Instituciones de salud

Recibe La Habana brigada de enfermería santiaguera para apoyar la atención de pacientes afectados por arbovirosis

Directivos del Ministerio de Salud Pública y de la Dirección Provincial de Salud en La Habana en la mañana del lunes 27 de octubre en la Facultad de Ciencias Médicas “Victoria de Girón”, brindaron la bienvenida oficial a una brigada de apoyo de enfermeras y enfermeros de la hermana provincia de Santiago de Cuba que se incorporan a partir de hoy en labores asistenciales en los diferentes centros hospitalarios designados para la atención de casos afectados por las arbovirosis.

Se encontraban presentes en el recibimiento la Dra. Yagen Pomares Pérez, directora general de Atención Primaria de Salud del Minsap, el Lic. Roberto Carrocero Beltrán, jefe nacional de Enfermería; la Lic. Osmayda Pedroso Valdés, asesora nacional de Enfermería; el Dr. Liván Sánchez Espinosa del Departamento de Asistencia Médica de La Habana y la Lic. Ruth Monier Morales, jefa de Enfermería en la capital.

El enfermero José Ángel Sánchez Rodríguez, en nombre de los integrantes de la brigada al intervenir, manifestó el compromiso que con este gesto solidario adquieren con la salud y con la vida y mostró la disposición de todos sus miembros de brindar incondicionalmente su contribución el tiempo que sea necesario en los centros asistenciales de la capital donde se requieran sus esfuerzos.

Por su parte la Dra. Yagen al pronunciar las palabras centrales, en nombre de la Dirección Provincial de Salud, el Ministerio de Salud Pública y sobre todo de la población de la capital, agradeció el gesto solidario, haciendo énfasis  en la inmediatez con que los enfermeros de la heroica Santiago respondieron a la solicitud de apoyo, mostraron su disposición  y se incorporaron a la tarea.

Por: Lic. Cosme Moré Cuesta. Divulgación e Información. UCMH

El milagro cotidiano

En el Hospital Pediátrico “Juan Manuel Márquez”, en La Habana, existe un lugar donde cada segundo es vital. Es la Unidad de Cuidados Intensivos, espacio en el que la ciencia se abraza con la ternura y la entrega para devolverles la vida a los niños y niñas que llegan en estado crítico.

Allí, cada profesional desempeña un papel esencial. Pero hay un pulso que sostiene la rutina diaria y marca el ritmo de la esperanza: el equipo de enfermería.

Actualmente, este colectivo está organizado en tres grupos de trabajo que, desde hace dos años, asumen turnos de 24 horas por 48 en una sala que atiende casos de gran complejidad, no solo de la capital, sino también del país entero. Su sello más distintivo es la juventud: la edad promedio ronda los 25 años, pero la madurez y la responsabilidad con que enfrentan cada jornada superan con creces la inexperiencia.

Al frente del servicio se encuentra la licenciada en Enfermería y máster en Urgencias Médicas Alina Redondo Alguezabal, quien llegó al hospital en 1993 y hoy es guía y maestra de varias generaciones de especialistas.

Lic. Alina Redondo Alguezabal, J. Enfermería Terapia Intensiva, Hospital Pediátrico “Juan Manuel Márquez”.

«Salvar vidas y trabajar para los niños es lo que más me apasiona en este mundo», confiesa. «Me enorgullece enseñarles a mis enfermeros no solo los procedimientos, sino también el amor a esta profesión. Cuando los padres nos agradecen, o un niño que logró sobrevivir regresa a visitarnos con una sonrisa, siento que vale la pena cada sacrificio».

Ese espíritu ha convertido a la Unidad de Cuidados Intensivos del “Juan Manuel Márquez” en un referente nacional. No solo por sus resultados médicos, sino también por la manera en que humaniza cada paso del tratamiento.

Porque allí, entre monitores, alarmas y respiradores, lo más importante sigue siendo la sonrisa de un niño que logra salir adelante. Y ese milagro cotidiano, hecho de ciencia y ternura, lleva un nombre imborrable: enfermería.

