Cuba se une a la celebración por el Día Internacional del Ensayo Clínico

La pandemia de la COVID-19 provocó que la comunidad científica centrara sus esfuerzos en el desarrollo de medicamentos y vacunas para cortar la transmisión del SARS-CoV-2 y sus efectos sobre la salud humana. Tras esos empeños de la ciencia las personas también han adquirido conocimientos y términos que para muchos eran desconocidos, entre ellos el de ensayo clínico.

Cada 20 de mayo, desde 2005, los científicos de todo el mundo celebran el Día Internacional del Ensayo Clínico, con el objetivo de dar a conocer al público en qué consiste la labor científica detrás de una vacuna o un medicamento para una enfermedad concreta.

La fecha alude al primer ensayo clínico de la historia, realizado por el doctor escocés James Lind en 1747, que sentó las bases para la investigación clínica al tratar de identificar la ausencia de la vitamina C como causa del escorbuto que afectaba a los marineros de la Armada Británica.

A pesar de la presencia del nuevo coronavirus en Cuba, el Centro Nacional Coordinador de Ensayos Clínicos (Cencec), subordinado al Ministerio de Salud Pública (Minsap), participa del control, diseño y conducción de los 105 ensayos que actualmente se desarrollan en todo el territorio nacional, de ellos, 43 están destinados al tratamiento del cáncer.

Con respecto a la COVID-19, desde marzo de 2020 al 20 de abril de 2021, la máxima dirección del Minsap aprobó 28 ensayos clínicos para prevenir y tratar la enfermedad, de ellos cuatro terminaron en el 2020 y 24 se encuentran en algunas de sus etapas de desarrollo; un proceso que puede durar unos 10 o 12 años entre las diferentes etapas y su administración a escala poblacional.

De igual forma, se han registrado 46 estudios –no  todos ensayos clínicos– para tratar el virus, 14 de ellos pertenecen al Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología y 10 al Instituto Finlay de Vacunas, y en unos 22 tiene participación el Cencec.

¿Qué es un ensayo clínico?

Un ensayo clínico es una metodología de investigación que se realiza con la participación de seres humanos como voluntarios, para evaluar el efecto de una intervención de medicamentos, equipos o dispositivos médicos en un problema de salud concreto.

A este se llega una vez vencidos los estudios preclínicos (de farmacología y toxicología) en células y luego en animales de laboratorio, los de formulación y estabilidad del producto farmacéutico, a partir de las regulaciones establecidas, explicó Yamilé Cachimaille Benavides, jefa del departamento de ensayos clínicos del Cencec.

Esos resultados se presentan a la autoridad reguladora, el Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos (Cecmed), para iniciar el ensayo clínico, aunque no es suficiente con un solo estudio para completar el desarrollo clínico de un producto farmacéutico, sino que se necesitan de varios y ahí es donde intervienen las fases.

La primera fase busca evaluar la seguridad del producto, identificar reacciones adversas y si son tolerables o no por los seres humanos, es decir, evaluar los posibles riesgos. Para la segunda fase se estudia el efecto (respuesta inmune en el caso de vacunas), las dosis y los eventos adversos, o sea, la seguridad, que está presente en todo momento. En cuanto a la tercera, se enfoca en la eficacia clínica y se solicita el registro sanitario del medicamento; mientras que en la cuarta fase (pos registro) se persigue la efectividad.

Cachimaille Benavides señaló que cada momento de la investigación se diferencia en cuanto a la cantidad de personas que se exponen, al inicio son menos y más homogéneos, luego la muestra es mayor y más heterogénea. A medida que avanzan las fases también las condiciones son menos experimentales, con criterios de selección muy restringidos al principio y más flexibles después, acorde con la seguridad demostrada.

¿Cuándo el Cecmed aprueba un ensayo clínico?

Detrás de la aprobación de un fármaco, ya sean medicamentos, productos biológicos, biotecnológicos, naturales u homeopáticos, además de equipos y dispositivos médicos existe un proceso estricto de evaluación, con la presentación de la documentación necesaria al Cecmed y la revisión del producto, teniendo en cuenta los estudios preclínicos realizados en animales y toda la información de los ensayos clínicos realizados, expresó la Máster en Ciencias Olga Lidia Jacobo Casanueva, directora de la institución.

