Cuba: logros en salud

Ciencia cubana en 2021: Resultados y desafíos

Los principales resultados del proceso de transformación y elementos dinamizadores del sistema de ciencia, tecnología e innovación en Cuba en 2021 fueron analizados en la Mesa Redonda del pasado jueves 13 de enero, con la comparecencia de la ministra de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, Elba Rosa Pérez Montoya.

Al referirse a los más de 52 proyectos desarrollados el pasado año, con impacto en la vida económica y social del país, la ministra destacó que la mayor parte de ellos tributaron al enfrentamiento a la COVID-19 en Cuba.

Entre los resultados de mayor trascendencia sobresalen:

– Obtención de la vacuna Abdala, primera anti COVID-19 de subunidad proteica en América Latina.

– Desarrollo, escalado y producción de las vacunas Soberana 01, Soberana 02, Soberana Plus y Mambisa.

– Obtención del Nasalferon, una nueva formulación para el tratamiento profiláctico de la infección por SARS-CoV-2.

– Reposicionamiento del anticuerpo monoclonal humanizado cubano Nimotuzumab en el tratamiento de pacientes con COVID-19.

– Proyecto Cubano de Ventilación de Emergencia, que ha entregado al sistema nacional de salud 190 equipos, para un ahorro por sustitución de importaciones de cerca de 1 millón de USD.

– Modelación científica para el enfrentamiento multidisciplinario a la COVID-19 en Cuba.

– Contribución nacional de la nanotecnología al diagnóstico por PCR de SARS-CoV-2, que ha significado un ahorro de importaciones hasta la fecha de más de 17 millones de USD.

– Introducción y optimización de nuevas tecnologías y metodologías para la histocompatibilidad del trasplante en Cuba.

Pérez Montoya subrayó que aunque 2021 fue un año en extremo difícil para los cubanos, se caracterizó por el crecimiento de los hombres y mujeres de ciencia, que han demostrado su capacidad de respuesta ante situaciones complejas.

Significó en especial la participación de los jóvenes científicos e investigadores en estos resultados. “Ha sido hermoso el compromiso, dedicación, consagración y talento demostrado junto a los fundadores y demás integrantes del sector”, afirmó.

Dijo, además, que lo logrado es fruto de la obra y el pensamiento visionario del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.

“Estos resultados son 100 % cubanos, por lo que nos dan soberanía e independencia como país”, enfatizó.

A propósito del Día de la Ciencia Cubana que se celebra cada 15 de enero, la ministra informó que la provincia más destacada por los resultados del trabajo realizado en ciencia, tecnología e innovación durante 2021 fue La Habana, y reconoció, además, la labor de las provincias Villa Clara y Matanzas.

Vacunación de refuerzo en Cuba, aspectos esenciales

Dadas las evidencias científicas presentadas por el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) y el Instituto Finlay de Vacunas (IFV), los dos centros desarrolladores de las vacunas cubanas anti-COVID-19, el Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos (CECMED) aprobó el 15 de noviembre de 2021 la administración de una dosis de refuerzo en Cuba contra esa enfermedad.

La campaña de vacunación comenzó por los trabajadores de la salud y BioCubaFarma y posteriormente se extendió a la población el pasado 6 de diciembre en La Habana.

Según datos del MINSAP del 2 de enero de 2022, han recibido una dosis un total de 2 190 530 personas en todo el país, de ellas 2 050 385 como parte de la inmunización de refuerzo que se aplica a población de territorios seleccionados y grupos de riesgo, y otras 140 145 como parte del Estudio Clínico que se realiza con los candidatos vacunales Soberana 01 y Mambisa.

¿Por qué es necesaria una dosis de refuerzo de una vacuna contra la COVID-19?

Como ocurre con todas las vacunas, a la vez que avanza el tiempo la cantidad de anticuerpos contra la enfermedad para la que fueron creadas disminuye, por lo que resulta necesario aplicar dosis de refuerzo para incrementar nuevamente la respuesta inmune de las personas.

