Archivos Anuales 2025

Recibe La Habana brigada de enfermería santiaguera para apoyar la atención de pacientes afectados por arbovirosis

Directivos del Ministerio de Salud Pública y de la Dirección Provincial de Salud en La Habana en la mañana del lunes 27 de octubre en la Facultad de Ciencias Médicas “Victoria de Girón”, brindaron la bienvenida oficial a una brigada de apoyo de enfermeras y enfermeros de la hermana provincia de Santiago de Cuba que se incorporan a partir de hoy en labores asistenciales en los diferentes centros hospitalarios designados para la atención de casos afectados por las arbovirosis.

Se encontraban presentes en el recibimiento la Dra. Yagen Pomares Pérez, directora general de Atención Primaria de Salud del Minsap, el Lic. Roberto Carrocero Beltrán, jefe nacional de Enfermería; la Lic. Osmayda Pedroso Valdés, asesora nacional de Enfermería; el Dr. Liván Sánchez Espinosa del Departamento de Asistencia Médica de La Habana y la Lic. Ruth Monier Morales, jefa de Enfermería en la capital.

El enfermero José Ángel Sánchez Rodríguez, en nombre de los integrantes de la brigada al intervenir, manifestó el compromiso que con este gesto solidario adquieren con la salud y con la vida y mostró la disposición de todos sus miembros de brindar incondicionalmente su contribución el tiempo que sea necesario en los centros asistenciales de la capital donde se requieran sus esfuerzos.

Por su parte la Dra. Yagen al pronunciar las palabras centrales, en nombre de la Dirección Provincial de Salud, el Ministerio de Salud Pública y sobre todo de la población de la capital, agradeció el gesto solidario, haciendo énfasis  en la inmediatez con que los enfermeros de la heroica Santiago respondieron a la solicitud de apoyo, mostraron su disposición  y se incorporaron a la tarea.

Por: Lic. Cosme Moré Cuesta. Divulgación e Información. UCMH

Misión de la OPS en Cuba para impulsar la transformación digital en salud

Entre los días 13 y 15 de octubre tuvo lugar en Cuba una misión del Departamento de Evidencia e Inteligencia para la Acción en Salud (EIH) de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Los objetivos definidos fueron intercambiar experiencias regionales relacionadas con la transformación digital en salud e identificar acciones de cooperación que contribuyan a impulsar este campo en el país.

Participaron en la misión Sebastián García Saisó, Director del Departamento EIH, y Marcelo D´Agostino, jefe de la Unidad de Sistemas de Información y Salud Digital de este departamento, quienes estuvieron acompañados por Mario Cruz Peñate, Susana Borroto Gutiérrez y Roxana González López, representante y consultoras de la OPS/OMS en Cuba, respectivamente.

La visita se planificó para coincidir con la VI Convención Científica Internacional UCIENCIA 2025, el principal evento de la Universidad de las Ciencias Informáticas (UCI), que en esta edición incluyó el I Taller Internacional de Transformación Digital en la Salud, auspiciado por la OPS.

En ese sentido, Cruz Peñate, apuntó: «Serán muy provechosos los intercambios que nuestros colegas puedan tener en UCIENCIA, porque allí estarán personas que son responsables de iniciativas y procesos de trabajo clave para la transformación digital en el sector de la salud en Cuba, como es el proyecto de historia clínica digital».

Asimismo, señaló: «Esto ocurre en un buen momento para pensar en propuestas de colaboración, ya que nuestra Oficina actualmente prepara el Plan de Trabajo Bianual correspondiente a 2026-2027, y podemos tener en cuenta las necesidades identificadas en estos encuentros».

La primera actividad del programa previsto para la misión fue una reunión con autoridades del Ministerio de Salud Pública (MINSAP), en la que estuvieron presentes Tania Margarita Cruz Hernández, Viceministra Primera; Karel Barthelemy Aguiar, Director de Informática Médica; y José Armando Arronte Villamarín, jefe del Departamento de Organismos Internacionales.

