Archivos Anuales 2023

Un proyecto regional de inteligencia artificial para Latinoamérica

Latinoamérica, una región con grandes desigualdades, prevé un aumento de los casos de demencia de entre 180-250 % para 2050. Entre el 70-90 % de los pacientes no tiene acceso oportuno a cuidados de salud adecuados. Pero hay una luz al final del túnel. Las tecnologías avanzadas, en especial la inteligencia artificial y el análisis de lenguaje, tienen el potencial de transformar cómo se enfrenta la demencia en la región.

La red médica Intramed nos acerca a este tema a partir de una propuesta de Adolfo M. García y Agustin Ibanez.

La inteligencia artificial y el análisis de lenguaje prometen ser herramientas revolucionarias en la lucha contra la demencia en la región. Un grupo de investigadores ha iniciado un estudio que combina estas herramientas para evaluar a más de 2500 participantes de Latinoamérica (Argentina, Chile, Colombia, México y Perú) y EE.UU. El objetivo es detectar cambios en el lenguaje relacionados con enfermedades como el Alzheimer y la demencia frontotemporal.

Este esfuerzo, parte del consorcio ReDLat, tiene el potencial de ofrecer diagnósticos más precisos y tempranos para los latinos, reduciendo costos y tiempos de pruebas, y promoviendo tratamientos más efectivos y oportunos.

La demencia es una enfermedad cerebral que afecta nuestra capacidad para pensar y socializar. Aunque hay diferentes tipos, el Alzheimer y la demencia frontotemporal son de las más comunes y complicadas. Estas condiciones no solo afectan al individuo, sino que también suponen una carga para sus familias en lo emocional y económico. Además, es vital reconocer que, pese a ser más propensos a estas enfermedades, muchos latinos no reciben la atención ni el tratamiento adecuados.

El lenguaje siempre ha sido un pilar para los latinos, uniendo culturas y manteniendo identidades, y en la era tecnológica actual, el lenguaje también puede convertirse en una herramienta clave para identificar tempranamente la demencia.

Este escenario global ha impulsado la búsqueda de enfoques escalables y de bajo costo para complementar las pruebas estándar que se vienen utilizando hasta hoy. En los abordajes de evaluación automatizada del habla y el lenguaje (ASLA, por sus siglas en inglés) los participantes simplemente tienen que hablar, lo cual arroja características acústicas y lingüísticas que pueden procesarse mediante tecnologías digitales. Estas características pueden utilizarse para caracterizar trastornos y predecir la gravedad de los síntomas y el daño cerebral.

Sin embargo, los hallazgos de estos estudios e iniciativas provienen principalmente de países de altos ingresos done los latinos están minimamente representados, y cuyas particularidades sociales y biológicas pueden afectar en gran medida el curso de la enfermedad. Esta oportunidad perdida se suma a las numerosas inequidades en la lucha global contra la demencia.

En respuesta a este desafío, un grupo de investigadores van a desarrollar este ambicioso estudio de ASLA con participantes de Latinoamérica y EE.UU. El proyecto, financiado por el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento de los National Institutes of Health, es parte del consorcio para expandir la investigación de demencia en América Latina (ReDLat) y se titula “An automated machine learning approach to language changes in Alzheimer’s disease and frontotemporal dementia across Latino and English-speaking populations”.

Vea más información en: Lenguaje, diversidad, y demencia. Intramed. Noticias – 30 agosto 2023 (debe registrarse en el sitio web).

¿Debemos cambiarle el nombre a la obesidad?

La percepción pública de la enfermedad lo es todo. Ahora se hace referencia a los «diabéticos» como «personas con diabetes»; una «persona obesa» es ahora un «individuo con obesidad«. Pero ¿cuál es la definición de obesidad? ¿Se refiere a una enfermedad o a un factor de riesgo? ¿Y está el término tan cargado de negatividad, culpa y sesgo que la única solución es desecharlo y cambiarle el nombre por completo?

La sociedad (y la medicina) han cambiado significativamente desde que se adoptó la palabra del latín obesitas allá por el siglo XVII.

A pesar de tanto depender de la palabra obesidad, es notable que la etiqueta persista mientras que los conceptos que la sustentan han evolucionado significativamente. Entonces, ¿tal vez se trata más de encontrar la opción menos mala en lugar de perseguir la imposibilidad de una solución que se adapte a todos?

