Archivos Anuales 2023

La prevención del suicidio debe ser una prioridad: Director de la OPS

Con cerca de 100.000 muertes por suicidio cada año en las Américas, “el suicidio es una importante preocupación de salud pública para la región”, afirmó el doctor Jarbas Barbosa, Director de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

“De manera alarmante, la región experimentó un aumento del 17% en la tasa de suicidio entre 2000 y 2019, lo que la convierte en la única región de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que registró un aumento”, detalló el doctor Barbosa en un mensaje para marcar el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, que tiene lugar el 10 de septiembre.

El Director de la OPS subrayó que “cada caso de suicidio es una tragedia que impacta severamente no solo en las personas, sino también en las familias y comunidades”. El doctor Barbosa destacó que “el suicidio se puede prevenir” y lanzó un llamado a generar “esperanza con nuestras acciones” y reducirlo en la región.

Si bien puede ocurrir a cualquier edad, en 2019 el suicidio fue la cuarta causa de defunción entre los jóvenes de 15 a 29 años en todo el mundo. Se registran más intentos de suicidio en las mujeres, pero los hombres son quienes más concretan el acto: por cada mujer que muere por suicidio en la región lo hacen 3,5 hombres. Además, las pruebas disponibles indican el impacto desproporcionado del suicidio entre los grupos en situación de vulnerabilidad como las poblaciones indígenas y las personas LGBTQI+.

“La pandemia de COVID-19 exacerbó muchos de los factores de riesgo del suicidio, como el desempleo, la inseguridad financiera y el aislamiento social”, indicó el doctor Barbosa, por lo que consideró que el abordaje del suicidio requiere un esfuerzo colectivo.

Durante la última semana de septiembre, ministros y altas autoridades de Salud de la región se reunirán en el 60º Consejo Directivo de la OPS donde debatirán una nueva estrategia para mejorar la salud mental y prevenir el suicidio. La estrategia “destacará la prevención del suicidio como una prioridad” de todos los países y áreas de gobierno y “hará hincapié en la necesidad de un compromiso multisectorial” para prevenirlo.

Entre las estrategias para abordar el suicidio se incluye restringir el acceso a los medios de autolesión que puede utilizar una persona en riesgo de suicidio, desarrollar en las adolescentes aptitudes socioemocionales para la vida, contar con servicios y profesionales de salud mental accesibles e integrados en el primer nivel de atención, así como eliminar el estigma sobre los problemas de salud mental, uno de los principales obstáculos para la búsqueda de ayuda.

Para conmemorar el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, la OPS organizó un webinario con el fin de fomentar la información responsable sobre el suicidio en los medios de comunicación y en las redes sociales, otra de las principales estrategias basadas en evidencia para prevenirlo.

Este año, la OMS está actualizando la publicación Prevención del suicidio: un recurso para profesionales de los medios, una guía con recomendaciones sobre lo que se debe y lo que no se debe hacer a la hora de informar sobre el suicidio.

“La OPS sigue trabajando con los países para promover estrategias basadas en evidencia sobre la prevención del suicidio, incluidas leyes y políticas actualizadas sobre salud mental y prevención del suicidio; reglamentos para limitar el acceso a los medios de suicidio, e información responsable en los medios de comunicación”, detalló el doctor Barbosa. “Seguiremos apoyando la formación y capacitación del personal de salud y el fortalecimiento de los sistemas nacionales de vigilancia para que sirvan de base para el desarrollo de estrategias de prevención adaptadas al contexto local”, agregó.

El Día Mundial para la Prevención del Suicidio fue establecido en 2003 por la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio junto con la OMS con el objetivo centrar la atención en el problema, reducir el estigma asociado a él y crear conciencia de que el suicidio se puede prevenir. El tema de este año “Crear esperanza a través de la acción” es una llamada a la acción y un recordatorio de que hay una alternativa al suicidio y de que a través de la acción se puede alentar la esperanza y fortalecer la prevención.

