Desde la OPS

La OPS anuncia una nueva plataforma de colaboración para impulsar la producción regional de vacunas contra la COVID-19

La directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa F. Etienne, indicó que la grave escasez de vacunas contra la COVID-19 en América Latina y el Caribe es una “llamada de atención” para aumentar la producción regional de vacunas y anunció una nueva plataforma para alcanzar tal objetivo.

“Esta semana, la OPS iniciará una plataforma para impulsar los esfuerzos de fabricación de vacunas a nivel regional, comenzando con la primera de una serie de reuniones para promover una mayor coordinación entre los países e incorporar socios tanto públicos como privados para convertir esta idea en realidad”, afirmó la doctora Etienne durante la sesión informativa semanal de la OPS.

Al explicar el propósito de la nueva plataforma, la directora de la OPS subrayó que “la producción limitada y la distribución desigual de las vacunas» comprometen la respuesta a la pandemia en la región y “ponen en muy alto riesgo la salud pública”. La dependencia hacia las importaciones hace que América Latina y el Caribe sean más vulnerables, añadió. “Nuestra región importa diez veces más productos farmacéuticos de los que producimos”.

“Creo que la actual crisis de vacunación contra la COVID-19 debe ser una llamada de atención para que ampliemos la producción farmacéutica regional y podamos estar al frente de nuestras propias respuestas a la pandemia”, agregó.

El pasado 27 de agosto, líderes de instituciones financieras mundiales, gobiernos y organismos de salud pública se reunieron para discutir sobre la plataforma, la cual fomentará la investigación e incentivará el desarrollo y la fabricación de tecnologías de salud.

La doctora Etienne destacó que “la OPS ya está encabezando iniciativas para ayudar a reducir nuestra dependencia de las importaciones farmacéuticas”.

La OPS está trabajando con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y sus socios para introducir en la región la tecnología ARNm de vacunas, que es altamente eficaz. Hasta ahora, más de 30 empresas e instituciones públicas y privadas han expresado su deseo de participar en la transferencia de tecnología, y la OPS está en el “proceso de identificar las propuestas más prometedoras”, manifestó Etienne.

El objetivo es aprovechar las capacidades de producción existentes que puedan contribuir a la fabricación de vacunas ARNm en las Américas. La visión es poder beneficiar a toda la región, con una producción farmacéutica regional y una distribución de vacunas por parte del Fondo Rotatorio de la OPS a todos los países.

Sólo alrededor del 23% de la población de América Latina y el Caribe ha completado su esquema de vacunación y en muchos países la cobertura es mucho menor. “Al igual que los fabricantes se adaptaron rápidamente para producir algunos de los equipos de protección personal y ventiladores que nuestra región necesitaba en los primeros momentos de la pandemia, debemos llevar el mismo espíritu de colaboración a la producción de vacunas en la región”, expresó la directora de la OPS.

Recalcando que la inversión es clave, la doctora Etienne refirió que el Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Mundial y otros socios ya han expresado su deseo de ayudar a las Américas a ampliar su producción farmacéutica.

“Los valores de panamericanismo y solidaridad de la región pueden ayudarnos a fortalecer la producción farmacéutica”, señaló. “Las inversiones que hagamos hoy no sólo nos ayudarán a superar esta pandemia más rápidamente, sino que también sentarán las bases para hacer frente a futuras crisis sanitarias, así que no tenemos tiempo que perder”.

La OPS despliega expertos para apoyar a Haití en la respuesta al terremoto

Se está coordinando el envío de equipos médicos de emergencia y otros suministros médicos para cubrir las necesidades de salud más urgentes de los afectados por el terremoto de magnitud 7,2.

Un equipo de expertos de la oficina de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en Puerto Príncipe ha sido desplegado para evaluar los daños y coordinar una respuesta en salud apropiada, tras el terremoto de magnitud 7,2 que sacudió Haití en la mañana del sábado 14 de agosto.

