globalmente, el 80 % de los fumadores hizo algún intento para dejar de fumar, con mayor porcentaje en la zona urbana y ligeramente superior en mujeres. En el año 2010, solo el 65 % declaró algún intento de abandono.

El derecho a respirar sin miedo

Aunque en Cuba existen varias normas jurídicas que velan por la regulación y el control del consumo del tabaco en diferentes espacios de la vida cotidiana, falta todavía una Ley sobre la Prevención y el Control del Tabaquismo de carácter general, que exija legalmente contra esta adicción. Numerosos especialistas coinciden en que la existencia de una Ley Antitabaco no tiene, per se, que desestimular la producción, sino que su objeto debe ser el consumo y la protección del medioambiente, para proteger al fumador y a la población no adicta.

Que cada persona defienda su derecho a no exponerse al humo ajeno es aún una asignatura pendiente. Pasar de la comprensión de que ese humo no solo molesta, sino que mata es un paso esencial para el disfrute máximo de salud de las personas no fumadoras.

Desde hace años se impulsa en el país la iniciativa de que todos los espacios cerrados sean libres de humo. Hay resultados científicos que demuestran que las áreas de fumadores, por ejemplo, no tienen ninguna efectividad, y dan cuenta del llamado humo de tercera mano, que se queda en el ambiente, los muebles, las ropas y las personas, aunque estas se encuentren separadas y no sean fumadoras.

“El asunto radica en que aunque hemos reducido la exposición y las personas defienden algo más sus espacios libres de humo, el nivel alcanzado es insuficiente para evitar los efectos negativos de la exposición al humo de tabaco ajeno para la salud, tanto en el hogar, donde los familiares más vulnerables como niños y ancianos se exponen hoy a niveles altos aún; como en los lugares de trabajo», enfatizó la epidemióloga.

Tres de cada 10 encuestados declaró estar expuesto al humo de tabaco ajeno en el hogar y en el lugar de trabajo, tanto en hombres como en mujeres. En esta encuesta, se redujo la población expuesta al humo de tabaco en 10 unidades porcentuales, al comparar con los estudios anteriores en el año 2010 que hablaban de un 41 %. Ligeramente, en el área rural la exposición fue menor, mientras que la frecuencia de mayor exposición fue de 7 días en ambas zonas y en ambos sexos, para los dos escenarios (laboral y hogar).

De acuerdo con la investigación, la exposición fue mayor en la medida que la instrucción escolar fue menor. Los universitarios declararon el menor nivel de exposición en el hogar (24,5 %) y en el centro de trabajo (26,0% );  en tanto en los obreros calificados y con nivel de secundaria básica,  aproximadamente cuatro de cada 10 estaba expuestos en la vivienda y en el trabajo Tres de cada 10 estudiantes expresó fumar involuntariamente en el hogar.

El mencionado estudio indagó por primera vez a escala de país por la dependencia nicotínica. Para evaluarla se exploró qué tan pronto después de despertar los fumadores comenzaban a fumar: aproximadamente la mitad, 45.5 % refirió que en los primeros cinco minutos después de despertar comienzan a fumar (alta dependencia), lo que ocurrió más en el sexo masculino y en la zona urbana. Entre 6 y 30 minutos, la tercera parte de ellos (34 %), similar en ambos sexos y más frecuente referido en la zona rural. Las mujeres esperaron más de 60 minutos para consumir su primer cigarrillo: 12.5 % vs. los hombres 9.6 %

Solo el 9 % de los fumadores diarios solicitó ayuda para dejar de fumar

Cuba cuenta con una red nacional de  servicios asistenciales y de promoción y prevención para la salud, que ofrecen alternativas para la deshabituación tabáquica; siempre a partir de la voluntad y compromiso de los fumadores para abandonar el consumo. El proceso de deshabituación, muchas veces es difícil, y pueden existir recaídas, pero contando con el apoyo y los recursos necesarios se  puede tener éxito en el empeño de dejar de fumar, afirmó el psicólogo Giovani Leal Luque, especialista que atiende adicciones y salud mental en la Unidad de Promoción de Salud y Prevención de Enfermedades.