Con eso en mente, los científicos cubanos comenzaron a diseñar estrategias sobre dosis de refuerzo para los vacunados contra la COVID-19 en Cuba. Un primer ejemplo lo podemos observar en Soberana Plus, que se utiliza como refuerzo para los anticuerpos ya desarrollados por los convalecientes de la enfermedad.

Tanto el CIGB y el IFV, definieron en sus estudios que al cabo de seis meses la cantidad de anticuerpos generados por las vacunas cubanas comenzaban a disminuir, por lo tanto, se hacía necesario crear dosis de refuerzo, evidencia avalada también por el CECMED.

Además, la decisión de aplicar una dosis de refuerzo se basa en mejorar la respuesta inmune ante nuevas variantes de preocupación, como lo es hoy en día ómicron, y también para que la vuelta a la normalidad del país se realice de forma más segura.

¿Qué vacunas se administran para las dosis de refuerzo?

Actualmente, la vacunación de refuerzo se realiza con las vacunas Abdala o Soberana Plus. No obstante, se realizan estudios para evaluar la posibilidad de usar Mambisa o Soberana 01 también como refuerzo.

Ya existen evidencias preliminares de incremento de la respuesta inmune de esos inmunógenos en investigaciones que todavía están en desarrollo.

¿Cuánto tiempo después de inmunizarse debe pasar una persona antes de ponerse una dosis de refuerzo?

Aunque en un inicio estaba previsto suministrar una dosis de refuerzo a personas después de cinco meses de ser inmunizadas (que recibieran el esquema completo de vacunación anti-COVID-19), para contrarrestar la amenaza de la variante ómicron en Cuba se decidió que la dosis pudiera aplicarse a partir de los tres meses de la última vacuna.

Esto se debe a que se adelantó el cronograma de vacunación en el país para que los cubanos tengan mejores defensas contra la nueva variante, que según estudios recientes es más contagiosa que las otras existentes.

¿Pueden recibir una dosis de refuerzo con Abdala las personas que se vacunaron con el esquema heterólogo de Soberana 02 y Soberana Plus?

Sí, se pueden administrar tanto la vacuna Abdala como Soberna Plus como dosis de refuerzo, independientemente del esquema de inmunización que se haya recibido.

Ambos inmunógenos tienen seguridad e inmunogenicidad científicamente demostrada y se basan en la proteína RBD producida en levaduras y células de mamífero respectivamente, además de estar desarrollados sobre la plataforma de vacunas de subunidades.

¿Cómo se prevé la administración de dosis de refuerzo en Cuba?

La vacunación de refuerzo en Cuba se realiza de forma escalonada, con énfasis en los grupos y territorios de riesgo. En una primera etapa se comenzó con el grupo de riesgo de los trabajadores de la salud y de BioCubaFarma, posteriormente se siguió con los trabajadores del turismo y fronteras, pacientes de riesgo por su condición clínica y por último se incluyó a toda la población. No obstante, se ha acelerado el proceso, ya que la variante ómicron se extiende por el país.

¿Pueden vacunarse pacientes con insuficiencia renal?

A partir del 21 de diciembre de 2021 se comenzó la vacunación de refuerzo anti-COVID-19 a los pacientes que padecen de insuficiencia renal, con dos dosis de Abdala.

Las personas con ese padecimiento son inmunizadas en los mismos hospitales donde reciben las hemodiálisis, con un intervalo de 14 días entre cada inyección.

¿Las personas que enfermaron de COVID-19 pueden recibir una dosis de refuerzo?

Sí. Los convalecientes de COVID-19 pueden vacunarse con una dosis de refuerzo a partir de los tres meses de haber recibido Soberana Plus.

¿Pueden vacunarse las embarazadas?

Sí. A partir de la última semana de diciembre de 2021, como parte del adelanto del cronograma de vacunación de refuerzo en Cuba, se decidió incluir también a las embarazadas, ya que son un grupo poblacional de riesgo.

