Desde la OMS

Es necesario hacer grandes esfuerzos para reducir la ingesta de sal y salvar vidas

Un informe, el primero de este tipo, de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la reducción de la ingesta de sal (Global report on sodium intake reduction) demuestra que estamos lejos de lograr la meta mundial de reducir la ingesta de sodio en un 30 % para 2025.

El sodio, pese a ser un nutriente esencial, incrementa el riesgo de cardiopatías, como los accidentes cerebrovasculares, y de muerte prematura cuando se toma en exceso. La fuente principal de sodio es la sal de mesa (cloruro de sodio), pero otros condimentos, como el glutamato de sodio, también lo contienen. En el informe se demuestra que solo el 5 % de los Estados Miembros de la OMS están protegidos por políticas obligatorias e integrales de reducción de sodio y que el 73 % de los Estados Miembros de la OMS no aplican plenamente dichas políticas.

Se estima que la introducción de políticas de reducción de sodio, todas ellas sumamente costoeficaces, podría salvar la vida de unos 7 millones de personas de aquí a 2030, al tratarse de un componente importante de las medidas para lograr una de las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible: reducir el número de muertes por enfermedades no transmisibles. Actualmente, solo nueve países (Arabia Saudita, Brasil, Chile, España, Lituania, Malasia, México, República Checa y Uruguay) cuentan con un conjunto integral de políticas recomendadas para reducir la ingesta de sodio.

«La alimentación malsana es una de las principales causas de muerte y enfermedad a nivel mundial, y la ingesta excesiva de sodio es culpable en gran medida», señaló el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS. «Este informe deja patente que la mayoría de los países todavía no han adoptado ninguna política obligatoria de reducción de sodio, por lo que sus poblaciones corren riesgo de sufrir infartos, accidentes cerebrovasculares y otros problemas de salud. La OMS insta a todos los países a poner en marcha las ‘mejores inversiones’ para la reducción de sodio, y a los fabricantes a aplicar los valores de referencia de la OMS para el contenido de sodio en los alimentos».

Para reducir el sodio se requiere un enfoque integral que incluye la adopción de políticas obligatorias y las cuatro intervenciones de la OMS relativas al sodio, que constituyen «mejores inversiones» y contribuyen enormemente a prevenir las enfermedades no transmisibles. Se trata de las siguientes:

  1. Reformular los alimentos para que contengan menos sal y establecer metas sobre la cantidad de sodio en los alimentos y las porciones.
  2. Establecer políticas públicas de compra de alimentos para limitar los alimentos ricos en sal o sodio en instituciones públicas como hospitales, escuelas, lugares de trabajo y hogares de ancianos.
  3. Introducir el etiquetado frontal en los envases que ayude a los consumidores a seleccionar productos con bajo contenido en sodio.
  4. Realizar campañas de comunicación y en los medios de difusión que insten a un cambio de comportamiento para reducir el consumo de sal y sodio.

Se alienta a los países a establecer metas sobre el contenido de sodio en los alimentos procesados, en consonancia con los valores de referencia mundiales de la OMS para el sodio, y hacerlos cumplir a través de estas políticas.

Las políticas obligatorias de reducción de sodio son más eficaces, ya que logran una cobertura más amplia y protegen contra los intereses comerciales, a la vez que establecen condiciones igualitarias entre los fabricantes de alimentos. Como parte del informe, la OMS ha elaborado para los Estados Miembros un mapa de puntuación por país para el sodio, en función del tipo y número de políticas de reducción de sodio aplicadas.

«Este importante informe demuestra que los países deben trabajar urgentemente para instaurar políticas obligatorias audaces de reducción de sodio dirigidas por los gobiernos a fin de lograr la meta mundial de reducir el consumo de sal para 2025», declaró el Dr. Tom Frieden, Presidente y Director Ejecutivo de Resolve to Save Lives, una organización sin fines de lucro que colabora con los países para prevenir 100 millones de muertes por enfermedades cardiovasculares en un intervalo de 30 años. «Existen medidas de reconocida eficacia e innovaciones importantes, como sales bajas en sodio, que los gobiernos pueden aplicar. Es necesario tomar medidas, ya mismo, o serán muchas más las personas que tendrán infartos y accidentes cerebrovasculares discapacitantes o mortales que podrían haberse evitado».

