En los últimos años, ha habido un cambio en la enseñanza de la Medicina y de todas sus especialidades, particularmente en la anestesiologÃa y reanimación. Los pacientes están conscientes de que los médicos en formación practican con ellos, y, por otra parte, los residentes reconocen su falta de entrenamiento en ciertas habilidades clÃnicas.
Todo esto sumado a que la pandemia de la COVID-19 ha limitado el contacto fÃsico y la presencialidad en la enseñanza médica. Al mismo tiempo, se cuenta con un sistema médico-legal más fuerte. Aprender con pacientes reales, con la posibilidad de cometer errores que causen daños importantes o incluso la muerte, es cada vez menos aceptado.
A partir de estos preceptos es que la simulación se convierte en una excelente herramienta que ha ganado terreno por su seguridad y su capacidad de mostrar múltiples problemas del paciente. Incluso eventos crÃticos o poco frecuentes, y además ayuda a los residentes a reconocer sus propias limitaciones para buscar herramientas que las puedan mejorar.
La simulación es una técnica para reemplazar o amplificar las experiencias reales con experiencias guiadas, que evocan o replican los aspectos sustantivos del mundo real de una manera totalmente interactiva. Dicho de otra manera, es un ambiente protegido que permite una retroalimentación inmediata, reflexión y práctica permanente sin la posibilidad de daño al paciente.
Algunas de las ventajas están dadas por mejorar los resultados educacionales (mejorÃa en la retención de conocimientos y habilidades a largo plazo), esto permite además el desarrollo de habilidades comunicativas tales como: interactuar con pacientes y familiares difÃciles, generar empatÃa con el paciente y su entorno, trabajo y comunicación de equipo y comunicación de malas noticias o muerte. Entre sus limitaciones se pueden señalar el alto costo económico y que muchos de los que deben facilitar el trabajo no están entrenados para cumplir su rol.
Sin embargo, pese a la evidencia que muestra los beneficios de la simulación, esta todavÃa no se adopta de manera generalizada en la especialidad.
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