Guías clínicas

HEARTS en las Américas: medición de la presión arterial

Hoy 17 de mayo celebramos una nueva jornada del Día Mundial de la Hipertensión. La medición precisa de la presión arterial es clave para el diagnóstico efectivo, la prevención y el control de la hipertensión. Ello se puede lograr con el uso de dispositivos electrónicos validados, el uso de un protocolo correcto de medición y la preparación adecuada del paciente.

Esta página de la iniciativa HEARTS en la Américas presenta infográficos sobre protocolos de medición, lista de recursos virtuales para encontrar monitores validados, las especificaciones técnicas sobre monitores automáticos de la OMS, y literatura relacionada con el tema.

La iniciativa busca integrarse de manera transparente y progresivamente a los servicios de salud ya existentes para promover la adopción de las mejores prácticas mundiales en la prevención y el control de las enfermedades cardiovasculares (ECV) y mejorar desempeño de los servicios a través del mejor control de la hipertensión y la promoción de la prevención secundaria con énfasis en la atención primaria de salud.

Se estima que para este año, el modelo HEARTS será el estándar para la gestión del riesgo cardiovascular, incluyendo la hipertensión, la diabetes y la dislipidemia, en la atención primaria de salud en toda la región de las Américas.

HEARTS en la Américas ha identificado que el tema de la precisión de la medición de la presión arterial es decisivo para asegurar el avance la iniciativa ya que es un factor crucial para el diagnóstico y el manejo de la hipertensión. La medición de la presión arterial con equipos no validados deviene en un grave problema de calidad de los servicios de salud y también en un asunto de seguridad del paciente. Por lo tanto, esta trabajando con los países en el uso de protocolos de medición correctos, validación de los monitores de presión arterial y fortalecimiento de marcos regulatorios para garantizar el uso exclusivo de monitores validados.

Vea todas las recomendaciones desde aquí.

La OMS publica las primeras directrices sobre el diagnóstico, el tratamiento ‎y la atención de la meningitis

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado sus primeras directrices mundiales sobre el diagnóstico, el tratamiento y la atención de la meningitis, con el propósito de acelerar la detección, garantizar un tratamiento oportuno y mejorar la atención a largo plazo de las personas afectadas. Al reunir las últimas recomendaciones basadas en la evidencia, las directrices proporcionan una herramienta fundamental para reducir las muertes y las discapacidades causadas por la enfermedad.

A pesar de la eficacia de los tratamientos y las vacunas contra algunas formas de meningitis, la enfermedad sigue siendo una importante amenaza para la salud mundial. La meningitis bacteriana es la forma más peligrosa y puede provocar la muerte en 24 horas. Muchos agentes patógenos pueden causar meningitis, y se estima que en 2019 se notificaron 2,5 millones de casos en todo el mundo. Esa cifra incluye 1,6 millones de casos de meningitis bacteriana que provocaron aproximadamente 240 000 muertes.

Alrededor del 20 % de las personas que contraen meningitis bacteriana presentan complicaciones a largo plazo, entre ellas discapacidades que afectan su calidad de vida. La enfermedad también conlleva grandes costos financieros y sociales para las personas, las familias y las comunidades.

«La meningitis bacteriana mata a una de cada seis personas a las que afecta y deja a muchas otras con problemas de salud duraderos», dijo el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS. «La aplicación de estas nuevas directrices ayudará a salvar vidas, a mejorar la atención a largo plazo de las personas afectadas por la meningitis y a reforzar los sistemas de salud».

La meningitis puede afectar a cualquier persona, en cualquier lugar y a cualquier edad, sin embargo, la carga de la enfermedad sigue siendo particularmente alta en los países de ingresos bajos y medianos, y en los entornos donde se producen epidemias a gran escala.  La mayor carga de la enfermedad se observa en una región del África Subsahariana que se conoce como el «cinturón de la meningitis», donde el riesgo de que ocurran epidemias de meningitis meningocócica es muy elevado.

Recomendaciones sobre el manejo clínico de la meningitis en niños y adultos

Mejorar el manejo clínico de la meningitis es esencial para reducir la mortalidad y la morbilidad, minimizar las complicaciones y la discapacidad a largo plazo, y mejorar la calidad de vida de las personas y comunidades afectadas.

