Inhibidores de la roquinasa para el glaucoma de ángulo abierto primario y la hipertensión ocular

Responsable: Patricia Alonso Galbán

Dpto. Servicios Especiales de Información

El glaucoma es un grupo de neuropatías ópticas caracterizadas por la degeneración progresiva de las células ganglionares de la retina, la pérdida axonal y los defectos irreversibles del campo visual. El glaucoma se clasifica como primario o secundario, y en todo el mundo, el glaucoma primario es una de las principales causas de ceguera irreversible. Existen varios subtipos de glaucoma, y el glaucoma primario de ángulo abierto (GPAA) es el más común. Se desconoce la etiología del GPAA, pero los tratamientos actuales tienen como objetivo reducir la presión intraocular (PIO), evitando así la aparición y la progresión de la enfermedad. En comparación con los tratamientos antiglaucomatosos tradicionales, los inhibidores de la roquinasa (ROKi por sus siglas en inglés) tienen una farmacodinámica diferente. Los ROKi es el único tratamiento actual que reduce eficazmente la PIO modulando el drenaje del humor acuoso a través de la malla trabecular y el canal de Schlemm. A medida que los ROKi se introducen en el mercado de forma más amplia, es importante evaluar la eficacia y los posibles eventos adversos (EA) del tratamiento.

El objetivo de esta revisión Cochrane fue comparar la eficacia y seguridad de los ROKi con placebo u otra medicación para el glaucoma en personas diagnosticadas con glaucoma de ángulo abierto (GAA), glaucoma primario de ángulo abierto (GPAA) o hipertensión ocular (HTO).

Se utilizaron los métodos estándar de Cochrane y se realizaron búsquedas en las bases de datos el 11 de diciembre de 2020.

Criterios de selección:

Se incluyeron ensayos clínicos aleatorizados que examinaron el tratamiento con ROKi comercializados en monoterapia o tratamiento combinado en comparación con placebo u otros tratamientos médicos de reducción de la PIO en personas diagnosticadas con G(P)AA o HTO. Se incluyeron ensayos en los que los ROKi se administraron siguiendo las guías oficiales sobre el glaucoma. No hubo restricciones en cuanto al tipo, el año o el estado de la publicación.

Obtención y análisis de los datos:

Se utilizaron los procedimientos metodológicos estándar previstos por Cochrane. Dos autores de la revisión, de manera independiente, seleccionaron los estudios, extrajeron los datos y evaluaron el riesgo de sesgo con la herramienta Cochrane RoB 2.

Resultados principales:

Se incluyeron 17 ensayos con 4953 participantes diagnosticados con G(P)AA o HTO. Quince eran ensayos multicéntricos y 15 eran ensayos con enmascaramiento. Todos los participantes tenían más de 18 años de edad. La duración de los ensayos varió de 24 horas a 12 meses. Los ensayos se realizaron en los EE. UU., Canadá y Japón. Dieciséis ensayos estuvieron financiados por empresas farmacéuticas, y un ensayo no proporcionó información sobre las fuentes de financiación. Los ensayos compararon la monoterapia con ROKi (netarsudil o ripasudil) o el tratamiento combinado con latanoprost (análogo de la prostaglandina) o timolol (betabloqueante) con placebo, timolol, latanoprost o netarsudil. Los desenlaces notificados fueron la PIO y la seguridad. Se aplicaron metanálisis a 13 ensayos (reducción de la PIO desde el inicio) y a 15 ensayos (EA oculares).

De los ensayos que evaluaban la PIO, siete tenían un riesgo bajo, en tres había algunas dudas y tres tenían un riesgo de sesgo alto. Tres ensayos encontraron que la monoterapia con netarsudil podría ser superior al placebo (diferencia de medias [DM] 3,11 mmHg, intervalo de confianza [IC] del 95%: 2,59 a 3,62; I2 = 0%; 155 participantes; evidencia de certeza baja). La evidencia de tres ensayos indicó que el timolol podría ser superior al netarsudil con una DM de 0,66 mmHg (IC del 95%: 0,41 a 0,91; I2 = 0%; 1415 participantes; evidencia de certeza baja). La evidencia de cuatro ensayos apuntó a que el latanoprost podría ser superior al netarsudil con una DM de 0,97 mmHg (IC del 95%: 0,67 a 1,27; I2 = 4%; 1283 participantes; evidencia de certeza moderada).

La evidencia de tres ensayos mostró que, en comparación con la monoterapia con latanoprost, el tratamiento combinado con netarsudil y latanoprost probablemente condujo a una reducción media agrupada adicional de la PIO desde el inicio de 1,64 mmHg (IC del 95%: -2,16 a -1,11; 1114 participantes). La evidencia de tres ensayos mostró que, en comparación con la monoterapia con netarsudil, el tratamiento combinado con netarsudil y latanoprost probablemente condujo a una reducción media agrupada adicional de la PIO desde el inicio de 2,66 mmHg (IC del 95%: -2,98 a -2,35; 1132 participantes). La certeza de la evidencia fue moderada. Un ensayo demostró que, en comparación con la monoterapia con timolol, el tratamiento combinado con ripasudil y timolol podría dar lugar a una reducción de la PIO con respecto al valor inicial de 0,75 mmHg (IC del 95% -1,29 a -0,21; 208 participantes). La certeza de la evidencia fue moderada.

De los ensayos que evaluaron los EA oculares totales, tres tenían un riesgo bajo, cuatro presentaban algunas dudas y ocho tenían un riesgo de sesgo alto.

Se encontró evidencia de certeza muy baja de que el netarsudil podría provocar más EA oculares en comparación con el placebo, con 66 EA oculares más por cada 100 personas-meses (IC del 95%: 28 a 103; I2 = 86%; cuatro ensayos, 188 participantes). Se encontró evidencia de certeza baja de que el netarsudil podría provocar más EA oculares en comparación con el latanoprost, con 29 EA oculares más por cada 100 persona-meses (IC del 95%: 17 a 42; I2 = 95%; cuatro ensayos, 1286 participantes).

Se encontró evidencia de certeza moderada de que, en comparación con el timolol, el netarsudil probablemente produjo 21 EA oculares adicionales (IC del 95%: 14 a 27; I2 = 93%; cuatro ensayos, 1678 participantes). Los datos de tres ensayos (1132 participantes) no mostraron evidencia de existencia de diferencias en la tasa de incidencia de EA entre el tratamiento combinado con netarsudil y latanoprost y la monoterapia con netarsudil (un evento más por cada 100 persona-meses, IC del 95%: 0 a 3). Sin embargo, la certeza de la evidencia era baja. De manera similar, se encontró evidencia de certeza baja de que, en comparación con latanoprost, el tratamiento combinado con netarsudil y latanoprost podría causar 29 eventos oculares más por cada 100 persona-meses (IC del 95%: 11 a 47; tres ensayos, 1116 participantes). Se encontró evidencia de certeza moderada de que, en comparación con la monoterapia con timolol, el tratamiento combinado con netarsudil y timolol podría causar 35 eventos oculares más por cada 100 personas-meses (IC del 95%: 25 a 45; un ensayo, 208 participantes). Todos los ensayos incluidos declararon que los ROKi no se asociaron con ningún EA grave en concreto.

Vea el artículo completo en:

Clement Freiberg J, von Spreckelsen A, Kolko M, Azuara-Blanco A, Virgili G. Rho kinase inhibitor for primary open-angle glaucoma and ocular hypertension. Cochrane Database of Systematic Reviews 2022, Issue 6. Art. No.: CD013817. DOI: 10.1002/14651858.CD013817.pub2.

 

 

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