Por: Mylenys Torres Labrada.

Realizan con éxito nuevo trasplante renal en el Instituto de Nefrología de Cuba

1. Una historia de amor y de ciencia

Un trasplante de riñón de un donante vivo acaba de marcar un nuevo hito en el Instituto de Nefrología de Cuba “Dr. Abelardo Buch López”: un hijo le donó un riñón a su madre para devolverle la vida. Y por eso no fue solo una cirugía, sino una declaración de principios, una expresión de lo que puede lograrse cuando se conjugan ciencia, voluntad y amor.

La paciente, una matancera de 50 años con enfermedad renal crónica, había tenido que andar ya el escabroso camino de la hemodiálisis.

Los detalles nos los ofrece el Jefe de la Unidad de Trasplantes del Instituto, el Dr. Christian Leyva de la Torre, quien encabezó el equipo multidisciplinario de nefrólogos, cirujanos, urólogos, anestesistas y enfermeras que luego de una evaluación exhaustiva asumió la cirugía del donante —de unas cinco horas—, particularmente compleja por tratarse de un joven con mucha masa muscular y de complexión fuerte, lo que exigió un abordaje técnico meticuloso. Y luego: la operación a su mamá, quien fue trasladada a terapia intensiva, como dicta el protocolo. Evolucionó de forma favorable y ahora recibe un seguimiento riguroso.

«Históricamente —nos refiere el profesor auxiliar, especialista de Primer Grado en Nefrología y de Segundo Grado en Medicina Interna— en la institución se realizó aproximadamente el 40 % de los trasplantes renales que se hacían en el país cada año. Después de la COVID-19 esta actividad quirúrgica decayó; actualmente tratamos de elevar el número, lo cual exige crear mejores condiciones en las terapias, la adquisición de todos los insumos y otras necesidades. Este es un ejemplo de la voluntad existente en la institución de devolverles calidad de vida a pacientes con insuficiencia renal crónica».

2. La voz que dijo: «¡Comiencen!»

La voz que marcó el inicio de ambos procedimientos fue la de la Dra. Raquel Rondón Reytor, anestesióloga y jefa del salón de operaciones. Con apenas 32 años, dirige con firmeza los pasos dentro de ese espacio donde se lucha cuerpo a cuerpo por la vida.

«Son cirugías largas, agotadoras, trabajosas, pero con un fin muy humano… Ese día hay mucho personal en el salón. También se requiere de mucho material; se gasta más del doble de lo normal de todo… Pero todos nos regocijamos al ver orinar inmediatamente al uréter, tras conectar la vena y la arteria a la vejiga. Eso es señal de que todo va bien, que el paciente va a salir orinando del salón», relató, con la satisfacción de quien ama profundamente su labor.

Raquel se convirtió en anestesióloga a los 28 años. Su familia —su madre, su hermana y su esposo— se enorgullecen de ella. «Mi especialidad es muy dedicada, pero también muy bonita. Es una de las más completas de la medicina», afirma.


3. «Mi hijo me devolvió la vida»

Misleivy Martínez Zulueta todavía no se explica cómo es posible que, tras una cirugía tan compleja como un trasplante renal, no haya sentido dolor fuerte ni haya necesitado analgésicos. Dice que puede deberse a que el nuevo riñón que ahora la mantiene con vida pertenece a su único hijo, Evelio Joel Hernández Martínez, de 28 años.

—»Fue su decisión. Me costó mucho aceptarlo porque no es fácil, pero él siempre estuvo muy dispuesto. Sé que es un gran ser humano, y ahora es mi salvador»—dice, emocionada.

El joven, exintegrante del equipo de béisbol Cocodrilos de Matanzas, es licenciado en Cultura Física y cursa actualmente una maestría. Trabaja en Varadero y hoy, ya de alta, se recupera en casa junto a su esposa, su hija y su abuela.