La dermatitis atópica puede ser un factor de riesgo para la colonización por estreptococos del grupo B en el embarazo

Las mujeres embarazadas con dermatitis atópica tienen más probabilidades de ser colonizadas con estreptococos del grupo B, en comparación con otras mujeres embarazadas, sugieren los resultados de un estudio transversal.

«La tasa de colonización por estreptococos del grupo B entre mujeres embarazadas con antecedentes de dermatitis atópica no se había informado previamente, pero esta inflamación podría ser un factor de riesgo para estreptococos del grupo B en las madres», según el autor correspondiente, Dr. David J. Margolis, Ph. D., del Departamento de Dermatología de la University of Pennsylvania, en Filadelfia, Estados Unidos, y sus colaboradores en el estudio, que se publicó como una carta al editor en versión electrónica de Journal of Investigative Dermatology.

«Los informes de estreptococos del grupo B en una gran base de datos administrativa representan una oportunidad única para realizar una evaluación poblacional de quienes son portadores y padecen dermatitis atópica. Comprender esta asociación podría ampliar nuestra comprensión de los cambios microbianos asociados con la inflamación», señalaron.

Los investigadores realizaron un estudio transversal para determinar si existe una asociación entre el estreptococo del grupo B y la dermatitis atópica en mujeres embarazadas. Se utilizó una muestra aleatoria de una base de datos administrativa de Optum de mujeres embarazadas que tuvieron partos vaginales entre mayo de 2007 y septiembre de 2021. El criterio de valoración principal fue la presencia de estreptococos del grupo B, según los códigos recomendados por el American College of Obstetricians and Gynecologists durante las semanas 36 0/7 a 37 6/7 de embarazo.[2] Se utilizó estadística descriptiva para resumir variables categóricas y continuas como proporciones y medias, y regresión logística para examinar la asociación entre el estado de dermatitis atópica y estreptococos del grupo B.

Vea la noticia completa en Medscape (debe estar registrado en el sitio web).

Complicaciones en el embarazo, depresión, cáncer de mama y otros, son factores de riesgo para enfermedad cardiovascular en mujeres

Complicaciones durante el embarazo, enfermedades autoinmunes, depresión, cáncer de mama y calcificación arterial mamaria son factores de riesgo emergentes para enfermedades cardiovasculares en la mujer que deben evaluarse y tomarse en cuenta para lograr diagnósticos y tratamientos oportunos, afirmó la Dra. Dipti N. Itchhaporia, cardióloga intervencionista.

Durante la mesa Cardiac care in women: Emerging risk factors, en el marco del CardioAcademic 2023, la expresidenta del American College of Cardiology enfatizó que la equidad de género en la atención de enfermedades cardiovasculares solo se alcanzará cuando los factores de riesgo se evalúen con perspectiva de género y cuando, además, se profundice en factores de riesgo novedosos y no reconocidos, no solamente en los tradicionales.

Aunado a ello, expresó, es completamente necesario educar a las mujeres y a profesionales de la salud de nivel primario sobre los síntomas de las enfermedades cardiacas, para estar alertas y proveer a las pacientes de tratamientos integrales cuando sea necesario. «Las enfermedades cardiovasculares siguen siendo la principal causa de muerte entre las mujeres, al menos en los Estados Unidos y a nivel mundial el panorama es similar, es por eso que necesitamos aconsejar a nuestras pacientes, ahondar cuando presentan un dolor en el pecho, recordar que el tabaquismo y la obesidad en la mujer representan un riesgo mayor para enfermedad cardiovascular que en un varón. Si tomamos en cuenta estos factores de riesgo, realmente haremos una diferencia, con una atención más oportuna y específica», remarcó.

La ponente señaló que en el mundo, las enfermedades cardiovasculares representan 35 % de las muertes entre las mujeres y recordó que, de acuerdo con la Comisión de la mujer y enfermedad cardiovascular de The Lancet, las afecciones cardiacas en esta población siguen siendo «poco estudiadas, poco reconocidas, poco diagnosticadas y poco tratadas; además, las mujeres están subrepresentadas en la clínica cardiovascular».