Este es precisamente el desafío al que se enfrenta la Comisión para la Definición y Diagnóstico de Obesidad Clínica de Lancet Diabetes & Endocrinology, que publicará sus hallazgos iniciales el próximo otoño. El grupo de trabajo global cuenta con 60 líderes en el manejo clínico de la obesidad, incluidos representantes con experiencias vividas de obesidad. Al frente del proyecto está el Dr. Francesco Rubino, presidente de cirugía bariátrica y metabólica del King’s College London, Londres, Inglaterra.

«Renombrar la obesidad es muy importante», afirmó el Dr. Rubino a Medscape. «La palabra está tan estigmatizada, con tantos malentendidos y percepciones erróneas, que algunos podrían decir que la única solución es cambiar el nombre».

Una posibilidad para un nuevo nombre, presentada por la American Association of Clinical Endocrinologists (ahora Endocrinology) y el American College of Endocrinology en 2016, sugiere enmarcar la enfermedad en la característica central de la adiposidad y se denominó enfermedad crónica basada en la adiposidad.

El Dr. Rubino da la bienvenida al nuevo término pero tiene algunas reservas. «Es bueno desde un punto de vista fisiológico, pero el problema es que se dirige a científicos y profesionales médicos. No sé cuánto atraerá al público en general; enfermedad crónica basada en la adiposidad todavía no nos dice cuál es la enfermedad».

Agregó que la propuesta de la Comisión Lancet es más bien llamarla «obesidad clínica». «La obesidad en sí misma no transmite necesariamente el mensaje de que tiene una enfermedad», observó. «Es similar a la diferencia del significado entre depresión y depresión clínica, que comunican dos cosas diferentes».

Vea la noticia completa en: ¿Debemos cambiarle el nombre a la obesidad? – Medscape – 24 de agosto de 2023 (debe regitrarse en el sitio web).

Secuencian en su totalidad el cromosoma Y humano

El cromosoma Y humano ha sido notoriamente difícil de secuenciar y ensamblar debido a su compleja estructura repetitiva, que incluye palíndromos largos, repeticiones en tándem y duplicaciones segmentarias. Hasta ahora, faltaba más de la mitad del cromosoma Y en la secuencia de referencia GRCh38 y se mantenía como el último de los cromosomas humano sin secuenciar completamente.

El consorcio Telomere-to-Telomere (T2T), acaba de publicar en la revista Nature el resultado de la secuenciación completa de 62 460 029 pares de bases de un cromosoma Y humano del genoma HG002 (T2T-Y). La secuencia identificada permite subsanar errores, añadir más de 30 millones de pares de bases a la secuencia de referencia, y mostrar las estructuras completas de las familias de genes TSPY, DAZ y RBMY.

En 2019, Karen Miga, investigadora en la Universidad de California “Santa Cruz”, y Adam Phillippy, del Instituto Nacional de Investigación del Genoma Humano (NHGRI) en EE. UU., crearon el consorcio T2T (“De telómero a telómero” por sus siglas en inglés) en el que participan más de 100 investigadores de 32 instituciones diferentes, con el objetivo de completar el puzle del genoma humano y rellenar los huecos existentes en la secuencia de referencia. La construcción, validación y análisis inicial del primer genoma humano completo, se publicó como preprint en 2021.

Los resultados de esta investigación serán útiles no solo para el estudio de la infertilidad masculina; sino también para otros problemas de salud, como el cáncer y las enfermedades cardiovasculares.

Vea el artículo completo en: Rhie, A., Nurk, S., Cechova, M., Hoyt, S. J., Taylor, D. J., Altemose, et al. (2023). The complete sequence of a human Y chromosome. Nature, doi:10.1038/s41586-023-06457-y. Advance online publication.

El tiempo sedentario en los niños tiene efectos acumulativos

Durante el Congreso Europeo de Cardiología 2023 se presentó un estudio que relaciona la acumulación de tiempo inactivo en la niñez con el daño cardíaco en la edad adulta temprana, independientemente del peso corporal y la presión arterial.

La rigidez arterial y la progresión del espesor íntima-media carotídea (cIMT) se han asociado con la morbilidad y mortalidad cardiovascular en la edad adulta. La rigidez arterial es un importante factor de riesgo de presión arterial elevada, hipertensión y resistencia a la insulina en adolescentes y adultos jóvenes. Aún no está claro si el tiempo sedentario acumulado empeora de forma independiente la salud arterial en la población pediátrica.

