La frecuencia de las fracturas de pelvis es baja, pero la mortalidad asociada es extremadamente alta. Su tratamiento representa un gran desafÃo para los profesionales de la salud, tanto en el ámbito clÃnico como quirúrgico.
En este artÃculo se presenta el caso de una paciente con fractura inestable de pelvis. Se trata de una mujer de 38 años, con antecedente de trauma agudo en región pélvica por caÃda de altura. Al realizar examen fÃsico se evidencia deformidad pélvica, con ascenso de hemipelvis derecha y discrepancia de longitud de miembros inferiores, con acortamiento de 8 cm de miembro derecho y dolor sacroilÃaco a la apertura pélvica. El estudio radiográfico convencional revela signos de asimetrÃa pélvica, elevación de hemipelvis derecha y fracturas de ambas ramas ilioisquiopubianas.
Se diagnostica fractura inestable de pelvis tipo C1, clasificación de Marvin Tile. En correspondencia, se planifica tratamiento en dos fases: primero, tracción esquelética de la extremidad por tres semanas y luego, fijación sacroilÃaca anterior con placas de reconstrucción, mediante abordaje extraperitoneal sin aporte de autoinjerto. Los procederes se realizan sin complicaciones, dando de alta a la paciente a los siete dÃas de operada, con seguimiento en consulta externa por seis meses. Transcurrido ese periodo de tiempo se da alta médica, con buena evolución funcional (15 puntos según criterios de Matta).
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