Una intervención mediante un programa basado en correr rivaliza con los fármacos antidepresivos para el tratamiento de la depresión y la ansiedad, según muestran los resultados de un nuevo estudio. Sin embargo, correr aporta mayores beneficios para la salud física, mientras que el cumplimiento es mayor con el tratamiento farmacológico.
«Ambas intervenciones ayudaron con la depresión aproximadamente en la misma medida», dijo en un comunicado la presentadora del estudio, Brenda W. J. H. Penninx, Ph. D., profesora de epidemiología psiquiátrica de la VU University Medical Center en Ámsterdam, Países Bajos.
Sin embargo, el tratamiento farmacológico «en general tuvo un peor impacto sobre el peso corporal, la variabilidad de la frecuencia cardiaca y la presión arterial, mientras que la intervención basada en correr produjo un efecto mejorado sobre el estado físico general y la frecuencia cardiaca», añadió Penninx.
Los hallazgos se presentaron en el 36º Congreso del European College of Neuropsychopharmacology (ECNP) y se publicaron recientemente en Journal of Affective Disorders.[2]
Una brecha en la investigación
Investigaciones anteriores sugirieron que las intervenciones con ejercicio pueden tener un efecto terapéutico equivalente al de los antidepresivos, pero su impacto en la salud física ha sido «mal examinado en una población psiquiátrica», apuntaron los investigadores.
Los autores indicaron que los trastornos depresivos y los trastornos de ansiedad «causan un sufrimiento inmenso al comprometer la salud física y mental» y que la necesidad de tratamientos eficaces es «apremiante».
Aunque los fármacos antidepresivos se consideran un «tratamiento estándar de primera línea» junto con la psicoterapia, los fármacos «no son efectivos para todos y [están] a menudo asociados con efectos secundarios».
El estudio Mood Treatment with Antidepressant or Running (MOTAR) fue un ensayo pragmático parcialmente aleatorizado en adultos con depresión o trastorno de ansiedad, según lo determinado mediante los algoritmos de la cuarta edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-IV) con la Entrevista Diagnóstica Internacional Compuesta (CIDI).
El estudio de intervención de 16 semanas contó con 141 pacientes con depresión o ansiedad. La edad promedio fue de 38,2 años y 58% eran mujeres. A los participantes se les ofreció una opción terapéutica por 16 semanas: tratamiento farmacológico con el inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina (ISRS) escitalopram o una intervención basada en correr.
Los pacientes sin una fuerte preferencia por la asignación del tratamiento fueron asignados aleatoriamente a recibir tratamiento farmacológico antidepresivo o la intervención basada en correr, mientras que aquellos que no deseaban ser asignados al azar fueron asignados a su intervención preferida.
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