Acerca del proceso, detalló que lo primero es cumplir los requisitos implementados en la Regulación 21 de 2008 del centro donde se establece que el protocolo clínico debe ser revisado y avalado por un Comité de Ética en la Investigación Clínica, organización independiente integrada por profesionales, médicos y científicos cuya responsabilidad es asegurar la protección de los derechos, la seguridad y el bienestar de los seres humanos involucrados en un estudio.

De igual forma, constituyen requerimientos la aprobación del Minsap como órgano rector de las investigaciones clínicas en el país, y la inscripción en el Registro Público Cubano de ensayos clínicos, actividad que le corresponde al Cencec.

El expediente a presentar debe contener básicamente toda la información relacionada con el desarrollo del candidato vacunal, proceso de producción, controles y especificaciones de calidad, formulación de la vacuna, composición, fabricación de lotes y estabilidad.

Asimismo, incluye la información referida a los estudios toxicológicos en animales, estudios de dosis y los farmacológicos, así como los detalles vinculados al protocolo clínico relacionados con el diseño, selección de los sujetos, objetivos del estudio, sitios clínicos participantes, esquema de tratamiento, eventos adversos, variables a controlar, recolección de la información y manejo de datos, entre otros aspectos, explicó Jacobo Casanueva.

Insistió en que una vez registrado el producto, la labor del Cecmed no queda ahí, sino que se mantiene la vigilancia en el mercado para saber cuál es su comportamiento. Si aparece algún evento adverso o en el caso de que presente una falla de calidad puede  investigar, tomar muestras y hacer un dictamen, además tienen la potestad para retirar cualquier lote.

Tanto el Cencec como el Cecmed y el Minsap trabajan día a día por implementar ensayos clínicos de calidad, que tributen a resultados investigativos favorables y novedosos en aras de contribuir a una mejor salud del pueblo cubano. En el Día Internacional del Ensayo Clínico llegue la felicitación y reconocimiento a todos los profesionales cubanos que dedican su labor a la realización de estas investigaciones.

Día Mundial de la Metrología: Medición para la salud en Cuba

Cada 20 de mayo se celebra el Día Mundial de la Metrología, que este año se dedica a las mediciones para la salud.

La revista Anales de la Academia de Ciencias de Cuba ha publicado una contribución especial por esta fecha, que les invitamos a consultar.

Feliz día para todos los metrólogos cubanos y nuestro agradecimiento por la labor que realizan en la lucha contra la pandemia de COVID-19.

Vea el artículo en: Reyes-Ponce Y, Mejías-Sánchez Y. Medición para la salud en Cuba. Anales de la Academia de Ciencias de Cuba [revista en Internet]. 2021 [citado 2021 May 20]; 11(2):[aprox. 0 p.]. Disponible en: http://www.revistaccuba.cu/index.php/revacc/article/view/1029

El SARS-Cov-2 obstaculiza la eliminación de las células muertas, lo que intensifica el daño pulmonar

Imágenes de tejidos pulmonares obtenidos en autopsias, tomadas mediante inmunofluorescencia: a la derecha, de un paciente fallecido debido a complicaciones ocasionadas por el COVID-19, y a la izquierda, de uno con muerte por una causa no relacionada. El color azul representa al núcleo de las células, el verde a un marcador (S1009) de monocitos y macrófagos infiltrados en el tejido, y el rojo al receptor CD36. Los macrófagos y los monocitos que expresan tanto S1009 y CD36 aparecen en amarillo por superposición de ambos (imagen: Alexandre Fabro y Edismauro Freitas-Filho)

Existe prácticamente un consenso entre los científicos que indica que el agravamiento de la COVID-19 está relacionado con un desequilibrio de la respuesta inmunitaria contra el SARS-CoV-2. Sin embargo, aún no se sabe exactamente qué componentes del sistema de defensa actúan en forma desregulada en esos casos, ni tampoco por qué. En un estudio dado a conocer en la plataforma medRxiv, científicos de la Universidad de São Paulo (USP), en Brasil, sugieren algunas respuestas referentes a una parte de este rompecabezas.

