Medicamentos

Enfermedad renal crónica y diabetes: ¿qué tratamientos recomiendan las guías?

Durante este último año 2022 se han publicado múltiples artículos sobre la enfermedad renal crónica en pacientes con diabetes, su prevalencia y novedades en su tratamiento. La enfermedad renal crónica cobra gran importancia, dado que hasta un 40% de las personas con diabetes mellitus presentan una enfermedad renal crónica de origen diabético.

Como es ampliamente conocido, «la enfermedad renal crónica es una patología íntimamente relacionada con la enfermedad cardiovascular». La enfermedad renal crónica se asocia con un aumento del riesgo cardiovascular y de mortalidad en las personas con diabetes. Tanto el deterioro de la tasa de filtración glomerular como la presencia de albuminuria contribuyen de forma independiente a elevar este riesgo.

En un estudio publicado en The Lancet en 2017 se estimó una prevalencia global de la enfermedad renal crónica del 9.1 %. Posteriormente se han ido publicando nuevos estudios sobre su prevalencia en distintos ámbitos.

Las múltiples evidencias citadas por la red médica Medscape evidencian que nos encontramos ante una patología de alta morbimortalidad, muy frecuente entre nuestros pacientes, y más en aquellos con hipertensión y diabetes.

El objetivo clave a conseguir en estos pacientes es retrasar la progresión, evitando o minimizando las complicaciones cardiorrenales asociadas, que directamente tendrán asociada una reducción del riesgo de mortalidad y la mejora de la calidad de vida.

La última actualización de la guía KDIGO del 2022, refuerza el contenido ya publicado en 2020 y deja constancia de las novedades terapéuticas en el manejo de esta patología.

En la guía, se recalca la importancia de las medidas de modificación de los estilos de vida, como la dieta saludable, ejercicio físico aeróbico de intensidad moderada, abandono del hábito tabáquico, control del peso y de la ingesta de sal y proteínas.

Respecto a las medidas farmacológicas recogidas en la citada guía, se recomienda el uso de la metformina en combinación con fármacos nefroprotectores, como los inhibidores del cotransportador sodio-glucosa tipo 2, como primera línea de tratamiento hipoglucemiante en pacientes con diabetes tipo 2 y enfermedad renal crónica.

Vea el análisis completo en: Enfermedad renal crónica y diabetes: ¿qué tratamientos recomiendan las guías? – Medscape – 22 de dic de 2022 (debe registrarse en el sitio web).

La FDA aprueba un nuevo medicamento contra el VIH para adultos con opciones de tratamiento limitadas

El pasado 22 de diciembre, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), aprobó el uso de Sunlenca (lenacapavir), un nuevo tipo de medicamento antirretroviral para pacientes adultos que viven con el virus de la inmunodeficiencia humana tipo 1 (VIH-1), cuyas infecciones por el VIH no pueden tratarse con éxito con otros tratamientos disponibles debido a la resistencia, intolerancia o consideraciones de seguridad.

Una vez que se completa la dosis inicial, Sunlenca se administra como inyecciones subcutáneas (debajo de la piel) una vez cada seis meses, lo que permite una dosificación conveniente para los pacientes.

“La aprobación de hoy marca el comienzo de una nueva clase de medicamentos antirretrovirales que pueden ayudar a los pacientes con VIH que se han quedado sin opciones de tratamiento”, expresó la Dra. Debra Birnkrant, directora de la División de Antivirales del Centro de Evaluación e Investigación de Medicamentos de la FDA. “La disponibilidad de nuevas clases de medicamentos antirretrovirales posiblemente ayude a estos pacientes a vivir una vida más prolongada y más sana”.

Sunlenca es el primero de una nueva clase de medicamentos llamados inhibidores de la cápside aprobado por la FDA para tratar el VIH-1. Sunlenca actúa bloqueando la cubierta proteica del virus VIH-1 (la cápside), interfiriendo así con múltiples pasos esenciales del ciclo de vida viral. La dosis inicial de Sunlenca se administra en forma de tabletas que se administran vía oral e inyecciones subcutáneas, seguidas de inyecciones de mantenimiento cada seis meses; Sunlenca se administra en combinación con otros antirretrovirales.

La seguridad y la eficacia de Sunlenca se establecieron a través de un estudio clínico multicéntrico con 72 pacientes cuyas infecciones por el VIH eran resistentes a múltiples clases de medicamentos contra el VIH.

Las reacciones adversas más frecuentes con Sunlenca fueron reacciones en el sitio de inyección y náuseas. La mayoría de las reacciones en el sitio de inyección se describieron como hinchazón, dolor o enrojecimiento. Sunlenca viene con ciertas advertencias y precauciones. Las reacciones en el sitio de inyección descritas como nódulos o induraciones pueden persistir en algunos pacientes.

