Cuba: logros en salud

Voces del Henry Reeve (V). Aníval Umpierre: La mochila que combatió el ébola

Sobre la mesa reposa una mochila que parece haber vivido más vidas que su dueño. El tiempo y el uso le han cobrado factura, pero en su interior laten todavía los olores de cloro y sudor, la tensión de los trajes desechables, la asfixia bajo la escafandra y los ecos de voces que combatieron cerca de ella.

Físicamente hoy contiene un traje de protección biológica de los destinados a la “zona roja”, fotos y medallas: fragmentos de una historia que se abre como las páginas secretas de un diario de campaña:

– ¿Por qué conserva esta mochila hasta hoy?

«No me lo va a creer, pero cada vez que la miro vuelvo al hospital improvisado en África, en aquel 2014. Regresa la tensión de entrar al turno de trabajo, el calor de casi 40 grados, el pulso alterado, y los rostros de quienes lucharon conmigo.»

– Fue esa misión a Guinea Conakry, como parte del Contingente Internacional “Henry Reeve”, la que más lo marcó. ¿Cómo llegó a ella?

«Di mi disposición de ir a combatir el ébola enseguida que supe del tema, ¡y qué bueno que lo hice! Fue una experiencia que me enseñó lo que de verdad significan la vida y la muerte. Éramos 37 cubanos frente a una enfermedad que no perdona. Trabajábamos muy protegidos, el sudor nos cegaba y el tiempo dejaba de existir. Allí comprendí que un solo gesto, un solo movimiento, podía decidir si vivíamos o moríamos.»

– Debió ser duro perder compañeros y pacientes…

«Sí… Dos colegas cubanos se nos fueron entre las manos, eso nos dolió enormemente, y también muchos pacientes. Pero la misión era más grande que nuestro dolor. Con el apoyo de la Unión Africana salvamos a más del 60 % de los infectados, un logro que nadie había alcanzado. Fue como arrancarle terreno a la muerte.»

– Hoy su rostro aparece en las fotos de gran formato que narran la solidaridad cubana desde la Unidad Central de Cooperación Médica de Cuba (UCCM). ¿Qué significa eso para usted?

«Me impresiona. Es extraño verme inmortalizado en una imagen. Pero en esas fotos no soy yo: somos todos. Cada una guarda miedo, sacrificio, esperanza y la certeza de que estuvimos allí cuando más hacía falta.»

– Usted ha cumplido otras misiones internacionalistas, pero como integrante del Contingente “Henry Reeve” enfrentó la COVID-19 en Italia y en Cuba. ¿Qué lo sigue motivando a nuevas partidas?

«Saber que podemos hacer la diferencia. Que un gesto de cuidado puede salvar una vida. Elegí la enfermería para estar junto a los más vulnerables, incluso cuando la vida nos pone al límite.»

– ¿Fue con ese ánimo que comenzó todo?

«Empecé en un círculo de interés en la secundaria. Luego estudié en el politécnico de la salud, me gradué en 1983 como enfermero general y continué preparándome: licenciatura, maestría en urgencias médicas… Desde 2006 trabajo en la terapia intensiva de mi municipio. Siempre he creído que mientras más aprendo, más vidas puedo cuidar.»

– ¿Y la familia qué dice?

«Mi familia siempre me ha apoyado y está muy orgullosa de mí, principalmente mi mamá, Ana Delia, que siempre me ha acompañado en mis propósitos.»

Aníval cierra la mochila con una lentitud reverente, como quien ya parte de regreso a su Sierra de Cubitas en la provincia cubana de Camagüey. Me mira, desde su delgada figura de gestos rápidos y sus ojos reflejan la memoria de los que no sobrevivieron y la fuerza de los que caminaron junto a él. Mientras: repaso las fotos de la UCCM donde él aparece, y siento que en cada imagen late la historia de un hombre que eligió enfrentar el peligro para salvar vidas.

Su mochila continúa siendo testigo y parte de ella.