—»Cuando salí de terapia intensiva, tras cinco días, lo vi por primera vez en la sala. Nos abrazamos, le di las gracias por ese gesto tan valiente, tan humano. Me dijo: Mamá, yo hice lo que tenía que hacer por ti. Te debo la vida y quiero disfrutarla a tu lado».

También ha sido esencial el apoyo de su esposo, Evelio Joel Hernández Serra, quien ha estado a tiempo completo durante todo el proceso.

Misleivy es trabajadora social en el Ministerio de Trabajo en Matanzas, donde atiende casos de vulnerabilidad social, madres con varios hijos, adultos mayores, personas con discapacidad y menores con conductas inadecuadas. «Me gusta mucho mi trabajo», dice.

—»Estoy muy agradecida con el equipo médico, en especial con el doctor Christian, un gran profesional y mejor ser humano. También con los residentes del servicio, que constantemente nos trataron, bajo su supervisión. Y a todos en el instituto».

Recuerda con especial cariño también a la doctora Vionahilda, quien la diagnosticó en la sala de Nefrología del Hospital Provincial de Matanzas “Faustino Pérez”, y a la doctora Idania, del Laboratorio Clínico, que siempre estuvo pendiente de sus complementarios.

—»Agradezco a todos los que han estado presentes en este proceso. He sentido mucho apoyo y eso me ha dado fuerzas».

Y un poco más de fuerzas para creer en el amor de la familia y en el poder de la ciencia tenemos ahora todos.

Por: Mylenys Torres Labrada.

Gliomas cerebrales, investigaciones y ensayos en el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía

Los gliomas son conocidos como tumores cerebrales intra-axiales debido a que crecen dentro de la sustancia blanca del cerebro y a menudo se entrelazan con los tejidos cerebrales sanos. El Dr. Duniel Abreu Casas, Vicedirector del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía (INN), se dedica a su estudio y tratamiento. Con él dialoga hoy Infomed.

– ¿Por qué eligió esta subespecialidad de la Neurocirugía?

– «Cuando llegué al INN vi que otras subespecialidades ya estaban siendo asumidas por especialistas, y que ésta era una de las patologías más frecuentes en el sistema nervioso central. Así es que me llené de valor y aprendí a enfrentar la batalla contra el cáncer, y muchas las he ganado. Nosotros tenemos pacientes con una supervivencia, incluso fuera de pronóstico, que ya hemos considerado libres de esa enfermedad».

– ¿Cuán decisivo es el trabajo en equipo en una subespecialidad como ésta?

– «En mis conferencias, a veces empiezo diciendo que cuando alguien padece de cáncer cerebral el paciente y los seres queridos lo sufren mucho, porque es algo devastador. Por supuesto que existen unos tumores malignos y otros no tanto. A veces tienen características histopatológicas aceptables, pero comprimen estructuras nerviosas y esto complica mucho las cosas, de ahí que el abordaje necesita de un enfoque multidisciplinario, que implica a psicólogos y personal de enfermería, a los neurólogos que se encargan de alertarnos acerca de la preservación de las vías de conectividad en el cerebro, a los anestesiólogos, a los instrumentistas, etcétera».

– ¿Cómo se desarrolla hoy por hoy la actividad investigativa acerca del tema en el INN?

– «El 60 por ciento de la actividad del instituto es la investigación, y dentro de esta los tumores cerebrales tienen un peso protagónico en cuanto a ensayos clínicos se refiere. Tenemos ensayos con el anticuerpo monoclonal totalmente cubano Nimotuzumab y su uso en gliomas de alto grado de cabeza y cuello, cuya efectividad ya está ampliamente demostrada. Asumimos actualmente ensayos clínicos en tumores cerebrales con el Heberferon, (también otro producto cubano). La idea en nuestro instituto es desarrollar fármacos, técnicas y tratamientos quirúrgicos que ayuden a combatir las patologías más frecuentes que llegan a nosotros, y en ese camino nos sumergimos en un mundo de estudio, superación y autoexigencia constantes».

