Desde la OMS

¡Gestión de la infodemia en directo! Evento de narración en línea

La infodemia ha afectado de manera personal y profesional a los trabajadores de la salud y ha cambiado la forma en que los sistemas de salud han respondido a la pandemia de la COVID-19. El 26 de enero de 2023, la OMS presentará a tres Jefes de Infodemia para que cuenten sus propias experiencias sobre el manejo de la Infodemia durante la época de la COVID-19.

Este evento es gratuito y se presenta en asociación con la Story Collider, para promover la ciencia y la salud a través de narraciones de historias más eficaces.

ANTECEDENTES

Este programa en vivo es parte de varios eventos y actividades en línea que la OMS ha convocado para recopilar y analizar historias sobre el impacto de la infodemia de la COVID-19. El proyecto se lanzó en julio de 2022, con un debate sobre por qué contar historias no es solo una herramienta para promover conversaciones sobre ciencia, sino que también es una habilidad que todo jefe de infodemia debería tener. Mire la grabación de video del seminario web de apertura sobre este proyecto.

Después de este seminario web, la OMS lanzó un taller en línea de manejo de infodemia, para recopilar historias de los equipos de respuesta a emergencias y profesionales de la salud que experimentaron y manejaron la infodemia de la COVID-19. Ellos han pasado por talleres donde perfeccionaron sus habilidades de narración para comunicar información sobre infodemia, su impacto, y cómo contribuir a la práctica de su manejo.

Los talleres recibieron más de 500 inscripciones de 110 países para 80 plazas, en cuatro talleres de habilidades de narración de historias en inglés, francés y español. Los participantes seleccionados recibieron 6 horas de capacitación en talleres con capacitación individual adicional para convertir sus experiencias en historias. Después del taller de un mes, se invitó a los participantes a grabar y enviar sus historias a un proyecto de investigación sobre los impactos de la infodemia del COVID-19 en los socorristas.

Las historias enviadas fueron tan interesantes que la OMS decidió invitar a algunos de los participantes a compartirlas con una audiencia más amplia. Se han planificado tres presentaciones de narración en vivo con tres historias cada una entre noviembre y febrero de 2023. Este es el tercer programa de narración de historias, después del primero en inglés en noviembre de 2022 y el segundo en francés en diciembre de 2022.

Regístrese para recibir el flash informativo sobre el manejo de infodemia de la OMS.

Inscríbase en el evento.

 

Declaración del Grupo Consultivo Técnico sobre la Evolución del Virus SARS-CoV-2 acerca de la reunión celebrada el 3 de enero sobre la situación de la COVID-19 en China

El Grupo Consultivo Técnico sobre la Evolución del Virus SARS-CoV-2 se reúne periódicamente para examinar las pruebas científicas más recientes sobre las variantes circulantes del SARS-CoV-2 y asesora a la OMS acerca de si está justificado introducir cambios en las estrategias de salud pública. El Grupo Consultivo Técnico se reunió el 3 de enero de 2023 para analizar la situación de la COVID-19 en China continental.

Durante la reunión, científicos del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de China presentaron datos genómicos de lo que describieron como casos importados así como adquiridos localmente de infecciones por SARS-CoV-2. Con respecto a las infecciones adquiridas localmente, los datos presentados se basaban en más de 2000 genomas recopilados y secuenciados a partir del 1 de diciembre de 2022. El análisis del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de China mostró un predominio de los linajes BA.5.2 y BF.7 de la variante ómicron entre las infecciones adquiridas localmente. En conjunto, los linajes BA.5.2 y BF.7 representaron el 97,5% de todas las infecciones locales, según la secuenciación genómica. También se detectaron otros sublinajes conocidos de la variante ómicron, si bien en porcentajes bajos. Estas variantes son conocidas y han estado circulando en otros países, y en la actualidad el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de China no ha notificado ninguna variante nueva.

Hasta el 3 de enero, se han enviado 773 secuencias procedentes de China continental a la base de datos EpiCoV, administrada por la Iniciativa GISAID, la mayoría de las cuales (564 secuencias) se recopilaron a partir del 1 de diciembre de 2022. De estas, sólo 95 están etiquetadas como casos adquiridos localmente y 187 como casos importados, mientras que en 261 no se dispone de esta información. En lo que atañe a los casos adquiridos localmente, el 95% pertenecen a los linajes BA.5.2 o BF.7. Esta información concuerda con los genomas de viajeros procedentes de China que otros países han enviado a la base de datos EpiCoV, administrada por la Iniciativa GISAID. Los datos de las secuencias de acceso público no muestran ninguna variante o mutación de importancia nuevas.