La ingesta media mundial de sal se estima en 10,8 gramos al día, más del doble de lo recomendado por la OMS, esto es, menos de 5 gramos de sal al día (una cucharadita). Tomar demasiada sal es el principal factor de riesgo de muerte vinculada a los alimentos y la nutrición. Se dispone cada vez de más datos que documentan los vínculos entre una alta ingesta de sodio y un mayor riesgo de sufrir otras afecciones de salud como cáncer de estómago, obesidad, osteoporosis y nefropatías.

La OMS hace un llamamiento a los Estados Miembros para que apliquen sin demora políticas de reducción de la ingesta de sodio y mitiguen los efectos nocivos del consumo excesivo de sal. La OMS también insta a los fabricantes de alimentos a que establezcan metas audaces de reducción de sodio en sus productos.

Lea el informe (en inglés).

Cada dos minutos muere una mujer por problemas en el embarazo o el parto: organismos de las Naciones Unidas

Cada dos minutos muere una mujer en el embarazo o el parto, según las estimaciones más recientes publicadas hoy en un informe de varios organismos de las Naciones Unidas. El informe, titulado Tendencias en la mortalidad materna, revela alarmantes retrocesos para la salud de las mujeres en los últimos años, puesto que prácticamente en todas las regiones del mundo el número de muertes maternas ha aumentado o se ha estancado su descenso.

«Pese a que el embarazo debería ser un momento de enorme esperanza y una experiencia positiva para todas las mujeres, sigue siendo por desgracia una experiencia increíblemente peligrosa para millones de mujeres de todo el mundo que carecen de acceso a una atención de salud respetuosa y de alta calidad», señaló el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la Organización Mundial de la Salud (OMS). «Estas nuevas estadísticas revelan la necesidad urgente de garantizar que todas las mujeres y niñas tengan acceso a servicios de salud cruciales antes, durante y después del parto, y que puedan ejercer plenamente sus derechos reproductivos».

El informe, en el que se hace seguimiento de la mortalidad materna en el ámbito nacional, regional y mundial de 2000 a 2020, muestra que en 2020 se registraron, según las estimaciones, 287 000 muertes maternas en todo el mundo. Esa cifra constituye solo un ligero descenso desde las 309 000 muertes maternas de 2016, cuando se pusieron en marcha los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas. Si bien en el informe se presentan ciertos avances considerables en la reducción de la mortalidad materna entre 2000 y 2015, los avances logrados se estancaron en gran medida, e incluso en algunos casos retrocedieron, a partir de ese punto.

En dos de las ocho regiones de las Naciones Unidas –Europa y América del Norte, y América Latina y el Caribe– la tasa de mortalidad materna se incrementó entre 2016 y 2020 en un 17% y un 15% respectivamente. En las otras regiones se estancó. Con todo, el informe da a entender que es posible progresar. Por ejemplo, dos regiones –Australia y Nueva Zelandia, y Asia Central y Meridional– experimentaron descensos considerables (de un 35% y un 16% respectivamente) en sus tasas de mortalidad materna durante el mismo periodo, al igual que otros 31 países.

«Para millones de familias, el milagro del alumbramiento se ve empañado por la tragedia de la mortalidad materna», señaló la Directora Ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell. «Ninguna madre debería temer por su vida al traer un bebé al mundo, especialmente cuando se dispone de los conocimientos y las herramientas para tratar las complicaciones habituales. La equidad en la atención de salud significa ofrecer a todas las madres, independientemente de su identidad o lugar de residencia, la oportunidad justa de un parto seguro y un futuro saludable con su familia».