Remarcó lo anterior porque a pesar de que entre 1980 y 1990 la legislación estadounidense exigió la inclusión de mujeres en los ensayos clínicos, entre 2010 y 2017 las mujeres representaron menos de 39 % de los participantes en ensayos clínicos cardiovasculares, situación que, a decir de la experta, limita el potencial para desarrollar estrategias y recomendaciones específicas para las enfermedades cardiovasculares que las afectan.

Más allá de los factores de riesgo tradicionales: factores emergentes

En ese sentido, la Dra. Itchhaporia subrayó que por años se han identificado factores de riesgo tradicionales, como que 80% de las mujeres de 75 años o menores tienen hipertensión arterial, que solo 29% lleva un control adecuado de la presión, que aquellas que viven con diabetes tienen 45% más riesgo de padecer cardiopatía isquémica y que la obesidad confiere 64% más de riesgo de desarrollar cardiopatía isquémica en las mujeres frente a 46% en los varones.

Destacó que a estos se suman factores emergentes que deben ser evaluados con atención; por ejemplo, las mujeres que cursan complicaciones en el embarazo, como diabetes gestacional, tienen un riesgo más elevado de cardiopatía isquémica y de diabetes de tipo 2; mientras que con hipertensión y preeclampsia tienen un riesgo tres veces mayor de padecer cardiopatía isquémica.

Vea la noticia completa en Medscape (debe estar registrado en el sitio).

4 de septiembre, Día Mundial de la Salud Sexual

El tema de este año 2023 es Consentimiento, un elemento crucial de cualquier encuentro sexual saludable, y debemos educarnos a nosotros mismos y a los demás sobre lo que significa, cómo expresarlo y cómo obtenerlo. Además, es fundamental respetar y valorar la autonomía y las elecciones de todas las personas en materia sexual, independientemente del género, la orientación sexual o cualquier otro factor.

El consentimiento es la piedra angular de cualquier experiencia sexual empoderadora. Se trata de valorar la autonomía y las decisiones de cada uno en su vida íntima más allá de la raza, la capacidad corporal, el género o la orientación sexual.

El consentimiento es permiso. Nadie puede tocar el cuerpo de otra persona sin permiso. Todas las parejas deben dar su consentimiento para cualquier actividad sexual.

Pero el consentimiento no se trata sólo de sexo. Se requiere el consentimiento antes de cualquier actividad sexual y también en muchos escenarios no sexuales.

Se necesita consentimiento para cosas como besar, abrazar, compartir comida, tocar cualquier parte del cuerpo, exponer zonas íntimas del cuerpo, tomar o compartir fotografías o videos íntimos…

Desde que nacen hasta el final de su vida, todas las personas merecen autonomía corporal. Se debe empezar a hablar sobre el consentimiento con los niños pequeños y se debe tener siempre presente. El consentimiento es importante a cualquier edad.

En 2010, la Asociación Mundial para la Salud Sexual (WAS por sus siglas en inglés) convocó a todas sus organizaciones a celebrar, cada 4 de septiembre, el Día Mundial de la Salud Sexual en un esfuerzo por promover una mayor conciencia social sobre la salud sexual en todo el mundo.

Este día se ha celebrado en 60 países con una amplia gama de actividades, desde mesas redondas de debate hasta conferencias y exposiciones de arte. Los organizadores nacionales han llevado las actividades a escuelas, medios de comunicación, hospitales, bibliotecas, universidades, plazas públicas, salas de arte y grupos de teatro con el propósito de garantizar que los temas de salud sexual se discutan en todas partes.

La salud sexual es un aspecto fundamental para la salud y el bienestar generales de las personas, las parejas y las familias, así como para el desarrollo económico y social de las comunidades y los países. Requiere un enfoque positivo y respetuoso de la sexualidad y las relaciones sexuales, así como la posibilidad de tener experiencias sexuales placenteras y seguras, sin coerción, discriminación ni violencia.