Los últimos informes de la Agencia de Protección Civil de Haití sugieren que al menos 227 personas han muerto, un número que se espera aumente en las próximas horas. También hay informes de daños importantes a la infraestructura sanitaria, especialmente en el suroeste de la isla, en localidades como Les Cayes.

Nuestros corazones están con el pueblo de Haití durante este día realmente triste”, dijo la directora de la OPS, la doctora Carissa F. Etienne. “Nuestro equipo de expertos está sobre el terreno y listo para ayudar en todos los aspectos de la respuesta sanitaria”, añadió.

El equipo de la OPS está coordinando la respuesta junto con el Ministerio de Salud de Haití, agencias de la ONU y otros socios para evaluar las necesidades inmediatas y garantizar que el apoyo se brinde de manera rápida y eficiente.

La OPS también está coordinando con varios Equipos Médicos de Emergencia (EMT) la posibilidad de despliegue a Haití y tiene suministros médicos y otros equipos estratégicos listos para envío, de ser necesario. Los EMT son equipos de profesionales de la salud que brindan atención médica a las personas afectadas por emergencias y desastres.

La OPS ha activado sus Equipos de Manejo de Incidente tanto en sus Oficinas de Representación en Haití y República Dominicana, así como de su Sede en Washington, D.C., Estados Unidos.

Adicional a las afectaciones por el terremoto, hay preocupación de que la situación empeore en Haití debido a los riesgos por vientos y lluvias de la tormenta tropical Grace, que se espera llegue a la isla La Española en el transcurso del domingo 15 de agosto.

Médicos cubanos atendieron unas 600 víctimas tras terremoto en Haití

Más de 600 pacientes atendieron los médicos y enfermeras cubanos que desde el sábado se desplegaron en las zonas más afectadas por el terremoto que devastó la zona sur de Haití.

Como en 2010 tras el potente sismo que causó la muerte a unas 300 mil personas, y en 2018 luego del temblor registrado en Port de Paix, los especialistas de la isla fueron de los primeros en brindar asistencia médica a las miles de víctimas.

“Los motivos de consulta más frecuentes fueron los politraumatizados, con traumas craneoencefálicos, fracturas, heridas, contusiones, aplastamiento, quemadura de fricción”, confirmó a Prensa Latina, Luis Orlando Olivero, coordinador de la Brigada Médica Cubana en Haití.

Casi mil 300 fallecidos y más de cinco mil 200 heridos es el balance preliminar del movimiento telúrico, originado a 13 kilómetros de Petit Trou, y en los departamentos Sur, Nippes y Grand Anse se contabilizan más de 13 mil viviendas destruidas y numerosos desgastes en infraestructuras sanitarias, docentes y religiosas.

En esas zonas, muchos de los especialistas cubanos aún duermen y prestan atención en los exteriores de las edificaciones, en medio de las más de 15 réplicas registradas por los servicios sismológicos, y el derrumbe parcial o total de los centros de salud.

“Hay posiciones en que las personas están durmiendo en los exteriores y se instalaron facilidades temporales, pero en sentido general todo está bien”, dijo Olivero.

La Brigada también trabaja de conjunto con organismos internacionales como Médicos sin Fronteras y la Cruz Roja en la ciudad de Port Salut, mientras alistan otros equipos que podrían viajar hacia las zonas de desastre.

En medio del desolador panorama, con cientos de víctimas aún bajo los escombros, Haití espera la depresión tropical Grace, que debe azotar al país en la noche de este lunes con fuertes precipitaciones y riesgo de inundaciones.

Incluso entonces, los médicos cubanos continuarán brindando ayuda, mientras alguien necesite asistencia.

“Nosotros no llegamos con el terremoto, tenemos 22 años aquí. Estuvimos en los anteriores sismos, en la epidemia de cólera, más recientemente en la pandemia de la Covid-19 y seguiremos hasta que el país nos necesite”, concluyó.

Tomado de OPS Noticias y Prensa Latina.