En números absolutos, la mortalidad materna sigue concentrándose mayoritariamente en las zonas más pobres del mundo y en países afectados por conflictos. En 2020, aproximadamente el 70% de todas las muertes maternas ocurrieron en África Subsahariana. En nueve países con graves crisis humanitarias, las tasas de mortalidad materna duplicaron con creces el promedio mundial (551 muertes maternas por cada 100 000 nacidos vivos, frente a 223 en el ámbito mundial).

«Este informe es otro recordatorio poderoso de la necesidad urgente de redoblar nuestro compromiso con la salud de las mujeres y las adolescentes», afirmó Juan Pablo Uribe, Director Mundial de Salud, Nutrición y Población en el Banco Mundial y Director del Mecanismo Mundial de Financiamiento. «Con medidas inmediatas, más inversiones en atención primaria de salud y sistemas de salud más sólidos y resilientes, podemos salvar vidas, mejorar la salud y el bienestar, y promover los derechos y las oportunidades de las mujeres y las adolescentes».

Las hemorragias graves, la hipertensión, las infecciones relacionadas con el embarazo, las complicaciones debidas a la práctica de abortos en condiciones de riesgo y las afecciones subyacentes que pueden agravarse durante el embarazo (como el VIH/sida y el paludismo) son las principales causas de la mortalidad materna. Todo ello puede prevenirse y tratarse en gran medida con acceso a una atención de salud respetuosa y de alta calidad.

La atención primaria de salud centrada en la comunidad puede atender las necesidades de las mujeres, niñas y adolescentes y facilitar el acceso equitativo a servicios cruciales, como los partos instrumentados y la atención prenatal y posnatal, las vacunas infantiles, la nutrición y la planificación familiar. Sin embargo, la infrafinanciación de los sistemas de atención primaria de salud, la falta de trabajadores de la atención de salud capacitados y la debilidad de las cadenas de suministro de productos médicos ponen en peligro los avances.

Aproximadamente un tercio de las mujeres ni siquiera llegan a tener cuatro de los ocho controles prenatales recomendados ni a recibir atención posnatal esencial, mientras que unos 270 millones de mujeres carecen de acceso a métodos modernos de planificación familiar. Ejercer el control sobre su salud reproductiva –en particular las decisiones sobre si tener descendencia y en qué momento– es fundamental para garantizar que las mujeres puedan planificar y espaciar la procreación y proteger su salud. Las inequidades relacionadas con los ingresos, la educación, la raza o el origen étnico incrementan aún más los riesgos para las mujeres embarazadas marginadas, las que menos acceso tienen a atención esencial de maternidad pero las que más probabilidades registran de experimentar problemas de salud subyacentes durante el embarazo.

«Es inaceptable que tantas mujeres sigan muriendo innecesariamente durante el embarazo y el parto. Más de 280 000 defunciones en un solo año es inadmisible», comentó la Directora Ejecutiva de UNFPA, Dra. Natalia Kanem. «Podemos y debemos mejorar invirtiendo urgentemente en planificación familiar y solventando la escasez mundial de personal de partería (cifrada en 900 000 profesionales) para que todas las mujeres puedan recibir la atención vital que necesitan. Tenemos las herramientas, el conocimiento y los recursos para poner fin a las muertes maternas prevenibles; lo que necesitamos ahora es voluntad política». 

La pandemia de COVID-19 puede haber frenado aún más los avances en salud materna. Teniendo en cuenta que la actual serie de datos finaliza en 2020, se necesitarán más datos para mostrar los verdaderos efectos de la pandemia en la mortalidad materna. Con todo, las infecciones por COVID-19 pueden incrementar los riesgos durante el embarazo, por lo que los países deberían tomar medidas para garantizar que las mujeres embarazadas y las que tienen previsto quedarse embarazadas tengan acceso a las vacunas contra la COVID-19 y a una atención prenatal adecuada. 