Tomando conocimiento de la información compartida hasta la fecha, el Grupo Consultivo Técnico sobre la Evolución del Virus SARS-CoV-2 reitera la necesidad crítica y la importancia de realizar análisis adicionales, así como de poner en común los datos de las secuencias, a fin de comprender la evolución del SARS-CoV-2 y la aparición de mutaciones o variantes preocupantes. Esto debería llevarse a cabo con independencia de si a una secuencia se le asigna un linaje Pango o no. La mejor manera de hacerlo es introduciendo rápida y periódicamente los datos en bases de datos de acceso público. Mantener unos niveles elevados de vigilancia genómica representativa en China y en todo el mundo, anotar las secuencias genómicas incluyendo los metadatos clínicos y epidemiológicos relevantes y compartir rápidamente dichos datos son las piedras angulares de una evaluación oportuna del riesgo a escala mundial.

La OMS seguirá manteniendo una estrecha vigilancia de la situación en la República Popular China y en todo el mundo e insta a todos los países a que no bajen la guardia, vigilen y notifiquen las secuencias y realicen análisis independientes y comparativos de los diferentes sublinajes de la variante ómicron, comprendida la gravedad de la enfermedad que causan. En este momento, el Grupo Consultivo Técnico sobre la Evolución del Virus SARS-CoV-2 también está evaluando la proporción cada vez mayor del recombinante XBB.1.5 en los Estados Unidos de América y en otros países. Se está efectuando una evaluación actualizada de los riesgos de la forma recombinante XBB.1.5, que complementará la declaración anterior.

El Grupo Consultivo Técnico sobre la Evolución del Virus SARS-CoV-2 se reúne periódicamente y continúa evaluando los datos disponibles sobre la transmisibilidad, la gravedad clínica y el potencial de escape inmunitario de las variantes, incluidas las posibles consecuencias en el diagnóstico, los trataientos y la eficacia de las vacunas a la hora de prevenir infecciones y/o enfermedades graves.

A pesar del impacto continuado de la COVID-19, los casos de paludismo y las defunciones a causa de esta enfermedad se mantuvieron estables en 2021

Los nuevos datos publicados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) muestran que países de todo el mundo lograron en gran medida evitar que los servicios de prevención, detección y tratamiento del paludismo sufrieran contratiempos adicionales en 2021.

Según la edición de este año del Informe mundial sobre el paludismo, se estima que, en 2021, 619 000 personas murieron de esta enfermedad en todo el mundo, en comparación con las 625 000 víctimas en el primer año de la pandemia. En 2019, antes de que estallara la pandemia, el número de defunciones fue de 568 000.

Los casos de paludismo siguieron aumentando entre 2020 y 2021, aunque a un ritmo menor que entre 2019 y 2020. El cómputo mundial de casos de paludismo alcanzó los 247 millones en 2021, por 245 millones en 2020 y 232 millones en 2019.

«Tras un marcado aumento en el número de casos de paludismo y de defunciones debidas a esta enfermedad en el primer año de la pandemia de COVID-19, los países afectados por el paludismo redoblaron sus esfuerzos y pudieron mitigar las peores consecuencias que los trastornos relacionados con la COVID provocaron en los servicios relacionados con el paludismo,» declaró el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS. «Son numerosos los desafíos a los que nos enfrentamos, pero hay muchas razones para la esperanza. Con el fortalecimiento de la respuesta, y gracias a haber comprendido y mitigado los riesgos, creado resiliencia y acelerado la investigación, nos sobran los motivos para soñar con un futuro libre de paludismo.»

La clave para el éxito es un fuerte compromiso a nivel nacional

Los mosquiteros tratados con insecticidas son la principal herramienta para el control de vectores utilizada en la mayoría de los países donde el paludismo es endémico y, en 2020, los países distribuyeron una cantidad mayor de estos mosquiteros que en cualquier otro año sobre el que se poseen datos. En 2021, el reparto de mosquiteros tratados con insecticidas fue sólido en general y se situó en unos niveles similares a los de los años anteriores a la pandemia: de los 171 millones de mosquiteros que estaba previsto distribuir, se entregaron 128 millones (75%).