El estudio titulado Tiempo sedentario acumulado basado en acelerómetro desde la niñez hasta la edad adulta con aumento de la rigidez arterial y el espesor de la íntima-media carotídea en la juventud: un estudio longitudinal de 13 años, estuvo dirigido a investigar la asociación longitudinal del tiempo sedentario acumulado desde la niñez hasta la edad adulta con la rigidez arterial y los cambios del espesor íntima-media carotídea (cIMT)  durante el crecimiento pospuberal.

Se investigaron 1399 niños de 11 años de edad del Estudio Longitudinal Avon de Padres e Hijos (ALSPAC) -cohorte de nacimientos del Reino Unido- que tenían al menos dos puntos temporales de seguimiento, tiempo sedentario medido con acelerómetro durante 13 años de seguimiento y control cardíaco completo.

Se incluyeron medidas estructurales a la edad de 17 años en la visita clínica. El tiempo de sedentarismo se evaluó con el acelerómetro ActiGraph usado durante 4 a 7 días en las visitas clínicas a los 11, 15 y 24 años y se clasificó por sexo en terciles como bajo (referencia), moderado y alto.

La velocidad de la onda del pulso carotídeo femoral (cfPWV), una medida de la rigidez arterial y el cIMT se evaluaron con Vicorder y ecografía, respectivamente, a las edades de 17 y 24 años. Las asociaciones ajustadas multivariables se examinaron utilizando modelos lineales generalizados de efectos mixtos y se ajustaron por sexo.

Los autores concluyeron que el aumento acumulativo del tiempo sedentario durante el crecimiento desde la niñez hasta la edad adulta se asoció de forma independiente con un empeoramiento progresivo de la rigidez arterial en la juventud.

Vea el análisis y los comentarios sobre esta investigación en: El tiempo sedentario en los niños tiene efectos acumulativos. Intramed. Noticias – 28 agosto 2023 (debe registrarse en el sitio web)

31 de agosto, Día Internacional de Conciencia sobre las Sobredosis

El 31 de agosto es reconocido como el Día Internacional de Conciencia sobre las Sobredosis, la campaña anual más grande del mundo para poner fin a las sobredosis, recordar a aquellos que hemos perdido a causa de esta conducta, reconocer el dolor de los familiares y amigos que quedan atrás, y renovar nuestro compromiso de ponerle fin.

Como su nombre lo indica, esta campaña debe crear conciencia sobre las sobredosis, que es una de las peores crisis de salud pública del mundo, y estimular la acción y el debate sobre su prevención y las políticas de drogas basadas en evidencia.

¿Qué es una sobredosis?

Una sobredosis puede ocurrir cuando sometemos nuestro organismo a una cantidad tóxica de una sustancia o combinación de sustancias. Es posible sufrir una sobredosis de muchas sustancias si se abusa de ellas, incluido el alcohol, las drogas ilícitas e incluso, los medicamentos recetados.

¿Cuáles son los signos de sobredosis y los síntomas de sobredosis?

Los signos físicos y psicológicos de una sobredosis de drogas pueden variar según el tipo de droga consumida y si la droga se tomó en combinación con otras sustancias.

Los signos y síntomas comunes de una sobredosis de drogas pueden incluir:

  • Pupilas dilatadas, náuseas o vómitos, dolor de cabeza, dolor en el pecho.
  • Convulsiones o temblores, labios o dedos azules, temperatura corporal anormalmente alta.
  • Dificultad grave para respirar, respiración superficial o cese total de la respiración.
  • Sonidos de gorgoteo que indican que las vías respiratorias de la persona están bloqueadas.
  • Comportamiento violento o agresivo, paranoia, agitación.
  • Desorientación o confusión, falta de respuesta, inconsciencia.
  • Muerte.

Depresivos y opioides

Un depresor es una droga que ralentiza las actividades vitales del cuerpo, incluida la respiración y el ritmo cardíaco.

Los opioides ralentizan el sistema nervioso central para producir un efecto calmante.

Cuando se toman en cantidades mínimas o en combinación, pueden deprimir funciones normales como la respiración y el ritmo cardíaco hasta que la respiración y el ritmo cardíaco finalmente se detengan.

Estimulantes

La sobredosis de anfetamina aumenta el riesgo de sufrir un ataque cardíaco, un derrame cerebral, convulsiones o episodios psicóticos inducidos por drogas.

Puede ampliar la información en:

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