«Reducir la mortalidad materna sigue siendo uno de los retos más urgentes en la salud mundial», declaró John Wilmoth, Director de la División de Población del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales. «Poner fin a la mortalidad materna prevenible y ofrecer acceso universal a una atención de salud materna de calidad requiere esfuerzos nacionales e internacionales sostenidos y compromisos inquebrantables, especialmente para las poblaciones más vulnerables. Tenemos la responsabilidad colectiva de velar por que toda madre, dondequiera que esté, sobreviva al parto, y porque ella y sus hijos salgan adelante».

El informe revela que se deben acelerar considerablemente los progresos para cumplir las metas mundiales de reducción de las muertes maternas, o de lo contrario poner en riesgo la vida de más de 1 millón de mujeres de aquí a 2030. 

Día Mundial de las Enfermedades Tropicales Desatendidas 2023

Las enfermedades tropicales desatendidas (ETD) son un grupo heterogéneo de 20 enfermedades, prevalentes principalmente en áreas tropicales, que afectan a más de mil millones de personas pertenecientes a comunidades empobrecidas. Las causan diversos agentes patógenos, entre ellos virus, bacterias, parásitos, hongos y toxinas. Tienen consecuencias devastadoras en el ámbito social, económico y de salud para esas más de mil millones de personas.

Están muy extendidas en las regiones más pobres del mundo, donde la inocuidad del agua, el saneamiento y el acceso a la atención de salud distan mucho de ser óptimos.

Estas enfermedades están «desatendidas» porque están casi ausentes de la agenda sanitaria mundial, reciben poca financiación y están asociadas al estigma y la exclusión social. Son enfermedades de poblaciones desatendidas y perpetúan un ciclo de malos resultados educativos y escasas oportunidades profesionales.

La pandemia de COVID-19 y un panorama de financiación cambiante, así como un contexto internacional impredecible, plantean retos para la labor de la comunidad dedicada a la lucha contra las ETD. A pesar de estos retos, 47 países habían eliminado al menos una ETD a finales de 2022, y los programas de lucha contra las ETD obtuvieron mejores resultados en 2022 que en 2021.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que hay que seguir avanzando hacia las metas de 2030, fomentando las operaciones innovadoras y la financiación sostenible.