Sin embargo, ocho países (Benin, Eritrea, Indonesia, Islas Salomón, Nigeria, Tailandia, Uganda y Vanuatu) distribuyeron menos del 60% de sus mosquiteros tratados con insecticidas, y siete países (Botswana, Chad, Haití, India, Pakistán, República Centroafricana y Sierra Leone) no repartieron ninguno.

La quimioprofilaxis estacional del paludismo está recomendada para prevenir la enfermedad entre los niños que viven en zonas de África donde la transmisión del paludismo está muy ligada a la estación del año. En 2021, una nueva ampliación de esta intervención llegó a casi 45 millones de niños por ciclo de quimioprofilaxis estacional del paludismo en 15 países de África, un incremento importante en comparación con los 33,4 millones que se beneficiaron de esta quimioprofilaxis en 2020 y los 22,1 millones de 2019.

Al mismo tiempo, la mayoría de los países lograron mantener durante la pandemia su capacidad para la detección y el tratamiento del paludismo. A pesar de los desafíos logísticos y para la cadena de suministro que se vivieron durante la pandemia, en 2020 los países donde el paludismo es endémico distribuyeron a los centros de salud una cifra récord de pruebas de diagnóstico rápido. En 2021, los países entregaron 223 millones de pruebas de diagnóstico rápido, un nivel similar al notificado antes de la pandemia.

La politerapia con artemisinina es el tratamiento más eficaz en el caso del paludismo por P. falciparum. Los países donde el paludismo es endémico administraron cerca de 242 millones de dosis de la politerapia con artemisinina en todo el mundo en 2021 en comparación con los 239 millones de 2019.

Un cúmulo de amenazas que convergen y socavan los esfuerzos

A pesar de los éxitos, nuestros esfuerzos se enfrentan a muchos desafíos, particularmente en la Región de África, donde se concentraron alrededor del 95% de los casos y del 96% de las defunciones a nivel mundial en 2021.

Entre las amenazas a la respuesta mundial contra el paludismo cabe destacar los trastornos acontecidos durante la pandemia y las distintas crisis humanitarias que convergen, los desafíos para los sistemas de salud, la financiación limitada, el aumento de las amenazas biológicas y un descenso en la eficacia de las herramientas básicas para abordar las enfermedades.

«A pesar de los progresos, la Región de África sigue siendo la más afectada por esta enfermedad mortal,» declaró la Dra. Matshidiso Moeti, Directora Regional de la OMS para África. «Necesitamos urgentemente nuevas herramientas, y la financiación que permita desplegarlas, para ayudarnos a derrotar al paludismo.»

El total de fondos destinados a combatir el paludismo en 2021 ascendió a US$ 3500 millones, una cifra que, si bien es superior a la de los dos años anteriores, está muy por debajo de los US$ 7300 millones que se estiman necesarios para seguir avanzando en el objetivo de acabar con el paludismo.

Al mismo tiempo, la pérdida de eficacia de los instrumentos básicos para el control del paludismo, sobre todo los mosquiteros tratados con insecticidas, impide continuar progresando en la lucha contra el paludismo. Las amenazas que pesan sobre esta herramienta clave de prevención incluyen la resistencia a los insecticidas; un acceso insuficiente; la pérdida de mosquiteros tratados con insecticidas dado que el ritmo al que se usan en el día a día no permite sustituirlos a la misma velocidad, y cambios en el comportamiento de los mosquitos, que parecen picar antes de que las personas se acuesten y descansar al aire libre, evitando así la exposición a los insecticidas.

Existen otros riesgos que también van en aumento, como las mutaciones de los parásitos que inciden en el rendimiento de las pruebas de diagnóstico rápido; una mayor resistencia de los parásitos a los medicamentos utilizados para tratar el paludismo, y la invasión en África de un mosquito adaptado a las zonas urbanas que es resistente a muchos de los insecticidas empleados en la actualidad.

Oportunidades clave para acelerar los progresos

La OMS ha puesto en marcha recientemente dos estrategias a fin de apoyar a los países del continente africano en el establecimiento de una respuesta más resiliente al paludismo: una estrategia para frenar la resistencia a los medicamentos antipalúdicos (en inglés) y una iniciativa para detener la propagación del Anopheles stephensi (en inglés), un vector del paludismo. Además, un nuevo marco mundial (en inglés) para responder al paludismo en las zonas urbanas, elaborado conjuntamente por la OMS y ONU-Hábitat, proporciona orientaciones a los líderes municipales y a las partes interesadas en la esfera del paludismo.

