La hepatitis es una inflamación del hÃgado que puede causar una serie de problemas de salud y puede ser mortal. Las cinco cepas principales del virus de la hepatitis son las de los tipos A, B, C, D, y E. Si bien todas ellas causan enfermedad hepática, se diferencian en aspectos importantes, sobre todo en los modos de transmisión, la gravedad de la enfermedad, la distribución geográfica y los métodos de prevención. En particular, los tipos B y C provocan enfermedad crónica en cientos de millones de personas y, en su conjunto, son la causa más común de defunciones relacionadas con cirrosis hepática, cáncer y hepatitis viral. Se estima que, en todo el mundo, 325 millones de personas sufren hepatitis B y/o C, y para la mayorÃa de ellas las pruebas y el tratamiento siguen siendo inaccesibles.
Algunos tipos de hepatitis son prevenibles mediante vacunación. Un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) determinó que de aquà a 2030 se podrÃan prevenir unos 4,5 millones de defunciones prematuras en paÃses de ingresos bajos y medianos, mediante vacunación, pruebas de diagnóstico, medicamentos y campañas de educación. La estrategia mundial de la OMS contra las hepatitis tiene por objetivo reducir en un 90 % las nuevas infecciones y en un 65 % las defunciones por hepatitis entre 2016 y 2030.
El DÃa Mundial contra la Hepatitis se celebra cada año el 28 de julio para concienciar sobre las hepatitis vÃricas, que inflaman el hÃgado y causan enfermedades hepáticas graves y cáncer de hÃgado. Este año, la campaña enfatiza en la importancia de ampliar el acceso al diagnóstico y al tratamiento.
La hepatitis viral es un asesino silencioso y cobra numerosas vidas cada año, con sÃntomas que solo aparecen cuando la enfermedad está avanzada. En las Américas, casi 80,000 nuevas infecciones de hepatitis B y C surgen cada año, la mayorÃa de las cuales pasan desapercibidas.
¿El resultado? Más de 100,000 muertes relacionadas con la hepatitis cada año.
Pero aquà está la clave: ¡la prevención es posible! Existen vacunas y tratamientos efectivos, ofreciendo esperanza para todos. La vacuna contra la hepatitis B está disponible tanto para adultos como para niños, mientras que los tratamientos orales seguros pueden curar la hepatitis C. Conocer su estado y acceder al tratamiento es crucial para las mujeres embarazadas con hepatitis B crónica para prevenir la transmisión maternoinfantil.
Juntos, podemos eliminar la hepatitis en la Región de las Américas y alcanzar los objetivos de eliminación de la OPS para 2030. Reduzcamos el número de nuevos casos y evitemos muertes innecesarias causadas por infecciones de hepatitis B y C.