Por: Mylenys Torres Labrada

Al amparo de una vacuna cubana, toda la sonrisa

Cuba destaca como un ejemplo exitoso en el control y potencial eliminación de la hepatitis B en edades pediátricas, así como la erradicación de la transmisión vertical, de madre a hijo, y así lo reconoce la Organización Mundial de la Salud.

De acuerdo con declaraciones recientes de Eulogio Pimentel Vázquez, vicepresidente primero de BioCubaFarma, gracias a la aplicación de Heberbiovac HB, una vacuna recombinante del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, que ha demostrado alta inmunogenicidad y eficacia, desde 1999 no se reportan casos de hepatitis b en menores de cinco años; precisamente en ese año solo se reportó un caso.

Agregó que entre los niños menores de 15 años hubo también un único diagnóstico, en 2022, tras mantenerse en cero ese indicador desde 2006. Esa realidad prevalece hasta hoy, lo que evidencia el impacto de la vacunación sistemática desde el nacimiento.

La hepatitis B, que tiene alta prevalencia en el mundo, provoca aproximadamente 1,1 millones de muertes cada año, asociadas a consecuencias graves como la cirrosis y el cáncer de hígado.

A nivel mundial, solo el 46 % de la población está vacunada, y la OMS apunta a un 90 % para 2030, con el fin de eliminar la enfermedad. Las regiones más afectadas son el Pacífico Occidental, África y Asia Sudoriental.

Heberkinasa: Un Avance Transformador en la Medicina Cubana

La medicina moderna ha sido testigo de avances significativos que han transformado el tratamiento de enfermedades potencialmente mortales. En este contexto, el desarrollo de Heberkinasa, el primer trombolítico recombinante creado en Cuba por el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), representa un hito no solo para el país, sino también para la comunidad médica internacional. Este medicamento innovador muestra eficacia en el tratamiento de condiciones críticas como el infarto agudo de miocardio, embolia pulmonar y accidentes cerebrovasculares isquémicos.

Heberkinasa actúa provocando la lisis rápida del trombo intracoronario, lo que significa que logra disolver los coágulos que obstruyen las arterias del corazón. Esto es crucial para evitar la necrosis isquémica del miocardio, un daño irreversible al tejido cardíaco que puede resultar de la falta de circulación sanguínea. La rápida intervención con Heberkinasa mejora la función ventricular y limita el área infartada, lo que se traduce en una mejor calidad de vida para los pacientes y una reducción en las tasas de mortalidad.

Además, el uso de este medicamento no solo se limita a los eventos cardíacos. Heberkinasa también juega un papel vital en la restauración de la circulación venosa, evitando el síndrome posflebítico y reduciendo el riesgo de embolismo pulmonar. La capacidad de disolver trombos en situaciones de emergencia es un avance clave que puede cambiar el rumbo de la atención médica en situaciones críticas.

La administración de Heberkinasa debe realizarse dentro de una ventana terapéutica específica y bajo estricta supervisión médica. Este aspecto es fundamental, ya que el uso inadecuado del medicamento puede tener efectos adversos en ciertos pacientes. Las contraindicaciones claras son parte del protocolo para garantizar la seguridad y eficacia del tratamiento.

El desarrollo de Heberkinasa no solo representa un avance médico, sino que también tiene implicaciones significativas para el sistema de salud cubano. La capacidad de producir medicamentos innovadores a nivel nacional reduce la dependencia de importaciones y mejora la autosuficiencia del país en términos de salud. Esto es especialmente relevante en un contexto donde los recursos son limitados y el acceso a tratamientos de calidad es fundamental para la población.

Innovaciones de este tipo pueden posicionar a Cuba como un líder en biotecnología en la región, abriendo oportunidades para la colaboración internacional y el intercambio de conocimientos. La investigación y desarrollo en biotecnología no solo benefician a la salud pública, sino que también pueden impulsar la economía local a través de la creación de empleos y el desarrollo de nuevas tecnologías.