Breve síntesis sobre las ETD

  1. Úlcera de Buruli: Micobacteriosis debilitante de la piel que causa una grave destrucción de la piel, los huesos y los tejidos blandos.
  2. Enfermedad de Chagas: Enfermedad protozoaria, a veces mortal, que se transmite al ser humano por contacto con los insectos vectores (triatominos), ingestión de alimentos contaminados, transfusión de sangre infectada, transmisión congénita, trasplante de órganos o también a resultas de un accidente de laboratorio.
  3. Dengue y chikungunya: Afecciones virales transmitidas por mosquitos que tienden a generar brotes epidémicos. Dan lugar a una enfermedad parecida a la gripe que puede acompañarse de síntomas graves, dolorosos e incapacitantes y, en el caso del dengue, causar un choque, cuadro hemorrágico y muerte.
  4. Dracunculosis (enfermedad del gusano de Guinea): Helmintiasis que se contrae exclusivamente al beber agua contaminada con pulgas de agua infectadas por el parásito. Un año después, el gusano hembra adulto crea dolorosas úlceras al horadar la piel, a menudo de las piernas, para excretar sus larvas.
  5. Equinococosis: Enfermedad causada por la fase larvaria de la tenia Echinococcus, que forma quistes patógenos en los órganos humanos. Se contrae al ingerir huevos del parásito, en general excretados por las heces por perros o animales salvajes.
  6. Trematodiasis de origen alimentario: Grupo de enfermedades infecciosas que se contraen al consumir pescado, crustáceos o vegetales contaminados con larvas de parásito. Las más comunes son la clonorquiasis, la opistorquiasis, la paragonimiasis y la fascioliasis.
  7. Tripanosomiasis africana humana (enfermedad del sueño): Infección protozoaria transmitida por la picadura de la mosca tsetsé. A falta de un rápido diagnóstico y tratamiento que evite que los parásitos invadan el sistema nervioso central, resulta mortal en casi todos los casos.
  8. Leishmaniasis: Grupo de enfermedades protozoarias transmitidas por la picadura de flebótomos hembra infectados. En su forma más grave (la visceral) ataca los órganos internos, mientras que en su forma más frecuente (la cutánea) causa ulceraciones de la piel, cicatrices deformantes y discapacidad.
  9. Lepra: Enfermedad compleja que resulta de la infección por una bacteria de crecimiento lento y afecta principalmente a la piel, el sistema nervioso periférico y los ojos.
  10. Filariasis linfática (elefantiasis): Helmintiasis transmitida por mosquitos. Al llegar al estado adulto, los gusanos se instalan y reproducen en el sistema linfático, causando dolorosas y recurrentes inflamaciones y una hipertrofia anormal de extremidades y genitales.
  11. Micetoma, cromoblastomicosis y otras micosis profundas: Enfermedades inflamatorias crónicas que causan la destrucción progresiva de la piel y los tejidos subcutáneos y suelen afectar a los miembros inferiores. Las personas se infectan al sufrir heridas que perforan la piel y permiten la entrada de los hongos (y bacterias, en el caso del micetoma) en el organismo.
  12. Oncocercosis (ceguera de los ríos): Helmintiasis que se transmite por la picadura de un simúlido (mosca negra) infectado. Provoca prurito intenso y lesiones oculares cuando el gusano adulto genera larvas, hasta acabar causando deficiencias visuales y a la postre ceguera permanente.
  13. Rabia: Enfermedad vírica prevenible que se transmite al ser humano por la mordedura de un animal infectado, por lo general un perro, y resulta invariablemente mortal una vez que aparecen los síntomas.
  14. Sarna y otras ectoparasitosis: Grupo de infestaciones de la piel causadas por ácaros, pulgas o piojos. La sarna humana aparece cuando el ácaro denominado comúnmente «arador de la sarna» horada la capa superior de la piel para excavar un túnel en el que vive y pone huevos, causando picazón intensa y sarpullidos.
  15. Esquistosomiasis (bilarciasis): Grupo de trematodiasis que se contraen cuando formas larvarias del parásito, excretadas por caracoles de agua dulce, penetran en la piel al entrar la persona en contacto con aguas infestadas. La esquistosomiasis suele provocar patologías hepáticas y urogenitales.
  16. Envenenamiento por mordedura de serpiente. Afección que puede ser mortal, causada por las toxinas que una serpiente venenosa inocula en el cuerpo al morder. A menudo da lugar a emergencias médicas agudas. También puede producirse envenenamiento al recibir en los ojos salpicaduras del veneno que escupen ciertas especies de serpiente.
  17. Helmintiasis transmitidas por el suelo: Helmintiasis que se transmiten a partir de suelos contaminados por heces humanas. Causan anemia, carencia de vitamina A, retrasos del crecimiento, malnutrición, obstrucción intestinal y alteraciones del desarrollo.
  18. Teniasis y cisticercosis. La teniasis es causada por la presencia de una tenia adulta en el intestino humano. La cisticercosis se contrae al ingerir huevos de tenia que después producen larvas alojadas en los tejidos, incluido el cerebro (neurocisticercosis).
  19. Tracoma: Infección bacteriana que se transmite por contacto directo con secreciones oculares o nasales infecciosas y viene asociada a condiciones de vida insalubres y hábitos poco higiénicos. De no ser tratada, esta afección causa opacidades irreversibles de la córnea y ceguera.
  20. Pian: Enfermedad bacteriana crónica que afecta principalmente a la piel y los huesos y desfigura a la persona. Hay otras treponematosis endémicas parecidas al pian que también están consideradas enfermedades tropicales desatendidas.

Cinco mil millones de personas sin protección frente a las grasas trans están expuestas a enfermedades cardiacas

Según revela un nuevo informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cinco mil millones de personas en todo el mundo siguen sin tener protección frente a las dañinas grasas trans, lo que incrementa el riesgo de que padezcan enfermedades cardiacas y mueran.