En el artículo en el que se hace referencia a dicho estudio, aún no revisado por pares, los autores describen de qué manera el contacto con el nuevo coronavirus altera el funcionamiento de los macrófagos, una especie de “barrenderos” del sistema inmunológico, encargados de eliminar por la vía de la fagocitosis los restos de las células muertas y de otras partículas extrañas presente en el organismo.

Mediante experimentos realizados in vitro, los científicos descubrieron que al incorporar células infectadas con el SARS-CoV-2 aún activo, los macrófagos empiezan a producir cantidades excesivas de moléculas pro inflamatorias, lo que puede hacer su aporte para disparar el cuadro que se conoce con el nombre de tormenta de citoquinas, que se observa en pacientes con la forma grave de la enfermedad.

Asimismo, de acuerdo con este estudio, la fagocitosis de células muertas infectadas reduce hasta 12 veces la capacidad de los macrófagos para reconocer y remover otras células muertas que eventualmente surgen en su camino.

 “Millones de células mueren en nuestro organismo todos los días, y debe eliminárselas en forma eficiente. De lo contrario, podría interpretárselas como una señal de peligro o podrían generar autoantígenos, favoreciendo así el surgimiento de enfermedades autoinmunes. En los casos de pulmones afectados por el SARS-CoV-2, la remoción continua de las células muertas a cargo de los macrófagos resulta esencial para la regeneración del tejido. Y si la presencia del virus en las células fagocitadas subvierte esta función de los macrófagos, es posible que contribuya con el daño tisular extendido característico de la COVID-19”, dice Larissa Cunha, docente de la Facultad de Medicina de Ribeirão Preto (FMRP-USP) y coordinadora de la investigación, que contó con financiación de la FAPESP – Fundación de Apoyo a la Investigación Científica del Estado de São Paulo.

Las evidencias preliminares

Los primeros test descritos en el artículo se realizaron con dos linajes de células epiteliales –uno procedente de un pulmón humano (Calu-3) y otro de un riñón de mono (Vero CCL81, uno de los principales modelos empleados para el estudio del SARS-CoV-2)–, que fueron infectados in vitro con el nuevo coronavirus.

Los investigadores observaron que esta infección activa en las células epiteliales un proceso conocido como apoptosis, un tipo de muerte celular programada que normalmente no suscita una respuesta inflamatoria en el organismo.

Vea/descargue el artículo completo (PDF, 4.8 MB)

 

Mecanismo molecular de la cardiopatía congénita y la hipertensión pulmonar

Este libro se centra en el mecanismo molecular de la cardiopatía congénita y la hipertensión pulmonar, y ofrece nuevos conocimientos sobre el desarrollo de la circulación pulmonar y el conducto arterioso. Describe en detalle los mecanismos moleculares involucrados en el desarrollo y morfogénesis del corazón, pulmones y conducto arterioso, cubriendo una variedad de temas como funciones genéticas, factores de crecimiento, factores de transcripción e interacciones celulares, así como tecnologías de ingeniería de células madre.

El texto también presenta avances recientes en nuestra comprensión del mecanismo molecular del desarrollo pulmonar, la hipertensión pulmonar y la regulación molecular del conducto arterioso. Como tal, es un recurso ideal para médicos, científicos e investigadores interesados en los últimos hallazgos sobre los orígenes de las cardiopatías congénitas y las posibles terapias futuras relacionadas con la circulación pulmonar / hipertensión y el conducto arterioso.

Editor: Springer Nature
Lugar y fecha de publicación: Singapore, 2020

Descargue el libro completo (pdf, 15.1 MB)

Lactancia materna segura durante la pandemia de COVID-19

Si ya eres mamá o estás embarazada, es natural que te hayas preguntado qué es lo más seguro para tu bebé durante el brote de la pandemia COVID-19.

Las pruebas están profundamente a favor de la lactancia materna. El contacto piel con piel y la lactancia materna temprana y exclusiva ayudan al bebé a desarrollarse, por lo que no hay razón para interrumpirla como consecuencia del virus. Hasta la fecha, no se ha detectado la transmisión de casos activos de la COVID-19 (el virus causante de la infección) a través de la leche materna ni de la lactancia.

Estas son algunas respuestas a las preguntas habituales que se hacen las nuevas y las futuras madres. Con ellas pretendemos ayudar a proporcionarte la experiencia más segura para ti y para tu bebé, tanto si estás sana como si tienes indicios o síntomas de la COVID-19.