¿De cuánto tiempo es la cirugía más larga que ha hecho?

– «Hablamos de cirugías complejas, que en el mundo superan los 25 mil dólares, y que en CUBA son gratis, y con los estándares y tecnologías al nivel de países desarrollados.
Todas son complicadas, demandan de mucho esfuerzo físico y mental, mucha concentración y precisión, pero sí recuerdo haber estado 16 horas, operando un tumor benigno del tercio medio de la hoz del cerebro».

– ¿Qué es lo más difícil para usted en ese complejo día a día profesional?

– «Hay muchas cosas difíciles, pero nada es comparable con el dolor que sientes cuando tienes que darle al paciente el resultado definitivo de la biopsia que ha identificado un tumor maligno, hablar del pronóstico, decirle: ha sido operado de un tumor maligno y ahora iniciaremos tratamiento con radioterapia o quimioterapia. Ahí sabes que estás iniciando una guerra feroz contra la muerte, y los humanos nos tomamos muy a mal esa batalla, es demasiado fuerte para que sea de otra manera, por supuesto».

Piensa así uno de los profesionales estrella del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía, alguien que ha usado su talento, consagración y entrega para convertirse ya en un referente de la nueva generación de la neurocirugía cubana.

Por: Mylenys Torres Labrada.

Tumores cerebrales en Cuba: una mirada desde el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía

Sí, un tumor cerebral es una masa de células en el cerebro o cerca de este. Las ubicaciones cercanas incluyen los nervios, la glándula pituitaria, la glándula pineal y la membrana que recubre la superficie del cerebro. Hace algunos días organizaciones internacionales promovieron la sensibilidad por este problema de salud.

Hoy, a Infomed le motiva conocer el curso de tratamientos e investigaciones al respecto en el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía (INN), que desde 1962 existe en Cuba. La Dra. Lismary Martínez Valdés es la Jefa del servicio de Neurocirugía. Con prontitud accede a nuestro encuentro, (pactado por el Director de la institución), y desde la experiencia que acumula en su juventud consagrada a esta rama de la medicina, nos comenta:

«Realmente la incidencia de los tumores cerebrales no es muy elevada, se comporta como en el mundo, en el caso de los malignos es baja comparada con otros subtipos de cáncer, pero es un problema de salud grave porque tienen muy mal pronóstico. Nuestro servicio asume una amplia actividad asistencial e investigativa, con diferentes aristas. Contamos con varios especialistas,  entrenados en diferentes técnicas y líneas de trabajo que nos permiten tener un alcance significativo en la neurocirugía de forma general, contamos con 24 residentes en formación (17 cubanos y 7 extranjeros), lo que contribuye a que el trabajo diario esté ligado a las actividades docentes.

Tenemos tomografía y resonancia magnética de alto campo, vital para el manejo óptimo de la patología neuroquirúrgica. Contamos con 3 salones de operaciones y un angiógrafo, equipados con alta tecnología que nos permite acceder a las zonas de gran riesgo».

Con la pasión que le caracteriza, la Dra. Lismary ve a los tumores cerebrales como una patología muy común desde el punto de vista neuroquirúrgico. «Abordarla es un reto diario al que se enfrentan -dice- los neurocirujanos del INN. El trabajo en equipo, (neuroanestesiólogos, neurointensivistas, imagenólogos, patólogos, y neurofisiólogos) nos garantiza mejores resultados debido a que el manejo de estos tumores demanda de un enfoque multidisciplinario, aunque el neurocirujano tenga un papel fundamental,
garantizando el mejor resultado quirúrgico a través de la resección máxima segura de la lesión que permita minimizar el número de secuelas y conducir al paciente de forma óptima y rápida hacia el tratamiento adyuvante de radio y quimioterapia dirigido por los oncólogos».

Concertamos entonces una segunda mirada al tema, para hablar de las investigaciones y ensayos clínicos en curso en esta institución.

Por: Mylenys Torres Labrada.

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