Las advertencias y precauciones adicionales incluyen el riesgo de desarrollar el síndrome de reconstitución inmune, que es cuando el sistema inmunitario reacciona de forma exagerada después de comenzar el tratamiento contra el VIH.

Vea la noticia completa en: FDA Noticias en español – December 22, 2022

La OPS pone tratamiento para la COVID-19 a disposición de 16 países

En un esfuerzo por aumentar el acceso equitativo a los tratamientos para la COVID-19, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) entregó más de 11.000 viales de un medicamento para mejorar el tratamiento de pacientes gravemente enfermos de COVID-19 en 15 países de América Latina y el Caribe.

El medicamento, tocilizumab, ha demostrado reducir la mortalidad en pacientes hospitalizados con COVID-19 grave o crítico, que se deterioran rápidamente o necesitan mayores niveles de oxígeno, y que tienen una respuesta inflamatoria significativa.

La compra, con valor de más de 2 millones de dólares, fue realizada por la OPS con el apoyo del Gobierno de Estados Unidos.

«Hay pruebas claras de que el tocilizumab puede ayudar a salvar vidas en pacientes hospitalizados por COVID-19», dijo Sylvain Aldighieri, Gerente de Incidentes para COVID-19 en la OPS. «El medicamento no estaba disponible en muchos países de la región, por lo que la OPS quería asegurarse de que tuvieran esta herramienta adicional para el manejo clínico de los pacientes con COVID-19 y reducir la mortalidad.»

Desde el inicio de la pandemia, COVID-19 ha causado más de 2,8 millones de muertes en la región de las Américas. Aunque la vacunación ha reducido considerablemente las hospitalizaciones, el virus sigue causando enfermedades graves, sobre todo en los grupos de riesgo, como los ancianos o las personas con enfermedades subyacentes graves. Sólo en la última semana, la COVID-19 fue responsable de más de 4.300 muertes en la región.

El tocilizumab, un inmunosupresor, administra anticuerpos monoclonales dirigidos contra los receptores de la interleucina 6 (IL-6) y los bloquean. La proteína celular Interleucina-6 induce una respuesta inflamatoria y se encuentra en niveles elevados en pacientes en estado crítico por COVID-19.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) añadió el tocilizumab a su lista de tratamientos precalificados para la COVID-19 a principios de 2022. El fármaco se desarrolló originalmente para tratar la artritis y ha sido autorizado para este uso en muchos países.

Administrado por vía intravenosa, el tocilizumab debe utilizarse en los hospitales «junto con las medidas de atención estándar para la COVID-19 grave, como oxígeno, corticosteroides y otros medicamentos», señaló Ludovic Reveiz, asesor de Gestión de Investigación en Salud de la OPS.

Los estudios han demostrado que este medicamento reduce la mortalidad y las complicaciones, y que puede mejorar el estado general del paciente. En el ensayo clínico RECOVERY, el tocilizumab también mostró reducciones en el tiempo de hospitalización de los pacientes.

Los países que han recibido la donación de tocilizumab de la OPS desde mediados de septiembre pasado son Belice, Bolivia, Dominica, El Salvador, Granada, Guyana, Haití, Jamaica, Nicaragua, Perú, República Dominicana, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Surinam y Venezuela. Panamá espera recibirla próximamente.

Actualmente, el tocilizumab es caro y su adquisición es limitada en muchos países. «Los sistemas de salud de la región ya se han visto sobrecargados por la pandemia, y todavía luchan por identificar y tratar a los pacientes graves de COVID-19, por lo que la disponibilidad de este medicamento puede tener un impacto real», dijo Reveiz.

«La COVID-19 seguirá entre nosotros», añadió. «Tener acceso a este medicamento proporciona a los países una herramienta más en su arsenal contra la enfermedad».

Washington, DC, 21 de diciembre de 2022 (OPS).

Países aprueban política para fortalecer los sistemas regulatorios de medicamentos y otras tecnologías sanitarias en las Américas

Los ministros de Salud de la Región de las Américas respaldaron un conjunto de medidas para fortalecer los sistemas regulatorios en todos los Estados Miembros con el fin de garantizar que los medicamentos y las tecnologías sanitarias sean seguros, efectivos y de calidad, así como que estén adaptados a las necesidades de los sistemas nacionales de salud.

En la Política para el fortalecimiento de los sistemas regulatorios nacionales de medicamentos y otras tecnologías sanitarias, aprobada hoy por la 30.ª Conferencia Sanitaria Panamericana de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) se formula una serie de recomendaciones para fortalecer la gobernanza y las capacidades de los sistemas regulatorios, mejorar la integración regional y fomentar la convergencia.

