
Los sÃntomas del insomnio son transdiagnósticos a los trastornos de salud fÃsica y mental. Dada la falta de cohortes basadas en la población con medidas objetivas del sueño y seguimientos a largo plazo, se sabe poco sobre la cronicidad de los sÃntomas del insomnio infantil. En este trabajo se determinaron las trayectorias de desarrollo de los sÃntomas del insomnio, su evolución hacia el insomnio adulto y el papel de la duración objetiva del sueño en la transición a la edad adulta.
Un total de 502 niños (mediana de 9 años, tasa de respuesta del 71,7 %) fueron estudiados 7,4 años después como adolescentes (mediana de 16 años) y 15 años después como adultos (mediana de 24 años). Los sÃntomas de insomnio se determinaron como dificultades de moderadas a graves para iniciar y/o mantener el sueño a través de informes de los padres o de ellos mismos en los 3 puntos temporales, insomnio en adultos a través de un autoinforme en la edad adulta temprana y duración objetiva del sueño breve a través de polisomnografÃa en la infancia y la adolescencia.
Entre los niños con sÃntomas de insomnio, la trayectoria más frecuente fue la persistencia (43,3%), seguida de la remisión (26,9% desde la infancia, 11,2% desde la adolescencia) y un patrón de altibajos (18,6%). Entre los niños con sueño normal, la trayectoria más frecuente fue la persistencia (48,1%), seguida del desarrollo de sÃntomas de insomnio (15,2% desde la adolescencia, 20,7% en la edad adulta) y un patrón creciente y menguante (16,0%). Las probabilidades de que los sÃntomas del insomnio empeorasen hasta convertirse en insomnio en adultos (22,0 % de los niños, 20,8 % de los adolescentes) fueron 2,6 y 5,5 veces mayores entre los niños y adolescentes que duermen poco, respectivamente.
En conclusión, las intervenciones tempranas del sueño son una prioridad de salud porque los pediatras no deben esperar que los sÃntomas del insomnio remitan durante el desarrollo en una alta proporción de niños. Las medidas objetivas del sueño pueden ser clÃnicamente útiles en la adolescencia, un perÃodo crÃtico para el pronóstico adverso del insomnio con fenotipo de sueño corto.
Vea el artÃculo completo: