En una nueva declaración cientÃfica, la American Heart Association (AHA) destacó la importancia de incorporar los factores de riesgo no biológicos y los determinantes sociales de la salud en la evaluación del riesgo de enfermedad cardiovascular para las mujeres, en particular las de diferentes orÃgenes raciales y étnicos.
La evaluación del riesgo de enfermedad cardiovascular en las mujeres es multifacética y va mucho más allá de los factores de riesgo tradicionales para incluir los de riesgo biológicos especÃficos del sexo, asà como los sociales, conductuales y ambientales, señaló el grupo de redacción.
Apuntaron que requiere enfocarse más en abordar todos los factores de riesgo de enfermedad cardiovascular entre las mujeres de razas y etnias subrepresentadas para evitar futuras enfermedades cardiovasculares.
La declaración cientÃfica se publicó en versión electrónica el 10 de abril en Circulation.
Mire más allá de los factores de riesgo tradicionales
«La evaluación de riesgos es el primer paso para prevenir enfermedades cardiacas, pero existen muchas limitaciones para los factores de riesgo tradicionales y su capacidad para estimar de manera integral el riesgo de enfermedad cardiovascular de una mujer», declaró en un comunicado de prensa la Dra. Jennifer H. Mieres, vicepresidenta del grupo de redacción y profesora de cardiologÃa de la Zucker School of Medicine de Hofstra Northwell en Hempstead, Estados Unidos.
«La prestación del cuidado cardiovascular equitativo para las mujeres depende de que mejore el conocimiento y la consciencia de todos los miembros del equipo médico sobre el espectro completo de factores de riesgo cardiovascular para las mujeres, incluidos los especÃficos y predominantes en ellas», añadió la Dra. Mieres.
Los factores especÃficos de las mujeres que deben incluirse en la evaluación del riesgo cardiovascular son las afecciones relacionadas con el embarazo, como la preeclampsia, el parto prematuro y la diabetes gestacional, listó el grupo de redacción.
Otros factores incluyen la historia del ciclo menstrual; tipos de control de la natalidad o terapia de reemplazo hormonal utilizados; sÃndrome de ovario poliquÃstico, que afecta a 10% de las mujeres en edad reproductiva y está asociado con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular; y trastornos autoinmunes, depresión y trastorno de estrés postraumático, todos los cuales son más frecuentes en mujeres y también están asociados con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular.
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