«Los sistemas regulatorios son fundamentales para garantizar la disponibilidad de medicamentos de calidad y otras tecnologías de la salud, como medios de diagnóstico y equipos de protección personal, así como para promover el acceso equitativo a estos productos», dijo James Fitzgerald, Director de Sistemas y Servicios de Salud en la OPS.

«También son cruciales para que los países puedan crear los ecosistemas necesarios para el desarrollo y la producción de medicamentos y tecnologías de salud, incluidos los esfuerzos actuales para impulsar la producción regional de vacunas en América Latina, algo fundamental para garantizar la preparación frente a una pandemia futura», agregó.

Las recomendaciones incluidas en la política tienen como finalidad ayudar a los países a fortalecer la gobernanza y la rectoría de los sistemas regulatorios; garantizar que estos sistemas sean congruentes, transparentes y se basen en las mejores prácticas; mejorar la armonización y la convergencia regulatoria; y adoptar los nuevos sistemas de evaluación basados en la herramienta de análisis comparativo mundial de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

A lo largo de la última década, la región ha realizado grandes mejoras en el desarrollo de la capacidad y los sistemas de fiscalización, incluida la designación de ocho autoridades regulatorias nacionales (ARN) de referencia regional con las capacidades instaladas necesarias para supervisar y fiscalizar de manera eficaz la aprobación de productos farmacéuticos.

Las recientes reformas de las ARN también han dado lugar a procesos de aprobación más transparentes, con las mejoras correspondientes en el acceso a los medicamentos y otras tecnologías.

Sin embargo, a pesar de estos avances, hay importantes retos y asimetrías que aún persisten: «en América Latina y el Caribe, la asignación de recursos financieros y humanos para las autoridades regulatorias nacionales se ha mantenido relativamente estable en los últimos cinco años, mientras que el mercado farmacéutico ha seguido aumentando el valor, el volumen y la complejidad de los productos», señaló Fitzgerald.

La producción de insumos médicos cada vez más complejos también requiere una vigilancia y fiscalización más estrictas; sin embargo, muchas ARN carecen de la capacidad suficiente para la fiscalización o farmacovigilancia posterior a la comercialización.

La nueva política, en consonancia con la Agenda de Salud Sostenible para las Américas 2018-2030, tiene como objetivo hacer frente a estas cuestiones asegurándose de que todos los Estados Miembros cuenten con sistemas regulatorios sólidos y eficaces.

Esteroides sistémicos inhalados asociados a cambios en la estructura cerebral

Una nueva investigación vincula el uso de glucocorticoides con cambios en la microestructura de la materia blanca, lo que podría explicar el desarrollo de ansiedad, depresión y otros efectos secundarios neuropsiquiátricos relacionados con estos fármacos, indicaron los investigadores.

Los resultados de un estudio transversal mostraron que el uso de glucocorticoides sistémicos e inhalados se asoció con reducciones generalizadas en la anisotropía fraccional y aumentos en la difusividad media, y fueron publicados en versión electrónica el 30 de agosto en BMJ Open.

Los glucocorticoides tienen «un catálogo completo» de eventos adversos, y los efectos sobre la estructura cerebral «se suman a la lista», dijo a Medscape Noticias Médicas el coinvestigador, Onno C. Meijer, Ph. D., profesor de neuroendocrinología molecular de los corticosteroides en el Departamento de Medicina del Centro Médico del Leiden University Medical Center, en Leiden, Países Bajos.

Los hallazgos deberían alentar a los médicos a considerar si las dosis que prescriben son demasiado altas, observó Meijer. Agregó que el efecto negativo de los glucocorticoides en el cerebro también se encontró en aquellos que usaban inhaladores, como los pacientes con asma.

Los glucocorticoides, una clase de esteroides sintéticos con propiedades inmunosupresoras, se prescriben para una amplia gama de afecciones, incluidas la artritis reumatoide y el asma. Los esteroides inhalados se dirigen a los pulmones, mientras que un esteroide en forma de pastilla «viaja en la sangre y llega a todos y cada uno de los órganos y células del cuerpo y normalmente requiere dosis más altas», explicó Meijer.

Sin embargo, también están asociados con efectos secundarios metabólicos, cardiovasculares y musculoesqueléticos potencialmente graves, así como efectos secundarios neuropsiquiátricos como depresión, manía y deterioro cognitivo.

Aproximadamente uno de cada tres pacientes expuestos a «muchos de estos fármacos» experimentará síntomas neuropsiquiátricos, apuntó Meijer.

Vea el texto completo en: Esteroides sistémicos inhalados asociados a cambios en la estructura cerebral – Medscape – 2 septiembre 2022 (debe registrarse en el sitio web)

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