
La pandemia por la COVID-19 fue declarada emergencia de salud pública internacional. El conocimiento de los síntomas, comorbilidades y el riesgo según el tratamiento recibido puede contribuir a una mejor clasificación y atención de los pacientes.
Este trabajo tuvo como objetivo caracterizar clínicamente a los pacientes de COVID-19 atendidos en las unidades de terapia intensiva cubanas.
Se realizó un estudio observacional retrospectivo de todos los pacientes atendidos en las unidades de terapia intensiva de Cuba en el periodo comprendido entre el 11 de marzo y el 30 de julio de 2020. Se recolectaron datos demográficos, clínicos y de resultados. Se compararon los pacientes fallecidos y recuperados de acuerdo a la prevalencia de las covariables a través de una prueba estándar de chi-cuadrado. Se efectuó regresión logística para evaluar las variables predictoras de la mortalidad hospitalaria.
Se atendieron 175 pacientes, de ellos 106 graves y 69 críticos. Predominó el sexo masculino (52,0 %), mayores de 60 años (67,2 %) con hipertensión arterial (57,0 %). La edad (mayores de 80 años, OR= 9,62, IC95%: 3,16-29,2), el estado al ingreso (OR= 8,32, IC95%: 2.30-30,10) y la inestabilidad hemodinámica (OR=6,9, IC95%:2,96-16,37), se asociaron a un mayor riesgo de fallecimiento. Los pacientes tratados con kaletra, cloroquina, itolizumab o jusvinza incrementaron la supervivencia. El riesgo de fallecimiento en los críticos disminuyó de 80 a 25% con el uso de jusvinza.
A modo de conclusión, los autores plantean que la caracterización clínica realizada demuestra la efectividad de los protocolos clínicos empleados en las unidades de terapia intensiva del país.
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