Se realizó un estudio retrospectivo, longitudinal y analítico del 2017 al 2020. Se identificaron 235 pacientes, 83 % en la gestión 2020; el 65 % al grupo etáreo entre 19 a 45 años; el sexo masculino con 54 %. El 80 % provienen de Cercado-Cochabamba, de estos más del 95 % de la zona sud. La prueba más usada fue la detección de la proteína NS1Ag con 71 %; 56 % de los pacientes se hospitalizaron; más del 50% presentaron sintomatología entre el 2do y 5to día; dentro la clasificación del dengue el 75 % perteneció a dengue sin signos de alarma (p=<0,01). La sintomatología más importante fue la fiebre (p=0,001), asociado a dolor abdominal, vomito persistente y sangrado (p=< 0,05). El valor de los leucocitos fue < a 5.000/mm3 en mujeres con signos de alarma, en contraposición con los varones; las plaquetas reflejaron un valor más bajo en pacientes con signos de alarma y en varones; el hematocrito mostro valores más altos en varones (> 45%) y represento mayor tiempo de hospitalización (> de 5 días) con un valor de p=0,023.
Los autores concluyen que es importante utilizar la plaquetopenia, leucopenia y el aumento del hematocrito como biomarcadores de severidad clínica y estancia hospitalaria, asociados a un diagnóstico precoz, empleando la sintomatología y pruebas rápidas disponibles.
El infarto del miocardio tipo 4a es una complicación del intervencionismo coronario percutáneo, que se asocia a un proceso inflamatorio. El índice neutrófilo linfocitario, como marcador de inflamación, pudiera incluirse en su estratificación del riesgo.
El objetivo del presente trabajo fue evaluar la sensibilidad, especificidad, los valores predictivos y la variación del índice neutrófilo linfocitario en la predicción del infarto del miocardio tipo 4a.
Se realizó una investigación de cohorte prospectiva, en 184 pacientes a los que se les realizó intervencionismo coronario percutáneo.
Para un valor mayor e igual a 2,74, el índice mostró una sensibilidad de 72,0 %, una especificidad de 74,8 % y un valor predictivo negativo de 94,4 % en la predicción de infarto tipo 4a. La variación del índice fue predictor independiente de la complicación p<0,001.
En conclusión, el índice neutrófilo linfocitario tiene alta sensibilidad, especificidad y valor predictivo negativo en la predicción del infarto tipo 4a. Su elevación a las seis horas del proceder es un predictor independiente para dicha complicación.
En la actualidad, las guías basadas en la evidencia constituyen una de las herramientas más útiles para mejorar la salud pública y la práctica clínica. Su finalidad es formular intervenciones con sólidas pruebas de eficacia, evitar riesgos innecesarios, utilizar los recursos de forma eficiente, disminuir la variabilidad clínica y, en esencia, mejorar la salud y garantizar una atención de calidad, razón de ser de los sistemas y servicios de salud.
Las presentes directrices se elaboraron siguiendo la metodología GRADE con el apoyo de un panel de expertos clínicos de distintos países, todos ellos convocados por la Organización Panamericana de la Salud. Por medio de la respuesta a doce preguntas clave sobre el diagnóstico clínico y el tratamiento del dengue, el chikunguña y el zika, se formulan recomendaciones basadas en evidencia para pacientes pediátricos, jóvenes, adultos, personas mayores y embarazadas expuestos a estas enfermedades o con sospecha o diagnóstico confirmado de infección.
La finalidad de las directrices es evitar la progresión a las formas graves y a los eventos mortales que puedan causar. Las recomendaciones están dirigidas a profesionales de la salud, incluidos el personal médico general, residente y especialista; y los profesionales de enfermería, así como a estudiantes de medicina y enfermería, quienes de una u otra forma participan en la atención de pacientes con sospecha de dengue, chikunguña o zika. También se dirige a los administradores de las unidades de salud y a los equipos directivos de los programas nacionales de prevención y control de enfermedades arbovirales, quienes tienen la responsabilidad de facilitar el proceso de aplicación de estas directrices.
Esperamos que esta publicación beneficie no solo al personal de salud, que dispondrá de información científica actualizada y de la mejor calidad posible, sino a los menores, los adultos, las embarazadas, las personas mayores y la población en general, quienes recibirán una mejor atención de salud prestada por personal médico debidamente capacitado.
El Dr. Gerardo Guillen, director de Investigación Biomédica del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB). Foto: Marcelino Vazquez Hernández/ACN
El Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) inició este 3 de noviembre, en el Hospital Clínico Quirúrgico Hermanos Ameijeiras, la fase II del ensayo clínico con la vacuna cubana Abdala y el candidato vacunal Mambisa en convalecientes de la COVID-19.
