Desde la OMS

Una nueva variante de Covid-19 causa un repunte mundial de casos: el aviso de la OMS

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha emitido una alerta ante el repunte mundial de casos de Covid-19, impulsado por la nueva variante NB.1.8.1. Según el último informe del Sistema Mundial de Vigilancia y Respuesta a la Gripe (SMVGI), esta variante alcanzó una tasa de positividad del 11 % en 73 países el 11 de mayo de 2025, lo que indica una expansión rápida y significativa.

El SMVGI, encargado de monitorear la evolución del SARS-CoV-2, ha señalado que la NB.1.8.1 presenta mutaciones que podrían aumentar su capacidad de transmisión. Aunque los datos iniciales sugieren que la gravedad de la enfermedad no ha cambiado considerablemente, la OMS destaca la importancia de mantener una vigilancia estrecha para detectar posibles cambios en la virulencia o la respuesta a vacunas.

El informe destaca que la variante NB.1.8.1 ha sido detectada en todas las regiones del mundo, con un aumento sostenido de la frecuencia relativa en varias áreas. Este patrón ha coincidido con un incremento general de casos de Covid-19 en países que hasta ahora mantenían cifras estables, generando preocupación en las autoridades sanitarias internacionales.

Los datos también reflejan que, aunque la tasa global de hospitalización y mortalidad no ha mostrado un aumento significativo asociado a esta variante, ciertos países han reportado presión adicional en sus sistemas de salud debido a la alta incidencia de contagios. La OMS insiste en que el seguimiento constante de estos indicadores es fundamental para ajustar las respuestas sanitarias.

Adicionalmente, el análisis genómico realizado por el SMVGI ha permitido identificar sublinajes de la NB.1.8.1 con mutaciones específicas en la proteína Spike, las cuales podrían influir en la capacidad del virus para evadir parcialmente la inmunidad adquirida por vacunación o infección previa. Este hallazgo subraya la necesidad de continuar evaluando la eficacia de las vacunas existentes.

Para hacer frente a esta situación, la OMS recomienda reforzar las estrategias de vigilancia epidemiológica y genómica, así como intensificar las campañas de vacunación y reforzar las medidas de prevención, especialmente en entornos vulnerables. El organismo insiste en que la vacunación sigue siendo la herramienta principal para reducir el impacto de la pandemia.

Asimismo, se aconseja a los países que mejoren la capacidad de testeo y rastreo de contactos para contener la propagación de la nueva variante. La OMS recuerda que, aunque la mayoría de las vacunas disponibles mantienen efectividad, es crucial estar preparados para la posible adaptación de las formulaciones ante cambios en la estructura viral.

El organismo también hace un llamado a la comunidad internacional para garantizar el acceso equitativo a vacunas, tratamientos y herramientas diagnósticas. La aparición de la variante NB.1.8.1 subraya la necesidad de una respuesta coordinada global que evite la aparición de nuevas mutaciones y la sobrecarga de los sistemas sanitarios.

De este modo, la variante NB.1.8.1 representa un nuevo desafío en la lucha contra la Covid-19. La OMS enfatiza la importancia de la vigilancia continua, la vacunación y la cooperación internacional para controlar la propagación y mitigar el impacto de este repunte global.

Más información

WHO TAG-VE Risk Evaluation for SARS-CoV-2 Variant Under Monitoring: NB.1.8.1

 

La OMS desarrollará un plan estratégico global sobre enfermedades raras hasta 2028

La 78ª Asamblea Mundial de la Salud ha adoptado una resolución histórica que declara a las enfermedades raras como una prioridad mundial de salud pública, con el objetivo de promover la equidad, la inclusión y el acceso universal a servicios sanitarios esenciales.

La resolución, promovida por España y Egipto, pone de relieve la urgencia de abordar los desafíos que enfrentan más de 300 millones de personas que viven con enfermedades raras en todo el mundo y sus cuidadores.

«Hoy tenemos la oportunidad de transformar la vida de millones de personas», ha afirmado Mónica García. «Pero para que estos compromisos se traduzcan en mejoras reales, no basta con las palabras: necesitamos un esfuerzo global y coordinado, una hoja de ruta común y ambiciosa que oriente nuestra actuación y garantice que ningún paciente quede atrás».

Según el texto aprobado, la OMS y los Estados Miembros deberán trabajar conjuntamente para:

Desarrollar un plan de acción mundial integral (2025–2028)
La OMS elaborará, en consulta con los Estados Miembros y organizaciones relevantes, un plan estratégico global de diez años para mejorar el diagnóstico, tratamiento, investigación y atención integral de las enfermedades raras. El borrador se presentará a la 81ª Asamblea Mundial de la Salud en 2028.

