Bajo riesgo de transmisión del SARS-CoV-2 a través de los fómites

Responsable: Patricia Alonso Galbán

Dpto. Servicios Especiales de Información

En el informe científico “SARS-CoV-2 and Surface (Fomite) Transmission for Indoor Community Environments”, publicado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (en inglés Centers for Disease Control and Prevention, CDC) de los Estados Unidos de América, se exponen los resultados de los estudios cuantitativos de evaluación del riesgo microbiano (quantitative microbial risk assessment, QMRA) dirigidos a comprender y caracterizar el riesgo relativo de la transmisión del SARS-CoV-2 a través de los fómites y a evaluar la necesidad y la eficacia de las medidas de prevención para reducirlo.

En este reporte los autores destacan que el SARS-CoV-2, el virus que causa la COVID-19, es un virus envuelto, lo que significa que su material genético está empaquetado dentro de una capa externa (envoltura) de proteínas y lípidos, que contiene las estructuras (proteínas de punta) para adherirse a las células humanas durante la infección. La cubierta externa del SARS-CoV-2, al igual que en otros virus respiratorios con envoltura, es lábil y puede degradarse rápidamente al entrar en contacto con los tensoactivos contenidos en los agentes para la limpieza bajo las condiciones medioambientales. El riesgo de transmisión mediado por fómites depende de:

  • La tasa de prevalencia de la infección en la comunidad
  • La cantidad de las partículas virales que expulsan las personas infectadas (que puede reducirse sustancialmente con el uso de los nasobucos)
  • La deposición de las partículas del virus expulsadas sobre superficies (fómites), que se ve afectada por el flujo del aire y la ventilación
  • La interacción con los factores ambientales (por ejemplo, calor y evaporación) que causan daño a los virus, tanto en el aire como en los fómites
  • El tiempo que media entre el momento en que una superficie se contamina y una persona la toca.
  • La eficiencia de la transferencia de las partículas virales de las superficies de los fómites a las manos y, desde estas, a las membranas mucosas de la cara (nariz, boca, ojos)
  • La dosis de virus necesaria para causar una infección a través de las mucosas

Debido a la diversidad de los factores que afectan la eficiencia de la transmisión ambiental, el riesgo relativo de la transmisión por los fómites del SARS-CoV-2 se considera bajo en comparación con el contacto directo, la transmisión por las gotitas o la transmisión por el aire.

Sin embargo, en opinión de los autores, no está claro qué proporción de infecciones por el SARS-CoV-2 se adquieren por la transmisión a través de las superficies contaminadas. Existen pocos informes de personas infectadas con la COVID-19 potencialmente atribuibles a la transmisión a través de los fómites. Las infecciones a menudo se pueden adjudicar a múltiples vías de transmisión. La relacionada con los fómites es definitivamente difícil de probar, en parte porque no se puede descartar la transmisión respiratoria por las personas asintomáticas.

Los informes de los casos indican que el SARS-CoV-2 se transmite entre los individuos al tocar las superficies sobre las que una persona enferma ha tosido o estornudado recientemente y luego tocarse directamente la boca, la nariz o los ojos. La higiene de las manos, por tanto, es una barrera para la transmisión a través de los fómites y su correcta realización se ha asociado con un menor riesgo de infección.

Los resultados de los estudios cuantitativos de la evaluación del riesgo microbiano (QMRA) sugieren que el riesgo de la infección por SARS-CoV-2 a través de la ruta de transmisión por los fómites es bajo y, generalmente, menos de 1 en 10 000, lo que significa que cada contacto con una superficie contaminada tiene menos de 1 en 10 000 posibilidades de causar una infección.

Existen estudios que estimaron los riesgos de exposición fundamentalmente a través de la utilización de los datos de la cuantificación del ácido ribonucleico (ARN) ambiental del SARS-CoV-2 en el aire libre. Señalaron que estas estimaciones de QMRA están sujetas a las incertidumbres que pueden reducirse con datos adicionales para mejorar la exactitud y la precisión de la información que se emplea en los modelos.

Se podría esperar que las concentraciones del SARS-CoV-2 infeccioso en las superficies exteriores sean más bajas que en las superficies interiores debido a la dilución y el movimiento del aire, así como a las condiciones ambientales más duras, como la luz solar. Un estudio de QMRA también evaluó la efectividad de las medidas de prevención que reducen el riesgo de transmisión por los fómites y encontró que la higiene de las manos podría reducir sustancialmente el riesgo de transmisión del SARS-CoV-2 desde las superficies contaminadas, mientras que la desinfección de las superficies una o dos veces al día tenía poco impacto en la reducción de los riesgos estimados.

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Comentarios (1)
  • Es bueno saber esto, pero sería importante continuar desinfectando superficies fundamentalmente en aquellos lugares donde interatuamos con pacientes, medios de transprote de PCR, documentación, bases de datos, etc.

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