25 de julio, Día de la Prevención de Ahogamientos

Responsable: Tania Izquierdo Pamias

Dpto. Servicios Especiales de Información

Se denomina ahogamiento a las dificultades para respirar causadas por la inmersión en un líquido. Puede no causar morbilidad, pero en algunos casos sí y, a veces, produce la muerte. Los ahogamientos han causado más de 2,5 millones de muertes en la última década. La gran mayoría de estas muertes (90 %) ocurren en países de bajos y medianos ingresos. A nivel mundial, las tasas más altas de ahogamiento ocurren entre los niños de 1 a 4 años, seguidos por los niños de 5 a 9 años.

El costo humano, social y económico de estas pérdidas es intolerablemente alto y totalmente prevenible.

En 2023, la 76.ª Asamblea Mundial de la Salud adoptó su primera resolución sobre prevención de ahogamientos. La resolución acepta la invitación de la Asamblea General de las Naciones Unidas para que la OMS coordine acciones dentro del sistema de las Naciones Unidas sobre prevención de ahogamientos y facilite la celebración del Día Mundial para la Prevención de Ahogamientos el 25 de julio de cada año.

Para conmemorar el Día Mundial para la Prevención de los Ahogamientos de este año, la OPS continuará enfocándose en crear conciencia sobre los ahogamientos como un problema de salud pública, recordando a las personas que: Cualquiera puede ahogarse, pero nadie debería hacerlo.

También estamos creando conciencia sobre las seis intervenciones de prevención de ahogamiento de bajo costo y basadas en evidencia que los países y las organizaciones pueden utilizar para reducir drásticamente el riesgo de ahogamiento. Éstas incluyen:

Factores de riesgo:
  • Edad: A escala mundial, los índices de ahogamiento más elevados corresponden a los niños de 1 a 4 años, seguidos de la franja de edad de 5 a 9 años. Por ejemplo, en los Estados Unidos el ahogamiento es la segunda causa de muerte por traumatismo no intencional entre 1 y 14 años de edad.
  • Sexo: Los varones están especialmente expuestos al riesgo de ahogamiento, con un índice global de mortalidad que duplica el de las mujeres. También tienen más probabilidades que las mujeres de ser hospitalizados por un episodio de ahogamiento no fatal. Los estudios indican que ello se debe a una mayor exposición al agua y a prácticas más arriesgadas, como los baños en solitario, consumir alcohol antes de nadar, o por la navegación.
  • Acceso al agua: Tener mayor acceso al agua es otro factor de riesgo. Las personas que se dedican a la pesca, ya sea industrial o de subsistencia, están más expuestas al ahogamiento, tanto más si utilizan botes pequeños, como ocurre en los países de ingresos bajos. Los niños que viven cerca de puntos o cursos de agua al aire libre (acequias, estanques, canales de irrigación, piscinas) corren especial peligro.
  • Inundaciones catastróficas: Los ahogamientos suponen el 75% de los fallecimientos que se producen a resultas de inundaciones catastróficas. Estos fenómenos se producen cada vez con más frecuencia e intensidad, una tendencia que se espera que se mantenga en el futuro como parte del cambio climático. El riesgo de ahogamiento aumenta en caso de inundación sobre todo en los países de ingresos bajos y medianos, donde las personas viven en zonas expuestas a las inundaciones y la capacidad para alertar, evacuar o proteger a la población en caso de inundación es escasa o incipiente.
  • Viajes por médio acuático: A menudo los trayectos cotidianos desde y hacia el lugar de trabajo, así como los viajes de migrantes o solicitantes de asilo, tienen lugar en embarcaciones sobrecargadas, poco seguras y carentes de material de seguridad, o pilotadas por personas que no tienen la formación necesaria para navegar ni para reaccionar en caso de un incidente. El personal que trabaja bajo los efectos del alcohol o de drogas representa un factor añadido de riesgo.
  • Otros factores de riesgo:
    • el hecho de dejar a un lactante desatendido o con otro niño en las proximidades del agua.
    • consumo de alcohol cerca o dentro del agua.
    • ciertas enfermedades, como la epilepsia.
    • turistas no familiarizados con los riesgos y las particularidades de las aguas locales.

La instauración de sistemas comunitarios supervisados de cuidado de los niños en edad preescolar también puede reducir el riesgo de ahogamiento, amén de presentar otras ventajas contrastadas desde el punto de vista de la salud. Otro enfoque es enseñar habilidades básicas de natación, seguridad acuática y rescate seguro a los niños en edad escolar.

No obstante, es preciso poner el acento en la seguridad y encuadrar esta labor en un sistema global de gestión del riesgo que incluya un programa lectivo de seguridad probado, un área de instrucción segura, procesos de preselección y selección de los estudiantes y una proporción entre estudiantes e instructores que ofrezca garantías de seguridad.

El Informe mundial sobre los ahogamientos de la OMS reveló que este problema se había pasado por alto en gran medida hasta entonces y que tanto los gobiernos como los círculos de investigación y de elaboración de políticas debían hacer mucho más para otorgar prioridad a la prevención de los ahogamientos y a su integración dentro de otros planes de salud pública.

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