Archivos Anuales 2025

Experiencias adversas en la niñez y consecuencias para la salud: un estudio de 20 años en el mundo real

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la violencia contra niños como cualquier forma de maltrato hacia personas menores de 18 años, perpetrada por conocidos o desconocidos. Por su parte, las experiencias adversas en la infancia (ACE, por sus siglas en inglés) engloban eventos potencialmente traumáticos ocurridos entre los 0 y 17 años, como abuso, negligencia y disfunciones familiares, además de otros factores como violencia comunitaria, pobreza extrema, terrorismo y desplazamiento forzado.

Las ACE no son exclusivas de un entorno social o económico; pueden ocurrir en el hogar, la escuela, instituciones de cuidado y hasta en internet. Los perpetradores pueden ser familiares, vecinos, compañeros de clase o desconocidos. Sin embargo, este problema sigue siendo infrarreportado debido a la falta de reconocimiento por parte de las familias, los profesionales de la salud y la comunidad. Factores como el castigo físico, aceptado como método educativo en algunas regiones, o la negligencia emocional, a menudo no percibida como abuso, agravan esta situación.

A nivel global, se estima que el 50 % de los niños entre 2 y 17 años experimentan algún tipo de violencia física, emocional o sexual cada año. Además, 300 millones de niños de 2 a 4 años son víctimas de castigos corporales o violencia psicológica por parte de cuidadores. Estos datos exponen un problema de salud pública con graves implicaciones en la salud física, mental y social.

Consecuencias de las ACEs

La infancia y la adolescencia son etapas críticas para el desarrollo, y la exposición a ACEs durante estos períodos puede tener consecuencias a corto, mediano y largo plazo. Entre las principales secuelas se encuentran:

  1. Traumas y toxicidades: Intoxicaciones accidentales o intencionadas y lesiones traumáticas.
  2. Trastornos de salud mental: Depresión, ansiedad, trastornos por estrés postraumático, entre otros.
  3. Enfermedades físicas: Hipertensión, enfermedades cardiovasculares, obesidad y trastornos autoinmunes.
  4. Cambios epigenéticos: Modificaciones en la expresión genética que predisponen a enfermedades futuras.

Además, las ACEs tienen un efecto acumulativo: la exposición a cuatro o más experiencias adversas aumenta significativamente el riesgo de desarrollar trastornos físicos y mentales. Este impacto ha sido corroborado por múltiples estudios, destacando la necesidad de intervenciones tempranas para mitigar las secuelas.

Rol de los profesionales de la salud

Los profesionales de la salud, especialmente en servicios de urgencias y atención primaria, tienen un papel fundamental en la identificación y reporte de casos sospechosos de ACEs. Sin embargo, las cifras actuales indican una subdetección alarmante. En Europa, el 22.9 % de los niños son víctimas de abuso físico, pero un estudio en Portugal reveló que solo el 0.6 % de los casos atendidos en emergencias pediátricas estaban relacionados con violencia.

La atención primaria permite construir una relación médico-paciente que facilita la identificación de situaciones de violencia recurrente o encubierta. Además, la detección temprana puede prevenir la escalada del daño y la revictimización.

Este artículo publicado en la revista Frontiers in Medicine tuvo como objetivo analizar los resultados de salud en niños menores de 16 años sospechosos de haber experimentado ACE. Los objetivos específicos incluyeron describir:

  • Lesiones traumáticas e intoxicaciones
  • Trastornos de salud mental
  • Enfermedades físicas

Se realizó un estudio observacional retrospectivo y multicéntrico con datos de expedientes electrónicos de la unidad de salud local (2001–2021). Se aplicaron códigos ICD-9, ICD-10 e ICPC-2 para identificar víctimas sospechosas.

De los 40,536 niños analizados, solo el 2.3% (n=918) fueron registrados como víctimas sospechosas. Los niños con ACEs mostraron mayores tasas de problemas sociales, lesiones, intoxicaciones, trastornos mentales y enfermedades físicas en comparación con la población general.