La Encuesta Nacional de Salud-2019, subraya que solo el 9 % de los fumadores diarios solicitó ayuda para dejar de fumar, con tendencia a ser mayor en la zona rural. La solicitud de ayuda se incrementó con la edad, aunque en el mayor de los grupos no superó el 11 %. Solo el 14.0 % recibió algún ayuda  para dejar esta adicción, indicador algo mayor en la zona urbana y superior en hombres que en mujeres. La ayuda recibida por algún profesional de la salud se incrementó con la edad, pero no sobrepasó el 23 %.

De acuerdo con Leal Luque, para los fumadores existen alternativas de solución que parten desde el proceso de dispensarizacion que se realiza a nivel de los consultorios del médico de la familia en la comunidad y que permite clasificar y evaluar los problemas de salud de las personas que forman parte de la población a atender.

“A nivel de la atención primaria de salud en los policlínicos del país, existen servicios para la cesación tabáquica o abandono del tabaco que brindan recursos terapéuticos para acompañar el proceso de deshabituación y sus complicaciones. Estas consultas son conducidas por especialistas de la salud mental, que su valen de herramientas útiles como la medicina natural y tradicional y se complementan con grupos de acompañamiento psicoterapéutico. El proceso de cesación siempre será personalizado, pues no en todos los individuos ocurre por igual», dijo.

Estos servicios especializados también existen en los Centros de salud Mental de cada municipio con consultas específicas para los tratamientos y terapias de abandono de tabaco, agregó.

Para el psicólogo, otra vía importante es el servicio de consejería telefónica a través de la Línea de Apoyo psicológico 103, que constituye un primer servicio de ayuda, información y derivación, que pueden utilizar las personas que deseen dejar de fumar y no sepan cómo hacerlo. “Este es un servicio anónimo, gratuito y confidencial, al que se puede acudir desde cualquier lugar, horario o modalidad de telefonía móvil o fija, marcando el código 103».

“En tiempos de pandemia los servicios para el tratamiento de la cesación han tenido que readaptarse a los nuevos retos y características de la vida en estos tiempos. Se ha ocurrido más a la terapia individual, se han introducido modalidades de apoyo telefónico especializado, creación de redes de apoyo a través de whatsapp y otras nuevas tecnologías, sin contar el papel de la comunicación y la divulgación de experiencias y buenas prácticas, en espera de que el mundo vuelva a la realidad que conocemos», dijo.

Tabaquismo y COVID-19: Una alerta

La relación del tabaco y los productos derivados de este, lo hacen un importante factor de riesgo para contraer enfermedades importantes como la hipertensión arterial, diversos tipos de cáncer y, en especial, el cáncer de pulmón. También tiene implicaciones importantes en el origen de enfermedades cardiovasculares, cerebrovasculares y diabetes, sin contar las afectaciones al estado de salud general que ocasionan sensación de cansancio, dificultades para respirar o realizar esfuerzos físicos mínimos, entre otros múltiples daños considerables a la salud.

“Teniendo en cuenta la relación del tabaco con la incidencia de patologías como las mencionadas, no sorprende que también sea un importante factor a tener en cuenta para anticipar posibles complicaciones asociadas a la COVID-19», sostuvo Leal Luque.

Al ser esta una enfermedad infecciosa con una importante afectación a los pulmones, el consumo de tabaco trae aparejado un deterioro en la función de estos órganos, lo que dificulta la respuesta sistémica del organismo contra el virus. Por supuesto, la asociación de la infección por COVID-19 con enfermedades no transmisibles , de las cuales el tabaco es un importante factor de riesgo, hacen que personas que las padecen tengan  un mayor riesgo para desarrollar síntomas graves en caso de verse afectadas por el virus, explicó.

De acuerdo con la doctora Varona Pérez, “se acumulan resultados científicos valiosos sobre el efecto del tabaquismo en la COVID-19. Revisiones sistemáticas y meta análisis han mostrado que fumar es un factor de riesgo para una peor progresión de la infección por COVID, mayor probabilidad de presentar una condición más crítica de la infección, produir una forma clínica más grave, e incrementar las probabilidades de que a lo largo de la evolución de la enfermedad sea necesario el ingreso en una Unidad de Cuidados Intensivos, la intubación y la muerte».