El doctor en Ciencias Biológicas Gerardo Guillén Nieto, director de Investigaciones Biomédicas del CIGB e investigador Titular de la institución, aclara sobre este tema:
¿Qué resultados evidenció el ensayo clínico en la fase I?
El estudio se diseñó como un ensayo clínico fase I/II para evaluar la seguridad e inmunogenicidad de los candidatos vacunales CIGB-669 (Mambisa) intranasal y CIGB-66 (Abdala) intramuscular, como refuerzo de inmunidad en sujetos convalecientes de la enfermedad viral COVID-19.
En la primera etapa participaron 120 voluntarios divididos en cuatro brazos de 30 participantes, un grupo recibió una inyección con Abdala y los otros tres Mambisa por vía nasal mediante tres dispositivos diferentes: spray, dispensador en gotas y dispositivo cubano con jeringuilla, este último producido por el Centro de Neurociencias de Cuba.
La fase I tenía el propósito de seleccionar el mejor de los dispositivos, demostrar la seguridad de los inmunógenos y que más del 55 por ciento (%) de los sujetos involucrados incrementaran cuatro veces o más los títulos de anticuerpos o elevaran en al menos un 20 % la capacidad de esos anticuerpos de inhibir la unión de la proteína viral a la célula humana.
Al concluir la primera fase más del 80 % de los voluntarios cumplieron con esos requisitos y los tres dispositivos resultaron efectivos, además no se evidenciaron reacciones adversas graves.
¿Cuáles son las características de la fase II de investigación?
En esta segunda etapa intervendrán 928 sujetos, quienes recibirán unos la inyección con Abdala y otros Mambisa a través del spray nasal con el dispositivo cubano, por resultar este más factible de producir en el país.
A su vez, se mantendrán los mismos requisitos en cuanto a seguridad e inmunogenicidad y el rango etario de 19 a 80 años de edad, lo cual permitirá evidenciar cómo se comportan los fármacos, principalmente en las personas de la tercera edad, en los que incide el fenómeno de la inmunosenescencia -disminución de la capacidad de respuesta inmune por la edad- y en quienes se ha demostrado muy buena respuesta inmunológica con la aplicación de las vacunas cubanas.
Asimismo, los voluntarios al concluir el estudio conocerán qué protección por la enfermedad natural tenían al iniciar el ensayo y cuánto se modificaron los títulos de anticuerpos y la capacidad inhibidora tras 14 días de la vacunación.
¿Quiénes podrán participar?
Podrán participar los convalecientes con al menos dos meses de recibir el alta clínica, que otorguen su consentimiento informado por escrito y no hayan recibido otra vacuna anti-COVID-19. Serán excluidos aquellos con enfermedades crónicas descompensadas y quienes no cumplan el examen médico previo.
Entre las particularidades del ensayo están el incluir pacientes alérgicos al tiomersal, pues el brazo de Abdala no posee el compuesto y Mambisa no requiere del conservante.
De igual forma, el estudio está previsto hasta finales de diciembre, cuando se espera completar con los últimos voluntarios, por lo que los interesados que no cumplan con los dos meses del alta médica, pero deseen participar una vez que alcancen ese tiempo, pueden comunicarse con los investigadores del Hospital Ameijeiras en los teléfonos 7876-1898 y 7876-1015.
¿Qué reacciones adversas ha evidenciado la aplicación de los inmunógenos?
Las vacunas cubanas en general evidencian pocos eventos adversos y en su mayoría son locales e inherentes al proceso de inmunización.
En cuanto a Abdala, ha provocado induración, dolor y enrojecimiento en el sitio de la inyección, febrícula, dolor de cabeza, malestar general y decaimiento, reacciones comunes a la administración de cualquier vacuna.
Por otro lado, Mambisa en un bajo porciento de voluntarios ha ocasionado irritación en la mucosa nasal, secreción, dolor de cabeza y malestar general.
¿Por qué es necesario inmunizar a los convalecientes de COVID-19?
Hemos visto que los convalecientes que pasaron de forma leve la enfermedad tienen baja respuesta inmunológica a la infección natural, no así los que la transitaron de manera grave o crítica.
Esto no quiere decir que no estén protegidos, porque tienen respuesta de memoria inmunológica y celular, pero si esta se incrementa la protección es mayor y se reduce la posibilidad de reinfección con variantes más contagiosas.
También Mambisa resulta más atractiva porque no requiere de la inyección e induce respuesta a nivel de mucosa al administrarse por la misma vía de entrada del virus, lo que pudiera evitar que las personas se infecten.