Integración de las enfermedades raras en los sistemas nacionales de salud
Se insta a los países a incluir estas enfermedades en sus políticas de salud pública, mediante planes nacionales que aborden la prevención, detección temprana (como el cribado neonatal), atención multidisciplinar, rehabilitación y apoyo psicosocial.

Fortalecimiento de la cobertura sanitaria universal
La resolución pone el foco en la equidad en el acceso a servicios esenciales y pide a los Estados ampliar la cobertura sanitaria para garantizar diagnósticos oportunos, medicamentos y tecnologías sanitarias asequibles, sin que ello suponga una carga económica para las familias.

Fomento de la investigación e innovación
Se reconoce la necesidad de aumentar la inversión pública y privada en la investigación de enfermedades raras, muchas de las cuales carecen aún de tratamiento eficaz. Se promoverán alianzas entre gobiernos, instituciones científicas, sector privado y organizaciones de pacientes.

Educación y formación sanitaria
La resolución hace hincapié en la capacitación de los profesionales sanitarios desde las etapas formativas, para mejorar la detección, el abordaje clínico y el acompañamiento adecuado de los pacientes, evitando así diagnósticos erróneos o tardíos.

Participación de pacientes y organizaciones civiles
Se fomenta la inclusión activa de las personas con enfermedades raras y sus organizaciones en los procesos de formulación de políticas, planificación sanitaria y evaluación de servicios, como garantía de un enfoque centrado en el paciente.

Recogida de datos y creación de registros nacionales e internacionales
Se anima a los países a crear o fortalecer registros de enfermedades raras, y a adoptar sistemas de codificación como la CIE-11 o la nomenclatura Orphanet, para mejorar la visibilidad estadística y la toma de decisiones basada en evidencia.

Cooperación internacional y acceso equitativo a tratamientos
Se promoverá la cooperación entre países para facilitar el acceso global a tratamientos eficaces, seguros y asequibles, especialmente en regiones con recursos limitados. La resolución también destaca el papel de las tecnologías digitales, como la telemedicina, para acercar la atención especializada a zonas remotas.

Además, la resolución subraya la necesidad de incluir activamente a las organizaciones de pacientes y a las personas que viven con enfermedades raras en los procesos de toma de decisiones, así como de eliminar las barreras sociales, económicas y culturales que todavía hoy dificultan su acceso a derechos fundamentales como la salud, la educación y el empleo.

En este sentido, la ministra de Sanidad, Mónica García, ha puesto en valor los pasos concretos dados por España en esta materia. «Desde 2009, nuestro Sistema Nacional de Salud cuenta con una estrategia en enfermedades raras que ya está marcando la diferencia», ha afirmado, subrayando también que «a partir de 2025, ampliamos el cribado neonatal para incluir 23 enfermedades congénitas, lo que será un paso crucial en el diagnóstico precoz».

García ha querido transmitir un mensaje de esperanza, destacando que «cada vez tenemos más medios para mejorar el diagnóstico y el tratamiento. El gran reto es que estos medios lleguen realmente a las personas que los necesitan». Y añadió: «Nuestro compromiso es claro: avanzar hacia un modelo más justo y equitativo, donde ningún paciente se quede atrás».

Este hito refuerza el compromiso internacional con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), especialmente la meta 3.8 sobre cobertura sanitaria universal, y avanza en el reconocimiento de los derechos de las personas con enfermedades poco frecuentes como parte integral de los derechos humanos.

La OMS presentará un primer informe sobre la implementación de esta resolución en 2026, y un proyecto de plan de acción en 2028, consolidando así un nuevo marco de cooperación global en torno a estas patologías olvidadas.

Más información

Enfermedades raras: una prioridad de salud mundial para la equidad y la inclusión PDF

La Asamblea Mundial de la Salud adopta un Acuerdo histórico para que el mundo sea más equitativo y seguro frente a las futuras pandemias

Los Estados Miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) han adoptado hoy por consenso el primer Acuerdo sobre Pandemias a escala mundial. Esta decisión histórica de la 78.ª Asamblea Mundial de la Salud es fruto de más de tres años de intensas negociaciones iniciadas por los gobiernos en respuesta a los efectos devastadores de la pandemia de COVID-19 y motivadas por el objetivo de lograr que el mundo sea más seguro y equitativo frente a futuras pandemias.

El Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS, señala: «El mundo es hoy más seguro gracias al liderazgo, la colaboración y el compromiso de nuestros Estados Miembros al adoptar el histórico Acuerdo de la OMS sobre Pandemias. Se trata de un triunfo para la salud pública, la ciencia y la acción multilateral. Merced al Acuerdo, podremos proteger mejor al mundo colectivamente frente a futuras amenazas pandémicas. La comunidad internacional reconoce así que nuestros ciudadanos, nuestras sociedades y nuestras economías no deben volver a quedar expuestos a sufrir pérdidas como las que se produjeron durante la pandemia de COVID-19».

Los gobiernos han adoptado hoy el Acuerdo de la OMS sobre Pandemias en una sesión plenaria de la Asamblea Mundial de la Salud, el máximo órgano deliberante de la Organización. Esta adopción se produce tras la aprobación del Acuerdo ayer, en una de las comisiones de la Asamblea por parte de las delegaciones de los Estados Miembros, en una votación cuyo resultado fue de 124 votos a favor, ninguna objeción y 11 abstenciones.

El Dr. Teodoro Herbosa, Secretario del Departamento de Salud de Filipinas y Presidente de la Asamblea Mundial de la Salud de este año, quien presidió la adopción del Acuerdo, explica: «En el momento álgido de la pandemia de COVID-19, los gobiernos de todos los rincones del mundo decidieron actuar con gran determinación, entrega y premura, ejerciendo su soberanía nacional, para negociar el histórico Acuerdo de la OMS sobre Pandemias que se ha adoptado hoy. Ahora que el Acuerdo es una realidad, debemos actuar todos con la misma premura para aplicar sus elementos fundamentales, entre ellos los sistemas que garanticen un acceso equitativo a los productos de salud relacionados con las pandemias que pueden salvar vidas. Así como la COVID-19 fue una emergencia que solo ocurre una vez en la vida, el Acuerdo de la OMS sobre Pandemias nos brinda una oportunidad única para aprovechar las enseñanzas extraídas de esa crisis y garantizar que todas las personas, en todo el mundo, estén mejor protegidas en caso de que surja una pandemia en el futuro».

El Acuerdo de la OMS sobre Pandemias establece los principios, enfoques e instrumentos necesarios para mejorar la coordinación internacional en una amplia gama de ámbitos, con el fin de consolidar la estructura mundial de la salud para la prevención, la preparación y la respuesta frente a las pandemias, lo que incluye el acceso equitativo y oportuno a vacunas, tratamientos y medios de diagnóstico.

Con respecto a la soberanía nacional, el texto establece lo siguiente: «Nada de lo dispuesto en el Acuerdo de la OMS sobre Pandemias se interpretará en el sentido de que confiere a la Secretaría de la Organización Mundial de la Salud, incluido el Director General de la Organización Mundial de la Salud, autoridad alguna para dirigir, ordenar, alterar o prescribir de otro modo la legislación nacional y/o interna, según proceda, o las políticas de alguna de las Partes, o para ordenar o imponer de otro modo cualquier obligación de que las Partes adopten medidas específicas, tales como rechazar o aceptar viajeros, imponer mandatos sobre vacunación o medidas terapéuticas o diagnósticas o implementar confinamientos». 

Puntos clave
  • La adopción del Acuerdo culmina tres años de intensas negociaciones destinadas a subsanar las lagunas y desigualdades detectadas en la respuesta a la COVID-19 a nivel tanto nacional como mundial.
  • El Acuerdo impulsará la colaboración internacional para responder de forma más firme y equitativa a futuras pandemias.
  • Uno de los próximos pasos de este proceso será negociar un sistema de acceso a patógenos y distribución de beneficios.

La OMS advierte de la desaceleración en los avances en salud mundial en un nuevo informe estadístico

La OMS publicó su informe Estadísticas Mundiales de Salud 2025 (compilación anual de los datos más recientes disponibles sobre salud e indicadores relacionados con esta), en el que muestran los efectos más profundos de la pandemia de COVID-19 relacionados con la salud en cuanto a la perdida de vidas, de longevidad y de salud y bienestar en general. En solo dos años, entre 2019 y 2021, la esperanza de vida mundial se redujo en 1,8 años, la mayor caída de la historia reciente, que revierte un decenio de avances en salud.