Costos ¿intangibles?

Un aumento del 10 % en el cigarrillo es capaz de reducir un 4 % de consumo, evidencian estudios en el tema. Sin embargo, en Cuba esos incrementos son mínimos y no han logrado variar la demanda en las proporciones que se necesitan, además de que deben  ser continuas y sostenidas, y no se ha producido de esta manera, aseguran expertos.

“Por ejemplo la venta  de cigarrillos sueltos en CUP y de cajetillas de 10 cigarrillos, favorecen el consumo de la población en general, en particular entre adolescentes, por la tendencia a poseer bajos niveles adquisitivos al depender del sustento económico familiar. Es algo que podemos controlar», dijo Varona Pérez.

Los costos aparentemente intangibles de esta adicción están presentes en el día a día. Un estudio realizado en el año 2011 sobre el costo fiscal atribuible al tabaquismo por pérdida de productividad laboral, arrojó que, como promedio por causa de esta adicción, cada fumador activo masculino cubano deja de vivir 19,3 años y cada fumador pasivo masculino unos 4,3 años. En el caso de las mujeres, cada fumador activo femenino cubano deja de vivir 10,8 años, mientras para las fumadoras  pasivas se reducía en dos años su expectativa de vida; todos con respecto a la que tendrían en ausencia del tabaquismo.

Es conocido que las personas fumadoras utilizan hasta dos veces más los servicios de salud del nivel primario que los no fumadores, así como los servicios de urgencia; ingresan como promedio cuatro veces más, es decir, utilizan tecnología más sofisticada y compleja que los no fumadores. Al­gunos estudios de costos realizados en el país evidencian que una cifra superior al 79 % de los costos institucionales de los centros de salud están asociados a la atención de los fumadores.

Estadísticas de la Organización Mundial de la Salud estiman que el tabaquismo le está costando a la salud pública el 15 % de su presupuesto en el mundo.

El Anuario Estadístico de Salud en su edición del 2020 confirman una lamentable tendencia: la tasa de mortalidad por enfermedades crónicas no transmisibles es la más elevada. Dentro de estas, las enfermedades del corazón ocupan el primer lugar, seguida de la muerte por tumores malignos. Ambas causas explican el 47.5 % del total de las defunciones del año 2019 en Cuba. ¿Factor común?: el tabaquismo.

Para la doctora Varona Pérez, “las brechas principales en la reducción del consumo del tabaco están hoy en el no exigencia a todos los niveles por el cumplimiento de las normativas con las que contamos».

Por ejemplo, la Ley No. 109/2010 del Código de Se­gu­ridad Vial establece la  prohibición de fumar en los vehículos cuando se conduce en transporte público o colectivo de pasajeros, en tanto el Decreto Ley 287 establece la infracción de fu­mar en el grupo 3 y la clasifica como de “menos peligrosas», con una puntuación de 6 puntos y multa de una cuantía de 20,00 MN.

Sin embargo, son frecuentes las escenas del chofer u otro pasajero en el ómnibus cigarro en mano sin respetar al resto de los pasajeros, o la imposición de multas por parte de agentes del orde, por otras violaciones como hablar por teléfono o no traer el cinturón de seguridad, cuando está comprobado que los segundos en que se desvía la atención para encender un cigarro, son suficientes para provocar un lamentable accidente de tránsito.

Si bien Cuba, en su condición económica de país subdesarrollado no está en capacidad de, por ejemplo, sustituir el cultivo del tabaco, no es esta una antinomia irreductible para trazar estrategias efectivas y llevarlas a feliz término, que permitan reducir el consumo en la población. Bas­taría de hecho, por empezar con cumplir lo que ya está dictado.

La Encuesta Nacional de Salud 2019, por primera vez exploró el posible apoyo o rechazo de la población a leyes que prohíben fumar. El 92 % de los encuestados se declaró a favor de su implementación, sin diferencias por zona, sexo o grupos de edad.  

Un dato que este 31 de mayo, Día Mundial sin Tabaco, resulta más que aliento, compromiso.

Tomado de Cubadebate

 

 

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