Realizan con éxito nuevo trasplante renal en el Instituto de Nefrología de Cuba

1. Una historia de amor y de ciencia

Un trasplante de riñón de un donante vivo acaba de marcar un nuevo hito en el Instituto de Nefrología de Cuba “Dr. Abelardo Buch López”: un hijo le donó un riñón a su madre para devolverle la vida. Y por eso no fue solo una cirugía, sino una declaración de principios, una expresión de lo que puede lograrse cuando se conjugan ciencia, voluntad y amor.

La paciente, una matancera de 50 años con enfermedad renal crónica, había tenido que andar ya el escabroso camino de la hemodiálisis.

Los detalles nos los ofrece el Jefe de la Unidad de Trasplantes del Instituto, el Dr. Christian Leyva de la Torre, quien encabezó el equipo multidisciplinario de nefrólogos, cirujanos, urólogos, anestesistas y enfermeras que luego de una evaluación exhaustiva asumió la cirugía del donante —de unas cinco horas—, particularmente compleja por tratarse de un joven con mucha masa muscular y de complexión fuerte, lo que exigió un abordaje técnico meticuloso. Y luego: la operación a su mamá, quien fue trasladada a terapia intensiva, como dicta el protocolo. Evolucionó de forma favorable y ahora recibe un seguimiento riguroso.

«Históricamente —nos refiere el profesor auxiliar, especialista de Primer Grado en Nefrología y de Segundo Grado en Medicina Interna— en la institución se realizó aproximadamente el 40 % de los trasplantes renales que se hacían en el país cada año. Después de la COVID-19 esta actividad quirúrgica decayó; actualmente tratamos de elevar el número, lo cual exige crear mejores condiciones en las terapias, la adquisición de todos los insumos y otras necesidades. Este es un ejemplo de la voluntad existente en la institución de devolverles calidad de vida a pacientes con insuficiencia renal crónica».

2. La voz que dijo: «¡Comiencen!»

La voz que marcó el inicio de ambos procedimientos fue la de la Dra. Raquel Rondón Reytor, anestesióloga y jefa del salón de operaciones. Con apenas 32 años, dirige con firmeza los pasos dentro de ese espacio donde se lucha cuerpo a cuerpo por la vida.

«Son cirugías largas, agotadoras, trabajosas, pero con un fin muy humano… Ese día hay mucho personal en el salón. También se requiere de mucho material; se gasta más del doble de lo normal de todo… Pero todos nos regocijamos al ver orinar inmediatamente al uréter, tras conectar la vena y la arteria a la vejiga. Eso es señal de que todo va bien, que el paciente va a salir orinando del salón», relató, con la satisfacción de quien ama profundamente su labor.

Raquel se convirtió en anestesióloga a los 28 años. Su familia —su madre, su hermana y su esposo— se enorgullecen de ella. «Mi especialidad es muy dedicada, pero también muy bonita. Es una de las más completas de la medicina», afirma.


3. «Mi hijo me devolvió la vida»

Misleivy Martínez Zulueta todavía no se explica cómo es posible que, tras una cirugía tan compleja como un trasplante renal, no haya sentido dolor fuerte ni haya necesitado analgésicos. Dice que puede deberse a que el nuevo riñón que ahora la mantiene con vida pertenece a su único hijo, Evelio Joel Hernández Martínez, de 28 años.

—»Fue su decisión. Me costó mucho aceptarlo porque no es fácil, pero él siempre estuvo muy dispuesto. Sé que es un gran ser humano, y ahora es mi salvador»—dice, emocionada.

El joven, exintegrante del equipo de béisbol Cocodrilos de Matanzas, es licenciado en Cultura Física y cursa actualmente una maestría. Trabaja en Varadero y hoy, ya de alta, se recupera en casa junto a su esposa, su hija y su abuela.

—»Cuando salí de terapia intensiva, tras cinco días, lo vi por primera vez en la sala. Nos abrazamos, le di las gracias por ese gesto tan valiente, tan humano. Me dijo: Mamá, yo hice lo que tenía que hacer por ti. Te debo la vida y quiero disfrutarla a tu lado».