Los resultados revelan un significativo sub-diagnóstico de ACEs, lo que debe tomarse como una advertencia crítica. A pesar de las graves consecuencias descritas en la literatura, la detección temprana sigue siendo limitada. Esto podría atribuirse a barreras como el estigma, la falta de formación de los profesionales y la percepción cultural de ciertas formas de violencia.

Vea el artículo completo en:

Martins B, Taveira-Gomes T, Gomes JC, Vidal-Alves MJ and Magalhães T (2025) Adverse childhood experiences and health outcomes: a 20-year real-world study. Front. Med. 11:1429137. doi: 10.3389/fmed.2024.1429137

Medicina General Integral. El proceso de elaboración del libro 1997-2023

La Editorial Ciencias Médicas presenta: Medicina General Integral. El proceso de elaboración del libro. 1997-2023; obra que brinda información científica actualizada y fundamentada sobre el proceso de elaboración del libro Medicina General Integral. Muestra la identificación y abordaje entre los objetos de trabajo, la profesión y las exigencias didácticas del programa de formación en el contexto de las transformaciones del Sistema Nacional de Salud, que enriquecen el marco teórico de la Medicina General Integral/Familiar y, en consecuencia, la salud pública. El texto es útil a los colectivos de autores de pre- y posgrado; desarrolla ideas y conceptos alrededor del marco teórico, diseño metodológico, selección, organización y secuencia de los contenidos, además del análisis crítico sobre la fase de investigación y elaboración.

En el Catálogo de la Editorial Ciencias Médicas, usted puede acceder a la presentación del libro, así como a la versión disponible en los formatos PDF (2,51 MB) y EPUB (4,93 MB), donde podrá realizar los comentarios que considere; además, se brinda la información de Cómo citar esta obra.

El texto completo en los formatos PDF y EPUB está disponible en la sección de Libros de Autores Cubanos de la Biblioteca Virtual en Salud de Cuba. Asimismo, en el Catálogo de Libros de Ciencias de la Salud, podrá acceder a la ficha del libro y obtener otros datos relacionados con esta importante publicación.

Adicionalmente, usted puede descargar la obra por secciones a través de los enlaces que se muestran a continuación:

Deficiencias vitamínicas comunes en la diabetes tipo 2

El «hambre oculta» (unos niveles bajos de vitaminas o minerales esenciales) es común entre las personas con diabetes tipo 2, según una nueva revisión de evidencias. En general, hasta un 45 % de los diabéticos tipo 2 sufren múltiples deficiencias de vitaminas, minerales y electrolitos, reportaron los investigadores en la edición del 28 de enero de la revista BMJ Nutrition, Prevention & Health.

La revisión «ejemplifica la doble carga de la malnutrición en acción», en la que las personas que intentan controlar su diabetes a través de la dieta terminan con deficiencias nutricionales, concluyó el equipo de investigación dirigido por la Dra. Daya Krishan Mangal, profesora adjunta del Instituto Internacional de Investigación en Gestión de la Salud en Jaipur, India.

Para la revisión de la evidencia, los investigadores agruparon los resultados de 132 estudios anteriores con más de 52 500 participantes entre 1998 y 2023.

Los niveles muy bajos de vitamina D fueron la deficiencia más común, afectando a más del 60 % de las personas con diabetes tipo 2. Otras deficiencias comunes fueron el magnesio (42 %), el hierro (28 %) y la vitamina B12 (22 %).

Las personas que tomaban metformina, un medicamento para la diabetes, tenían un riesgo más alto de deficiencia de B12, con un 29 % con niveles bajos de esa vitamina.

Las mujeres con diabetes eran más propensas a tener deficiencias vitamínicas que los hombres, un 49 frente a un 43 %, muestran los resultados.

Y los diabéticos en América del Norte y del Sur tenían los niveles más altos de deficiencias vitamínicas, con un 54 % que sufría una falta de nutrientes específicos.

«El tratamiento de la diabetes tipo 2 a menudo tiende a centrarse en el metabolismo energético y los macronutrientes, pero la identificación de una mayor prevalencia de deficiencias específicas de micronutrientes en los afectados es un recordatorio de que optimizar la nutrición general siempre debe ser una prioridad», concluyó el equipo de investigación.