¿En qué consiste el estudio Baconao?

El estudio Baconao es un ensayo de fase II desarrollado por el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB). Tiene como objetivo evaluar el efecto y la seguridad de una dosis de refuerzo de Mambisa o Abdala contra la COVID-19 en individuos que previamente se vacunaron con Abdala.

Se trata de un ensayo multicéntrico y aleatorizado (la mitad de los sujetos recibe Abdala, y la otra, Mambisa). Se realiza en Matanzas y en este participan entre 1 500 a 3 000 trabajadores de turismo y de la salud, consideradas poblaciones de riesgo, que tienen como mínimo más de cinco meses después de haber recibido la última dosis.

El estudio Baconao fue aprobado por el CECMED el 18 de noviembre de 2021 y comenzó el día 23 de ese mismo mes. Cuenta con una primera etapa de vacunación y otra segunda que es a largo plazo. A partir de los seis meses de aplicada la vacuna se evaluará cuál sería la sería la incidencia, si ocurre en individuos vacunados con Mambisa y Abdala, y si hay un efecto sobre la transmisión luego de aplicadas las dosis de refuerzo.

Con ese ensayo se pretende obtener las evidencias suficientes para emplear Mambisa como dosis de refuerzo.

Criterios de inclusión: 

1) Sujetos vacunados previamente con el esquema completo (tres dosis) de Abdala.

2) Mínimo de 5 y medio meses de haber recibido la 3ra dosis de Abdala.

3) Voluntariedad del sujeto mediante la firma del consentimiento informado.

Criterios de exclusión: 

1) Antecedentes de infección por SARS-CoV-2 o sospecha de COVID-19 al momento de la inclusión.

2) Temperatura corporal ≥ 37ºC al momento de la vacunación (puede diferirse la vacunación hasta 48 horas).

3) Enfermedad infecciosa aguda en los tres días previos a la aplicación de la vacuna.

4) Antecedentes de haber recibido otra vacuna contra el SARS-CoV-2 (diferente de Abdala).

5) Hipersensibilidad conocida al tiomersal y a cualquiera de los componentes de la formulación objeto de estudio. 6) Embarazo o lactancia referido por la voluntaria.

¿Qué candidatos vacunales cubanos pudieran utilizarse para dosis de refuerzo en un futuro?

En el mundo la comunidad científica investiga cómo lograr la inmunidad estirilizante contra la COVID-19, es decir, que las personas no se contagien con el virus y por lo tanto no sean capaces de transmitirlo. Una de las posibilidades de lograrlo es a través de vacunas de aplicación intranasal, que podrían neutralizar el virus desde su entrada al organismo por la mucosa nasal.

En ese sentido, en Cuba se realizan ensayos clínicos con el candidato vacunal Mambisa, que se espera que sea vacuna en este 2022 y se pueda administrar posteriormente como dosis de refuerzo para minimizar los contagios. Los efectos de Mambisa como refuerzo se evalúan en el estudio Baconao, antes mencionado.

Por otra parte, se desarrolla un estudio con el candidato vacunal Soberana 01 dirigido por el Insituto Finlay. En este participan trabajadores de la salud y de BioCubaFarma y su objetivo es demostrar la no inferioridad de ese candidato vacunal con respecto a la vacuna Soberana Plus, en relación a su capacidad de reactivar la respuesta inmune entre 5 y 6 meses después de la primera inmunización. El estudio evaluará la respuesta inmune entre 14-28 días después de la administración y la duración de la protección en el tiempo por un periodo mínimo de 6 meses.

Ambas investigaciones pudieran permitir decidir en un futuro cuáles inmunógenos se pudieran utilizar con mayor efectividad para próximas dosis de refuerzo, de ser necesarias.

