Archivos Anuales 2025

Publican la primera guía para regular las prácticas quirúrgicas innovadoras en defensa de los pacientes

La elaboración de la primera guía para la realización de procedimientos quirúrgicos innovadores promueve la aceptación de estándares esenciales para facilitar el continuo avance de cirugía sin comprometer la seguridad de las personas expuestas.

El trabajo de consenso publicado por la revista British Journal of Surgery desarrolla un Conjunto de Normas Básicas (CNB) con aportaciones de médicos renombrados, abogados, especialistas en ética, organismos reguladores y áreas sanitarias de gobiernos, pacientes representativos de diversos países y público en general. El trabajo mancomunado se propone el objetivo de facilitar las consultas antes y después de que los pacientes se sometan a cualquier tipo de cirugía innovadora.
Si bien el desarrollo de nuevas técnicas y dispositivos quirúrgicos es constante, las cirugías pioneras permanecen exceptuadas de las rigurosas pruebas que atraviesan los medicamentos con anticipación a sus aprobaciones.

Los ítems destacados
Los siete pasos esenciales de la guía definen la información que los cirujanos o médicos deberían comunicar a los pacientes antes de someterse a procedimientos innovadores.
Las recomendaciones preventivas procuran contrarrestar el daño que experimentan los pacientes y las familias debido a nuevos dispositivos médicos.

El CNB contempló diversas intervenciones médicas controvertidas como los implantes de malla pélvica para tratar afecciones como el prolapso de órganos pélvicos y la incontinencia urinaria de esfuerzo.

Los pasos claves que los cirujanos deben especificar citados en el CNB:
1. ¿Qué hay de nuevo y diferente en el procedimiento?
2. Eventuales conflictos de interés.
3. Razones de la innovación, con la aclaración del motivo por el cual se recomienda para el paciente.
4. La existencia o no de tratamientos alternativos.
5. Incógnitas, incluidas incertidumbres sobre la seguridad, eficacia y la posibilidad de que el cirujano abandone o modifique el procedimiento durante la cirugía.
6. Experiencia y conocimientos del cirujano con la innovación.
7. Especificar el modelo de administración, supervisión y rendición de cuentas, precisando cómo se monitoreará la seguridad y se compensaría al paciente en caso de inconvenientes.

El estudio abarcó métodos mixtos organizados en tres fases:
Fase 1- Múltiples fuentes de datos permitieron conformar un CNB provisional compuesto por entrevistas a pacientes/profesionales (44), consultas grabadas (34), documentos de políticas afines (58) y estudios publicados conectados con el tema (213).
F2- El CNB se perfeccionó con los aportes claves de representantes de pacientes, cirujanos innovadores, anestesistas, abogados, especialistas en ética, directores médicos, expertos académicos y representantes regulatorios.
F3- Por último, el CNB finalizó con una consulta pública.

Los hallazgos pusieron de relieve fallos sistémicos a la hora de obtener el consentimiento informado antes de que los pacientes aceptaran ser operados con nuevas técnicas quirúrgicas y dispositivos médicos, como mallas pélvicas implantadas, lo que dio lugar a complicaciones, en algunos casos que alteraron la vida de pacientes mujeres.

La investigación del Reino Unido, motivada por la protesta pública y de los damnificados, citó textualmente a una mujer directamente afectada por el procedimiento, quien dijo: «Me siento como si fuera una participante inocente e involuntaria de un experimento cruel que salió mal».

Según los médicos participantes en la confección de la guía, a menudo los cirujanos no informan la utilización de una técnica pionera, lo que impide a los pacientes saber que el procedimiento aún carece de una experiencia probada por completo. Cuando los cirujanos sí lo mencionan como nuevo, pueden exagerar sus beneficios o que el procedimiento corresponde como el mejor simplemente por la condición de “nuevo”.

En síntesis, el estudio aborda las deficiencias existentes para proporcionar a cirujanos y médicos clínicos una guía detallada sobre las conversaciones a mantener antes y después de cualquier procedimiento quirúrgico innovador. Analiza todas las áreas a exponer ante sus pacientes para que asuman decisiones a conciencia y, en caso de necesidad, sepan cómo buscar ayuda y apoyo si ocurriera algún problema.

