
En el corazón del sistema de salud y ciencia cubano, una institución brilla con luz propia, demostrando que la vocación de servicio, la ciencia y la gestión de excelencia pueden fundirse en un modelo inspirador.
El Centro Nacional de CirugÃa de MÃnimo Acceso (CNCMA) ha sido honrado con la Mención Especial de Reconocimiento a la Excelencia, un prestigioso galardón del modelo asociado al Premio Nacional de Calidad de la República de Cuba.
Este premio no es solo un trofeo; es un reconocimiento al alma de un colectivo que ha hecho de la búsqueda de la perfección un propósito diario, guiado por un compromiso inquebrantable con la vida y el bienestar de las personas.
Trascendiendo la frÃa evaluación de indicadores, este reconocimiento celebra la esencia humana de una institución donde el liderazgo se ejerce con pasión, el trabajo en equipo y el esfuerzo diario de sus trabajadores en medio de la escasez palpita en cada sala.
Es el fruto de una filosofÃa que integra, con armonÃa ejemplar, las manos expertas en la asistencia, la mente inquisitiva en la docencia e investigación, y el espÃritu innovador que desafÃa los lÃmites de lo posible. AquÃ, cada directivo y cada trabajador tejen, con su dedicación, una red de calidad que sostiene y eleva cada procedimiento, cada enseñanza, cada descubrimiento.
Lo que verdaderamente conmueve y distingue al CNCMA son los testimonios silenciosos de gratitud: la sonrisa de un paciente recuperado, la confianza de una familia, el prestigio que atrae a quienes buscan lo mejor desde el extranjero.
Su excelencia se mide en la infraestructura cuidada y en las competencias de sus profesionales, pero también en la calidez del trato y en la satisfacción que deja una huella profunda. Es una institución que no solo genera ingresos para el paÃs, sino que, sobre todo, genera esperanza y restaura vidas, cultivando alianzas que expanden su impacto solidario.
Con este logro, el Centro Nacional de CirugÃa de MÃnimo Acceso no llega a una meta final, sino que marca un hito glorioso en un viaje continuo. La distinción es, a la vez, un agradecimiento por lo conquistado y una poderosa exhortación a soñar en grande.
El camino está despejado para que este faro de la medicina cubana siga ascendiendo, con la mirada puesta en la cima máxima: el Premio Nacional de Calidad. Un futuro que no es solo una aspiración, sino la promesa natural de un colectivo que ha hecho de la excelencia su razón de ser.
Por Armando RodrÃguez Batista. Ministro de Ciencia TecnologÃa y Medio Ambiente
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