Por: Laydis Milanés para Cubahora – 5 de enero de 2022

*Trabajo realizado a partir de información brindada por especialistas del MINSAP, el CIGB y el IFV a la prensa cubana.

Mensaje de felicitación de la Sociedad Cubana de Medicina Familiar, por los 38 años de la creación del Programa del Médico y la Enfermera de la Familia

El 4 de enero de 1984 inició en el Policlínico Lawton, municipio 10 de octubre de la provincia La Habana, un nuevo modelo de atención a la salud: el médico y la enfermera de la familia. Una revolución dentro de la Revolución: el médico y la enfermera, ahí mismo, en el barrio, en la cuadra, para 120 familias, al alcance de todos. Un sueño hecho realidad; al decir del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, en Matanzas, el 26 de Julio de 1991, “… de médicos de la familia parecería un cuento que trajo un viajero de una estrella lejana”.

Hoy se cumplen treinta ocho años de hacer, y de combatir durante dos años una pandemia, con solidaridad, humanismo y altruismo desde Cuba y hacia el resto del mundo.

La Medicina Familiar ha contribuido a mejorar la calidad de la atención que se le brinda a nuestro pueblo. El  mantenimiento de los  indicadores de salud que nos distinguen en el mundo, tiene que ver en gran medida con las múltiples labores que realizan estos profesionales, quienes se han convertido en ejemplo de revolucionarios al asumir tareas, no importa cuán difíciles sean, fuera y dentro del país, ocupando altas responsabilidades en cualquiera de las esferas de actuación para los que los forma la especialidad, además de las funciones asistenciales,  dígase la administración, la investigación, la docencia y en situaciones de desastres y epidemias, en las que siempre se ha enaltecido el espíritu del Ché y el deseo de nuestro Comandante de formar médicos para Cuba y el mundo.

A todos los profesionales de la medicina familiar cubana: los que asumieron el reto de iniciar la grandiosa idea, los que continuaron y los que actualmente trabajan por un pueblo más saludable, les enviamos en este día la felicitación de la Sociedad Cubana de Medicina Familiar.

A Fidel, líder de la Revolución, creador de esta idea, nuestro agradecimiento infinito.

¡Felicidades!

Sociedad Cubana de Medicina Familiar

La estrategia cubana de desarrollo de vacunas contra la COVID-19 funcionó

Que Cuba sea el primer país de América Latina y el Caribe en disponer de vacunas contra la COVID-19 no es casual. Cuba tiene gran experiencia en el desarrollo y producción de Vacunas. Hoy la Industria Biofarmacéutica nacional fabrica 8 de las que se utilizan en el programa ampliado de inmunización, lo que permite una cobertura de vacunación cercana al 100 %, con impacto significativo en la eliminación de varias enfermedades infecciosas y la reducción de la tasa de incidencia de otras.

La vacuna anti meningocócica BC, desarrollada por el Instituto Finlay a finales de los años 80, fue la primera de su tipo a nivel mundial para el control de la meningitis tipo B. Patentada por los científicos cubanos, recibió la Medalla de Oro de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI). Su empleo en el contexto nacional desde los años 90, permitió disminuir significativamente la incidencia de esta enfermedad y mantenerla bajo control.

Otro significativo aporte lo es la vacuna recombinante contra la Hepatitis B. Además de la drástica disminución de esa enfermedad en la población cubana, a partir del año 2000 no se reportan casos de niños menores de 5 años infectados con este virus.

En la actualidad, la población cubana hasta los 40 años está inmunizada contra este patógeno, que causa aproximadamente un millón de muertes al año en el mundo. Fue la primera de América Latina y el Caribe en lograr la certificación por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Cuba podría ser uno de los primeros países en el mundo en erradicar esta enfermedad.

La vacuna contra el Haemophilus influenzae tipo b, resultado original de la Universidad de la Habana, junto a investigadores de varias entidades del sector biotecnológico constituye otro resultado relevante en el desarrollo de vacunas en nuestro país. Su novedad radica en ser la primera de uso en humanos, cuyo antígeno se obtiene por síntesis química. También logró la certificación de la OMS, un requisito necesario para poder suministrarla a las Agencias de las Naciones Unidas.