Durante la cita, D´Agostino comentó algunas iniciativas de cooperación técnica que el Departamento EIH ha acompañado en los países. Resaltó el desarrollo de herramientas que ayudan a medir la preparación de las instituciones para brindar servicios de telesalud y para incorporar la inteligencia artificial en el sector sanitario; así como un instrumento para establecer una estrategia de respuesta rápida ante incidentes de ciberseguridad, que puede integrarse en los modelos de respuesta a emergencias sanitarias. También se refirió al Datatón, un ejercicio que permite identificar todos los datos de salud existentes y deseados, así como los flujos de información actuales y esperados para un modelo de transformación digital.

Por su parte, Sebastián García Saisó, añadió: «Además de pensar cómo podemos ayudar, también nos interesa conocer lo que está haciendo Cuba, porque esas experiencias pueden servir de referencia para otros países que estén construyendo rutas similares. Esto podemos fomentarlo mediante la promoción y organización de intercambios que, bajo el espíritu de panamericanismo, nos permitan compartir conocimientos y ser más robustos».

La Viceministra Primera ratificó la disposición del MINSAP para fortalecer la cooperación con la OPS/OMS y calificó el encuentro como muy fructífero, por las oportunidades y posibilidades de colaboración que se identificaron. Además, destacó lo útil que resulta para la Región contar con la experiencia y fortalezas de la OPS en el tema de transformación digital.

Refiriéndose al contexto nacional, apuntó que, por las características organizativas y metodológicas del sistema nacional de salud en Cuba, se facilita el levantamiento de datos y la ejecución de proyectos de este tipo. Finalmente, subrayó que esta misión constituye un excelente punto de partida para impulsar el cambio en el orden digital.

Durante su estancia, los visitantes de la OPS sostuvieron otras reuniones en las que pudieron conocer aspectos tales como los avances en el registro electrónico nominal de vacunación y la participación de Cuba en la “Ruta Panamericana de Salud Digital (PH4H, por sus siglas en inglés)”. Esta iniciativa, aprobada por los ministros de salud de las Américas, establece elementos normativos clave con vistas a garantizar salud conectada para las personas.

La misión del Departamento EIH de la OPS reafirma el compromiso de la Organización con el fortalecimiento de los sistemas de salud mediante la transformación digital, como parte de las prioridades estratégicas definidas por su Director, Dr. Jarbas Barbosa da Silva Jr. Los intercambios sostenidos, las iniciativas compartidas y las oportunidades de colaboración identificadas durante esta visita constituyen un paso significativo hacia el desarrollo de soluciones innovadoras que contribuyan a mejorar la calidad, eficiencia y equidad de los servicios de salud en el país y en la Región.

¿Cómo impacta la microbiota en las enfermedades reumáticas?

La red médica Intramed cubrió las actividades del 58 Congreso Argentino de la Sociedad Argentina de Reumatología. Claudia Nicolini nos invita al debate y la reflexión.

Empecemos por el final. Si recordamos que las enfermedades reumáticas son muchas, que en ellas confluyen la genética individual y ciertos gatillos ambientales, y que (como en otras autoinmunes) la microbiota suele estar desequilibrada, la pregunta que se proponía en el encuentro, que tuvo lugar entre el 8 y el 11 de octubre en Tucumán (en el Noroeste Argentino), no era menor. La respuesta fue contundente: impacta, y mucho, pero no de la misma manera en todas.

Hay diferencias importantes, aunque parezcan sutiles, pero podemos decir, en síntesis, que estas enfermedades generan disbiosis, y que intervenir sobre esa disbiosis puede modificar el curso de la enfermedad. Pero –casi siempre lo hay- intervenir eficazmente no es tan sencillo…

«Está demostrada la disbiosis en las enfermedades reumáticas; pero también sabemos que son diferentes los perfiles de disbiosis de enfermedad a enfermedad», explicó a Intramed Edson Velozo, jefe de servicio de Reumatología del Sanatorio Adventista del Plata y profesor titular de Clínica Médica II, de la Universidad Adventista del Plata de Entre Ríos. «Y también es cierto que en realidad sabemos muy poco sobre la microbiota de nuestros pacientes, porque los diagnósticos se basan en la secuenciación del gen 16 S, limitada a bacterias y arqueas a nivel de género o especie –explicó–. Eso nos da poquísima información, porque deja por fuera virus, hongos y otros microorganismos».

Spoiler alert: esos perfiles son claves, y existe una solución para este problema, pero no es médica: es económica.