La OPS comenzará a adquirir vacunas COVID-19 para ampliar su acceso en América Latina y el Caribe

La directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa F. Etienne, informó este miércoles que la OPS utilizará su Fondo Rotatorio para ayudar a los países de América Latina y el Caribe a adquirir vacunas suficientes para controlar la transmisión de la COVID-19.

«La región aún no cuenta con las dosis necesarias para revertir el curso de la pandemia», afirmó la doctora Etienne ante periodistas durante la sesión informativa semanal de la OPS. «Necesitamos un flujo significativamente mayor de vacunas y un proceso más equitativo para distribuirlas. Con esto en mente, la OPS ahora ofrece a sus Estados Miembros una nueva oportunidad para acceder a vacunas contra la COVID-19».

El Fondo Rotatorio de la OPS busca ir «más allá del 20% que ofrece COVAX», explicó refiriéndose al compromiso de COVAX de adquirir vacunas para el 20% de la población de la región para los grupos de mayor riesgo.

El Fondo Rotatorio, que ha adquirido otras vacunas para la región a precios accesibles durante 42 años, ya está recibiendo solicitudes para los últimos tres meses de 2021 y para 2022, indicó la directora de la OPS. «Hasta ahora, más de 20 países han expresado formalmente su interés y el número crece día con día».

Hasta el momento, el Fondo Rotatorio ha fungido como una de las plataformas de compra de COVAX y ha trabajado directamente con los países que le solicitaron apoyo para entregar donaciones a través de acuerdos bilaterales. El Fondo ha distribuido más de 20 millones de dosis de vacunas COVID-19 a los países de América Latina y el Caribe adquiridas a través de COVAX.

“Nuestra región necesita agilizar el acceso y garantizar que los países alcancen sus objetivos de vacunación por todas las vías posibles. Continuamos requiriendo de más donaciones y necesitando que COVAX efectúe su compromiso original. También precisamos crear nuevas oportunidades que satisfagan las diversas necesidades de nuestros Estados Miembros, y que amplíen el suministro de vacunas para las personas y comunidades con mayor riesgo».

Doctora Carissa F. Etienne

Esta iniciativa del Fondo Rotatorio «beneficiará a todos los países de la región, pero especialmente a los que carecen de los recursos y el poder de negociación para acceder a las dosis necesarias para proteger a su población», añadió Etienne.

La directora de la OPS subrayó el papel fundamental del Fondo Rotatorio en la sólida trayectoria de inmunizaciones en América Latina y el Caribe, donde los países se han beneficiado de altas tasas de cobertura de vacunación, «independientemente de sus ingresos o infraestructura».

El Fondo Rotatorio consolida la demanda regional para que las vacunas puedan ser adquiridas a un precio asequible y también adquiere jeringas, equipos de cadena de frío y otros suministros.

«Durante décadas, el Fondo Rotatorio ha sido un catalizador de equidad y solidaridad, y ha sido responsable de proteger a generaciones de niños de toda América Latina y el Caribe de enfermedades prevenibles mediante la vacunación», puntualizó la doctora Etienne.

Situación epidemiológica

La directora de la OPS también se refirió a los continuos estragos de la pandemia en las Américas, donde la semana pasada se registraron más de 1,3 millones de casos de COVID-19 y más de 19 mil muertes.

Los casos y las muertes siguen aumentando en Canadá, Estados Unidos y México. En Centroamérica, los casos están disminuyendo en Panamá y Costa Rica, pero están aumentando en Belice, El Salvador y Honduras.

En el Caribe, los casos están aumentando en las Bahamas, Cuba, Jamaica, Martinica, Puerto Rico y Dominica. «En el último mes, las infecciones se multiplicaron por 30 en Martinica y se produjo un aumento significativo de las hospitalizaciones», detalló la doctora Etienne.

En Sudamérica, las noticias son mejores, apuntó. Los casos y las muertes están disminuyendo en la región andina y en Brasil, y en el Cono Sur. Esto incluye descensos sustanciales de casos en Colombia, Bolivia, Paraguay y Uruguay.