No menos trascendental es la obtención de la vacuna pentavalente contra la Difteria, el Tétanos, la Tosferina, la Hepatitis B y el Haemophilus influenzae tipo b, segunda en lograrse a nivel mundial y la primera desarrollada y producida por un país de América Latina y el Caribe.

Nuestras vacunas tienen prestigio internacional, como lo demuestra que cientos de millones de dosis fabricadas en la Mayor de las Antillas han sido suministradas a más de cuarenta naciones.

Toda la experiencia acumulada en más de 30 años, ha servido de base para poder actuar con rapidez y llegar a tener vacunas seguras y efectivas contra el nuevo coronavirus.

Además de la experiencia, fue importante diseñar una estrategia propia de desarrollo de vacunas contra la Covid-19, una estrategia de país.

El diseño de la estrategia cubana ha tenido tres importantes inspiraciones, la convicción aprendida del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz y el General de Ejército Raúl Castro Ruz de que ¨si se puede¨; el reto lanzado por el Presidente Díaz-Canel de trabajar fuerte para tener soberanía con nuestras propias vacunas y la capacidad de lucha y victoria de nuestro pueblo.

La estrategia se basó en tres pilares fundamentales: el desarrollo alcanzado por la Industria Biofarmacéutica cubana, con gran experiencia en la investigación, desarrollo y producción de vacunas; contar con científicos y tecnólogos experimentados, comprometidos con la patria y la revolución y la unidad e integración entre las entidades de BioCubaFarma y de éstas con el Sistema Nacional de Salud.

La estrategia fue concebida en equipo, conciliada con el Ministerio de Salud Pública (MINSAP) y acompañada por la máxima dirección de nuestro país.

Se pensó en una vacuna preventiva desde que surgió la epidemia en China, y comenzamos a estructurar nuestra propia estrategia. En una primera etapa se convocaron a las empresas con gran experiencia en el desarrollo de vacunas, el Instituto Finlay de Vacunas (IFV) y el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB). Rápidamente se incorporaron otras empresas de BioCubaFarma como, el Centro de Inmunología Molecular (CIM), el Centro Nacional de Biopreparados (BioCen), los Laboratorios AICA, el Centro de Inmunoensayo (CIE), el Centro Nacional para la Producción de Animales de Laboratorio (CENPALAB) y el Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNIC). También se unieron a este esfuerzo otras instituciones del país como, la Universidad de la Habana, el Instituto de Medicina Tropical “Pedro Kouri” y el Centro de Investigaciones Científicas de la Defensa Civil.

Se creó un sistema de trabajo donde periódicamente todos los involucrados compartían las ideas, se socializaban los conocimientos que se iban adquiriendo de las informaciones que se publicaban y las experiencias propias. Este sistema de trabajo, en el marco del Consejo Científico de BioCubaFarma, desde el inicio estuvo articulado con el Comité de innovación del MINSAP-BioCubaFarma y el Grupo Técnico Nacional para la lucha contra la COVID-19.

El especial acompañamiento del Ministerio de Salud Pública, incluido el Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos (CECMED) y el Centro Nacional Coordinador de Ensayos Clínicos (CENCEC), fue muy importante en los resultados alcanzados.

Inicialmente llegamos a tener en ideas y diseños, más de 40 posibles variantes de candidatos vacunales, a partir de que se concibieron diferentes antígenos, fuentes de obtención de esos antígenos, formulaciones y vías de administración. En todos los casos, basados en las plataformas tecnológicas con las que contamos en nuestras instituciones. Como parte de la estrategia se estimuló a los investigadores a proponer ideas, no se desestimó ninguna propuesta para ser evaluada.