Esas deficiencias podrían hacer que la diabetes de las personas empeore, ya que muchos nutrientes distintos están involucrados en el metabolismo, dijeron los investigadores. También podrían causar otros problemas de salud.

Por otro lado, las deficiencias nutricionales podrían estar relacionadas con el desarrollo de diabetes tipo 2 en primer lugar.

«Las deficiencias de micronutrientes pueden influir en el metabolismo de la glucosa y las vías de señalización de la insulina, lo que conduce a la aparición y progresión de la diabetes tipo 2», escribieron los investigadores.

La actividad física revierte factores de envejecimiento precoz y disfunción metabólica en personas obesas

La obesidad produce una inflamación crónica y de bajo grado que deja al sistema inmunitario en constante alerta: genera una sucesión de falsas alarmas en el sistema de defensas del organismo y, por consiguiente, un envejecimiento prematuro de las células inmunitarias. Este fenómeno, al que los científicos denominan inmunosenescencia precoz, hace su aporte a la mayor incidencia de enfermedades infecciosas o incluso crónico-degenerativas tales como la diabetes, la aterosclerosis y otras afecciones cardiovasculares.

Aparte de los niveles constantes de inflamación, la obesidad también puede desencadenar alteraciones metabólicas, asociadas fundamentalmente con las moléculas de grasas (lípidos), otro mecanismo probadamente implicado en el desarrollo de la diabetes tipo 2 y de otras enfermedades crónicas no transmisibles. Estudios a cargo de investigadores de la Universidad de Campinas (Unicamp), en Brasil, con el apoyo de la FAPESP, demostraron que un protocolo de entrenamiento físico de 16 semanas –combinando musculación y ejercicios aeróbicos– fue capaz de revertir ambos problemas relacionados con la obesidad.

“Aparte de disminuir la circunferencia abdominal e incrementar la fuerza y la masa magra, este protocolo de entrenamiento por sí solo, es decir, sin contar con el control de la alimentación o las dietas, operó en la reversión del proceso de envejecimiento precoz de las células inmunitarias y de las alteraciones de metabolismo lipídico; por ende, sirve como un tratamiento no farmacológico contra dos factores sumamente asociados con el desarrollo de enfermedades crónicas. Son resultados importantes, que muestran una vez más el rol clave de los músculos como órganos endocrinos”, afirma Claudia Cavaglieri, coordinadora del Laboratorio de Fisiología del Ejercicio (Fisex) de la Facultad de Educación Física de la Unicamp.

Tal como lo explica la investigadora, esta reversión solamente es posible porque el tejido muscular en actividad libera sustancias conocidas como mioquinas o ejerquinas, que actúan en diferentes mecanismos por todo el organismo. “Los músculos tienen un papel endocrino importante. El entrenamiento combinado altera la composición corporal, y genera una pérdida de grasa visceral y un aumento de masa magra, mejorando el metabolismo lipídico y la función mitocondrial [la de los orgánulos que producen energía para las células], como así también disminuyen la inflamación y por consiguiente mejoran los marcadores de salud”, comenta.

En los casos de obesidad, las mitocondrias no logran transformar grasas en moléculas de energía (una reacción química conocida como fosforilación). “Con el entrenamiento, las mitocondrias pasan a fosforilar grasas. Por eso la persona termina gastando grasas para generar energía y esto mejora la condición metabólica lipídica del organismo en general, y contribuye a la pérdida de peso”, explica.

En los estudios del grupo, los investigadores evaluaron también marcadores asociados con la inmunosenescencia y con el metabolismo lipídico en una misma cohorte, conformada por 167 personas divididas en tres grupos: obesas, obesas con diabetes tipo 2 e individuos sanos, sin comorbilidades. Los participantes en los estudios tenían entre 40 y 60 años.

En un trabajo realizado durante el posdoctorado de Diego Trevisan Brunelli, los investigadores verificaron en las células del sistema inmunológico (linfocitos T) la expresión de marcadores de expresión génica de inflamación que están implicados en el proceso de envejecimiento precoz, como así también marcadores de envejecimiento celular.