Las nuevas directrices proporcionan recomendaciones basadas en la evidencia relativas al manejo clínico de los niños mayores de un mes, los adolescentes y los adultos con meningitis aguda adquirida en la comunidad.

En ellas se abordan todos los aspectos de la atención clínica, como el diagnóstico, la antibioticoterapia, el tratamiento complementario y el de apoyo, y el manejo de los efectos a largo plazo.  Dadas las similitudes observadas en la presentación clínica, el diagnóstico y los enfoques de tratamiento de las diferentes formas de meningitis aguda adquirida en la comunidad, en las directrices se contemplan tanto las causas bacterianas como las virales.

Las directrices proporcionan recomendaciones para entornos tanto epidémicos como no epidémicos, y las relativas a los primeros sustituyen las directrices anteriores de la OMS, publicadas en 2014, que abarcaban la respuesta a los brotes de meningitis.

Dado que los entornos donde los recursos son limitados son los que soportan la mayor carga de meningitis, las directrices se formularon con el fin específico de proporcionar una orientación técnica que se adecue a la puesta en práctica en países de ingreso bajo y mediano.

Las directrices están destinadas a los profesionales de la salud que trabajan en establecimientos de primer y segundo nivel, como servicios hospitalarios, ambulatorios y de urgencia. Los responsables de formular políticas, los planificadores en materia de salud, las instituciones académicas y las organizaciones de la sociedad civil también pueden utilizarlas para fundamentar las iniciativas de creación de capacidad, formación e investigación.

Derrotar la meningitis de aquí a 2030

Las directrices contribuyen a la Hoja de Ruta Mundial con miras a Derrotar la Meningitis para 2030, de carácter más amplio, que los Estados Miembros de la OMS aprobaron en 2020 y que tiene por objeto eliminar las epidemias de meningitis bacteriana, reducir el número de casos de esa enfermedad prevenibles mediante vacunación en un 50 % y las defunciones en un 70 %, y reducir la discapacidad y mejorar la calidad de vida después de una meningitis.

La consecución de esos objetivos precisa de una acción coordinada en cinco ámbitos principales:

  1. Diagnóstico y tratamiento: detectar con más rapidez y optimizar el manejo clínico.
  2. Prevención y control de epidemias: obtener vacunas nuevas y asequibles; lograr una inmunización y una cobertura elevadas, y mejorar la preparación y la respuesta ante brotes.
  3. Vigilancia de enfermedades: fortalecer los sistemas de vigilancia para orientar la prevención y el control.
  4. Apoyo y atención para las personas afectadas por la meningitis: velar por el reconocimiento precoz y por que haya un mejor acceso a la atención y al apoyo relacionados con las secuelas de la meningitis.
  5. Promoción y compromiso: fomentar el compromiso político y la inclusión en los planes nacionales; lograr que el público comprenda mejor la meningitis, y sensibilizar sobre el derecho a los servicios de prevención, atención y cuidados posteriores.

Con estas directrices, la OMS proporciona a los países una herramienta fundamental para subsanar las deficiencias en materia de diagnóstico, tratamiento y atención de la meningitis, de modo que un mayor número de personas reciba tratamiento a tiempo y apoyo a largo plazo.

Descargue las directrices desde aquí (en inglés): WHO guidelines on meningitis diagnosis, treatment and care (1.1 MB).

Nuevas guías pretenden reducir las infecciones quirúrgicas en procedimientos anestésicos

Las nuevas recomendaciones de la American Society of Regional and Anesthesia Pain Medicine (ASRA) ofrecen estrategias para que los anestesiólogos y médicos especialistas en el tratamiento del dolor prevengan las infecciones que se desarrollan después de cirugías y otros procedimientos para el control del dolor.

Las infecciones del sitio quirúrgico, que se estima ocurren 500.000 veces tan solo en Estados Unidos,    aumentan los costos hospitalarios en más de 20.000 dólares por ingreso y prolongan la estancia hospitalaria en casi 10 días, según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos. Además de los costos económicos, algunos pacientes que tienen una infección del sitio quirúrgico presentarán una infección a largo plazo y una muerte más temprana.

«Esto reúne en un solo lugar recomendaciones y buenas prácticas respaldadas por la literatura», dijo la Dra. Christine Hunt, fisiatra de la Mayo Clinic en Jacksonville, Estados Unidos, quien ayudó a redactar las  nuevas recomendaciones.

