El impacto adverso de la pandemia de COVID-19 en los servicios de tuberculosis ha puesto de relieve la urgencia de los esfuerzos por desarrollar vacunas. El Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la Organización Mundial de la Salud, anunció este lunes el plan de establecer un nuevo Consejo de Aceleración de las Vacunas contra la Tuberculosis en una mesa redonda de alto nivel sobre esta enfermedad, celebrada en el Foro Económico Mundial.
El Consejo facilitará la concesión de licencias y el uso de vacunas innovadoras eficaces contra la tuberculosis, impulsando el alineamiento de alto nivel entre financiadores, organismos mundiales, gobiernos y usuarios finales para identificar y superar los obstáculos al desarrollo de vacunas contra la tuberculosis.
«Una de las lecciones más importantes de la respuesta a la pandemia de COVID-19 es que las intervenciones de salud innovadoras se pueden llevar a cabo con rapidez si se les da prioridad polÃtica y se financian adecuadamente,» declaró el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus. «Los retos que plantean la tuberculosis y la COVID-19 son diferentes, pero los ingredientes que aceleran la ciencia, la investigación y la innovación son los mismos: inversión pública urgente y anticipada, apoyo de la filantropÃa y participación del sector privado y las comunidades. Creemos que el ámbito de la tuberculosis se beneficiará de una coordinación de alto nivel similar.»
A pesar de que los paÃses se han comprometido firmemente a poner fin a la tuberculosis para 2030, en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la Estrategia Fin a la Tuberculosis de la OMS y la declaración polÃtica de 2018 sobre la lucha contra la tuberculosis, la epidemia no muestra signos de desaceleración. En 2021, aproximadamente 10,6 millones de personas enfermaron de tuberculosis y 1,6 millones murieron. La farmacorresistencia sigue siendo un problema importante, ya que cerca de medio millón de personas desarrollan tuberculosis farmacorresistente cada año.
La vacuna BCG es actualmente la única vacuna autorizada contra la tuberculosis. Aunque ofrece una eficacia moderada en la prevención de formas graves de tuberculosis en lactantes y niños pequeños, no protege adecuadamente a los adolescentes y adultos, que representan cerca del 90% de las transmisiones de tuberculosis en el mundo.
En un reciente estudio encargado por la OMS y titulado An investment case for new tuberculosis (TB) vaccines, se estima que, a lo largo de 25 años, una vacuna con una eficacia del 50% en la prevención de la enfermedad entre adolescentes y adultos podrÃa evitar hasta 76 millones de nuevos casos de tuberculosis, 8,5 millones de muertes, 42 millones de tratamientos con antibióticos y US$ 6500 millones en costos para los hogares afectados por la tuberculosis, especialmente los más pobres y vulnerables.
Una vacuna con una eficacia del 75% podrÃa evitar hasta 110 millones de nuevos casos de tuberculosis y 12,3 millones de muertes. El estudio sugiere además que cada dólar invertido en una vacuna con una eficacia del 50% podrÃa generar un rendimiento económico de US$ 7 dólares en forma de costos sanitarios evitados y aumento de la productividad.
A finales de este año, los Jefes de Estado y de Gobierno se reunirán en una segunda reunión de alto nivel de las Naciones Unidas sobre la tuberculosis para examinar los progresos realizados en relación con los compromisos asumidos en la declaración polÃtica de 2018. Esto presenta una oportunidad importante para corregir los retrocesos en la respuesta a la tuberculosis, lo que incluye el desarrollo y la entrega urgentes de nuevas vacunas contra la tuberculosis.