El Día Mundial de la Prevención del Suicidio (DMPS), que se celebra anualmente el 10 de septiembre, está organizado por la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP) y respaldado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). El evento representa un compromiso global para centrar la atención en la prevención del suicidio.
El tema de DMPS 2023, “Crear esperanza a través de la acción”, refleja la necesidad de una acción colectiva para abordar este urgente problema de salud pública. Todos nosotros (familiares, amigos, compañeros de trabajo, miembros de la comunidad, educadores, líderes religiosos, profesionales de la salud, funcionarios políticos y gobiernos) podemos tomar medidas para prevenir el suicidio en la Región.
El objetivo general de este día es crear conciencia sobre la prevención del suicidio en todo el mundo. Los propósitos incluyen promover la colaboración y el autoempoderamiento de las partes interesadas para abordar la autolesión y el suicidio a través de acciones preventivas.
Esto se puede lograr mediante el desarrollo de capacidades de los proveedores de atención médica y otros actores relevantes, mensajes positivos e informativos dirigidos a la población general y grupos en riesgo como los jóvenes, y facilitando un debate abierto sobre salud mental en el hogar, la escuela y el lugar de trabajo.
También se anima a aquellos que estén contemplando o afectados por el suicidio a compartir sus historias y buscar ayuda profesional.
Aspectos clave
El suicidio es un problema de salud pública importante, pero a menudo descuidado, rodeado de estigmas, mitos y tabúes. Cada caso de suicidio es una tragedia que afecta gravemente no solo a los individuos, sino también a las familias y las comunidades. Cada año, más de 703.000 personas se quitan la vida tras numerosos intentos de suicidio, lo que corresponde a una muerte cada 40 segundos. Desde que la OMS declaró al COVID-19 como una pandemia en marzo de 2020, más individuos experimentan pérdida, sufrimiento y estrés. Centrarse en la prevención del suicidio es especialmente importante para crear vínculos sociales, promover la toma de conciencia y ofrecer esperanza. Acercarse a los seres queridos por su salud mental y su bienestar podría salvarles la vida.
La tasa de mortalidad por suicidio en la Región de las Américas ha ido aumentando, mientras que en todas las demás regiones de la Organización Mundial de la Salud ha disminuido; destacando la urgente necesidad de hacer de la prevención del suicidio una prioridad de salud pública.
Los suicidios y los intentos de suicidio tienen un efecto dominó que afecta no solo a los individuos, sino también a las familias, las comunidades y las sociedades. Factores de riesgo asociados al suicidio, como pérdida laboral o financiera, trauma o abuso, trastornos mentales y por uso de sustancias, y barreras para acceder a la atención médica. La diferencia de sexo en la mortalidad por suicidio es un fenómeno ligado a la cultura, lo que significa que las expectativas culturales sobre el género y el suicidio determinan fuertemente tanto su existencia como su magnitud. Además, la pandemia de COVID-19 ha empeorado la situación al aumentar la prevalencia de enfermedades mentales y alterar los servicios esenciales de salud mental. Otras emergencias humanitarias, incluida la migración, agravada por la crisis climática global, también representan una amenaza importante para la salud mental.
Vea más información en:
Estrategia para mejorar la salud mental y la prevención del suicidio en la Región de las Américas
Prevención del suicidio
Es muy importante la acción colectiva en la prevención del suicidio, problemática que afecta a la humanidad, “Crear esperanza a través de la acción”