OPS: América Latina y el Caribe podrían enfrentar una «avalancha de problemas de salud» si continúa interrupción de servicios de salud

La pandemia por la COVID-19 ha interrumpido los servicios de salud esenciales en la mayoría de los países y territorios de América Latina y el Caribe, lo cual representa una amenaza para la inmunización de los niños y la atención de las mujeres embarazadas y de las personas con enfermedades crónicas, advirtió la directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa F. Etienne.

«Por lo tanto, llamamos a los países a que aseguren que sus respuestas a la COVID-19 no dejen atrás otros servicios de salud esenciales, como las inmunizaciones de rutina», afirmó la doctora Etienne en la sesión informativa semanal de la OPS. «Estos servicios no son opcionales», indicó, y añadió que la OPS está ayudando a los países a «ajustar y repensar cómo se presta la atención esencial en el primer nivel».

La directora de la OPS detalló que más de 300 mil niños, sobre todo en México y Brasil, no han recibido vacunas de rutina, «dejándolos vulnerables a infecciones mortales que son prevenibles».

«La cobertura de la primera dosis de las vacunas contra el sarampión se redujo un 10% en ocho países de las Américas, incluyendo Venezuela, Panamá y Brasil, y cayó hasta un 20% en Surinam», continuó. «Si no revertimos estas tendencias, nos arriesgamos a una avalancha de problemas de salud peores».

Agregó que, en una encuesta reciente sobre los servicios de salud esenciales en la región, el 97% de los países y territorios participantes informaron sobre interrupciones, mientras que el 45% informó de interrupciones en al menos la mitad de ellos.

«En poco tiempo, la COVID-19 no será la única crisis sanitaria que demande la atención de los países», advirtió Etienne.

La OPS apoya a los países de la región en la búsqueda de alternativas para la prestación de servicios de salud. Muchos sistemas de salud, incluidos los de Chile y Perú, han adoptado la telemedicina, refirió, mientras que otros han puesto en marcha programas de extensión comunitaria para que los pacientes puedan recibir atención médica mientras están en sus casas.

La directora de la OPS aconsejó a los países que contraten y capaciten a más personal para que todos los trabajadores salud dispongan de las herramientas y los recursos necesarios para prestar una atención segura. Afirmando que los trabajadores de la salud deben ser «justamente compensados por sus extraordinarios esfuerzos», subrayó que Chile aprobó recientemente un aumento de salario para los prestadores de servicios de salud quienes han sido fundamentales en la respuesta a la COVID-19.

«Sabemos que las consecuencias económicas de esta pandemia están obligando a los países a tomar decisiones difíciles sobre las prioridades de la inversión pública, pero no podemos permitirnos recortar recursos en salud», enfatizó.

En ese sentido, consideró que «invertir ahora en el primer nivel de atención es una opción inteligente para poder revertir las tendencias de forma más eficiente y equitativa que esperar a que surjan las crisis sanitarias». Y destacó: «como dice el refrán, ‘una onza de prevención vale más que una libra de cura».

La interrupción de servicios de salud durante la pandemia por COVID-19 amenaza la eliminación de la hepatitis en América Latina y el Caribe

Una encuesta recientemente realizada por la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) indica que la pandemia de COVID-19 ha afectado el diagnóstico y tratamiento de las infecciones virales por hepatitis B y C en América Latina y el Caribe, lo que ha frenado el avance hacia la meta de eliminar estas enfermedades infecciosas para 2030.

Esta encuesta se llevó a cabo previo al Día Mundial de contra la Hepatitis, el 28 de julio, el cual se reconoce anualmente para aumentar la conciencia sobre las hepatitis virales, un grupo de enfermedades infecciosas que provocan la inflamación del hígado y pueden provocar cirrosis y cáncer hepático.

