
Enfermedad rara, pero peligrosa, la perforación espontánea de los conductos biliares es una afección que puede poner en peligro la vida de los pacientes. Sin embargo, un estudio reciente presenta resultados alentadores en el tratamiento de este problema de salud en un servicio de referencia nacional.
La serie de casos presentada incluyó a cinco pacientes, niñas recién nacidas y lactantes con una edad media de 4 meses. La afección se presentó desde la clÃnica como una colestasis acompañada de distensión abdominal, ascitis biliar, acolia, y signos de irritación peritoneal. El diagnóstico se basó en la clÃnica, la ecografÃa abdominal, la paracentesis con medición del Ãndice bilirrubina lÃquido ascÃtico/bilirrubina sérica y la colangiografÃa intraoperatoria.
La cirugÃa definitiva se realizó inmediatamente, y consistió en: lavado peritoneal, colangiografÃa diagnóstica, reparación hepaticoyeyunostomÃa en Y de Roux y colocación de drenaje. Todos los pacientes evolucionaron satisfactoriamente, sin complicaciones importantes y con una total supervivencia posoperatoria.
La colangiografÃa intraoperatoria permitió identificar la ubicación de la perforación y descubrir malformaciones asociadas. Esto sugiere que la evaluación cuidadosa y precisa de los conductos biliares durante la cirugÃa puede ser crucial para el éxito del tratamiento.
Aunque la perforación espontánea de los conductos biliares sigue siendo una enfermedad rara, estos resultados son un paso importante hacia un mejor diagnóstico y tratamiento de quienes la presenten. Es esencial que los médicos estén alerta a esta afección y consideren la cirugÃa temprana para mejorar la supervivencia de los pacientes.
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