En otro estudio, fruto del proyecto doctoral de Renata Garbellini Duft, bajo la dirección de Julian Griffin, del Imperial College London, en el Reino Unido, se aplicaron en la sangre y en muestras de tejido adiposo de los voluntarios (lipidoma) técnicas de lipidómica, que identifican y cuantifican el conjunto de lípidos (moléculas de grasas).

Cabe destacar que los lípidos cumplen roles vitales en las membranas celulares, al actuar como reservas de energía, suministrando soporte estructural como precursores de hormonas, transportando vitaminas y haciendo posible la señalización celular. Pero en la obesidad se produce una desregulación del metabolismo lipídico que lleva a la acumulación de grasa corporal y también a un depósito anormal de lípidos en el hígado.

“Al medir los marcadores de expresión génica relacionados con la inmunosenescencia, verificamos que, aunque existía una gran similitud entre los índices que exhibían los participantes obesos y obesos con diabetes, el resultado era a su vez completamente distinto al de los individuos delgados y sin comorbilidades. Esta similitud entre obesos y obesos diabéticos ocurrió probablemente debido a que todos los participantes diabéticos estaban bajo tratamiento medicamentoso”, explica Cavaglieri.

Pero los marcadores de inmunosenescencia volvieron parcialmente a los niveles ideales al cabo de las 16 semanas de entrenamiento. Durante dicho período de tiempo, los participantes realizaron tres sesiones semanales de una hora de entrenamiento, que comprendía media hora de musculación y media hora de correr, caminar o pedalear en la bicicleta fija.

La investigadora remarca que la relación entre la obesidad y los dos factores estudiados forma un círculo vicioso. “Cuanto mayor es la obesidad, mayor es la liberación de grasas en la sangre, mayor es la inflamación y, por ende, mayor es el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas no transmisibles”, sostiene.

“Pero los ejercicios físicos logran revertir esta situación. Se trata de un protocolo sencillo, que ha sido puesto a prueba en distintas poblaciones y que es recomendado por las principales sociedades médicas. Asimismo, demostramos que además de las mejorías estéticas, el entrenamiento revierte dos procesos de gran relevancia para la salud y que están relacionados con la obesidad”, subraya.

Leer el texto completo del artículo en:

Renata Garbellini Duft, Ivan Luiz Padilha Bonfante, Susana Alejandra Palma-Duran, Mara Patrícia Traina Chacon-Mikahil, Julian Leether Griffin, Cláudia Regina Cavaglieri, Moderate-intensity Combined Training Induces Lipidomic Changes in Individuals With Obesity and Type 2 Diabetes, The Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism, Volume 109, Issue 9, September 2024, Pages 2182–2198https://doi.org/10.1210/clinem/dgae177

Publica Ecimed su boletín No. 1 / 2025

El N.º 1 / 2025 del Boletín Ecimed se encuentra disponible en nuestro sitio institucional. En su carta de la redacción se presenta la proyección del Centro Editorial Ciencias Médicas para la publicación científica en el año 2025.

Se promociona la 33 Feria Internacional del Libro de La Habana a realizarse del 13 al 23 de febrero en el recinto Ferial La Cabaña. El programa de nuestra participación lo estaremos promocionando desde ECIMED en la FERIA

Como novedades se anuncian los últimos dos libros publicados, “La salud materno infantil en Cuba. Un enfoque salubrista” de la autoría de un colectivo de profesores de la Escuela Nacional de Salud Pública y el resultado de la investigación realizada por el profesor Dr. C. Roberto Alvarez Sintes, “Medicina General Integral. El proceso de elaboración del libro. 1997-2023”.

También se recomiendan artículos de 34 revistas que actualizaron sus contenidos con nuevos artículos científicos.

Abrimos otro año y en él estaremos celebrando los 60 años de creado el Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas para liderar el desarrollo de la información científica en el campo de la salud en Cuba, incidir en el desarrollo de la publicación de los resultados de la ciencia y estandarizar los procesos esenciales relacionados con la gestión de información.

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