Entretanto, está lista una sólida línea de investigación y desarrollo que permitirá incorporar una nueva generación de instrumentos para el control del paludismo que podrían ayudar a acelerar los avances para la consecución de las metas mundiales.

Las oportunidades clave incluyen mosquiteros de larga duración con nuevas combinaciones de insecticidas y otras innovaciones en el terreno del control de vectores, como cebos específicos que atraen a los mosquitos, repelentes nebulizables e intervenciones de ingeniería genética con los mosquitos. También se están desarrollando nuevas pruebas diagnósticas, así como medicamentos de próxima generación que salvan vidas para responder a la resistencia a los medicamentos antipalúdicos.

A partir de finales de 2023, se espera además que millones de niños que viven en las zonas en las que el riesgo de contraer el paludismo y morir de esa enfermedad es más alto se beneficien de los efectos salvadores de la primera vacuna antipalúdica mundial, la RTS,S. Otras vacunas contra el paludismo se encuentran en fase de desarrollo.

Según el informe, estas oportunidades solo podrán aprovecharse plenamente si se intensifican los esfuerzos para garantizar que nadie se quede atrás. Los países donde el paludismo es endémico deben seguir fortaleciendo sus sistemas de salud, basándose en un enfoque de atención primaria de la salud, a fin de garantizar el acceso a servicios e intervenciones de calidad para todas las personas que los necesiten.

Un informe pone de relieve el aumento de la resistencia a los antibióticos en infecciones bacterianas que afectan al ser humano y la necesidad de mejorar los datos al respecto

Prueba de laboratorio de patógenos resistentes a los antibióticos

Un nuevo informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) pone de manifiesto elevados niveles de resistencia en bacterias causantes de septicemias potencialmente mortales, así como una creciente resistencia a los tratamientos en varias bacterias que provocan infecciones comunes entre la población, según se desprende de los datos comunicados por 87 países en 2020.

Por primera vez, en el informe del Sistema Mundial de Vigilancia de la Resistencia a los Antimicrobianos y de su Uso (GLASS) se analizan las tasas de resistencia a los antimicrobianos (o antibiorresistencia) en relación con la cobertura de pruebas analíticas en cada país, así como las tendencias al respecto desde 2017 y datos sobre el consumo humano de antimicrobianos en 27 países. En seis años se ha logrado que participen en el GLASS 127 países, que representan a un 72% de la población mundial. El informe se presenta también en un innovador formato digital interactivo que facilita la extracción de datos y la elaboración de gráficos.

El informe revela que se describieron y notificaron elevados niveles de resistencia (por encima del 50%) en bacterias que son causa frecuente de septicemia en hospitales, como Klebsiella pneumoniae o Acinetobacter spp. Para tratar estas infecciones potencialmente mortales se precisan antibióticos de último recurso, como los carbapenémicos. Según los datos comunicados, sin embargo, un 8% de las septicemias causadas por Klebsiella pneumoniae se mostraron resistentes a los carbapenémicos, lo que aumenta el riesgo de muerte por una infección no tratable.

Las infecciones bacterianas comunes presentan cada vez mayor resistencia a los tratamientos. Más del 60% de las cepas aisladas de Neisseria gonorrea, causante de una frecuente enfermedad de transmisión sexual, han mostrado resistencia a uno de los antibacterianos más utilizados por vía oral, la ciprofloxacina. Más del 20% de las cepas aisladas de E. coli, que es el patógeno más común en las infecciones de las vías urinarias, resultaron resistentes tanto a los fármacos de primera línea (ampicilina y cotrimoxazol) como a los tratamientos de segunda línea (fluoroquinolonas).

«La resistencia a los antimicrobianos erosiona la medicina moderna y pone millones de vidas en peligro,» afirmó el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS. «Para aprehender realmente la magnitud de la amenaza mundial y organizar una respuesta de salud pública eficaz contra las antibiorresistencias debemos multiplicar los análisis microbiológicos y generar datos de calidad garantizada en todos los países, y no solo en los más ricos.»

