La aparición de la variante ómicron del SARS-CoV-2 (B.1.1.529) ha desestabilizado los esfuerzos mundiales para controlar el impacto de la COVID-19. Datos recientes han sugerido que B.1.1.529 puede infectar fácilmente a personas con inmunidad adquirida naturalmente o inducida por vacunas, facilitada en algunos casos por el escape viral de anticuerpos que neutralizan el SARS-CoV-2 ancestral. Sin embargo, la enfermedad grave parece ser relativamente poco común en tales individuos, lo que destaca un papel potencial de otros componentes del sistema inmunitario adaptativo. En este estudio se informa que las células T CD4+ y CD8+ especÃficas de la espiga del SARS-CoV-2 inducidas por una infección previa o por la vacunación con BNT162b2 brindan una amplia cobertura inmunitaria contra B.1.1.529. Las frecuencias relativas medianas de las células T CD4+ especÃficas de la espiga del SARS-CoV-2 que reconocieron de forma cruzada B.1.1.529 en individuos previamente infectados o vacunados con BNT162b2 fueron del 84 % y el 91 %, respectivamente, y las frecuencias relativas medianas correspondientes para el SARS-CoV-2 – los linfocitos T CD8+ especÃficos de pico fueron del 70 % y el 92 %, respectivamente. Las comparaciones por pares entre los grupos revelaron además que las células T CD4+ y CD8+ reactivas al SARS-CoV-2 eran funcional y fenotÃpicamente similares en respuesta a la cepa ancestral o a B.1.1.529. En conjunto, estos datos indican que las respuestas establecidas de células T CD4+ y CD8+ especÃficas del SARS-CoV-2, especialmente después de la vacunación con BNT162b2, permanecen en gran parte intactas contra B.1.1.529.
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