Abdala. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

Se creó un sistema de trabajo donde periódicamente todos los involucrados compartían las ideas, se socializaban los conocimientos que se iban adquiriendo de las informaciones que se publicaban y las experiencias propias

A partir de análisis teóricos y resultados prácticos se fueron descartando variantes y nos fuimos concentrando. Definimos que el antígeno a utilizar en nuestras vacunas sería el Dominio de Unión al Receptor (RBD) de la proteína de la superficie del virus (proteína S). Se decidió obtener ese antígeno en dos fuentes diferentes, células de mamíferos y células de levaduras. Se definieron varias formulaciones del antígeno y concentraciones. Además, se decidió evaluar varios esquemas de inmunización y dos rutas de administración, intramuscular y nasal. De aquí surgieron nuestros primeros 4 candidatos vacunales que pasaron a ser evaluados en los estudios clínicos en humano, más un quinto candidato que se definió posteriormente.

La decisión de avanzar en las cinco variantes formó parte del concepto estratégico de disminuir el riesgo. Existía total claridad que la solución de la pandemia pasaba por tener vacunas efectivas. La apuesta fue ir al seguro. Por otra parte, si funcionaba más de una vacuna, como las plataformas productivas eran diferentes, podíamos disponer en poco tiempo de las dosis para inmunizar a nuestra población y eso fue lo que sucedió.

Para evitar interferencias en la ejecución de los estudios clínicos y que se presentaran cuellos de botella, se decidió realizarlos en diferentes provincias del país. En general, nueve provincias estuvieron involucradas directamente en las diferentes fases del desarrollo clínico de los candidatos vacunales. La experiencia alcanzada en nuestro país en la realización de pruebas clínicas y el trabajo intenso de los equipos formados por médicos, enfermeras y diferentes especialistas del MINSAP y BioCubaFarma, permitieron ejecutar los estudios con un alto rigor y cumplimiento de las buenas prácticas clínicas. Como se conoce, los resultados fueron muy positivos, las vacunas ABDALA y SOBERANA demostraron ser muy seguras y lograron eficacias superiores al 90 %. Especial reconocimiento merecen los miles de voluntarios, que, con su participación como sujetos de ensayo, permitieron demostrar la seguridad y eficacia de las vacunas cubanas.

Un elemento que formó parte de la estrategia fue concebir el esquema primario de inmunización con tres dosis. En la etapa de diseño de nuestras vacunas, los inmunógenos más avanzados en el mundo utilizaban un esquema de dos dosis. Sin embargo, teniendo en cuenta las características de las plataformas que estábamos usando y previendo la aparición de nuevas variantes que podrían afectar la capacidad de neutralización de los anticuerpos generados por las vacunas, la incorporación de una tercera dosis contribuiría a incrementar la efectividad en término de la magnitud y calidad de la respuesta inmunológica. Esta también fue una decisión certera concebida en la estrategia cubana.

A medida que fuimos desarrollando las diferentes variantes de vacunas, se fueron estructurando los sistemas productivos. Una vez demostrada la seguridad y eficacia estaríamos en condiciones de producir, en un corto tiempo, las dosis de vacunas que necesitábamos. En el mes de septiembre contábamos con todas las vacunas que se requerían para inmunizar a nuestra población.

La disponibilidad de las vacunas y la estrategia de vacunación establecida por el MINSAP han sido clave en los resultados que se han alcanzado en el control de la pandemia.

Centro de vacunación en la Ciénaga de Zapata. Foto: ACN.

Un componente de la estrategia fue desde el inicio la comunicación. Por orientación de nuestro Presidente Miguel Diaz-Canel, se diseñó una estrategia de comunicación que, con la incorporación de importantes expertos, se fue enriqueciendo a medida que íbamos avanzando.

La campaña de comunicación desplegada permitió ir informando a nuestra población de los avances que se iban teniendo. Poco a poco los resultados obtenidos comenzaron a convertirse en orgullo nacional.