Aunque en los últimos 4 años la mayoría de las tendencias al respecto se han mantenido estables, las septicemias causadas por cepas resistentes de Escherichia coli y Salmonella spp. y las gonorreas resistentes han aumentado en por lo menos un 15% en comparación con los niveles de 2017. Se requieren más investigaciones para descubrir las razones que subyacen a esta progresión de las antibiorresistencias y para saber en qué medida ello guarda relación con el mayor número de hospitalizaciones y de tratamientos antibióticos registrado durante la pandemia de COVID-19. La pandemia también impidió a varios países comunicar los datos correspondientes a 2020.

Los nuevos análisis muestran una mayor probabilidad de que los países con menor cobertura de pruebas analíticas, que suelen ser países de renta baja o renta media, comuniquen tasas de resistencia a los antibacterianos significativamente más altas para la mayoría de las combinaciones «germen-fármaco», lo que (en parte) puede atribuirse al hecho de que en muchos países de renta baja o renta media haya solo unos pocos hospitales de referencia que transmiten datos al GLASS. Estos hospitales suelen atender a los pacientes más enfermos, que pueden haber recibido tratamiento antibiótico previo.

A modo de ejemplo, cabe señalar que el nivel medio mundial de antibiorresistencias en E. Coli y en Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (los dos microorganismos utilizados como indicador al respecto en los Objetivos de Desarrollo Sostenible) fue, respectivamente, de un 42% y de un 35%. Pero al considerar solamente a los países con elevada cobertura de pruebas analíticas, los niveles obtenidos fueron bastante inferiores: un 11% y un 6,8% más bajos, respectivamente.

Por lo que respecta al consumo humano de antimicrobianos, el 65% de los 27 países comunicantes habían cumplido el objetivo de la OMS de lograr que al menos un 60% de los antimicrobianos consumidos fueran del grupo «Acceso» de antibióticos, es decir, aquellos que, según la clasificación AWaRE de la OMS, son eficaces contra un amplio espectro de infecciones comunes y entrañan un riesgo relativamente bajo de generar resistencia.

Debido a la insuficiente cobertura de las pruebas analíticas y a la escasa capacidad de laboratorio, especialmente en los países de renta baja y renta media, sigue resultando difícil interpretar las tasas de resistencia a los antimicrobianos. Para solventar esta carencia crítica, la OMS seguirá una doble línia de trabajo: a corto plazo, obtener datos probatorios por medio de encuestas; a largo plazo, generar capacidad de vigilancia sistemática. Ello se traducirá, por un lado, en la implantación de encuestas representativas a escala nacional sobre la prevalencia de antibiorresistencias, con el fin de generar un acervo de datos de referencia y datos de tendencia en la materia que sirvan para formular políticas y seguir de cerca las intervenciones y, por otro lado, en un aumento, en todos los niveles del sistema de salud, del número de laboratorios con garantía de calidad que comuniquen datos representativos sobre antibiorresistencias.

Para hacer frente al curso creciente de las antibiorresistencias es preciso que los países pongan el mayor empeño, a alto nivel, en potenciar su capacidad de vigilancia y aportar datos de calidad garantizada, sabiendo que también incumbe actuar a todas las personas y comunidades. La próxima fase del GLASS, al potenciar la recogida de datos normalizados y de calidad sobre la resistencia a los antimicrobianos y el consumo de estos fármacos, cimentará una actuación eficaz y científicamente sólida para atajar la aparición y propagación de antibiorresistencias y proteger el uso de medicamentos antimicrobianos para las futuras generaciones.

La OMS recomienda un nuevo nombre para la viruela símica

Ginebra, Suiza, 28 de noviembre de 2022  – Tras una serie de consultas con expertos mundiales, la Organización Mundial de la Salud (OMS) empezará a adoptar el nuevo término preferido «mpox» como sinónimo en inglés de monkeypox (viruela símica en español). Ambas denominaciones se utilizarán simultáneamente durante un año, mientras que «monkeypox» se eliminará de forma progresiva.

Cuando el brote de viruela símica (comúnmente conocida como viruela del mono) se expandió a principios de este año, la OMS identificó el uso de un lenguaje racista y de desprecio en conversaciones en línea, en otros entornos y en algunas comunidades. En diversas reuniones públicas y privadas, varias personas y países plantearon su preocupación y pidieron a la OMS que propusiera una vía para cambiar el nombre.

La asignación de nombres a las enfermedades nuevas y, de forma muy excepcional, a las ya existentes, es responsabilidad de la OMS en el marco de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE) y de la Familia de Clasificaciones Internacionales Relacionadas con la Salud de la OMS, a través de un proceso consultivo que incluye a los Estados Miembros de la Organización.