El aumento de los niveles de ansiedad y depresión relacionados con la COVID-19 ha reducido la esperanza de vida sana mundial en seis semanas, lo que acaba con la mayoría de los avances logrados gracias a la disminución en la mortalidad por enfermedades no transmisibles (ENT) lograda durante el mismo período.

En el informe también se resumen los datos mundiales sobre los avances realizados en la consecución de las metas de los tres mil millones de la OMS, y se revelan los efectos no solo de la perturbación ocasionada por la pandemia, sino también de una tendencia más prolongada de desaceleración en esos avances que había comenzado antes de ella y que ha continuado con una recuperación más lenta desde entonces. La OMS advierte de que los avances generales se ven amenazados y que es necesario adoptar medidas urgentes a nivel mundial para volver a la senda del logro de las metas fijadas.

«Detrás de cada dato hay una persona: un niño que no ha cumplido 5 años, una madre que fallece en el parto, una vida truncada por una enfermedad prevenible», explicó el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS. «Son tragedias evitables que muestran las graves carencias de acceso, protección e inversión en salud, especialmente entre las mujeres y las niñas. Los avances en la salud se están desacelerando. Todos los gobiernos tienen la responsabilidad de actuar, con urgencia, compromiso y rendición de cuentas, ante las personas a las que sirven». 

Avances y retrocesos en materia de salud

En el informe Estadísticas Mundiales de Salud 2025 se presentan desigualdades en los avances hacia la consecución de las metas de los tres mil millones de la OMS. Según se calcula, 1400 millones de personas más vivían de forma más saludable a finales de 2024, cifra que superaba la meta de 1000 millones. El avance hacia una vida con una mejor salud se ha logrado gracias a la reducción del consumo de tabaco, la mejora en la calidad del aire y una mejoría en el acceso a los servicios de agua, higiene y saneamiento.

Con todo, los avances para aumentar la cobertura de los servicios de salud esenciales y la protección contra las emergencias se ralentizaron; solo 431 millones de personas más lograron acceder a servicios de salud esenciales sin sufrir dificultades financieras, y cerca de 637 millones de personas más estaban mejor protegidas contra las emergencias sanitarias.

Las muertes maternas e infantiles no están disminuyendo lo suficientemente rápido como para alcanzar las metas mundiales. Los avances se han estancado, hecho que pone en peligro millones de vidas.

Esta desaceleración se produce después de dos decenios de avances notables: entre 2000 y 2023, las muertes maternas se redujeron en más del 40% y las muertes infantiles en niños menores de 5 años se redujeron a más de la mitad. Con todo, la falta de inversión en atención primaria de salud, la escasez de trabajadores de salud cualificados y las deficiencias en servicios como la inmunización y el parto seguro están frenando a los países.

Si no se corrige urgentemente el rumbo para cumplir los metas de 2030, el mundo corre el riesgo de perder la oportunidad de evitar un incremento de 700 000 muertes maternas y 8 millones de muertes de menores en 5 años entre 2024 y 2030.

Enfermedades crónicas que provocan más pérdidas de vidas

Las muertes prematuras por ENT, como las enfermedades cardíacas, los accidentes cerebrovasculares, la diabetes y el cáncer, están aumentando debido al crecimiento de la población y a su envejecimiento, y ahora representan la mayoría de las muertes entre las personas menores de 70 años en todo el mundo. En la actualidad, el mundo no está en camino de reducir la mortalidad prematura por ENT en un tercio para 2030.

Los avances logrados han sido posibles allí donde gobiernos y sociedad civil se han comprometido a actuar, por ejemplo en el consumo de tabaco, que está disminuyendo, y en el consumo mundial de alcohol, que se redujo de 5,7 a 5,0 litros per cápita entre 2010 y 2022. La contaminación del aire sigue siendo una de las principales causas de muerte prevenible en todo el mundo. Las repercusiones de una mala salud mental siguen frenando estos avances.

La recuperación de los servicios de salud esenciales todavía no se ha completado. Aún se prevé un déficit de 11,1 millones de trabajadores de la salud para 2030, y casi el 70% de esa carencia se concentra en las regiones de la OMS de África y el Mediterráneo Oriental.

«Unos sistemas sólidos de salud requieren una información sólida de salud. Disponer de datos oportunos y fiables permite mejorar la toma de decisiones y obtener resultados más rápidos», declaró el Dr. Haidong Wang, Jefe de la Unidad de Datos y Análisis de Salud de la OMS. «La OMS está apoyando a los países a través de la estrategia SCORE para fortalecer los sistemas de información sanitaria, y a través del Centro Mundial de Datos de Salud, que está ayudando a normalizar, mejorar y aprovechar el valor de los datos en todos los países y sistemas».