Velozo fue el tercer orador de la la mesa, que estuvo integrada además por Vanesa Cosentino, directora del Centro Universitario de Espondiloartritis y Enfermedad Psoriasica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, y Guillermo Pons Estel, del Centro Regional de Enfermedades Autoinmunes y Reumáticas (CREAR) de Rosario y director de la Unidad de Investigación de la Sociedad Argentina de Reumatología (UNISAR). Entre los tres brindaron una panorámica de la situación concreta de tres enfermedades diferentes: psoriasis, lupus y artritis reumatoidea (AR). Entre los tres, también, fueron dejando claros varios principios comunes.

«La composición microbiana a lo largo del tubo digestivo está formada por siete grupos principales de organismos, pero debemos quedarnos con dos: los firmicutes y los bacteroides», señaló Cosentino, y destacó que es clave buscar el equilibrio entre ambos grupos: «En psoriasis, la disbiosis puede gatillar una artritis psoriásica», advirtió. Indicó que al equilibrio hay que sumarle diversidad, tanto de organismos como de metabolitos que producen de esos organismos: «Por ejemplo: el consumo de fibra aumenta los ácidos grasos de cadena corta, y estos son inmunoreguladores de los linfocitos T-reg», resaltó.

Lea el texto completo en: ¿Cómo impacta la microbiota en las enfermedades reumáticas? Intramed. Artículos – 24 de octubre de 2025.

OPS destaca 31 años sin polio en las Américas y llama a reforzar la vacunación

En el Día Mundial contra la Polio (24 de octubre), la Organización Panamericana de la Salud (OPS) celebra más de tres décadas sin casos de poliovirus salvaje en las Américas, y advierte sobre la importancia de fortalecer la vacunación para evitar un posible resurgimiento de esta enfermedad prevenible.

“Hace algunas décadas, padres y madres vivían con temor por la salud de sus hijos: fiebre repentina, dolor, debilidad muscular e incluso parálisis permanente. Así se presentaba la poliomielitis, una enfermedad sin cura que podía dejar secuelas de por vida e incluso causar la muerte”, recordó el doctor Jarbas Barbosa, Director de la OPS. “Gracias a las vacunas y a un gran esfuerzo colectivo, hace ya 31 años que el poliovirus salvaje no circula en nuestra región. Este es un logro extraordinario de la salud pública”, añadió.

La poliomielitis afectó a miles de niños en la región hasta principios de los años 90. En 1975 se reportaron cerca de 6.000 casos, y el último caso de poliovirus salvaje se registró en Perú en 1991. Este avance llevó a que, en 1994, las Américas fueran la primera región del mundo en ser certificada como libre de polio.

Sin embargo, la OPS destaca que mantener este estatus requiere renovar el compromiso y sostener la acción. En 2024, solo el 83 % de los niños en las Américas recibió la tercera dosis de la vacuna antipoliomielítica, muy por debajo del 95% recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para lograr inmunidad colectiva.

La poliomielitis es una enfermedad viral que ataca el sistema nervioso y puede causar parálisis permanente, principalmente en niños menores de 5 años. En la mayoría de los casos no hay síntomas, pero uno de cada 200 infectados desarrolla parálisis, y entre el 5 % y el 10 % de ellos puede morir por parálisis respiratoria.

A nivel global, los casos de polio han disminuido en más del 99 % desde 1988, cuando se estimaban 350.000 casos anuales en más de 125 países. Hoy, solo dos países mantienen circulación endémica del poliovirus salvaje. Sin embargo, los riesgos no han desaparecido.

En zonas con bajas coberturas de vacunación, los poliovirus derivados de la vacuna pueden mutar y propagarse en comunidades no vacunadas, causando brotes similares a los del virus salvaje. La OPS destaca la importancia de una vigilancia epidemiológica robusta y del uso estratégico de diferentes vacunas para mitigar este riesgo, sin perder de vista la meta de erradicación global.

“Proteger, fortalecer y seguir las recomendaciones de los programas de inmunización es un acto de amor, solidaridad y una responsabilidad compartida de los gobiernos, los trabajadores de la salud, las comunidades y de cada uno de nosotros”, subrayó el Director de la OPS.