La OMS, de acuerdo con el proceso de actualización de la CIE, celebró consultas para recopilar las opiniones de una serie de expertos, así como de los países y del público en general, a los cuales invitó a presentar sugerencias de nuevos nombres. Sobre la base de estas observaciones, y de consultas con el Director General de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, la OMS recomienda lo siguiente:

  • La adopción del nuevo sinónimo mpox en inglés para la enfermedad.
  • Mpox se convertirá en el término de preferencia en inglés, sustituyendo el de “monkeypox”, tras un periodo de transición de doce meses. Esto sirve para mitigar las preocupaciones planteadas por los expertos sobre la confusión causada por un cambio de nombre en medio de un brote mundial. También da tiempo a completar el proceso de actualización de la CIE y a modificar las publicaciones de la OMS.
  • El sinónimo mpox se incluirá en la CIE-10 en línea en los próximos días. Formará parte de la versión oficial de 2023 de la CIE-11, que es el actual estándar mundial de datos de salud, documentación clínica y agregación estadística.
  • El término “monkeypox” en inglés seguirá siendo un término de búsqueda en la CIE, para que coincida con los registros históricos.

Las recomendaciones se basaron en la justificación, la idoneidad científica, el grado de uso actual, la pronunciación, la facilidad de uso en diferentes idiomas, la ausencia de referencias geográficas o zoológicas y la facilidad de recuperación de la información científica histórica.

Normalmente, el proceso de actualización de la CIE puede durar varios años. En este caso, el proceso se aceleró, aunque siguiendo los pasos habituales.

Durante el proceso de consulta se escuchó a diversos órganos de asesoramiento, como los expertos de los comités consultivos médicos y científicos y de clasificación y estadísticas, formados por representantes de las autoridades gubernamentales de 45 países.

La cuestión del uso del nuevo nombre en diferentes idiomas se debatió ampliamente.  El término mpox puede utilizarse en otros idiomas. Si surgen otros problemas de denominación, se abordarán mediante el mismo mecanismo. Las traducciones suelen discutirse en colaboración formal con las autoridades gubernamentales pertinentes y las sociedades científicas relacionadas.

La OMS adoptará el término mpox en sus comunicaciones y anima a otros a seguir estas recomendaciones para minimizar cualquier impacto negativo del nombre actual y de la adopción del nuevo término.

Denominación de la enfermedad:

  • La viruela símica humana recibió su nombre en 1970 (después de que el virus que causa la enfermedad se descubriera en monos cautivos en 1958), antes de que se publicaran las Prácticas óptimas de la OMS para la denominación de enfermedades, publicadas en 2015. Según estos lineamientos, los nuevos nombres de enfermedades deben darse con el objetivo de minimizar el impacto negativo innecesario de los nombres en el comercio, los viajes, el turismo o el bienestar de los animales, y evitar causar ofensa a cualquier grupo cultural, social, nacional, regional, profesional o étnico.
  • La asignación de nuevos nombres a las enfermedades de reciente aparición y, muy singularmente, a las ya existentes, es responsabilidad de la OMS en el marco de la Familia de Clasificaciones Internacionales de la OMS (FCI-OMS), mediante un proceso consultivo en el que participan los Estados Miembros de la OMS. La CIE forma parte de la familia de la FCI-OMS.

Denominación del virus:

La denominación de los virus es responsabilidad del Comité Internacional de Taxonomía de Virus (ICTV). Antes del brote mundial de viruela símica de 2022, ya había un proceso en marcha para reconsiderar la denominación de todas las especies de ortopoxvirus, incluido el de la viruela símica. Este proceso continuará bajo la dirección del ICTV.

Denominación de variantes o clados del virus de la viruela del mono:

En agosto, un grupo de expertos de nivel mundial convocados por la OMS acordaron nuevos nombres para las variantes del virus de la viruela símica, como parte de los esfuerzos para alinear los títulos de la enfermedad, el virus y las variantes -o clados- con las prácticas óptimas vigentes. Se llegó a un consenso para referirse al clado de la cuenca del Congo (África central) como clado uno (I) y al clado de África occidental como clado dos (II). Además, se acordó que el clado II consta de dos subclados, IIa y IIb. Consulte el comunicado de prensa de la OMS sobre la denominación de los clados de la viruela del mono.

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