El propósito de este informe es caracterizar la situación de salud de las personas mayores en la Región de las Américas, a partir de algunos indicadores, como la esperanza de vida, la esperanza de vida sana al nacer y a los 60 años, la carga de la enfermedad y la mortalidad, del 2000 al 2019, así como del exceso de mortalidad asociado a la enfermedad por coronavirus (COVID-19) en personas mayores del 2020 al 2021.
Del análisis se desprende la importancia de estos indicadores para una asignación de recursos adecuada y el establecimiento de prioridades en salud para la población de personas mayores. Es imperante que las acciones en envejecimiento saludable prevean acciones para prevenir la discapacidad y la consecuente dependencia. Por eso es clave establecer y fortalecer la recolección de indicadores de la capacidad funcional de la población de personas mayores para contar con una medición de salud más integral. Esto es extremadamente importante en el actual escenario que vive la Región: una rápida transición demográfica y la pandemia de COVID-19.
En todas las subregiones, el exceso de muertes asociadas a la pandemia se concentró en las personas mayores de 60 años, lo que pone de manifiesto la vulnerabilidad de las personas mayores. Este informe aporta información clave y básica para la promoción de políticas públicas que contribuyan, de manera integral, a mejorar el estado de salud de las personas mayores, con enfoque en la promoción de la capacidad funcional y la prevención de la discapacidad para favorecer el envejecimiento saludable.
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