Un llamado a la acción

La OPS llama a todos los actores sociales y del sector salud a actuar con decisión para mantener a las Américas libres de polio:

  • A padres, madres, tutores y cuidadores: revisar los esquemas de vacunación de los niños y acudir a los servicios de salud ante cualquier duda.
  • A trabajadores de salud y líderes comunitarios: brindar información clara, combatir la desinformación y seguir siendo referentes confiables.
  • A gobiernos y tomadores de decisión: garantizar los recursos necesarios para fortalecer los programas de inmunización y la vigilancia activa.

En este Día Mundial contra la Polio, la OPS reafirma su compromiso con la erradicación global de esta enfermedad y con la protección de las futuras generaciones frente a amenazas prevenibles.

Desde antes de la eliminación del poliovirus salvaje en las Américas, la OPS ha trabajado junto a los países de la región y socios estratégicos para alcanzar y sostener este logro histórico, brindando cooperación técnica, apoyando campañas de vacunación y reforzando la vigilancia. También ha facilitado el acceso a vacunas seguras y eficaces mediante compras conjuntas a precios asequibles a través de su Fondo Rotatorio.

Voces del Henry Reeve (XI). La última misión del Dr. Graciliano: diálogo y epílogo desde la eternidad

El 22 de octubre se cumplieron 11 años de la llegada a Liberia y a Guinea Conakry de los colaboradores cubanos que combatieron el ébola. Este es un homenaje a ellos:

¿Quién es este hombre que, a pesar de su ausencia, sigue caminando entre las sombras  de su natal Santiago dejando su  huella  intacta en quienes lo vieron trabajar y escucharon sus palabras sobre medicina,  la vida, o  ese amor por el prójimo que solo los grandes poseen?

Lo conocí cuando se preparaba para partir hacia Guinea Conakry. Estaba a punto de embarcarse y su rostro no mostraba miedo. En 2016, nuestros caminos se cruzaron nuevamente (también a cuentas del Contingente “Henry Reeve”), esta vez a bordo de un avión rumbo a Haití, junto a otros 37 especialistas cubanos que apoyarían a esa isla tras el paso del huracán Matthew. Yo aprovechaba el vuelo haciendo entrevistas para mi TV Cubana; algunos de sus colegas fingían dormir para esquivar el micrófono y la cámara. Pero Graciliano no.

Fue así como “el Loquillo” y yo nos acercamos a él en lo que, aunque parezca minúsculo, sigue siendo un gesto inolvidable para cualquier equipo de prensa. Después estuve totalmente de acuerdo con el Dr. Tobías: «Graciliano tiene una calma y una seguridad que sorprenden».

Integrante de la primera brigada cubana que auxilió al pueblo de Lombardía, azotado por la pandemia, Graciliano apenas descansó luego de regresar de Italia y se sumó a la tarea de salvar vidas en su Santiago de Cuba.

En esa batalla contra la COVID-19 lo perdimos físicamente, víctima del propio virus.

Hoy, estudiantes de Medicina investigan su vida, y el policlínico conocido como el de “El Hoyo”, en el Consejo Popular Flores, lleva su nombre: Policlínico Docente Municipal “Doctor Graciliano Díaz Bartolo”.

Han creado una distinción en su honor, e incluso una Cátedra Honorífica Multidisciplinaria con el objetivo de preservar y difundir su legado. Entre los objetos donados por su familia al sitio histórico del policlínico se encuentra un chaleco de la Brigada “Henry Reeve” y una taza con las imágenes de Fidel Castro y Hugo Chávez.

Para saber más, decidimos hoy cruzar la barrera de lo lógico y visitar por unos minutos la eternidad. Que me perdonen los lectores más sensatos… A veces es preciso irrumpir en la memoria —como quien entra por la puerta trasera del tiempo— y conversar con los que ya no están, pero siguen dictando el curso del presente desde el umbral invisible de la realidad.

– Dr. Graciliano, ¿cómo comenzó a forjarse su carrera?

– «Nací en lo más profundo de La Prueba, un rincón montañoso del municipio santiaguero de Songo-La Maya. Antes de ser médico, trabajé como electromédico en Santiago de Cuba. A los 23 años decidí ingresar a la universidad. Fue entonces cuando me uní al Programa del Médico de la Familia, que en 1984 empezaba a cobrar fuerza. Recuerdo aquellos primeros días en Guisa, en la provincia de Granma, donde estuve en un consultorio rural. Estábamos en un terreno aún poco explorado, pero sabíamos que lo que hacíamos era histórico.»