¿Debería seguir la lactancia materna durante la pandemia?

Por supuesto. La leche materna contiene anticuerpos beneficiosos para mantener a los bebés sanos y protegidos de muchas infecciones. Los anticuerpos y los factores bioactivos de la leche materna pueden combatir la infección de la COVID-19, incluso si el bebé ha sido expuesto al virus.

Practica con tu recién nacido el contacto piel con piel. Al colocarlo cerca de ti, facilitas la iniciación temprana a la lactancia materna, lo que también reduce la mortalidad neonatal. El tiempo cuenta, de manera que se recomienda el inicio de la lactancia materna durante la primera hora tras el parto.

Si tu bebé tiene 6 meses o es menor de esa edad, debes alimentarlo exclusivamente de leche materna. Cuando ya haya cumplido los seis meses, continúa con la leche materna y con alimentos complementarios saludables.

¿Debería mantener la lactancia materna si tengo, o sospecho tener la COVID-19?

Sí, continúa la lactancia materna pero con las debidas precauciones. Estas incluyen: llevar mascarilla; lavarse las manos con agua y jabón, o con un desinfectante para manos con base de alcohol, antes y después de tocar a tu bebé; y, sistemáticamente, limpiar y desinfectar todas las superficies que hayas tocado. Solo necesitas lavarte el pecho en caso de que hayas tosido sobre él. De no ser así, no es necesario que te lo laves cada vez que alimentes a tu bebé.

¿Debería recibir la vacuna COVID-19 si estoy amamantando?

Los investigadores están estudiando actualmente las vacunas contra la COVID-19 en mujeres que están amamantando, pero todavía hay información limitada en este momento. La OMS recomienda la vacunación en mujeres lactantes que forman parte de un grupo prioritario, como las trabajadoras de la salud, por ejemplo. La lactancia puede continuar después de la vacunación y sigue siendo una de las mejores formas de proteger a tu hijo de enfermedades y ayudarlo a mantenerse saludable.

¿Pueden contraer la COVID-19 los bebés alimentados con leche materna?

Hasta la fecha, no se ha detectado la transmisión de casos activos del SARS-CoV-2 a través de la lactancia, aunque los científicos siguen analizando la leche materna.

¿Qué debería hacer si no me siento bien para darle el pecho a mi bebé?

Si te sientes demasiado enferma para darle el pecho a tu bebé, intenta proporcionarle la leche materna por otros medios seguros. Por ejemplo, trata de extraerte la leche y dársela a tu niño con una cuchara o una taza limpia. También puedes plantearte alimentarlo con la leche de una madre donante, si está alternativa existe en tu región. Habla con tu asesor de lactancia o profesional sanitario sobre las opciones a tu alcance.

La extracción de leche materna también es importante para mantener tu producción, de manera que puedas volver a darle el pecho a tu hijo cuando te sientas mejor. No hay intervalo fijo de tiempo de espera después de que se sospeche o confirme tener la COVID-19.

Si extraerte la leche u obtenerla por medio de una mamá donante te resulta imposible, puedes (si está aceptado culturalmente) recurrir a un ama de cría o darle a tu bebé leche maternizada, siempre y cuando esté correctamente preparada, sea fiable y fácilmente disponible.

¿Debería darle el pecho a mi niño si está enfermo?

Continúa dándole el pecho a tu niño o niña aunque esté enfermo/a. Tanto si tu pequeño contrae la COVID-19 como cualquier otra enfermedad, es importante seguir alimentándolo con leche materna. La lactancia refuerza el sistema inmunológico de tu bebé y a través de la leche materna tú le pasas a él tus anticuerpos, ayudándolo a combatir las infecciones.

¿Qué precauciones debo tomar durante la lactancia materna?

Asegúrate de seguir las directrices del lavado de manos. Debes lavártelas con agua y jabón antes y después de tocar a tu bebé. También puedes utilizar un desinfectante para manos con base de alcohol. Es también importante que limpies y desinfectes todas las superficies que hayas tocado.

Además, debes lavar habitualmente los extractores de leche materna, los recipientes de almacenamiento de leche y los utensilios para la alimentación del bebé después de cada uso.

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