La guía ofrece sugerencias desde el entorno perioperatorio hasta el manejo del dolor crónico, agregó la Dra. Hunt.

Según los autores de las nuevas recomendaciones, la incidencia de las infecciones del sitio quirúrgico relacionadas con la anestesia regional o los procedimientos intervencionistas para aliviar el dolor es difícil de determinar con precisión. Algunos expertos estiman que la  incidencia general de las infecciones del sitio quirúrgico podría reducirse a la mitad  si se aplicaran mejor las prácticas de control de infecciones basadas en la evidencia.

Algunas de las medidas adoptadas fueron generales: se recomienda lavarse las manos con agua y jabón antes del primer caso del día y usar desinfectante de manos durante al menos 15 segundos antes de cualquier tipo de procedimiento. Pero otras fueron más específicas: por ejemplo, profilaxis antibiótica antes de procedimientos mínimamente invasivos o quirúrgicos, o mantener la glucemia perioperatoria en 150 mg/dl o menos antes de la cirugía para implantar dispositivos como estimuladores de la médula espinal.

Lea el texto completo en: Las nuevas guías pretenden reducir las infecciones quirúrgicas en procedimientos anestésicos – Medscape – 3 de feb de 2025 (debe registrarse en el sitio web).

Algunas consideraciones de las recomendaciones para diabetes del American College of Physicians

La red médica Medscape propone un análisis de las recomendaciones publicadas recientemente por el American College of Physicians (ACP) sobre la efectividad para la reducción de algunos desenlaces, como eventos cardiovasculares o renales, con los fármacos antidiabéticos recientes.

Para hacer esta evaluación se realizó una revisión sistemática y un metanálisis en red de estudios aleatorizados controlados con las clases terapéuticas de inhibidores de la dipeptidil-peptidasa-4 (DPP-4), inhibidores del cotransportador de sodio-glucosa de tipo 2 (SGLT2), análogos de agonistas del receptor del péptido 1 similar al glucagón (GLP-1) e insulinas de acción prolongada.

Algunas recomendaciones clave de este documento se centran en datos ya conocidos, como usar inhibidores del cotransportador de sodio-glucosa de tipo 2 o análogos del receptor del péptido 1 similar al glucagón para los pacientes con diabetes y mayor riesgo cardiovascular o renal por sus efectos benéficos en estos desenlaces.

El American College of Physicians recomienda que estas clases se añadan al tratamiento con metformina solo en el contexto de descontrol glucémico.

El Dr. José Gotés Palazuelos, autor del análisis, piensa que esta es una posición controversial. Por un lado, es cierto que todos los estudios clínicos de inhibidores del cotransportador de sodio-glucosa de tipo 2 y análogos del receptor del péptido 1 similar al glucagón se usan en adición a metformina, sin embargo, la evidencia apunta a que estas últimas clases pueden ser usadas como primera línea (incluso antes de metformina) en pacientes con diabetes, que por su riesgo cardiovascular o renal así lo ameriten.

Asimismo, expresa que cuando estos fármacos se utilizan de forma temprana hay mejora en desenlaces en pacientes con diabetes. Estudios recientes han mostrado que se puede atenuar el efecto de la exposición glucémica sobre desenlaces microvasculares o macrovasculares con el uso temprano de inhibidores del cotransportador de sodio-glucosa de tipo 2.

Desde el punto de vista práctico, un buen porcentaje de pacientes con diabetes se presenta con exceso de peso, y así ambas clases, en especial la de los análogos del receptor del péptido 1 similar al glucagón, pueden ser una estrategia efectiva para bajar de peso e impactar en otros factores de riesgo cardiovascular. El Dr. Gotés considera que deberíamos pensar en el uso de estas clases de fármacos de forma más temprana, en muchos escenarios con la combinación con metformina.

¿Qué piensa usted?

Vea el texto completo y participe del debate en: Algunas consideraciones de las recomendaciones para diabetes del American College of Physicians – Medscape – 16 de jul de 2024 (debe registrarse en el sitio web).

Dermatólogos presentan nueva guía para el manejo del acné vulgaris

El acné afecta a la mayoría de los adolescentes y a muchos adultos, y la Academia Americana de Dermatología (American Academy of Dermatology, AAD) ha actualizado sus directrices de tratamiento. Hay una gran cantidad de cremas y píldoras que pueden ayudar a aliviar el acné y a menudo se usan en combinación. Pero ciertos «tratamientos», como las terapias de luz, podrían no funcionar, dijo la Academia.