– Su labor en la Cruz Roja y en varios policlínicos de Santiago de Cuba es bien conocida. ¿Qué recuerdos guarda de esos años de servicio?

– «La Cruz Roja fue una escuela. Ahí, en el Policlínico “Armando García”, el Municipal, y en el Departamento de la Cruz Roja en Santiago, creció en mí una visión más profunda de la medicina, de la prevención, de la educación a la población. Pero, sobre todo, me enseñó que la salud es un acto colectivo. Trabajamos para formar no solo médicos, sino también seres humanos que pudieran trascender.»

– Usted fue parte de las misiones emblemáticas de la brigada “Henry Reeve”, enfrentándose al ébola en África, al huracán Matthew en Haití y a la COVID-19 en Italia.

– «Lo que realmente me llena no es el honor, sino el saber que pude ser útil. Mi trabajo en lugares tan remotos —ya fuera en Cuba, en Bolivia, en Haití, en Alemania (impartiendo conferencias acerca de la experiencia cubana contra el ébola), o en Italia— eran parte de algo mucho mayor. No importaba si estábamos en un rincón de África o en una ciudad europea; el compromiso era igual. Cada lugar donde estuve me transformó. Cada labor me permitió crecer en el orden humano y como especialista de Primer Grado en Medicina General Integral.»

– ¿Cómo logró mantener la calma y la determinación en situaciones extremas como las que vivió en el ébola o en la COVID-19?

– «Lo que me daba fuerza era saber que estaba allí por algo más grande que yo mismo. No podía rendirme. No podía fallar. En momentos de duda, pensaba que, cuando uno se compromete con algo tan trascendental, el miedo simplemente no tiene espacio. Claro, el trabajo en equipo y la preparación que nos daban nos ofrecían herramientas para seguir adelante. Mi familia me ha entendido siempre: mi esposa, mi madre, mis hermanos, mis cuatro hijas.»

– A lo largo de su vida, recibió cientos de estímulos, medallas, condecoraciones, incluso un automóvil en 2019. ¿Qué mensaje le dejaría a las nuevas generaciones de médicos y profesionales de la salud que lo tienen como referente?

– «Siempre traté de hacer mi trabajo lo mejor posible, sin pensar en qué recibiría a cambio. Ver que los jóvenes médicos siguen adelante con los mismos valores y principios que traté de transmitir es lo más valioso. Les diría que nunca dejen de aprender y que mantengan viva la vocación de servicio, porque eso es lo que distingue a un verdadero médico. Aunque el camino sea difícil, aunque parezca que no hay fuerzas, recuerden siempre por qué comenzaron. La solidaridad internacional no es negociable. Allí donde haya sufrimiento, allí deben estar. Porque la medicina no tiene fronteras.»

– ¿Qué significa para usted que haya un policlínico, una Cátedra Honorífica y una distinción que lleven su nombre?

– «Estoy agradecido. Mi legado no está en el reconocimiento, sino en la continuidad de la labor. Dediqué toda mi vida a la medicina. No lo hice para recibir algo a cambio, lo hice porque era mi deber. Pero si mi nombre puede servir de inspiración, entonces mi vida y mi trabajo tuvieron sentido.»

El aire parecía tornarse más denso. Nuestra conversación terminaba. Había sucedido junto al busto erigido en su honor. Las palmeras del fondo comenzaban a encenderse de un verde más profundo, y las flores que lo rodeaban, de un rojo tan intenso que dolía mirarlas, como si el sol no pudiera negarse a alguien que se convirtió en luz.

Dentro del policlínico, algunos aseguraban sentir el perfume que él solía llevar. Una enfermera juraba haber visto su sombra pasando por la sala de urgencias, y un niño en consulta insistía en que “el doctor invisible” le había curado el susto. Los más viejos del barrio aseguran que no es coincidencia, que son señales.

Así sigue el Dr. Graciliano: sin ausencias definitivas, sin despedidas absolutas. Basta con que alguien pronuncie su nombre con fe, y allí estará: tomando el pulso a la esperanza, diagnosticando espíritus, y dejando en cada rincón un eco de vida donde otros… solo ven silencio.

Por Mylenys Torres Labrada.

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