La piel y sus anexos tienen amplia relación con todos los órganos y sistemas. Los cambios presentes en estos pueden ser el primer hallazgo en un paciente con enfermedad hepática, encontrándose hasta en el 20 % de los casos, por lo que las manifestaciones extrahepáticas adquieren importancia, y aunque muchas de estas no son específicas, algunos marcadores dermatológicos pueden ayudar al diagnóstico de la enfermedad y se pueden correlacionar con su severidad.
El desarrollo de las lesiones cutáneas en los pacientes con cirrosis hepática se genera principalmente por hipertensión portal y exceso de estrógenos circulantes, por lo tanto, su tratamiento se basa en el manejo de la patología hepática subyacente.
En el presente artículo se hace una revisión de la literatura y se describe un amplio espectro de manifestaciones dermatológicas asociadas a cirrosis hepática, con sus características y etiopatogénesis, siendo las más frecuentes la ictericia, el prurito, los nevus en araña, el eritema palmar, las venas en cabeza de Medusa, y los cambios de uñas y del vello, entre otras.
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