Desde el primer llamamiento de la OMS a la eliminación mundial de las grasas trans de producción industrial en 2018 —en el que se fijó como objetivo su eliminación para 2023— la cobertura poblacional de las políticas basadas en mejores prácticas se ha multiplicado casi por seis. Cuarenta y tres países aplican ya tales políticas para eliminar las grasas trans en los alimentos, lo que supone la protección de 2800 millones de personas a nivel mundial.

Ahora bien, pese a los considerables progresos, 5000 millones de personas a escala mundial siguen expuestas a los devastadores efectos de las grasas trans en la salud, lo que supone que el objetivo mundial de su completa eliminación en 2023 es ahora mismo inalcanzable.

Las grasas trans de producción industrial (denominadas también ácidos grasos trans de producción industrial) se encuentran por lo general en alimentos envasados, productos horneados, aceites de cocina y productos para untar. La ingesta de grasas trans provoca anualmente hasta 500 000 muertes prematuras por cardiopatía coronaria en todo el mundo.

«Las grasas trans no tienen ningún beneficio conocido, pero sí enormes riesgos para la salud, con ingentes costos para los sistemas de salud», señaló el Director General de la OMS, Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus. «En cambio, eliminar las grasas trans es una medida costoeficaz con enormes beneficios para la salud. En pocas palabras, la grasa trans es una sustancia química tóxica que mata y que no debería estar en los alimentos. Es el momento de eliminarla de una vez por todas».

Actualmente, nueve de los 16 países que registran una mayor proporción estimada de muertes por cardiopatías coronarias debidas a la ingesta de grasas trans no cuentan con una política basada en mejores prácticas. Se trata de Australia, Azerbaiyán, Bhután, el Ecuador, Egipto, el Irán, Nepal, el Pakistán y la República de Corea.

Las mejores prácticas en las políticas de eliminación de las grasas trans siguen criterios específicos establecidos por la OMS y limitan las grasas trans de producción industrial en todos los entornos. Existen dos políticas alternativas basadas en mejores prácticas: 1) establecimiento de un límite nacional obligatorio de 2 gramos de grasas trans de producción industrial por cada 100 gramos de grasas totales en todos los alimentos; y 2) prohibición nacional de la producción de aceites parcialmente hidrogenados  (una importante fuente de grasas trans) y de su uso como ingrediente en todos los alimentos.

«Los progresos en la eliminación de las grasas trans corren el riesgo de estancarse, mientras las grasas trans siguen matando», indicó el Dr. Tom Frieden, Presidente y Director Ejecutivo de Resolve to Save Lives. «Todos los gobiernos pueden frenar estas muertes prevenibles promulgando ahora mismo una política basada en mejores prácticas. Ya está cerca el día en que las grasas trans dejarán de matar, pero los gobiernos deben actuar para poner fin a esta tragedia evitable».

Si bien la mayoría de las políticas de eliminación de las grasas trans se han aplicado hasta la fecha en países de ingreso alto (principalmente en las Américas y Europa), un número creciente de países de ingreso mediano han empezado a aplicar o adoptar estas políticas, como la Argentina, Bangladesh, Filipinas, la India, el Paraguay y Ucrania. En México, Nigeria y Sri Lanka también se examina la introducción de políticas basadas en mejores prácticas en 2023. De aprobarse, Nigeria sería el segundo país de África, y el más poblado, en establecer una política de eliminación de grasas trans basada en mejores prácticas. Ningún país de ingreso bajo ha adoptado todavía una política de ese tipo para eliminar las grasas trans.

En 2023, la OMS recomienda que los países se centren en estos cuatro ámbitos: adopción de políticas basadas en mejores prácticas, seguimiento y vigilancia, mejores aceites alternativos y concienciación. La OMS ha elaborado orientaciones para ayudar a los países a avanzar rápidamente en esas esferas.

La OMS alienta también a los fabricantes de alimentos a eliminar las grasas trans de producción industrial en sus productos, en consonancia con el compromiso asumido por la International Food and Beverage Alliance (IFBA). Se pide a los principales proveedores de aceites y grasas que eliminen las grasas trans de producción industrial en los productos que venden a los fabricantes de alimentos en todo el mundo.

