
Los países de ingreso bajo y mediano tienen dificultades para formar, contratar y fidelizar al personal de enfermería en el sistema de salud y deberán aumentar la inversión interna para crear y mantener puestos de trabajo. Al mismo tiempo, los países de ingreso alto deben prepararse para gestionar un elevado número de jubilaciones y revisar su dependencia del personal de enfermería formado en el extranjero, reforzando los acuerdos bilaterales con los países en los que contratan.
«Este informe contiene noticias alentadoras, por lo que felicitamos a los países que están realizando progresos», declaró el director general de la OMS, Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus. «Sin embargo, no podemos ignorar las desigualdades que marcan el panorama mundial por lo que respecta al personal de enfermería. En el Día Internacional de la Enfermera, insto a los países y a los asociados a que utilicen este informe como una guía para saber de dónde venimos, dónde nos encontramos ahora y hacia dónde debemos dirigirnos, lo más rápidamente posible».
Resultados principales
El informe sobre la situación de la enfermería en el mundo 2025 se basa en datos comunicados por 194 países a través de las cuentas nacionales del personal de salud y muestra un aumento del 33 % en el número de países que han facilitado datos desde la última edición, publicada en 2020. Incluye perfiles detallados de países, disponibles en línea para el público en general.
El informe revela complejas disparidades entre países, regiones y contextos socioeconómicos. Los datos y la evidencia aportados tienen por objeto apoyar el diálogo impulsado por los países para poner las conclusiones en contexto y traducirlas en políticas y medidas.
«Acogemos con satisfacción el informe sobre la situación de la enfermería en el mundo 2025, que consideramos un hito importante para supervisar los avances en el fortalecimiento y el apoyo al personal de enfermería con miras a alcanzar los objetivos mundiales en materia de salud», declaró Pam Cipriano, presidenta del Consejo Internacional de Enfermeras. «En el informe se exponen claramente las desigualdades que lastran la profesión de la enfermería y dificultan el logro de la cobertura sanitaria universal (CSU). Para hacer realidad la CSU es necesario reconocer verdaderamente el valor del personal de enfermería y aprovechar su poder e influencia para que actúe como catalizador de un cambio positivo en nuestros sistemas de salud».
El género y la equidad siguen siendo preocupaciones fundamentales para el personal de enfermería. Las mujeres siguen predominando en la profesión, ya que representan el 85 % del personal en todo el mundo.
Los resultados indican que una de cada siete enfermeras o enfermeros que hay en el mundo —y el 23 % en los países de ingreso alto— es de origen extranjero, lo que pone de relieve la dependencia de la migración internacional. Por el contrario, la proporción es significativamente menor en los países de ingreso mediano alto (8 %), los países de ingreso mediano bajo (1 %) y los países de ingreso bajo (3 %).
El número de graduados en enfermería aumenta a un ritmo más rápido en los países de ingreso bajo que en los países de ingreso alto. En muchos países, los avances logrados con gran esfuerzo en la tasa de graduación de personal de enfermería no se traducen en una mejora de la densidad, debido al rápido crecimiento de la población y a las menores oportunidades de empleo. Para hacer frente a esta situación, los países deben crear puestos de trabajo para garantizar la contratación e integración de los graduados en el sistema de salud y mejorar las condiciones de trabajo.
La demografía por edad y las tendencias en relación con la jubilación revelan un panorama mixto. El personal de enfermería mundial es relativamente joven: el 33 % tiene menos de 35 años, frente al 19 % que se jubilará previsiblemente en los próximos diez años. Sin embargo, en 20 países, en su mayoría de ingreso alto, se prevé que las jubilaciones superen a las nuevas incorporaciones, lo que suscita preocupación por la escasez de personal de enfermería y la disminución del número de profesionales con experiencia que puedan orientar a los que se incorporan a la profesión.
Alrededor de dos tercios (62 %) de los países informaron de la existencia de funciones especializadas en el ámbito de la enfermería, lo que supone una mejora considerable desde 2020 (cuando solo el 53 % informaba de la existencia de estas funciones). Se ha demostrado que este tipo de personal de enfermería amplía el acceso a la atención de salud y mejora su calidad en muchos entornos diferentes.
El informe también destaca las mejoras en el liderazgo del personal de enfermería: el 82 % de los países informaron de que contaban con un funcionario público de alto nivel encargado de su gestión. Sin embargo, las oportunidades de desarrollo del liderazgo siguen siendo desiguales. Si bien el 66 % de los países informan de la existencia de iniciativas de este tipo, solo el 25 % de los países de ingreso bajo ofrecen programas estructurados de desarrollo del liderazgo.
La salud mental y el bienestar del personal siguen siendo motivo de preocupación. Solo el 42 % de los países que respondieron cuentan con disposiciones para apoyar la salud mental del personal de enfermería, a pesar del aumento de la carga de trabajo y los traumas sufridos durante la pandemia de COVID-19 y posteriormente. Abordar esta cuestión es esencial para fidelizar a los profesionales calificados y garantizar la calidad de la atención.
Prioridades normativas para el periodo 2026-2030
El informe presenta una serie de prioridades normativas de carácter prospectivo e invita a los países a adoptar las siguientes medidas:
- Ampliar y distribuir equitativamente los puestos de trabajo relacionados con la enfermería, especialmente en regiones desatendidas.
- Reforzar los sistemas educativos nacionales y armonizar las calificaciones con funciones definidas.
- Mejorar las condiciones de trabajo, la igualdad salarial y el apoyo al bienestar mental.
- Seguir fomentando la reglamentación del ejercicio de la enfermería y las funciones especializadas dentro de la profesión.
- Promover la equidad de género y proteger a las enfermeras que trabajan en entornos frágiles y afectados por conflictos.
- Aprovechar las tecnologías digitales y preparar al personal de enfermería para prestar una atención de salud adaptada al clima.
- Promover el liderazgo en el ámbito de la enfermería y garantizar que las oportunidades de desarrollo del liderazgo sean equitativas.
La evidencia presentada en el informe supone un impulso para seguir avanzando en la alineación con las prioridades normativas establecidas en las Orientaciones estratégicas mundiales sobre enfermería y partería 2021-2025 de la OMS y las medidas recomendadas en la resolución sometida a la 78.a Asamblea Mundial de la Salud: Aceleración de la acción respecto del personal de salud y asistencial mundial de aquí a 2030.