Las próximas metas de los participantes incluyen la implementación del CNB integrándolo en el proceso de Toma de Decisiones Compartida (TDC). El logro implicaría que los responsables de los servicios de salud incorporen las normas a sus organizaciones, garantizando que cirujanos y clínicos dispongan del apoyo estratégico brindado mediante desarrollo profesional continuo.

Leer el texto completo del artículo en:

Christin Hoffmann, Daisy Elliott, Leila Rooshenas, Cynthia Ochieng, Barry Main, Pete Wheatstone, Samuel Lawday, Abigail Vallance, Jane M Blazeby, Angus G K McNair, wider study team , Information standards for innovative surgery: what patients need to know, BJS, Volume 112, Issue 7, July 2025, znaf140https://doi.org/10.1093/bjs/znaf140

 

La pandemia aceleró el envejecimiento cerebral

¿Qué significa envejecer en relación a la salud cerebral? ¿Pueden el estrés, el aislamiento y la perturbación global dejar huella?

Ahora un nuevo estudio de la Universidad de Nottingham, publicado en Nature Communications, sugiere que los cerebros de las personas envejecieron más rápido durante la pandemia de COVID-19, incluso en quienes no se infectaron con el virus. El trabajo, realizado con casi mil participantes (996), indica que el envejecimiento cerebral fue más pronunciado en hombres y personas de entornos socioeconómicos desfavorecidos.

Aunque ya existían evidencias de que COVID-19 podía afectar la salud cerebral, esta investigación se centró en el impacto del contexto pandémico en sí, como el aislamiento, la incertidumbre y el estrés generalizado. Para ello, se utilizó inteligencia artificial entrenada con datos del Biobanco del Reino Unido de 15.334 personas sanas para medir la diferencia entre la edad cerebral predicha de un individuo y su edad real, conocida como brecha de edad cerebral.

Casi seis meses de envejecimiento

El equipo analizó resonancias cerebrales tomadas antes y después de la pandemia en 996 personas. Compararon dos grupos: el grupo de control, cuyos escáneres se hicieron antes de la pandemia (564 personas), y otro con escáneres previos y posteriores (432 personas).

En promedio, los cerebros del grupo «pandemia» mostraron un envejecimiento acelerado de 5,5 meses respecto al grupo control.

Este envejecimiento ocurrió incluso en personas no infectadas, aunque fue más marcado en quienes sí contrajeron SARS-CoV-2, especialmente con la edad. De esta forma, los investigadores destacan el papel del aislamiento y la soledad como posibles factores contribuyentes a este fenómeno.

A Ali-Reza Mohammadi-Nejad, director del estudio, lo que más le sorprendió fue que incluso las personas que no habían tenido COVID mostraron un «aumento significativo» en las tasas de envejecimiento cerebral.

«Esto demuestra realmente hasta qué punto la experiencia de la pandemia en sí, desde el aislamiento hasta la incertidumbre, puede haber afectado a la salud de nuestro cerebro», resume en un comunicado de la Universidad de Nottingham.

El estudio también midió el rendimiento cognitivo mediante diez pruebas. Encontró que solo entre los infectados se detectó una disminución notable en funciones como la flexibilidad mental y la velocidad de procesamiento, asociada al envejecimiento cerebral acelerado.

Limitaciones del estudio

Los autores reconocen limitaciones, como la falta de datos a largo plazo y de alcance global. Aun así, resaltan la importancia de estudiar el impacto de eventos como pandemias en la salud cerebral y subrayan que los efectos observados podrían ser reversibles, aunque aún no puede comprobarse.

Expertos como Masud Husain, de la Universidad de Oxford, llaman a la cautela. Señala que la diferencia media de envejecimiento cerebral fue de solo cinco meses y que el impacto en las funciones cognitivas fue limitado, cuestionando si estos cambios son significativos en la vida diaria.

Leer el texto completo en:

Mohammadi-Nejad, AR., Craig, M., Cox, E.F. et al. Accelerated brain ageing during the COVID-19 pandemic. Nat Commun 16, 6411 (2025). https://doi.org/10.1038/s41467-025-61033-4

Experimentos de laboratorio muestran por qué se forman las arrugas

La lucha por controlar las arrugas es un conflicto antiguo, en el que las personas usan cualquier cantidad de lociones, cremas y tratamientos para tratar de suavizar su piel.

