Presentar una menor variabilidad de la frecuencia cardiaca podrÃa indicar una mayor gravedad de la sintomatologÃa en los pacientes con sÃndrome de fatiga crónica (encefalomielitis miálgica), especialmente en mujeres, según un estudio conjunto entre el Instituto de Investigación del Vall d’Hebron (VHIR), la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y la Universidad Politécnica de Cataluña publicado en Sensors.[1]
Los investigadores analizaron la variabilidad de la frecuencia cardiaca como biomarcador para valorar la gravedad de la fatiga en este sÃndrome como método asequible y no invasivo, a diferencia de las técnicas alto presupuesto utilizadas para el diagnóstico del sÃndrome de fatiga crónica. Se utilizó una cinta torácica con sensor, conectada por bluetooth a una aplicación móvil con indicación de las distintas mediciones de la variabilidad de la frecuencia cardiaca.
La variabilidad de la frecuencia cardiaca se define como las fluctuaciones en el intervalo de tiempo entre latidos del corazón y se considera como un Ãndice del equilibrio entre el sistema nervioso simpático y el parasimpático. La variabilidad también es un Ãndice de la resiliencia autonómica, ya que refleja la capacidad de recuperarse de la exposición a factores estresantes, tanto fÃsicos como psicológicos. Se utiliza en otras patologÃas, entre las que se incluyen las cardiovasculares, las que presentan disautonomÃa y alteraciones en el sistema nervioso periférico o neurodegenerativo, en la enfermedad de fallo cardiaco y en enfermedades como el Alzheimer o el Parkinson.
Objetivos y mediciones
La investigación actual tuvo tres objetivos:
1) Estudiar la variabilidad de la frecuencia cardiaca como un marcador objetivo, no invasivo y de fácil medición para su uso en la encefalomielitis miálgica/sÃndrome de fatiga crónica en hombres, usando tecnologÃa móvil, nombrada como mHealth technology por los investigadores.
2) Evaluar si los parámetros de la variabilidad de la frecuencia cardiaca están asociados con los sÃntomas tempranos de sÃndrome de fatiga crónica reportados por los hombres.
3) Evaluar las diferencias relacionadas con el género en la variabilidad de la frecuencia cardiaca y los sÃntomas percibidos por los pacientes con el sÃndrome de fatiga crónica.
Se incluyó a 77 pacientes con sÃndrome de fatiga crónica (33 hombres y 45 mujeres) comparados con 44 controles equiparados por edad y sexo. Todos los participantes fueron reclutados por la Unidad ClÃnica de Encefalomielitis Miálgica/SÃndrome de Fatiga Crónica del Hospital Universitario Vall d’Hebron y eran descendientes caucásicos, de la misma área geográfica y llevaban una vida sedentaria en el momento de la investigación.
A todos los participantes se les hizo una primera entrevista para determinar sus factores sociodemográficos y se les realizó una serie de cuestionarios sobre la gravedad de su fatiga, sÃntomas neurovegetativos, calidad del sueño, ansiedad y depresión y sÃntomas de disfunción autónoma.
Para analizar la variabilidad de la frecuencia cardiaca se citó tres veces a cada participante en sesiones separadas entre una y tres semanas. Se les citaba entre las tres y las seis de la tarde en una habitación en semioscuridad en la Unidad ClÃnica de Encefalomielitis Miálgica/SÃndrome de Fatiga Crónica del Hospital Vall d’Hebron. La temperatura se mantenÃa entre 20 y 24 °C. Los participantes no podÃan haber tomado cafeÃna, alcohol ni haber hecho ejercicio fÃsico en las últimas 12 horas antes de la sesión. Antes de las mediciones tenÃan que estar cinco minutos en posición de decúbito supino y sin hablar ni moverse. Pasado ese tiempo, se empezaba a monitorizar la variabilidad de la frecuencia cardiaca durante cinco minutos más a una respiración natural. Los intervalos cardiacos entre latidos se detectaban con una cinta torácica con un sensor que enviaba los datos vÃa bluetooth a una aplicación móvil, desarrollada por la Universidad Autónoma de Barcelona y la Universidad Politécnica de Cataluña.
Diferencias obtenidas según el sexo
Respecto a los cuestionarios de cada participante, se observó, tanto en hombres como en mujeres, que los afectados con el sÃndrome de fatiga crónica se sentÃan muy fatigados, se quejaban de sÃntomas autonómicos neurovegetativos y disfunciones, tenÃan una calidad del sueño pobre, y presentaban sÃntomas de depresión y ansiedad derivadas de la mala calidad de vida generada por los otros sÃntomas, junto con el sentimiento de incomprensión por el resto de la población. En las mujeres afectadas los sÃntomas parecÃan más graves que en los hombres que también padecÃan encefalomielitis miálgica.
Respecto a la variabilidad de la frecuencia cardiaca, se desglosó en parámetros de dominios de frecuencia (baja frecuencia, alta frecuencia,proporción de baja frecuencia/alta frecuencia y alta frecuencia normalizada) y parámetros de dominios de tiempo. En los hombres no se observaron diferencias significativas con el grupo control, aunque en este último los parámetros eran más altos. Por otro lado, en las mujeres con sÃndrome de fatiga crónica se observó que los parámetros de dominios de alta frecuencia y alta frecuencia normalizada tenÃan niveles reducidos comparados con el grupo control (275 ms2 frente a 945 ms2 y 36 frente a 49 respectivamente), mientras que el grupo de control tuvo los niveles de proporción de baja frecuencia/alta frecuencia más reducidos (1,39), comparados con todos los grupos, incluido el grupo control masculino (2,96).
Los investigadores concluyeron que el análisis de la variabilidad de la frecuencia cardiaca podrÃa ser válida para analizar respuestas autonómicas y para el diagnóstico de sÃndrome de fatiga crónica.