Avances desiguales en relación con las enfermedades infecciosas

Las tasas de incidencia del VIH y la tuberculosis están disminuyendo y cada vez son menos las personas que necesitan tratamiento para las enfermedades tropicales desatendidas. A pesar de eso, la malaria ha ido registrando picos de incidencia desde 2015, y la resistencia a los antimicrobianos continúa siendo un problema de salud pública. En 2023, la cobertura de vacunación infantil, incluida la tercera dosis de la vacuna contra la difteria, la tos ferina y el tétanos (DTP3), no había recuperado los niveles anteriores a la pandemia. Muchos países también se están quedando atrás a la hora de hacer frente a riesgos fundamentales para la salud, como la desnutrición, la contaminación del aire y la inseguridad en las condiciones de vida.

Las recientes interrupciones en la ayuda internacional amenazan aún más con desestabilizar los avances logrados, en particular en los países con las mayores necesidades de atención de salud. Se necesita con urgencia un financiamiento sostenido y predecible, tanto de fuentes nacionales como internacionales, para proteger los logros obtenidos con tanto esfuerzo y responder a las crecientes amenazas.

«Este informe muestra que el mundo no está obteniendo buenos resultados en su control de salud. A pesar de ello, los países han demostrado que es posible lograr avances rápidos», declaró la Dra. Samira Asma, Subdirectora General de Datos, Análisis y Cumplimiento en pro del Impacto de la OMS. «Juntos podemos lograr un mundo en el que los datos sean más oportunos y precisos, los programas mejoren continuamente y las muertes prematuras se conviertan en una excepción. Con velocidad, alcance e inversiones inteligentes, todos los países pueden obtener ganancias medibles».  

Descargue: Estadísticas Mundiales de Salud 2025 (en inglés) .

Se inician actividades por Semana Mundial de la Inmunización 2025

En los últimos 50 años, las vacunas esenciales han permitido salvar al menos 154 millones de vidas. Es decir, 6 vidas por minuto, cada día, durante cinco décadas.

En estos 50 años, la vacunación ha propiciado una mejora del 40 % en la supervivencia de los lactantes, de modo que actualmente más niños que en ningún otro momento de la historia de la humanidad viven para celebrar su primer cumpleaños. Por sí sola la vacuna contra el sarampión ha permitido salvar el 60 % de esas vidas.

Si se aprovechan esos logros pueden salvarse muchas más vidas. El futuro de la inmunización significa no solo llegar a millones de niños que jamás han recibido ni una sola inyección, sino también proteger a las personas mayores contra la gripe, a los recién nacidos contra el paludismo y el virus respiratorio sincicial, a las mujeres gestantes contra el tétanos y a las niñas contra los virus de los papilomas humanos.

Estamos en un punto de inflexión en la historia de la salud mundial. Los avances logrados con tanto esfuerzo en la eliminación de enfermedades que pueden prevenirse mediante vacunación están en peligro. Décadas de actividades de colaboración entre gobiernos, organismos de ayuda, científicos, trabajadores de la salud y progenitores nos permitido llegar donde estamos hoy: un mundo en el que hemos erradicado la viruela y casi erradicado la poliomielitis.

Bajo el lema “La inmunización para todas las personas es humanamente posible”, la Semana Mundial de la Inmunización 2025 tiene por objeto garantizar que aún más niños, adolescentes y adultos –y sus comunidades– estén protegidos contra enfermedades prevenibles mediante vacunación.

La Semana Mundial de la Inmunización —que se celebra la última semana de abril— reúne a una amplia y diversa coalición de asociados a fin de promover el uso de las vacunas para proteger a personas de todas las edades contra enfermedades.

Dado que 2025 marca el ecuador de la Agenda de Inmunización 2030, en estas jornadas no solo se analizará de qué modo la vacunación mejora las vidas hoy en día, sino también lo que puede contribuir a lograr en las próximas décadas a medida que más niños reciben vacunas esenciales y se desarrollan nuevas vacunas para proteger contra un espectro aún más amplio de enfermedades en todas las edades.Es importante para fortalecer estos propósitos, divulgar y concienciar sobre los mensajes clave que se derivan de la vacunación en función de la salud.

Es hora de mostrar al mundo que la inmunización para todas las personas es humanamente posible.

En Las Américas, la Semana de la Vacunación se celebrará del 26 de abril al 3 de mayo.

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