Ahora, los investigadores dicen que saben exactamente por qué se arruga la piel.

«Esto ya no es solo una teoría», dijo en un comunicado de prensa el investigador principal Guy German, profesor asociado de ingeniería biomédica en la Universidad de Binghamton, en el norte del estado de Nueva York. «Ahora tenemos pruebas experimentales sólidas que muestran el mecanismo físico detrás del envejecimiento».

Los experimentos de laboratorio muestran que la piel envejecida se estira, se contrae y se dobla bajo presión, y eventualmente forma arrugas, según los hallazgos que se publican en la edición de octubre del Journal of the Mechanical Behavior of Biomedical Materials.

Esencialmente, las arrugas ocurren cuando la piel de una persona se estira en una dirección y luego se contrae en la otra, encontraron los investigadores.

El equipo de investigación dio la sudadera con capucha favorita de una persona como ejemplo. Después de años de uso, se estirará en diferentes lugares, al igual que la piel de esa persona.

Para el estudio, los investigadores estiraron pequeñas tiras de piel de personas de 16 a 91 años, simulando las fuerzas naturales que trabajan en la piel todos los días.

Cuando la piel se estira en una dirección, se contrae en la otra, dijeron los investigadores.

Pero la contracción se hace más grande con la edad, lo que resulta en la formación de arrugas.

«Si estiras plastilina, por ejemplo, se estira horizontalmente, pero también se encoge en la otra dirección [y] se vuelve más delgado. Eso es lo que hace la piel también», dijo German. «A medida que envejeces, esa contracción se hace más grande. Y si tu piel se contrae demasiado, se dobla. Así es como se forman las arrugas».

Esto empeora por los cambios relacionados con la edad en el colágeno y la elastina, las proteínas que proporcionan soporte estructural dentro de la piel de una persona añadieron los investigadores.

«Las cosas se degradan un poco y resulta que la piel se estira más lateralmente, lo que causa las arrugas reales que se forman», dijo German. «Y la razón por la que eso existe en primer lugar es que su piel no está libre de estrés. De hecho, se estira un poco. Por lo tanto, hay fuerzas inherentes dentro de la propia piel, y esas son la fuerza impulsora de las arrugas».

El daño solar también puede contribuir al envejecimiento de la piel, anotó.

«Si pasas tu vida trabajando al aire libre, es más probable que tengas una piel más envejecida y arrugada que los oficinistas, por ejemplo», dijo German. «El envejecimiento cronológico y el fotoenvejecimiento te dan resultados similares. Así que ve y ten un verano fabuloso, pero no olvides la loción bronceadora, tu futuro yo lo apreciará».

German dijo que esta investigación representa un «Santo Grial» para él, dada la gran cantidad de productos antienvejecimiento presentados por la industria cosmética.

«Cuando entré en este campo, ese era uno de mis objetivos: ¿puedo entender el envejecimiento?», dijo. «Porque si miro la televisión, la radio, en línea, en las tiendas, me dicen 1,000 cosas diferentes sobre cómo mejorar la salud de mi piel, y quiero saber qué está bien y qué no. Así que pensé en saltar hasta el final y tratar de resolverlo yo mismo. »

Leer el texto completo del artículo en:

Abraham Ittycheri, Alejandro Wiltshire, Guy K. German. Elucidating the mechanistic process of age induced human skin wrinkling. Journal of the Mechanical Behavior of Biomedical Materials, Volume 170, 2025, 107080, ISSN 1751-6161, https://doi.org/10.1016/j.jmbbm.2025.107080.

Día Mundial contra la Hepatitis 2025 Hepatitis: conozcámosla para combatirla

El Día Mundial contra la Hepatitis se celebra cada año el 28 de julio para sensibilizar sobre la hepatitis vírica, una inflamación del hígado que causa enfermedad hepática grave y cáncer de hígado.

El tema de la edición de 2025 —Hepatitis: conozcámosla para combatirla— aboga por la adopción de medidas urgentes para desmantelar las barreras financieras, sociales y sistémicas, incluida la estigmatización, que se interponen en el camino de la eliminación de la hepatitis y la prevención del cáncer de hígado.

