
Cada año millones de personas fallecen por infecciones que los antibióticos no pueden tratar y en Latinoamérica y el Caribe la situación es crÃtica. En 2021 la resistencia antimicrobiana contribuyó a 322.000 muertes y se espera que esta cifra ascienda a 650.000 para 2050, situando a la región entre las más afectadas.
El Dr. Flavio Gabriel Lipari, infectólogo y profesor en la Cátedra de BacteriologÃa y VirologÃa de la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina, resumió el panorama a Medscape en español: «La resistencia antimicrobiana en Latinoamérica es muy grave porque confluyen varias aristas de un mismo problema: escasos recursos, altas tasas de resistencia en microorganismos crÃticos como Enterobacterales productores de carbapenemasas o Acinetobacter baumannii, poca inversión en educación, limitado acceso a nuevas moléculas y programas insuficientes de uso racional y control de infecciones».
Y añadió: «Latinoamérica tiene el triste récord de ser la peor región del mundo en varios marcadores de resistencia y Argentina no escapa a esta realidad, incluso con situaciones más drásticas en el caso de Acinetobacter baumannii«.
Una respuesta regional bajo el enfoque una salud
El proyecto Trabajando juntos para combatir la resistencia a los antimicrobianos surgió como una iniciativa regional innovadora liderada de manera tripartita por Organización Panamericana de la Salud (OPS)/Organización Mundial de la Salud (OMS), Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO) y Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), con financiación y apoyo de la Unión Europea. Su objetivo fue enfrentar la resistencia antimicrobiana como amenaza multisectorial que afecta salud humana, sanidad animal, agricultura y ambiente, adoptando explÃcitamente el enfoque Una Salud.
En este trabajo participaron siete paÃses: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Paraguay, Perú y Uruguay, organizando sus acciones en cuatro lÃneas principales: consolidación de planes nacionales de acción, vigilancia integrada de resistencia antimicrobiana y consumo de antimicrobianos, fortalecimiento de la colaboración público-privada y promoción de investigación e innovación.
El Dr. Lipari señaló que aunque «no conoce en profundidad el proyecto», acepta que este tipo de iniciativas regionales es «muy importante, más aún si es financiado, como en este caso, por la Unión Europea». Advirtió que el proyecto «comenzó prácticamente con el inicio de la pandemia de COVID-19, con todo lo que ello trajo», lo que condicionó su implementación. En Argentina «la resistencia antimicrobiana se disparó a niveles alarmantes, generando la resistencia esperada en diez años en unos pocos meses» y las consecuencias aún hoy se perciben.
Durante los tres años de ejecución del proyecto la región registró avances significativos en la lucha contra la resistencia antimicrobiana. Entre los logros más destacados se encuentra la implementación de un abordaje multisectorial y el fortalecimiento de los planes nacionales de acción contra la resistencia antimicrobiana. La vigilancia integrada, basada en datos y evidencia cientÃfica, permitió seguimiento más eficiente de la resistencia, mientras que la movilización de recursos y la coordinación estratégica optimizaron la producción y el uso de antimicrobianos a lo largo de su ciclo de vida.
Los desafÃos persistentes en la implementación
A pesar de los avances persisten retos estructurales: fragmentación de sistemas de vigilancia, lagunas en datos comparables, capacidad regulatoria insuficiente en sectores de producción animal y acuÃcola y necesidad de mayor inversión en educación e infraestructura. La literatura destaca que los sistemas nacionales de consumo de antimicrobianos ofrecen oportunidades, pero requieren datos completos, interoperabilidad y apoyos polÃticos de largo plazo.
El Dr. Lipari destacó que uno de los principales desafÃos para aplicar protocolos de uso racional de antimicrobianos en Latinoamérica es «la obtención de recursos humanos» adecuados. También explicó que conformar seriamente programas para la optimización del uso de antimicrobianos exige «participación multidisciplinaria de varios actores», incluyendo enfermeras y enfermeros en control de infecciones, microbiólogos, farmacéuticos y médicos infectólogos que puedan trabajar de manera coordinada y consciente.
Además, enfatizó que los integrantes de estos equipos necesitan «tiempo resguardado de otras actividades», puesto que estas responsabilidades no pueden sumarse a un personal de salud ya saturado. Según su visión, «disponer de los recursos para poder tener un equipo de trabajo con esas horas dedicadas exclusivamente a actividades de programas para la optimización del uso de antimicrobianos» es fundamental para lograr resultados concretos, reducir el consumo de antimicrobianos y controlar la propagación de gérmenes multirresistentes.
El Dr. Diego Fernando Pérez Gaviria, médico cirujano, magÃster en epidemiologÃa, miembro de la Asociación Latinoamericana de Control de Infecciones y lÃder del equipo nacional de control de infecciones y programas para la optimización del uso de antimicrobianos de Dumian Medical, organización médica privada de Colombia, coincidió en que «desde México hasta la Patagonia quizá la implementación efectiva de protocolos y guÃas clÃnicas es un reto en sà mismo» y que las dificultades comienzan con lo básico: «Falta de personal calificado asignado para este propósito, la carencia de polÃticas de formación continua y la escasa capacidad de seguimiento y evaluación».
También señaló que la crisis de los sistemas de salud en varios paÃses «de alguna manera agrava estos problemas». Para avanzar, propone invertir en formación institucional, incentivar la contratación de talento humano especializado en control de infecciones y resistencia antimicrobiana y utilizar tecnologÃas emergentes, como plataformas digitales, que permitan difundir, socializar y monitorear de forma dinámica la adherencia a estas guÃas institucionales.
Lea el texto completo en: Lecciones, desafÃos y prioridades para hacer frente a la resistencia antimicrobiana en Latinoamérica – Medscape – 09 de octubre de 2025 (debe registrarse en el sitio web).