También ha sido esencial el apoyo de su esposo, Evelio Joel Hernández Serra, quien ha estado a tiempo completo durante todo el proceso.

Misleivy es trabajadora social en el Ministerio de Trabajo en Matanzas, donde atiende casos de vulnerabilidad social, madres con varios hijos, adultos mayores, personas con discapacidad y menores con conductas inadecuadas. «Me gusta mucho mi trabajo», dice.

—»Estoy muy agradecida con el equipo médico, en especial con el doctor Christian, un gran profesional y mejor ser humano. También con los residentes del servicio, que constantemente nos trataron, bajo su supervisión. Y a todos en el instituto».

Recuerda con especial cariño también a la doctora Vionahilda, quien la diagnosticó en la sala de Nefrología del Hospital Provincial de Matanzas “Faustino Pérez”, y a la doctora Idania, del Laboratorio Clínico, que siempre estuvo pendiente de sus complementarios.

—»Agradezco a todos los que han estado presentes en este proceso. He sentido mucho apoyo y eso me ha dado fuerzas».

Y un poco más de fuerzas para creer en el amor de la familia y en el poder de la ciencia tenemos ahora todos.

Por: Mylenys Torres Labrada.

La Unión Europea apoya el aumento de la producción de vacunas y el fortalecimiento de la entidad reguladora de medicamentos en Cuba

El lanzamiento de BIOTEC Cuba, el Programa de Biotecnología Cuba-Unión Europea, se integra en el marco del fortalecimiento de la autonomía sanitaria de América Latina y el Caribe para mejorar la capacidad de respuesta ante futuras emergencias de salud.

Esta iniciativa, que cuenta con un financiamiento total de 8,5 millones de euros de la Unión Europea (UE), tiene como objetivo aumentar la capacidad de producción de vacunas, fortalecer la regulación sanitaria y promover la transferencia de tecnología.

Se desglosa en dos proyectos: “Fortalecimiento de capacidades I+D+i de la industria biotecnológica y farmacéutica de Cuba”, con 6,6 millones de euros, y “Regulación e Innovación en Salud”, con 1,9 millones de euros.

El primer proyecto, implementado con el PNUD, BioCubaFarma y la Universidad de La Habana, tiene como principal objetivo ampliar las capacidades productivas de vacunas y fármacos para la población, incluyendo la pediátrica, y así reducir los riesgos ante enfermedades graves de niños y niñas, meta que se pretende alcanzar a través del fortalecimiento de las capacidades de I+D+i del polo industrial de CIGB-Mariel SA, fortaleciendo el ecosistema de innovación local y generando empleo calificado.

La segunda línea de acción, en colaboración con la OPS/OMS, el MINSAP y el CECMED, se concreta en el proyecto “Regulación e Innovación en Salud – Fortalecimiento de las capacidades de la Autoridad Reguladora Nacional (ARN) de Cuba”.

CECMED es la entidad nacional encargada de regular medicamentos y vacunas. El apoyo a su desarrollo tecnológico, metodológico y analítico, incluyendo la transformación digital de sus procesos, tiene como objetivo garantizar la validación internacional de productos biofarmacéuticos, fortaleciendo la cooperación con agencias homólogas de Europa y América Latina.

En los últimos cinco años, la UE se ha destacado como uno de sus principales socios comerciales, con las importaciones cubanas de equipos industriales que superan los 250 millones de euros. Este intercambio permite fortalecer los estándares de la regulación sanitaria y promover la transferencia de tecnología, en línea con la estrategia Global Gateway y la iniciativa UE-América Latina y el Caribe para la resiliencia sanitaria regional.

BIOTEC Cuba, una alianza entre Cuba, Naciones Unidas y la UE, contribuye a un ecosistema científico más robusto y conectado en América Latina y el Caribe, aumentando el acceso y la confianza de la población en los servicios de salud pública.

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