Las hepatitis B y C crónicas, pese a ser prevenibles y tratables — y, en el caso de la hepatitis C, curable—, causan, sin que nos demos cuenta de ello, lesiones hepáticas y cáncer. El tema insiste en la necesidad de simplificar, ampliar e integrar los servicios relacionados con la hepatitis (vacunación, prácticas seguras de inyección, reducción de daños y, sobre todo, pruebas diagnósticas y tratamiento) en los sistemas nacionales de salud.

La campaña es un recordatorio de que debemos actuar ahora para ampliar el acceso, integrar la atención y poner fin a la hepatitis como amenaza para la salud pública de aquí a 2030.

Lea más sobre esta fecha:

Caminar 7.000 pasos al día reduce el riesgo de enfermedades

La actividad física ofrece múltiples beneficios para la salud: reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes, ciertos tipos de cáncer y la mortalidad prematura. Según un informe publicado por The Lancet, la inactividad física es uno de los factores presentes en hasta el 8 % de las enfermedades no transmisibles a nivel mundial. Uno de cada tres adultos no realiza suficiente actividad física, y en muchos países se observa una tendencia preocupante de estancamiento o empeoramiento en los niveles de movimiento diario.

Mientras que estudios previos se centraron en el impacto de la actividad física moderada en la salud cardíaca o en las tasas de mortalidad generales, esta nueva investigación examina, por primera vez, sus efectos en diferentes cuadros de salud explican los científicos.

Los resultados del estudio

Para la realización del estudio, liderado por la investigadora Melody Ding, de la Universidad de Sídney, Australia, se analizaron datos de más de 160 000 adultos, y se concluyó que incluso caminar 4 000 pasos diarios puede aportar significativos beneficios para la salud. Sin embargo, lo ideal es completar 7.000 pasos diarios, un objetivo más realista que los 10 000 recomendados hasta ahora.

Caminar alrededor de 5 kilómetros al día, lo que equivale aproximadamente a 7 000 pasos con una zancada media, puede reducir hasta un 47 % el riesgo de sufrir problemas de salud graves. También detectaron beneficios para prevenir enfermedades cardiovasculares, cuyo riesgo cayó en un 25 % al pasar de los 2.000 a 7.000 pasos diarios; cáncer (6 %); diabetes tipo 2 (14 %); demencia (38 %); depresión (22 %), y caídas (28 %).

Los expertos, además, subrayan la importancia de recurrir a métodos de seguimiento diario -por ejemplo, a través de dispositivos como el smartwatch– para medir «de forma sencilla» este tipo de ejercicio físico. Sugieren asimismo que los resultados del estudio podrían contribuir a la elaboración de futuras directrices y recomendaciones de sanidad pública, animando a más personas a registrar sus pasos como una forma práctica de mejorar su salud.

Aunque los 4 000 pasos ya representan un avance frente a una vida sedentaria (menos de 2.000 pasos diarios), los beneficios continúan aumentando con más movimiento. Para algunas enfermedades, como las cardíacas, los efectos positivos son aún mayores al superar los 7 000 pasos.

¿Mito de los 10 000 pasos?

Una estrategia de marketing en Japón durante los Juegos Olímpicos de Tokio (1964) dio origen al mito sobre la necesidad de caminar 10.000 pasos al día. Sin embargo, este número no tiene un respaldo científico sólido.

El estudio también cuestiona el conocido objetivo de caminar 10 000 pasos al día, calificándolo de «poco realista» para personas menos activas. En cambio, 7 000 pasos se presentan como una meta alcanzable y eficaz, con mejoras tangibles en la salud general.

Leer el texto completo del artículo en:

Ding Ding, Binh Nguyen, Tracy Nau, Mengyun Luo, Borja del Pozo Cruz, Paddy C Dempsey, Zachary Munn, Barbara J Jefferis, Cathie Sherrington, Elizabeth A Calleja, Kar Hau Chong, Rochelle Davis, Monique E Francois, Anne Tiedemann, Stuart J H Biddle, Anthony Okely, Adrian Bauman, Ulf Ekelund, Philip Clare*, Katherine Owen*. Daily steps and health outcomes in adults: a systematic review and dose-response meta-analysis. The Lancet Public Health, Published online July 23, 2025  https://doi.org/10.1016/S2468-2667(25)00164-1

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