«Una sola salud» es un enfoque integral y unificador cuyo objetivo es equilibrar y optimizar la salud de las personas, los animales y los ecosistemas. Utiliza los vÃnculos estrechos e interdependientes que existen entre estos campos para establecer nuevos métodos de vigilancia y control de enfermedades.
Por ejemplo, la forma en que se utiliza la tierra puede influir en el número de casos de paludismo. Las caracterÃsticas meteorológicas y los controles del agua construidos por el hombre pueden afectar a enfermedades como el dengue. El comercio de animales salvajes vivos puede aumentar la probabilidad de que determinadas enfermedades infecciosas pasen a las personas (lo que se denomina transmisión zoonótica de enfermedades).
La pandemia de COVID-19 puso de relieve la necesidad de establecer un marco mundial destinado a mejorar la vigilancia y un sistema más holÃstico e integral. Las lagunas en los conocimientos, la prevención y los enfoques integrales de «Una sola salud» se consideraron factores clave de la pandemia. Al abordar los vÃnculos entre la salud humana, animal y ambiental, «Una sola salud» se concibe como un planteamiento transformador encaminado a mejorar la salud mundial.
«Una sola salud» se aplica a una serie de cuestiones, entre las que se incluyen:
- la resistencia a los antimicrobianos (RAM), que se produce cuando gérmenes como bacterias y parásitos desarrollan la capacidad de vencer a los fármacos diseñados para acabar con ellos y seguir creciendo y propagándose;
- las zoonosis, que son enfermedades infecciosas causadas por gérmenes que se propagan entre animales y personas, como el ébola, la gripe aviar, la rabia, etc;
- enfermedades transmitidas por vectores, que afectan a las personas que sufren picaduras de un vector (mosquitos, garrapatas, piojos y pulgas) e incluyen el dengue, el virus del Nilo Occidental, la enfermedad de Lyme y el paludismo;
- inocuidad alimentaria y enfermedades de transmisión alimentaria, causadas por la contaminación de los alimentos y que se producen en cualquier fase de la cadena de producción, entrega y consumo de alimentos, como norovirus, salmonella, listeria, etc; y
- salud ambiental, como la contaminación del agua, la contaminación atmosférica y el cambio climático.
Según el Banco Mundial, en 2022 se calculó que el beneficio previsto de «Una sola salud» para la comunidad mundial serÃa de al menos US$ 37 000 millones al año. La necesidad anual estimada de gasto en prevención es inferior al 10% de estos beneficios.
Desde 2003, el mundo ha sido testigo de más de 15 millones de muertes humanas y US$ 4 billones en pérdidas económicas debidas a enfermedades y pandemias, asà como de inmensas pérdidas derivadas de los peligros para la inocuidad de los alimentos y el agua, que son amenazas para la salud relacionadas con «Una sola salud».
La colaboración entre sectores y disciplinas a través del enfoque «Una sola salud» es una solución vital para abordar los complejos retos de salud a los que se enfrenta nuestra sociedad. Para prevenir, detectar y responder a los nuevos retos de salud, todos los sectores implicados deben colaborar de forma conjunta para conseguir lo que ningún sector puede lograr por sà solo.
Magnitud del problema
La aparición del virus SARS-CoV-2 causante de la COVID-19 ha hecho patente la necesidad de reforzar el enfoque «Una sola salud», poniendo mayor énfasis en las conexiones con la salud animal y el medio ambiente (véase el Manifiesto de la OMS para una recuperación saludable de la COVID-19). Intentar ahorrar dinero descuidando la protección del medio ambiente, la preparación para emergencias, los sistemas de salud, las infraestructuras de agua y saneamiento y las redes de protección social ha demostrado ser un falso ahorro, y la factura se está pagando ahora con creces.
Ahora tenemos una oportunidad sin precedentes para reforzar la colaboración y las polÃticas en estos ámbitos y reducir el riesgo de futuras pandemias y epidemias, al tiempo que hacemos frente a la carga que suponen las enfermedades endémicas y no transmisibles.
Se necesita una vigilancia que controle los riesgos y ayude a determinar pautas en todos estos ámbitos. Además, las nuevas investigaciones deberÃan integrar las repercusiones de estos distintos ámbitos, en particular sobre los factores que desencadenan las crisis.
Retos
Para implantar «Una sola salud» se requieren cambios estructurales importantes que permitan integrar los ámbitos de la salud humana, animal y ambiental y apoyar la comunicación, la colaboración, la coordinación y el refuerzo de capacidades multisectoriales.
Entre las lagunas esenciales que presenta la aplicación del enfoque «Una sola salud» cabe citar las siguientes:
- bases de datos y recursos para apoyar el intercambio de información y la acción en consonancia con el planteamiento «Una sola salud»;
- determinar y exponer ejemplos de buenas prácticas para la aplicación de «Una sola salud»;
- mapeo de las iniciativas y capacidades existentes para la investigación de «Una sola salud» y la creación de la próxima generación de trabajadores de este enfoque;
- un modelo para un sistema integral de vigilancia de «Una sola salud»;
- mecanismos de coordinación rutinaria y de emergencia con las partes interesadas pertinentes;
- un conocimiento más completo de los factores que impulsan la propagación de las enfermedades zoonóticas (transmitidas entre animales y humanos). Esto incluye el comercio de animales, la agricultura, la ganaderÃa, la urbanización y la fragmentación del hábitat;
- un enfoque normalizado para evaluar los riesgos de salto zoonótico de agentes patógenos entre distintas poblaciones animales y los seres humanos, y la aparición de enfermedades zoonóticas, incluidas las que surgen en los sistemas alimentarios; y
- métodos para detectar y reducir los riesgos de salto zoonótico y propagación de enfermedades zoonóticas de forma que se minimicen las contrapartidas y se maximicen los beneficios secundarios con otros objetivos de salud y desarrollo sostenible.