La estrategia de comunicación también nos permitió hacer conocer al mundo los resultados. Por mucho que se intentó silenciar la hazaña que se estaba logrando en un país pequeño, sin grandes recursos y con un recrudecimiento del bloqueo norteamericano sin precedente, la comunidad internacional pudo conocer estos resultados.

Las publicaciones en revistas científicas y en eventos internacionales virtuales han formado parte de la estrategia de comunicación. Varios de los resultados han sido publicados en revistas científicas de alto impacto y se trabaja en la preparación de nuevas publicaciones.

Mesa Redonda sobre novedades de los candidatos vacunales cubanos., 13 de noviembre de 2020
Foto: Archivo

Otro componente de la estrategia fue la cooperación internacional con países amigos. En China comenzamos a trabajar en el proyecto Pancorona, el cual tiene el objetivo de desarrollar una vacuna universal contra los coronavirus. También hemos firmado importantes convenios con Venezuela, Irán, Vietnam, entre otros.

Hemos mantenido un intercambio permanente con la representación de la OPS/OMS en Cuba, le hemos hecho conocer los resultados que se han estado alcanzando y manifestamos el interés de lograr la precalificación de las vacunas por la OMS.

A partir de los resultados que se han obtenido podemos afirmar que la estrategia cubana de desarrollo de vacunas contra la Covid-19 funcionó. Hoy contamos con tres vacunas con autorizo de uso de emergencia que nos ha permitido llevar a cabo un programa de inmunización masiva contra esta enfermedad. Se pudo inmunizar a toda la población pediátrica de dos años en adelante. Se está aplicando una dosis de vacuna a los convalecientes para incrementar la inmunidad y evitar la reinfección.

Las vacunas han demostrado ser muy seguras y efectivas, no requieren de condiciones especiales de almacenamiento, por el contrario, pueden estar hasta una semana a temperatura ambiente sin perder sus atributos de calidad.

Los resultados obtenidos permitieron cumplir el compromiso de inmunizar a nuestra población antes de finalizar el 2021 con vacunas propias. Además, pudimos comenzar a aplicar una dosis de refuerzo, lo cual se ha demostrado es importante para combatir de nueva variante Ómicron.

Continuamos trabajando en una nueva generación de vacunas contra la Covid-19 que incremente, tanto la efectividad en evitar la infección viral como su trasmisión. La estrategia trazada sigue avanzando y tendremos nuevos resultados.

En el camino recorrido, no hemos podido contar con grandes recursos, el bloqueo nos ha afectado significativamente, pero el reto lanzado por el Presidente Miguel Díaz-Canel de lograr soberanía con vacunas propias y hacerlo rápido, movilizó todas nuestras fuerzas. Se ha trabajado intensamente, en unidad, con inteligencia, sabíamos que íbamos a cumplir con él, que era cumplir con Fidel y Raúl, era cumplir con nuestro pueblo.

 

Realizan primera cirugía de estenosis traqueal en Pinar del Río

Con la participación de especialistas en cirugía general, anestesistas, otorrinolaringólogos y otros expertos se realizó en el Hospital “Abel Santamaría Cuadrado” de Pinar del Río, la primera operación de estenosis traqueal en la occidental provincia.

El proceder se le realizó a Yosniel Delgado, paciente de 41 años de edad, residente en Pinar del Río que tras complicaciones por la COVID-19, hubo que intubarlo por tiempo prolongado, lo que le ocasionó la inflamación de tejidos dentro de la tráquea y casi no podía respirar.

Posterior a una traqueotomía y después de estudios realizados, se decidió por un equipo multidisciplinario la desobstrucción de ese lugar a través de una intervención quirúrgica.

Esta cirugía sólo se realizaba en el Hospital Clínico Quirúrgico “Hermanos Ameijeiras” de la capital de Cuba. Hasta este momento el paciente evoluciona satisfactoriamente y agradeció al personal de la salud por todo lo que hizo en aras de salvar su vida.

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