La capacidad de los hombres y las mujeres para lograr la salud y el bienestar sexuales depende de su:

  • acceso a información integral de buena calidad sobre sexo y sexualidad;
  • conocimiento de los riesgos que pueden correr y su vulnerabilidad ante las consecuencias adversas de la actividad sexual sin protección;
  • posibilidad de acceder a la atención de salud sexual;
  • residencia en un entorno que afirme y promueva la salud sexual.

Los problemas relacionados con la salud sexual son de amplio alcance y abarcan la orientación sexual y la identidad de género, la expresión sexual, las relaciones y el placer. También incluyen las consecuencias negativas o los trastornos tales como:

  • infecciones con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), infecciones de transmisión sexual y del aparato reproductor, así como sus consecuencias adversas (por ejemplo, cáncer e infertilidad);
  • embarazos no deseados y abortos;
  • disfunción sexual;
  • violencia sexual; y
  • prácticas nocivas (entre ellas la mutilación genital femenina).

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha trabajado en la esfera de salud sexual al menos desde 1974, año en que las deliberaciones de un comité de expertos dieron lugar a la publicación de un informe técnico titulado «Education and treatment in human sexuality» (OMS, 1975).

A partir de 2000, la Organización Panamericana de la Salud y la OMS organizaron algunas consultas de expertos para examinar la terminología e identificar opciones programáticas. La culminación de esas reuniones fue una consulta técnica celebrada en 2002, en cuyo marco se elaboraron las definiciones de trabajo de los principales términos relativos a la salud sexual.

Uso de aspirina para la prevención secundaria de enfermedades cardiovasculares en 51 países de ingresos bajos, medios y altos

La aspirina se usa ampliamente por sus propiedades antiinflamatorias y antiplaquetarias no esteroideas. En la prevención de la enfermedad cardiovascular aterosclerótica (ECV), la aspirina es una opción eficaz y de bajo costo para reducir los eventos adversos y la mortalidad entre personas con ECV establecida. Sin embargo, el papel de la aspirina en la prevención primaria de las ECV es menos claro.

Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa mundial de mortalidad y pérdida de años de vida ajustados por discapacidad. Para garantizar un sistema de salud eficaz y eficiente en la prevención de las ECV, es importante comprender si el uso de medicamentos es proporcional a la necesidad. De no ser así, la prevención subóptima de las ECV puede tener efectos devastadores en las personas, los sistemas de salud y las economías.

La implementación de la farmacoterapia basada en la evidencia, respecto a la aspirina, es importante para lograr la Meta de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, que apunta a una reducción de un tercio en la mortalidad prematura por enfermedades no transmisibles (ENT), incluidas las ECV para 2030. También es necesario comparar el progreso hacia el objetivo clave de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para 2025 de que al menos el 50 % de las personas elegibles reciban aspirina para la prevención de ECV.

La red médica Intramed propone este estudio publicado en JAMA. 2023;330(8):715-724, cuyo objetivo es proporcionar evidencia actualizada sobre el uso de aspirina en todo el mundo entre personas con antecedentes de ECV. Utilizando encuestas de salud representativas a nivel nacional, estimamos el uso de aspirina para la prevención secundaria de ECV e informamos su asociación con características a nivel individual.

Entre las personas con antecedentes autoinformados de enfermedad cardiovascular, el uso de aspirina para la prevención secundaria fue del 40,3 % en la muestra agrupada y osciló entre el 16,6 % en países de bajos ingresos y el 65,0 % en países de altos ingresos. Los hallazgos generales sugieren un uso subóptimo de la aspirina para la prevención secundaria de enfermedades cardiovasculares en muchos países del mundo.

Vea el texto completo en: Uso de Aspirina para la prevención secundaria de enfermedades cardiovasculares. Intramed. Noticias – 31 agosto 2023 (debe registrarse en el sitio web).

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