En las Américas, unos 5,4 millones de personas viven con hepatitis B, mientras que 4,8 millones están infectados con hepatitis C. Este año, la campaña se centra en el objetivo de la OPS/OMS de eliminar las hepatitis B y C para 2030, con el lema «la hepatitis no puede esperar».

«La eliminación de las infecciones por hepatitis virales B y C para 2030 es un objetivo alcanzable para mejorar la salud y el bienestar en toda América», afirmó la directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa F. Etienne. «Sin embargo la pandemia ha frenado nuestros avances. Debemos redoblar nuestros esfuerzos para mantener el paso en la eliminación de la hepatitis. Las personas que viven con hepatitis virales no pueden esperar».

La encuesta de la OPS/OMS, conocida como la Encuesta nacional de pulso sobre la continuidad de los servicios sanitarios esenciales durante la pandemia de COVID-19, indica que más de la mitad de los 18 países de América Latina y el Caribe encuestados informaron tener algún nivel de interrupción en el diagnóstico y el tratamiento de las hepatitis B y C. El 17% de los países encuestados informaron de interrupciones graves que afectaron principalmente los nuevos diagnósticos y tratamientos.

Ante estas interrupciones, la OPS/OMS ha renovado su exhorto a los países para que mantengan los servicios de testeo, prevención, vacunación y tratamiento de hepatitis y los integren en la atención primaria de salud. La OPS/OMS también recomienda que todos los recién nacidos sean vacunados contra la hepatitis B y que reciban al menos dos dosis adicionales de la vacuna en el plazo de un año después del nacimiento para estar protegidos de por vida.

Las estimaciones de la OMS sobre la hepatitis viral C indican que cada año se producen 67 mil nuevas infecciones y 84 mil muertes en las Américas. Los antivirales pueden curar a más del 95% de los infectados por hepatitis C, pero sólo el 22% de los infectados crónicos están diagnosticados y sólo el 18% de ellos han recibido tratamiento.

Los datos de la OMS también muestran que se producen alrededor de 10 mil nuevas infecciones de hepatitis B y 23 mil muertes anualmente en las Américas. Sólo un 18% de las personas que viven con hepatitis B han sido diagnosticadas y sólo un 3% de ellas reciben tratamiento.

«La hepatitis es una enfermedad grave pero muy tratable», matizó la doctora Etienne. «Sin embargo, estamos muy lejos de garantizar que todas las personas con hepatitis estén recibiendo los servicios que podrían representar su recuperación. No podemos permitirnos descuidar la hepatitis».

«La vacunación ha permitido eliminar la transmisión de la hepatitis B en la primera infancia en las Américas, pero las tasas de vacunación infantil también han disminuido, lo que pone en peligro ese logro», continuó. «No podemos permitir que nuestros avances se erosionen».

El Fondo Estratégico de la OPS ha ayudado a algunos países a acceder a los antivirales de acción directa (AAD) capaces de curar la hepatitis C en tres meses. Sin embargo, varios países no están ampliando el tratamiento porque los precios siguen siendo una barrera para muchas personas.

En 2019, la OPS lanzó su Iniciativa de Eliminación para acabar con más de 30 enfermedades infecciosas en la región para 2030, entre ellas las hepatitis virales. Para lograrlo, los sistemas de salud deben garantizar el acceso a las pruebas y al tratamiento para todas las personas con hepatitis virales, así como a medidas preventivas como la vacunación.

  • Categorías de anuncio

    open all | close all
  • Categorías de aviso

  • Categorías de editoriales

  • Categorías de entrevista

  • Categorías de informes y sello

    open all | close all
  • Categorías sello – entidades

    open all | close all
  • Categorías de Noticia

    open all | close all
  • Secciones de noticias

    open all | close all
  • Archivo Anuncios

  • Archivo Avisos

    • Archivo Editoriales

      • Archivo Entrevistas

        • Archivo Informe y sello

        • Archivo Nota Oficial

          • Archivo Noticias

          • Archivo Obituarios

            • Actualidad

            • Salud es el Tema