Las directrices sobre esta afección común (el acné afecta al 85 % de los adolescentes y a muchos adultos) no se revisaban desde 2016. Esta nueva actualización de la ADD recomienda que podría ser necesaria una combinación de tratamientos para controlar la afección.

Las actualizaciones de 2024 incluyen «la discusión de los nuevos medicamentos tópicos, que se aplican directamente sobre la piel, y los tratamientos sistémicos, que se toman por vía oral», explicó el Dr. John Barbieri, copresidente del Grupo de Trabajo de las Directrices sobre el Acné de la AAD.

Todas las nuevas actualizaciones se basan en la evidencia, con 18 recomendaciones en total. Cuatro de ellas caen bajo el encabezado de «recomendación fuerte» de las directrices:

  1. El uso de cremas de peróxido de benzoilo para reducir la cantidad de bacterias relacionadas con el acné en la piel
  2. El uso de cremas retinoides como adapaleno, tretinoína, tazaroteno y trifaroteno, para ayudar a limpiar los poros y reducir la inflamación.
  3. Antibióticos orales como la doxiciclina, así como cremas antibióticas, para ayudar también a reducir los niveles de bacterias y la inflamación
  4. Uso combinado, según sea necesario, de todo lo anterior

La AAD también realizó cinco recomendaciones de «buenas prácticas» para los dermatólogos al tratar el acné:

  • Las directrices aconsejan «combinar varios tipos de tratamiento diferentes, ya que esto puede conducir a mejores resultados».
  • Use los antibióticos con moderación, ya que el uso excesivo puede desencadenar cepas resistentes de bacterias
  • El uso de peróxido de benzoilo junto con un antibiótico puede disminuir el riesgo de resistencia
  • Los pacientes afectados por protuberancias de acné más grandes pueden necesitar tratamiento con corticosteroides inyectados para aliviar más rápidamente la inflamación y el dolor
  • Las personas con acné severo que han fracasado en el tratamiento con las cremas y píldoras mencionadas anteriormente pueden necesitar tratamiento con isotretinoína (nombre comercial Accutane)

Por último, las directrices incluyen lo que la AAD denominó recomendaciones «condicionales», que deben ser consideradas por los médicos caso por caso:

  • Uso de cremas de clascoterona, que se enfocan en problemas hormonales que podrían provocar acné. Además, las terapias hormonales, como el uso de la píldora anticonceptiva o la espironolactona, también podrían abordar las causas hormonales del acné
  • Cremas de ácido salicílico que pueden ayudar a destapar los poros y exfoliar la piel
  • Cremas de ácido azelaico que se pueden usar para «destapar los poros, matar las bacterias y desvanecer las manchas oscuras que pueden continuar cuando desaparece una mancha de acné».
  • Píldoras de minociclina o sareciclina, para combatir las bacterias de la piel relacionadas con el acné y aliviar la inflamación

“Había muy pocas evidencias que respaldaran la recomendación de otros supuestos tratamientos para el acné, como las exfoliaciones químicas, los láseres y los dispositivos basados en la luz o las microagujas”, dijo la AAD.

También faltaban evidencias que respaldaran los cambios en la dieta, o las terapias alternativas, como las vitaminas o los productos de origen vegetal, dijo el grupo.

Se recomendaron otros tres «tratamientos»: el uso de terapia de luz de banda ancha, luz pulsada intensa y gel de adapaleno al 0,3 %.

Revise las nuevas guías para el manejo del acné vulgaris en:

Rachel V. Reynolds, Howa Yeung, Carol E. Cheng, Fran Cook-Bolden, Seemal R. Desai, Kelly Druby, Esther E. Freeman, Jonette E. Keri, Linda F. Stein Gold, Jerry K.L. Tan, Megha M. Tollefson, Jonathan S. Weiss, Peggy A. Wu, Andrea L. Zaenglein, Jung Min Han, PharmD, John S. Barbieri. Guidelines of care for the management of acne vulgaris. J Am Acad Dermatol. Published:January 30, 2024. DOI:https://doi.org/10.1016/j.jaad.2023.12.017

 

 

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