La OMS, en colaboración con Resolve to Save Lives, ha publicado un informe titulado «Countdown to 2023 WHO Report on global trans fat elimination 2022» para hacer seguimiento de los progresos hacia el objetivo de eliminar las grasas trans en 2023.

La OMS anuncia el plan de establecer un Consejo de Aceleración de las Vacunas contra la Tuberculosis

El impacto adverso de la pandemia de COVID-19 en los servicios de tuberculosis ha puesto de relieve la urgencia de los esfuerzos por desarrollar vacunas. El Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la Organización Mundial de la Salud, anunció este lunes el plan de establecer un nuevo Consejo de Aceleración de las Vacunas contra la Tuberculosis en una mesa redonda de alto nivel sobre esta enfermedad, celebrada en el Foro Económico Mundial.

El Consejo facilitará la concesión de licencias y el uso de vacunas innovadoras eficaces contra la tuberculosis, impulsando el alineamiento de alto nivel entre financiadores, organismos mundiales, gobiernos y usuarios finales para identificar y superar los obstáculos al desarrollo de vacunas contra la tuberculosis.

«Una de las lecciones más importantes de la respuesta a la pandemia de COVID-19 es que las intervenciones de salud innovadoras se pueden llevar a cabo con rapidez si se les da prioridad política y se financian adecuadamente,» declaró el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus. «Los retos que plantean la tuberculosis y la COVID-19 son diferentes, pero los ingredientes que aceleran la ciencia, la investigación y la innovación son los mismos: inversión pública urgente y anticipada, apoyo de la filantropía y participación del sector privado y las comunidades. Creemos que el ámbito de la tuberculosis se beneficiará de una coordinación de alto nivel similar.»

A pesar de que los países se han comprometido firmemente a poner fin a la tuberculosis para 2030, en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la Estrategia Fin a la Tuberculosis de la OMS y la declaración política de 2018 sobre la lucha contra la tuberculosis, la epidemia no muestra signos de desaceleración. En 2021, aproximadamente 10,6 millones de personas enfermaron de tuberculosis y 1,6 millones murieron. La farmacorresistencia sigue siendo un problema importante, ya que cerca de medio millón de personas desarrollan tuberculosis farmacorresistente cada año.

La vacuna BCG es actualmente la única vacuna autorizada contra la tuberculosis. Aunque ofrece una eficacia moderada en la prevención de formas graves de tuberculosis en lactantes y niños pequeños, no protege adecuadamente a los adolescentes y adultos, que representan cerca del 90% de las transmisiones de tuberculosis en el mundo.

En un reciente estudio encargado por la OMS y titulado An investment case for new tuberculosis (TB) vaccines, se estima que, a lo largo de 25 años, una vacuna con una eficacia del 50% en la prevención de la enfermedad entre adolescentes y adultos podría evitar hasta 76 millones de nuevos casos de tuberculosis, 8,5 millones de muertes, 42 millones de tratamientos con antibióticos y US$ 6500 millones en costos para los hogares afectados por la tuberculosis, especialmente los más pobres y vulnerables.

Una vacuna con una eficacia del 75% podría evitar hasta 110 millones de nuevos casos de tuberculosis y 12,3 millones de muertes. El estudio sugiere además que cada dólar invertido en una vacuna con una eficacia del 50% podría generar un rendimiento económico de US$ 7 dólares en forma de costos sanitarios evitados y aumento de la productividad.

A finales de este año, los Jefes de Estado y de Gobierno se reunirán en una segunda reunión de alto nivel de las Naciones Unidas sobre la tuberculosis para examinar los progresos realizados en relación con los compromisos asumidos en la declaración política de 2018.  Esto presenta una oportunidad importante para corregir los retrocesos en la respuesta a la tuberculosis, lo que incluye el desarrollo y la entrega urgentes de nuevas vacunas contra la tuberculosis.

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